Poemario Jardin abierto o 15 poemas desabrochados, por Ramón Fernández Palmeral
Ver la versión en pdf:
http://www.revistaperito.com/jardinabiertoPoemario.pdf
Alicante, noviembre 2014
JARDÍN ABIERTO
15 poemas desabrochados
Poemario de Ramón Fernández Palmeral
2010-2014
Alicante
2.- EL
ARTE DE BESAR
Como
barcos, nuestros labios chocaban como barcos contra el muelle y el rompeolas de
nuestros cuerpos húmedos. Nos miraban damas picassianas con sus ojos retorcidos y estrábicos; pero nosotros,
como los rocinantes embravecidos por el
deseo de la procreación, nos reíamos de
los volcanes, porque nuestro fuego era superior. Y ahora aquí, solos, aguja sin
acerico, al filo la tarde con minotauros y recuerdos del parque de Canalejas,
nostalgias de un tiempo más viril, quizás,
en el que sembrábamos hijos, me queda tan sólo tu arte de besar. ¿Y qué
me queda ahora sin ti, si tú eras yo?
Nada, nada más que estudiar y dibujar nuestros antiguos besos que se fueron
entre sábanas volando entre entradas y
salidas constantes por las curvas de
nuestros cuerpos, sin conocer el pecado de la bula del matrimonio, un
matrimonio no culpable de nuestro distanciamiento. Pero el arte de besar nunca
se pierde porque el recuerdo es más fuerte que el amor. Y ahora como un loco
pintor me dedico a pintar tus besos, los besos que me distes y ahora ya no me
das.
Inundado por la ausencia de la distancia, te busco y no estás en ninguna
parte. ¿Dónde te hallas, adónde has podido ocultarte? Te busco a grito pelado entre mis recuerdos
despellejados. Estoy rancio de cartas, rancio de noticias, rancio de
olvidos… Hojas de árboles vacíos, llenos
de cajas vacías y ausencias vacías, parques dominicales vacíos sin ti, lejos de ti y de mi memoria, ríos sin caudal,
caminos de sirga tocan la música sin cuerdas en mis dedos. Recuerdo tus
cartas inundadas de ilusiones, con olor
a pétalos ardiendo de imposible perfume, con miedo a abrirlas por romperlas. Abro tus cartas selladas con besos y ya no
leo: «cómo estás, cómo te encuentras o te quiero», y en la ventana de iluminada de noche siento
los latidos apagados que pertenecen a un corazón de alquiler de estrellas. Pero el arte de besar nunca se pierde porque
el recuerdo es más fuerte que el amor. Y ahora solamente me dedico a pintar
besos, los besos que me distes y ahora ya no me das.
3.- ELEGIA A ENRIQUE MORENTE
A Enrique Morente, hecho
cadáver en un hospital de Madrid.
Yo quiero ser llorando el dueño
del huerto eterno donde reposan
los duendes de tu cante.
Yo quiero ser la mano que siegue
los cardos y las amapolas de tu tumba
florecida por la luz del flamenco.
Qué temprano levantó su guadaña
la luna negra de los poemas lorquianos
Qué temprano te fuiste a arar los campos
con el "niño yuntero" y el poeta pastor.
Qué temprano un bisturí cual estoque
de luna menos cuarto atravesó tu esófago
hasta llegar al corazón de tu alma
tomada por las manos sin pericia
de un demonio vestido de blanco.
¡Ay Enrique! qué dolor tenemos los gitanos,
los de verde oliva de olivares viejos,
los dueños del Albaicín y del flamenco.
¡Ay Morente! Aquí nos dejas con el duelo
insoportable de tu ausencia y de tu cante,
forjador del "quejío" tremendo de una voz
nueva, garganta llena de poderes y de rayos
quebrados, arrastrando torrentes de ilusiones
y de esperanzas nuevas.
Te vas al cielo flamenco de Juan Breva,
de don Antonio Chacón, de Caracol.
del Lebrijano, de Camarón...
Qué envía me das Enrique Morente,
allí todos, mano a mano, con
guitarras tremendas y palmas sordas.
¡Compadre!, aquí me quedo afilándole
la navaja a la negra sombra...
bajo el olivo y perro hambriento. (13 de diciembre de 2010)
Yo quiero ser llorando el dueño
del huerto eterno donde reposan
los duendes de tu cante.
Yo quiero ser la mano que siegue
los cardos y las amapolas de tu tumba
florecida por la luz del flamenco.
Qué temprano levantó su guadaña
la luna negra de los poemas lorquianos
Qué temprano te fuiste a arar los campos
con el "niño yuntero" y el poeta pastor.
Qué temprano un bisturí cual estoque
de luna menos cuarto atravesó tu esófago
hasta llegar al corazón de tu alma
tomada por las manos sin pericia
de un demonio vestido de blanco.
¡Ay Enrique! qué dolor tenemos los gitanos,
los de verde oliva de olivares viejos,
los dueños del Albaicín y del flamenco.
¡Ay Morente! Aquí nos dejas con el duelo
insoportable de tu ausencia y de tu cante,
forjador del "quejío" tremendo de una voz
nueva, garganta llena de poderes y de rayos
quebrados, arrastrando torrentes de ilusiones
y de esperanzas nuevas.
Te vas al cielo flamenco de Juan Breva,
de don Antonio Chacón, de Caracol.
del Lebrijano, de Camarón...
Qué envía me das Enrique Morente,
allí todos, mano a mano, con
guitarras tremendas y palmas sordas.
¡Compadre!, aquí me quedo afilándole
la navaja a la negra sombra...
bajo el olivo y perro hambriento. (13 de diciembre de 2010)
8.- Al amanecer pájaros con sueño
Los árboles
de nuestra alameda junto al río
caminan
hacia la noche llenos de palabras,
palabras
que son preguntas capciosas
como
diamantes colgado de la hojas ricas.
Sus pies
son como la de los pianos sin música
quietos y
callados en una enramada virginal
de cuerdas
y tripas de animales disecados.
Y tu rostro
donde se reflejan estrellas,
son la
muestra de lo deseos amorosos saciados
guardados
en mí y cerrados por la cerradura de mi
compartido
corazón.
Al amanecer
los pájaros con sueño
picotean en
las jaulas con recuerdos esclavos
donde antes
vivieron otros pájaros,
-no ruiseñores
indómitos la prisión de alambre-
y mis pies
obligados a caminar, toman la
vereda
sagrada de la alameda hacia la noche.
Mayo, 2014
10.- Las guitarras malheridas de Paco
de Lucía
Las
guitarras de Paco de Lucía lloran desconsoladas
con un
llanto imposible de callarlas.
Lloran entre
dos aguas por la ausencia de su dueño,
ausencia que
no es muerte porque los genios no muren,
sino que
perviven para siempre en los corazones
de aquellos
que amamos su música.
De México
volverán a las arenas calientes de Sur,
entre las
lluvia de febrero y las espaldas mojadas
de los
inmigrantes cantores entre los mástiles ya muertos
de angustia
y de agonías por cinco puñales .
Las
guitarras de Paco lloran porque no volverán a ser tocadas
por los
ruiseñores de sus dedos largos
vivos de palo santo como ramas
de sus manos que mas que toca
Las
acariciaba con mimo, y los diez ruiseñores
no volverán
al traste ni a las cuerdas.
Lorca, el
genial García Lorca escribió una vez
“Óh
guitarras! /Corazón malherido/ por cinco espadas”.
Y tenía
razón, guitarras de paco y todas, se han quedado malheridas
para siempre
en al mudez de un indudable genio.
26 de febrero 2014, a la muerte del universal guitarrista
11.- La acuchillada tarde de
otoño
Cuando los
gallos cantaban en alta voz
el Sol fue
acorralado por los cerros de la Axarquía
daba pena de
ver la carnicería de luces y nubes,
esas que
tienen oscuras lagunas solitarias.
El mar en
Nerja alarga la noche eléctrica
entre
paseos, rocas y corazones jóvenes
mientras las
olas, -esas trampas acuáticas-
extendían
con música incansable sus brazos
en silencio
tal vez sin libertad ni fuerza.
Pensé que
seguía siendo joven en la vendimia
de los
Mayarines -con el canasto de uvas en la cabeza-
que
esperan secar la dulce moscatel en los paseros de septiembre,
como si el
tiempo cortejara el dolor de mi mente,
el recuerdo
fondeando en el aire como gaviotas
desplazadas,
emigrantes y capituladas.
Incluso
hasta las fechas de mi memoria se dan la
vuelta a
medio camino antes de llegar a la diana
y se vuelven
agujas de recuerdos por el Acebuchal y la
corona de
rocas rubias en el Fuerte.
Cuándo
volveré a sembrar los gemidos ecos
que me
llamen a estar bajo la parra del cortijo…
volverán las
acuchilladas tardes sin piernas y
sin un soplo
de viento frío.
Y las
mujeres harán las migas en el “chupajumos”
que el
tiempo de poda dejó lleno los campos
de mi
tierras cubiertos de gavillas de sarmientos y espinos.
Alicante,
16 de mayo 2014
Copyright (derecho de
copia reservados)
Propiedad de Ramón
Fernández Palmeral
Todos los poemas de 170 página se encuentran puiblicados en ANTOLOGIA ABIERTA: