POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
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La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

jueves, 27 de febrero de 2025

Julián Ayesta. Helena o el mar del verano

 

Julián Ayesta. Helena o el mar del verano

Categoría (El libro y la lectura, Estafeta literaria, General) por Manu de Ordoñana el 26-02-2025

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Estamos ante la historia de un amor de verano que huele a brisa marina y a arena mojada de las playas del Cantábrico. Sus escenas no desentonarían en un cuadro impresionista: bucólicos paisajes y almuerzos en el jardín llenos de luz, color y movimiento.

Situada en el Gijón de la preguerra civil, es una obra de un gran poder de sugestión y de un lirismo extraordinario; una joyita, que supone un oasis dentro de la literatura de la época.

Veamos el inicio para entender de qué hablamos:

El dulce de guinda brillaba rojísimo entre las avispas amarillas y negras y el viento removía las ramas de los robles y las manchas del sol corrían sobre el musgo, sobre la hierba suave y húmeda y sobre la cara de los invitados y de las Mujeres y los Hombres, que estaban fumando y riéndose todos a un tiempo. Y brillaban también las copas azules para el Marie Brizard y los cubiertos de postre. Y los lunares de luz ―los grandes persiguiendo a los pequeños― corrían sobre el mantel lleno de manchas moradas de vino y migas. Y por las tardes había corrida y los hombres tenían la cara y las mejillas y las narices brillantes. Y también brillaba el café, tan negro con cenizas de puro rodeando la taza.

El lector se queda extasiado ante el montón de detalles que le llena la retina de colores, olores y sabores; características estas expresadas por una peculiar voz infantil que aporta espontaneidad, ese tono apasionado y tierno a la vez y el ritmo, endiablado e imparable, con el que se vive todo cuando eres pequeño.

Contextualización de la obra

A pesar de que fue publicada en 1952, debemos vincular esta obra con la literatura garcilasista de los 40, una de las principales corrientes de la poesía de la posguerra civil española; coge su nombre de la revista que apareció por esa época: Garcilaso. Juventud creadora. Tras la guerra civil, se celebró el centenario de Garcilaso de la Vega (1503-1516) que tuvo como consecuencia un cambio en la poesía española que abordaba temas como el amor, Dios, el paisaje castellano, la patria.

La denominación de oasis tiene su sentido dentro de un panorama literario agotado de tanto dolor proveniente del tremendismo de historias como La familia de Pascual Duarte e inmerso en el objetivismo del Realismo Social de obras como La Colmena, las dos escritas por Camino José Cela. Frente a una literatura gris, oscura y triste, de repente emerge una mucho más vistosa, jovial y alegre, “de altos vuelos”, en opinión de algunos críticos de la época.

Frente a una literatura cuyo protagonista es colectivo ―toda la sociedad española de entonces―, surge esta con uno individual enfocado en su niñez. Frente al objetivo de la denuncia social―el inmovilismo político y la situación del proletariado― aparece la evocación de los momentos maravillosos de la infancia. Frente a una mirada del narrador distanciada y solo preocupada por la objetividad de los hechos sin mención especial a la psicología de los personajes, nos encontramos con una literatura descriptiva donde el sentimiento y el pensamiento del protagonista es lo que cuenta. Frente a la linealidad y simplicidad del lenguaje, tenemos la fragmentación o la exposición de escenas donde la anécdota pierde importancia en favor de la sugestión y el lirismo narrativo.

En definitiva, y como entonces diferenciaría Domingo Ynduráin, había dos tipos de literatura: la comprometida y la de evasión. Como la primera es la que mejor se alinea con la novela realista de la época, solo nos queda la segunda opción: la literatura con una mirada retrospectiva y nostálgica, es decir Helena o el mar del verano. De ahí su escaso eco en la prensa del momento.

Por si todavía hay alguien que no la ha leído, aquí estamos para contagiaros nuestro entusiasmo por ella. Somos conscientes de la cantidad de recursos estilísticos que Ayesta pone en marcha para lograr una obra tan sugerente, pero vamos a intentar resumir los más importantes con el fin de que el lector se haga una idea de tan esplendorosa prosa y disfrute al máximo con ella.

Estructura y tiempo

Analicemos estos dos elementos que son los que nos muestran el porqué de la historia y el sentido de todo.

La novela está organizada en tres partes: En verano, En invierno y En verano otra vez. Pero es que cada uno de los veranos se subdividen en el mismo número de capítulos y en la proporción de los dos primeros dedicados a la felicidad diurna del personaje y el tercero al atardecer, al crepúsculo. Solo la parte dedicada al invierno tiene un único capítulo que trata sobre la educación del personaje en un colegio religioso y las enseñanzas que le marcaron. Esa progresión temporal basada en ciclos naturales―estaciones del año y momentos del día― adquiere valores simbólicos: verano lo relacionamos con plenitud e invierno con aislamiento; día, con felicidad y noche, con un momento de revelación. Estamos, por tanto, ante una estructura ejemplo de equilibrio, simetría y circularidad.

Por otro lado, nos encontramos con un fragmentarismo claro en la obra, como si se le hubieran suprimido los episodios no fundamentales. Esto tiene que ver con su concepción original puesto que Ayesta no la pensó como una unidad. Se nos cuenta una historia en la que se evocan espacios, escenas familiares, primeras experiencias. Se nos describe esa infancia feliz que está en el recuerdo del adulto, el paso a la adolescencia ―duro en ese paréntesis invernal de estudios, reflexiones y remordimientos religiosos― y la vuelta al verano, el reencuentro con Helena y la vivencia de ese primer amor. Estampas y nada de acción.

Las escenas quedan sujetas a la unidad que les aporta la voz narrativa en detrimento de la trama bien urdida, encadenada según coordenadas causales y temporales. El resultado es una novela lírica donde el hilo narrativo de Helena pierde relevancia frente a la importancia que adquiere el viaje interior del protagonista, que es al fin el verdadero asunto de la novela.

Todo esto nos lleva, inevitablemente, a relacionarlo con el tiempo de la acción: aparece un presente de la historia y un imperfecto de la narración pasada, cuyas fronteras están difuminadas, borradas. Si como hemos indicado existe un predominio de descripciones, impresiones y reflexiones, hay también parada de tiempo, estatismo; el tiempo queda congelado e inmóvil con lo que se logra eternizar el instante. Parece que el objetivo primordial de la voz narradora es revivir un pasado evocándolo hasta lograr traerlo al presente y así contemplarlo:

Me sentía lleno de Gracia de Dios, en paz con Dios y con todas las personas que más quería amigas y felices a mi lado y me hubiese gustado que el mundo se parase en aquel momento y que el tiempo dejase de pasar y que aquellos instantes durasen siempre.

En cuanto al tiempo externo de la obra, su contexto histórico-social, algunos datos nos permiten enmarcar la historia en la década de los 30, entre el final de la dictadura de Primo de Rivera y el inicio de la Segunda República.

Lirismo como seña de identidad

Todos los elementos y técnicas utilizadas por Ayesta en esta obra van encaminadas a lograr que el lector sienta lo que el personaje siente en cada una de sus vivencias. Para ello va a poner en marcha el mecanismo de la lírica: temas que expresan los grandes sentimientos del ser humano, recursos retóricos para embellecer el discurso y musicalidad apabullante.

Desde el punto de vista gramatical, resulta llamativa la elección de una forma infantil de hablar y de ver las cosas mediante el uso reiterativo de la yuxtaposición y las oraciones copulativas; las marcas de oralidad (giros, frases hechas, refranes…); las imágenes intensificadoras que aluden a fragmentos del catecismo o a temas de las asignaturas que el narrador estaba estudiando en el colegio; y por último el elemento que resalta sobre los demás, que es el polisíndeton y que caracteriza a casi todo el relato. Solo desaparece en la tercera parte, aunque en el último párrafo vuelve de nuevo por una cuestión temática y rítmica.

Y desde el punto de vista semántico y literario, el material con que nos encontramos es casi inagotable: deliciosas descripciones, riqueza de su campo léxico, utilización de todos los sentidos, visibilidad narrativa…

Descripciones

Como muestra, empecemos por la abundancia de descripciones que, filtradas por la subjetividad del narrador, en función de sus procesos mentales de niño, nos ofrecen realidades muy poco objetivas y enumeraciones caóticas:

Y se oía la música que tocaba en un baile porque era domingo.

Y cuando llegamos a Gijón íbamos todos callados, como tristes.

Y las luces de las calles eran tristes.

Y en la playa se veía el Club de Regatas lleno de bombillas de colores.

En otros momentos los espacios descritos inciden de una manera tan profunda en el protagonista que su descripción es fiel reflejo de su mundo interior:

[…] por otra gruta mucho más estrecha y más larga nos llevaban a la Edad Antigua […]. Y se salía a otro mundo extrañísimo y lleno de hermosura que no se puede recordar sin que se le pare a uno el corazón. Porque estaba cayendo el sol y el cielo estaba rojo y dorado y la mar color de vino y no hacía nada de viento y olía a romero, a rosas y a jazmines. Y Helena estaba desnuda pastoreando un rebaño de cabras. Estaba sentada junto al mar en un prado muy verde que llegaba hasta el mar, debajo de un laurel muy grande de hojas muy verdes y brillantes que refulgían rojizas al sol dorado que se hundía en el mar.

Los colores y la luz

Con estos campos semánticos se consigue la idealización del paisaje. Las sensaciones del narrador ―surgidas a partir de la utilización de los cinco sentidos― lo impregnan todo de un rico cromatismo―el azul, el verde, el rojo, el blanco… son los colores más utilizados―que no necesariamente se ajusta a la realidad. Así el sol a veces es azul, la sombra puede ser verdosa y el cielo, de un verde-pradera. Con esto se busca desautomatizar el lenguaje.

El campo léxico de la luz también invade el texto. Luz, trasluz, lucir, contraluz, brillo, brillante, rebrillar y todas estas palabras matizan los colores y se convierten en expresión de una inmensa felicidad:

Pero lo mejor era el baño por la tarde, cuando el sol bajaba y estaba grande y cada vez más encarnado, y el mar estaba primero verde y luego verde más oscuro, y luego azul, y luego añil, y luego casi negro. Y el agua estaba caliente, caliente, y había bandos de peces muy pequeñitos nadando entre las algas rojizas.

O de una gran tristeza:

El cuarto estaba en penumbra. La última claridad del crepúsculo iba hundiéndose detrás de los tejados, detrás de los árboles del jardín del colegio, detrás de una soledad como un enorme vacío amargo que se acercaba, que venía creciendo, haciéndose cada vez más cóncava, y nos íbamos sumiendo en ella como en la muerte…

Los sentidos

A través de los sentidos, el narrador percibe lo que le rodea y disfruta de sensaciones olfativas, auditivas, táctiles… Veamos estos dos elocuentes pasajes:

  • […]y uno no podía resistir aquella mirada y se echaba llorando a los pies del Padre Espiritual, que dejaba de escribir y le acariciaba a uno la cabeza diciendo: “Hijo mío, hijo mío”, y la sotana olía lo mismo que la habitación, pero más fuerte y además un poco a bolas de polilla.
  • La luz de la tarde era densa, dorada y azul y negra. Una luz de terror misterioso bajando de un cielo enorme y solitario. Había sobre los prados un sopor, una bruma caliente de chicharras y grillos, muy alto, altísimo, volaba planeando un milano.

Adjetivación y figuras literarias

Los adjetivos que se utilizan tienden a cargar de afectividad el discurso mediante diminutivos y superlativos: un rito secreto, secretísimo; gran silencio silenciosísimo, frigidísimo; otro gigante requetetrillonésimas veces más grande…

Y a través del uso de metáforas y comparaciones, Ayesta logra verdaderas imágenes intensificadoras que recrean escenas inolvidables para el lector: Helena huele tibiamente a nidos de crías; el sol roncaba sobre los manzanos; las niñas duermen como gatitos de terciopelo; voz de tiple como la de un enano; una gran soledad como un enorme vacío amargo (aquí con sinestesia incorporada) …

Y con esta invasión de lirismo, el lector va llegando al final de una novela en la que el narrador ya no habla de un yo sino de un nosotros; ha abandonado la niñez y de la mano de Helena ―su amor, su todo, como el inmenso mar― entran juntos y solos, andando juntos y solos entre el silencio del mundo y del mar. Y el último párrafo es una oda a la felicidad de un instante en un mundo estrenado solo para ellos que se eterniza por siempre. Y este final es unos de los finales más emocionantes que recordamos.

viernes, 21 de febrero de 2025

El escritor madrileño Lorenzo Silva, de novelas policíacas en un gran referente para los que amamos este estilo

 


Lorenzo Manuel Silva Amador (Madrid, 7 de junio de 1966) es un escritor español conocido por sus novelas policíacas, que protagonizan los guardias civiles Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro.

Biografía

Nació en el barrio madrileño de Carabanchel; estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció como abogado de empresa en Unión Fenosa (1992-2002).

Ha escrito numerosos relatos, artículos y ensayos literarios, así como varias novelas, que le han valido reconocimiento internacional. Una de ellas, El alquimista impaciente, obtuvo en 2000 el Premio Nadal; fue la segunda en la que aparecían los que quizá sean sus personajes más conocidos, la pareja de la Guardia Civil formada por el sargento Rubén Bevilacqua y la agente Virginia Chamorro. Otra de sus obras, La flaqueza del bolchevique, que ya había sido finalista del Nadal en 1997, fue adaptada al cine por el director Manuel Martín Cuenca.1​ En 2010 fue nombrado Guardia Civil Honorario por su contribución a la imagen del Cuerpo; Silva, en una ocasión, firmó ejemplares de sus obras en un acuartelamiento del Instituto Armado. En 2012, La marca del meridiano le valió el Premio Planeta.

En 2012, junto a Noemí Trujillo, puso en marcha el sello editorial Playa de Akaba, en el que han publicado algunos libros en colaboración.2

Además de sus novelas, Silva tiene numerosos libros de no ficción, así como obras destinadas a jóvenes.

En 2023, publica la novela Púa, la historia de un librero que, convocado por un amigo enfermo que desea alejar a su hija de un gran peligro, debe regresar a su pasado como agente secreto, una vida que juró no volver a tener.

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Es un tío estupendo al que solo le hace falta hablar andaluz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 16 de febrero de 2025

MÁS DE 1.000 OBRAS CONCURREN AL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA DE 2025 PROMOVIDO POR LA FUNDACIÓN MIGUEL HERNÁNDEZ


 

                                        (Miguel Hernández en Sivilla, obra  de Palmeral 2010)

 

 

MÁS DE 1.000 OBRAS CONCURREN AL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA DE 2025 PROMOVIDO POR LA FUNDACIÓN MIGUEL HERNÁNDEZ

 

 

 Orihuela, 16-02-25

 

Un total de 1.055 obras se han presentado al Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández-Comunidad Valenciana” en la edición del presente año 2025, convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández, y que cuenta también con la colaboración de la Secretaría Autonómica de Cultura de la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo de la Generalitat Valenciana, el Área de Cultura de la Diputación de Alicante y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela.

 

Todo un éxito en la convocatoria de la presente edición y que se explica por el tirón del universal poeta y por la posibilidad de envío de las obras por correo electrónico.

 

El galardón está dotado con 8.000 euros, un elemento artístico acreditativo y su publicación en la prestigiosa editorial madrileña Devenir. Los poemarios inéditos deben tener una extensión máxima de 1.000 versos.

Las obras proceden de países como Argentina (95 obras), Colombia (85 obras), México (53 obras), Chile (44 obras), Cuba (27 obras), Estados Unidos (23 obras), Perú (19 obras), Venezuela (19 obras), Ecuador (9 obras), Italia (8 obras), Costa Rica (6 obras), Uruguay (5 obras), El Salvador (4 obras), Francia (4 obras), Brasil (2 obras), etc.

En cuanto a España, las obras proceden de todas las comunidades autónomas: Madrid (106 obras), Valencia (46 obras), Barcelona (44 obras), Alicante (36 obras), Sevilla (29 obras), Murcia (23 obras), Granada (19 obras), Córdoba (18 obras), Málaga (12 obras), Jaén (11 obras), Valladolid (11 obras), Islas Baleares (10 obras) o  Bizkaia (3 obras).

El comité preseleccionador ha concluido su tarea calificadora en la sede de la Fundación. Está previsto que la fecha del fallo del Premio se haga público durante las próximas semanas, que casi coincidirá con el 83º aniversario de la muerte de Miguel Hernández.

 

Nota de la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela

jueves, 13 de febrero de 2025

Reseña biográficao de Concha López Sarasua, escrito residente en Alicante

 

Concha López Sarasúa

Concha López Sarasúa profile image

Acerca del autor

Concha López Sarasúa nació en Mieres (Asturias 1932-Alicante 2021) y, después de veinte años de estancia en Marruecos, se ha afincado en Alicante donde se dedica a escribir. Gran viajera, interesada por descubrir culturas y formas de vida, su curiosidad la ha llevado a recorrer numerosos países. Colabora en periódicos y revistas, asiste a congresos relacionados con la temática de su obra e imparte charlas en centros educativos.

Varias de sus obras están traducidas al árabe y al francés.

Sus libros publicados son los siguientes:

A vuelo de pájaro sobre Marruecos (Colección Atlas-Iber . Madrid; reedición Ed. Cálamo – Alicante, 1995)

Esta colección de relatos, que abarca diferentes aspectos de la sociedad marroquí, puede considerarse como un libro de viajes a través del país.

La llamada del almuédano (Ed. Cálamo; 4ª edición, 2002).Obra clasificada en tercer lugar en el XXI Premio de Novela Ateneo de Sevilla 1989. La emigración española al Magreb es el hilo conductor.

Celanova 42 (Ed. Cálamo, 1993)

Esta novela ambientada en el norte, en la España rural de la posguerra, nos llega a través de los ojos de una niña inquieta y soñadora. Clasificada en el Premio de Novela Café Gijón 1993.

La daga turca y otros relatos mediterráneos (Ed. Cálamo, 1996)

A través de este libro, la autora nos invita a navegar por un mar de pasiones ambientadas en cualquiera de las dos orillas.

¿Qué buscabais en Marrakech? (Ed. Cálamo; 2ª edición, 2001). Finalista del Premio Café Gijón de Novela 1999.

Cuatro amigas emprenden un viaje al sur de Marruecos, en busca de la tumba del rey poeta de la taifa de Sevilla al-Mu´tamid Ben Abbad. Ninguna de las cuatro sospecha hasta qué punto esta aventura cambiará sus vidas.

Cita en París (Ed. Cálamo, 2005)

Vida de mujeres españolas en París y en la España de la posguerra. Retrato del oficio de bailarina en los cabarés de una ciudad deslumbrante.

                               NARRATIVA JUVENIL

¿Por qué tengo que emigrar? (Ed. Ibersaf - Madrid, 2009). Acompaña guía didáctica.

Hafida se rebela ante la idea de irse a vivir a Europa con su familia, y emprende un largo camino de pesadillas y sueños.

                                    NARRATIVA INFANTIL

Meriem y la ruta fantástica (Ed. Cálamo; 10ª edición, 2006)

Obra que descubre a los niños el sur del Mediterráneo. Por su aspecto didáctico, está recomendada en los centros escolares para acercar la cultura árabe a los más jóvenes.

En el país de Meriem (Ed. Cálamo; 3ª edición, 2003). Con guía didáctica.

Segunda parte de “Meriem y la ruta fantástica”. En esta ocasión los protagonistas, dos niños españoles y su amiga marroquí, emprenden un recorrido por al Andalus.

Los mil y un cuentos de Meriem (Ed. Cálamo, 2003)

Tercera parte con la que se cierra la trilogía. Guiados por una abubilla, Meriem y sus amigos llegan a la Jaima del Tiempo Detenido. Mil y un cuentos les aguardan.

                                                  OTROS

• Traducción al árabe del libro A vuelo de pájaro sobre Marruecos, por el Doctor Ahmed Sabir, de la Universidad Ibnou Zhor de Agadir (Marruecos). (Imprimerie El Maarif Al Jadida, Rabat, 2003).

• Superando orillas. Lectura intercultural de la narrativa de Concha López Sarasúa, de Mohamed Abrighach (Imprimerie El Maarif Al Jadida, Rabat, 2009).

Ensayo sobre la obra de Concha López Sarasúa.

           Concha López Sarasúa con Ramón Palmeral en la Diputación de Alicante, 6 junio de 2010)
 
 

       (Concha López Sarasúa, Juana Balsalobre, Ramón Palmeral y un pintora amiga, 6 junio 2010)


Video de la presentacion de "Romances de un día" de Joaquín Martí Quirosa en Casino Mediterráneo.

 

 

 En Casino Mediterráneo de Alicante el 12 de febrero de 2025. En la mesa de presentación de "Poemas de un día" con prólogo de Fernando Gesa,  Edición de Cuadranta. Estuvieron María del Consuelo Giner Tormo, presidenta de espejo de Alicante, Fernando Gesa, actor, Joaquín Martín Quirosa (autor), Aurora Hernández (poetisa). Recitaron poemas del libro: Vicenta Plá, Ana Ayén, María Rosa Martín, Lucía Martín (hija del autor), Manolo Condevolney, Jose Luis Rico, Joaquín Martín Quirosa, Fernando Guesa, María del Consuelo GinerTormo. Al finalizar el acto el autor firmó libro. Hubo un lleno total. El Casino ofreció en refrigerio a los asistentes. El acto fue documentado pos Videos-Palmeral-Alicante.

 





 




martes, 11 de febrero de 2025

Exposición sobre a iconografía artística de José Ángel Valente, por Claudio Rodríguer Fer

 

Exposición sobre a iconografía artística de José Ángel Valente, por Claudio Rodríguer Fer

Rodríguez Fer, Claudio - miércoles, 12 de febrero de 2025/ Galicia Digital
 
José Ángel Valente (Ourense, 1929 - Xenebra, 2000) foi retratado en distintos xéneros artísticos, tanto en vida como postumamente, mediante diversas técnicas plásticas, dende o debuxo á pintura e dende a caricatura á colaxe, obras que se conservan, en orixinal ou en reprodución, na Cátedra José Ángel Valente de Poesía e Estética que teño a honra de dirixir na Universidade de Santiago de Compostela. Por isto cómpre celebrar a exposición inaugurada o 4 de febreiro deste 2025 na Facultade de Filoloxía baixo o título "Iconografía artística de José Ángel Valente 1955-2024" como parte das actividades programadas polo 50º aniversario deste centro, así como coincidindo co 25.º aniversario do falecemento do poeta e da conseguinte fundación naquel ano 2000 da Cátedra Valente, onde se custodian o arquivo e a biblioteca persoais do escritor. O material exposto abrangue case sete décadas de arte, pois se remonta a 1955 e chega ata 2024, razón pola cal é tan variado estilística como conceptualmente. Exposición sobre a iconografía artística de José Ángel Valente
Foron, en efecto, moitos os artistas que prestaron atención á figura de Valente, quen colaborou a miúdo con pintores e escultores, entre os que se encontran Tàpies, Saura, Chillida, Rebeyrolle, Partenheimer, Salinas ou Forteza. Mesmo despois da súa morte continuaron aparecendo libros de artista acompañando os seus textos, como foi o caso de "Cima del canto" (2001), con serigrafías da súa esposa Coral, ou "Alén" (2007), do pintor galego Leopoldo Nóvoa, ambos editados con versos escolmados e prologados por min. En correspondencia, moitos dos poemas de Valente son écfrases de obras artísticas e moitos dos seus ensaios versaron sobre arte, como puxo en evidencia o seu libro póstumo "Elogio del calígrafo" (2002).

A presente exposición foi comisariada pola investigadora e activista cultural Laura Paz Fentanes, titulada cun grao e cun mestrado pola antedita Facultade de Filoloxía e actualmente doutoranda en Valente, autor sobre quen realizou numerosas publicacións. Para levar a bo cabo esta mostra contou co acolledor patrocinio de dúas eficientes e sinerxéticas vicedecanas de actividades culturais, pois iniciou o seu proxecto cando ocupaba tal cargo a profesora hispanista Alejandra Ulla Lorenzo e rematouno ocupándoo a profesora anglicista Elsa González Álvarez.
Os primeiros retratos artísticos de Valente feitos en Galicia foron realizados durante os anos cincuenta por dous conterráneos do seu Ourense natal, ambos creadores de raíz expresionista: o tan literario Manuel Prego de Oliver, quen lle fixo un debuxo de perfil logo executado en linóleo, e o tan galaico Virxilio, quen lle fixo dous debuxos en pose sedente. Nestes tres casos o poeta aparece xa con gafas e lucindo o bigote que adoitaba levar naquela época da súa mocidade e que despois repudiou. Máis tarde, Valente dedicou un poema en prosa aos seus amigos de xuventude, entre os que se encontraba Virxilio, quen á súa vez entregou dous cadros de entrañable temática ourensá á Cátedra Valente expresamente dedicados ao poeta. 

Un posterior artista da provincia ourensá, o celanovés Baldomero Moreiras, achegou a esta exposición un orixinal retrato en forma de colaxe realizado en 2024 e titulado "José Ángel Valente con paxaros amarelos", que remite á elexía valenteana "Paisaje con pájaros amarillos", denominación á súa vez ecoica do cadro homónimo de Paul Klee. Outro artista galego representado na mostra é o pontevedrés Xosé Freixanes, autor dunha silueta evocadora de Valente na cuberta do libro "Faíscas xacobeas" (1999), datado en Xenebra un ano antes do falecemento de Valente. Tras este, o cantautor vigués-venezolano e pintor pop Xulio Formoso debuxou en cor o poeta en Galicia e en París para ilustrar recensións no Faro de Vigo dos primeiros ensaios biográficos da serie "Valente vital", editados pola Cátedra Valente e respectivamente relativos aos ditos ámbitos, ademais de retratalo tamén coa súa biblioteca almeriense.

A artista que máis veces retratou a Valente foi sen dúbida a luguesa Sara Lamas, quen ilustrou unha gran cantidade de publicacións presentes na mostra, como os libros "El tejedor de redes. Análisis integral de la narrativa de José Ángel Valente" (2006), de Manuel Fernández Rodríguez, e "Poetas con Valente" (2010), compendio de versos de seis autores (Luz Pozo Garza, Antonio Gamoneda, Pere Gimferrer, Claudio Rodríguez Fer, Olga Novo e Tera Blanco de Saracho). Ademais, ilustrou o número monográfico sobre Valente da revista universitaria lucense "Evohé" (2021), ao que contribuíu cunha caricatura o estudante Aarón Rodríguez No. Mais Sara Lamas ilustrou moi diversos traballos valentistas na prensa de Galicia e doutros lugares, focalizando fundamentalmente o rostro do poeta, aínda que nunha das obras retratou as súas mans entrelazadas con textos manuscritos. O seu emblemático debuxo "Valente con mandorla", alusivo ao poemario erótico-místico "Mandorla", foi o escollido para a realización da tarxeta explicativa da exposición, así como para o cartel anunciador deseñado pola propia comisaria Laura Paz Fentanes.

Abunda así mesmo o retrato de Valente en deseños diversos, ás veces tan orixinais como o aparecido en forma de carauta para anunciar a miña conferencia "Valente ou a erótica do baleiro" no ciclo "Galicia Ceo das Letras", realizado na Cidade da Cultura de Santiago de Compostela (2011). En canto a soportes alternativos ao papel, pode mencionarse o retrato efectuado pola profesora lucense Ruth Fernández Fernández, precisamente doutora en Valente, na cuberta de coiro dun caderno artesán (2024).

De fóra de Galicia, salientou a pintura do artista alacantino Ramón Pérez Carrió, quen retratou varias veces a Valente, comezando por un gravado incluído na súa edición de artista do poemario valenteano "Tres lecciones de tinieblas" (2000). Así mesmo, pintou os cadros "La casa alquímica (…A José Ángel Valente)" (2000), onde figuran textos do poeta e a escaleira de caracol da súa casa en Almería, e "José Ángel Valente en Rodalquilar" (2013), pertencente á súa colección "Retratos con paisajes", onde figuran os depósitos circulares das antigas minas de ouro da dita localidade almeriense. A primeira destas obras apareceu reproducida no catálogo da exposición "A palabra e a súa sombra. José Ángel Valente: o poeta e as artes" (2003), exhibida na Universidade de Santiago de Compostela, e parcialmente na cuberta dun libro da Fundación Max Aub sobre a relación dos dous escritores en cuestión (2001).

A isto poden engadirse outros libros que acolleron retratos de Valente, como o deseñado por Juan José Vázquez na cuberta do meu libro "José Ángel Valente" (1992), publicado na serie "El escritor y la crítica" da Editorial Taurus, ou o debuxado polo manchego Ramón Palmeral, publicado na súa obra "La dureza curvada del sílex" (2020) xunto a outro retrato da escritora Carmen Martín Gaite. Entre as extravagancias máis curiosas, existen dúas zoomórficas: un debuxo anónimo e inédito metamorfoseando a Valente nun can parecido ao triste e melancólico "basset hound" Droopy dos debuxos animados co rótulo "Soy kafkiano" e unha colaxe na que o poeta aparece convertido en paxaro engaiolado por barrotes de palabras publicado en cor no suplemento cultural "Pérgola" do diario municipal "Bilbao".

Agora ben, o que máis abunda son os debuxos e as caricaturas de Valente que apareceron na prensa española, especialmente en diarios de Madrid ("Abc", "El País", "Diario 16", "El Mundo", "La Razón"). O primeiro retrato en diario foi quizais o do pintor estremeño Antonio Solís Ávila no "Abc", en 1954, ilustrando a noticia da obtención por Valente do Premio Adonais de Poesía. E o primeiro retrato en revista debeu ser probablemente o publicado na tamén madrileña "Ínsula", onde se repetiu varias veces dende 1961, e debuxado polo pintor valenciano Ricardo Zamorano, comprometido artista este que formou parte do contestatario grupo Estampa Popular. Trátase en ambos casos do trazo realista do rostro xuvenil do poeta con gafas e bigote.

Mais no diario "Abc" foron varios os debuxos tamén dabondo realistas acometidos durante os anos oitenta e noventa polo artista coruñés Manuel Mampaso, antes pioneiro da pintura abstracta España, e reproducidos no dito periódico en moi numerosas ocasións. En cor e en "El Cultural" de "El Mundo" debuxouno no ano 2000, xunto ao escritor cubano José Lezama Lima, e no ano 2011 en portada, xunto ao titular "Vuelve el gran Valente", o artista aragonés Julián Grau Santos, así mesmo histórico retratista de "Abc", onde tamén debuxou ao poeta este ilustrador de referencia en varios medios.
Pero foron moitas as publicacións que contiveron caricaturas ou retratos intervidos de Valente, por exemplo, debidos a Michel, Sciammarella e Fernando Vicente en "El País", a Loriga e César Cuervo en "Diario 16", a Gusi Bejer en "El Cultural" de "El Mundo" ou a Raúl en "La Razón". Tales caricaturas proliferaron de Norte a Sur da Península Ibérica, pois estendéronse dende o diario "El Norte de Castilla" de Valladolid (por Guerra) aos xornais andaluces "La Nueva España" de Almería e "La Opinión de Málaga" (en ambos medios por Pablo García). Especial visibilidade tivo o perfil caricaturesco feito polo pintor expresionista Álvaro Delgado, un tempo referencial retratista no "Abc", para a portada titulada "Valente inédito" do número de "El Cultural" de "El Mundo" do ano 2000 no que eu mesmo presentei unha reportaxe sobre o consello de guerra franquista que xulgou e condenou ao escritor.
E, por suposto, Valente tamén apareceu debuxado ou caricaturizado na prensa galega, por exemplo, polo citado Prego nos periódicos ourensáns "Hoja del Lunes" e "La Región", por Loriga e Sara Lamas no diario coruñés "La Voz de Galicia" e por Javier Aguilera e Xulio Formoso no xornal olívico "Faro de Vigo". Ademais, foi retratado polo pintor ourensán Carlos Quesada, membro dunha numerosa familia de artistas, e nas Bienais da Caricatura de Ourense foron publicadas caricaturas do poeta asinadas por Vega e por Carrera.

No ámbito da prensa cultural, Avallone e Sciammarella caricaturizárono na revista barcelonesa "El Ciervo": o primeiro xunto ao poeta romanés de expresión alemá Paul Celan e o segundo anticipando xa o estilo expresionista que desenvolvería sobre todo no diario "El País", onde publicou en branco e negro e en cor as máis experimentais caricaturas existentes do escritor. Porque aínda que Valente foi retratado maioritariamente por debuxantes españois, tamén o caricaturizaron artistas doutras nacionalidades, como o cubano David na revista habaneira Bohemia ou os citados arxentinos Carlos Avallone, Agustín Sciammarella e Gusi Bejer nos medios españois anteditos.

Valente lembraba a miúdo a lenda chinesa do mestre calígrafo que chegou a conseguir que a ave que debuxaba se convertese na ave mesma e voase ata desaparecer. Acaso os retratistas de Valente lograsen dalgún xeito que os seus retratos se convertesen no poeta ausente que segue presente na poesía do punto cero, da material memoria, dos fragmentos dun libro futuro e das cántigas de alén. Porque, se o verbo de Valente pode encarnarse como se encarna, por que non o seu retrato? 
 
Rodríguez Fer, Claudio
Rodríguez Fer, Claudio


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