Disponible en Amazon (ebook e impreso) precisios regalo
Autor es el historiador de la Axarquía Ramón Fernández Palmeral
Introducción
Los que amamos intensamente esta tierra nos ciega la pasión y el orgullo de
pertenecer a ella, pues somos una parte más de sus montañas, sus valles, sus
ríos, su historia, su geografía, sus calles o monumentos, porque somos parte de
las rocas, de las aguas, de los bancales
o las acequias; pero con otro aspecto, el humano, sumergidos en la divina
creación y empapados en el perfume de las flores de sus macetas que jalonan su
barrio mudéjar y morisco que ha sabido
conservar su arquitectura urbana y sus tradiciones.
Escribir sobre Frigiliana es un asunto que me
«prevelica», por ello, y llevado por
un impulso irresistible en la necesidad de
informar y guiar a los visitantes, vecinos (nacionales y extranjeros) y
turistas de paso o perdidos, de nuestra historia, de nuestra idiosincrasia, he
publicado este comentario histórico a modo de reseña, que a la vez sirva de
guía para curiosos y gentiles que demuestren un interés por saber quiénes somos
y por qué estamos aquí.
Esta publicación a modo de guía,
no pretende ser un estudio profundo de la Historia de Frigiliana, que para ello
contamos con académicos «aguanosos» como Antonio Nava Acosta, Antonio Sánchez,
José Antonio Ortega Raya, Pura Ruiz García, Pablo Rojo Platero o David Baird
que han publicado investigaciones rigurosas y documentadas.
Salvadas las distancias respecto a ellos, que
saben más de lo que han publicado puntualmente y conocen otros aspectos que no
se publicarán en libros, yo me he atrevido a escribir una reseña de la villa Frigiliana, porque fue Villa por Cédula Real de Felipe IV,
concedida el 24 de mayo de 1640, y diez años antes condado, ya era Señorío desde 1508. El hecho, me he encontrado
el nombre de Frigiliana en todos los libros genealógicos de la nobleza y la aristocracia española, por ello les he
dedicado el apartado 7.
De su nobleza y de muchos otros temas y
asuntos, os quiero comentar en esta reseña urgente, para propios y extraños que
quieran hacer una “cata”, nunca mejor dicho, de nuestra historia, tierras de
labor y nuestra abrupta sierra de Almijara, que un visitante, más despistado
que un suizo, dijo que Frigiliana era lo más parecido a Suiza, que jamás había
visto. Por ello Frigiliana quedó con el apelativo de la “Suiza malacitana”, al extremo de la
Axarquía que como todo el mundo sabe, Axarquía procede del árabe šarqíyya, que significa "parte oriental"
o "región oriental", es decir distrito o territorio al Este de una ciudad
o territorio.
Pero sin
hacernos el suizo y volviendo a la realidad, nosotros nos encontramos en pleno
Parque Natural de Sierra Tejeda y Almijara porque lo de Alhama ya nos queda
lejos, pues el Parque tiene una extensión
de 40.662 hectáreas ó 406.620 kilómetros cuadrados, y nuestro término no llega
a 41 kilómetros cuadrados. He de
destacar que gracias a las nuevas tecnologías existe abundante información
virtual de videos y fotografías en Internet. Sin embargo, ninguna de estas
tecnologías que, por otra parte, suponen un importante medio de comunicación, pueden sustituir a un libro como material
tangible y perdurable. La autopublicación en Amazon supone abrir una ventana
global, un escaparate de marketing que no consiguen las imprentas o editoriales convencionales. Esta
disponibilidad supone un avance en la distribución y en el abaratamiento del
producto.
Con esta Reseña
histórica de la villa de Frigiliana ponemos una pica, no en Flandes sino en
todos los medios de comunicación digital de habla hispana; pero ni un libro, ni
una ventana digital puede sustituir al encanto irrepetible de visitarnos y
pasear por nuestro entorno urbano mudéjar conservado, oler los geranios de las
macetas, saborear un vino del terreno con una tapa de choto frito o unas migas,
y ver la mejor luz de Andalucía. Y de vuelta llevarse a casa un souvenir o regalo
de artesanía local y una garrafa de cinco litros de aceite de oliva extra
prensado en frío.
Una visita
ligera no sería suficiente si te quieres impregnar de nuestras fiestas y
tradiciones, de la Semana Santa, del
Festival de las Tres Culturas, de los museos y otras actividades lúdico-deportivas
y recreativas como son el senderismo, la escalada o la espeleología.
Pero si estas
son las glorias de nuestro pueblo también he anotado unos apuntes sobre la
historia de los moriscos que fueron
perseguidos, asesinados y hechos esclavos en la Cabalgada de Frigiliana en
1548, cuando pretendían huir a Berbería (África). O cómo después de la batalla
del Peñón de 1569 quedó despoblada cerca de veinte años, y a consecuencia de
ello se acabó con el antiguo comercio de la seda que tenía su origen desde el
reino nazarí de Granada. Luego vinieron años de repoblamiento, de epidemias, de
la filoxera y terremotos. También haré
un repaso a los años negros de la posguerra con los maquis en la sierra de
Almijara y Alhama.
El historiador
“aguanoso” Antonio Navas Acosta escribió:
«La erradicación morisca
de Bentomiz fue un verdadero holocausto: los campos quedaron yermos y
silenciosos, los árabes quebrados, los camino rotos, los pueblos muertos y
desolados. Muchos de ellos como Benescaler, Zucheila, Periana [en Torrox] o el
eminente Bataxis entre otros jamás recuperaron su población; sus ruinas y
murallas quedaron para siempre convertidas en lugares fantasmales y su gente
perseguida hasta el fin».
Para
finalizar cito unas frases del historiador frigilianense Pablo Rojo Platero,
sobre el sufrimiento de la historia de los moriscos:
«…debería de llevarnos a
una profunda reflexión sobre la falta de empatía que ha presidido por lo
general las relaciones entre los pueblos durante todos y cada uno de los siglos
de nuestra historia».
Pero hoy,
nuestra mejor riqueza es la tradicional hospitalidad de nuestra gente, quizás, un
reflejo persistente de aquellos moriscos cuyos espíritus perviven en nuestras
piedras, muros, calles y casas.
El Autor
Abril 2016
El autor en Frigiliana
Arriero por el Cisne
Once en Frigiliana
(Condes de Frigilian)
Misa de San Juan en el Cortijo del Pino Mayarínes
El autor en la Fuente Vieja de Frigilina
Logotipo de Frigiliana del ilustrador Palmeral/iglesia de san Antonio