Comentario publicado en MUNDIARIO
Hace unos días un amigo escritor tuvo la consideración de enviarme su
cuento de Navidad que recientemente ha publicado en la editado ECU de
Alicante.
La escritura, la poesía y el relato le encanta, no puede dejar de
escribir en las fechas alegres y nostálgicas que son la Navidad, mirando
al mar desde su balcón, en tierra firme de una ciudad, de un lugar, de
una localidad costera desde donde escribe tomando silla en la tierra
cuales velas y mástiles marinos de la aventura y la imaginación. Porque
él es hombre de tierra adentro, de la Oriola de Gabriel Miró, nacido en
la misma calle Mayor donde naciera el ilustre y malogrado ensayista
Ramón Sijé. Los otros días en una conferencia a la que asistí del
oriolano Manuel Ruiz Martínez, sobre "Orihuela en la Literatura", me
enteré que el escritor y cuentista (narrador de cuentos no de vivir del
cuento, como algunos políticos conocidos) el danés Hans Cristian
Andersen estuvo de paso por Orihuela, y que durante su estancia quiso
entrevistarse con la Reina Isabel II, que por casualidad estaba allí en
1862 alojada junto a su familia y su séquito en el palacio episcopal de
este Obispado. Pero según se cuenta la reina no quiso recibir al
escritor danés. Seguramente le dijo a su secretario: "quien quiera ver
monas que vaya al circo".
Bien, «Llueva o no llueva, trigo en Orihuela», la cuestión es que el
nombre del autor de este cuento de Navidad ilustrado con una fotografía
navideña de Paco Miró, llegó a mi cabeza (que es como una granada
abierta, rellena de recuerdos carmines agrupados por los recuerdos rojos
de los crepúsculos). Aveces, este autor escribe “graves escrito” (como
le gustaba decir a la maestro monovero Azorín), para redactar sesudas
sentencias que por algo en Magistrado en ejercicio, nacido en Orihuela
en 1946. Si le damos a la maquinilla de la memoria puedo recordar otro
títulos suyos anteriores como:
Ramón Sijé, semblanza; Trinitario Ruiz Capdepón, o
Misceláneo en el otoño o su último cuento
La Sirena sobre un viaje de Odiseo o el Ulises para los más desmemoriados.
Nuestro escritor es uno de los últimos románticos por su sensibilidad
al tratar nuestra historia y recuperar las tradiciones, porque el
cuento que me entrega es en realidad una Belén viviente, pero no puedo
revelar más. El amigo común Antonio Colimana, que ha escrito el prólogo
de tres páginas (7-9) hace ímprobos esfuerzos para hablar del cuento de
Navidad sin develar nada relativo a su intriga, únicamente se atreve a
escribir: “…está cargado de ternura y de amor hacia los demás”. El libro
se desparrama como vides en el Vinapoló por 69 páginas que no parras,
escrito con minuciosidad de detalles, descripciones y unas
descripciones humanas y sorprendentes, distribuidas entre 9 apartados,
más un gracioso colofón, donde cita a Carmen, su mujer, llamándole a
comer un día de Navidad de 2016, que como nos imaginamos los lectores, o
anticipamos mentalmente, debía estar presente toda la familia,
incluidas las nietas Inés, Pilar y Begoña que son las destinatarias de
este tierno cuento, porque
Un cuentos para Navidad es un cuento para el público infantil.
El libro forma parte de la Colección Acacia de ECU, es lo que yo
llamaría una joyita desde el principio hasta su fin, incluidas las
cubiertas. Resalta en la página 11 un precioso soneto de José Luis
Vallejo Marchite, autor de
Memorial de la espuma, se acabó de
imprimir este libro el día 6 de junio de 1998 festividad del Beato
Marcelino Champagnat fundador de los Hermanos Maristas.
En la página que corresponde a la 18, aparece una fotografía del
autor, en actitud de estar consultado uno de esos mamotretos de Derecho o
Jurisprudencia, de esos que te ponen la carne de gallina por el
contenido de sus casos.
La dulzura del aire se respira en el ambiente que mitiga el dolor de
la vida diaria, pero hay escritores, gracias a Dios, que nos saben
rescatar de las penurias del diario vivir, que siendo esta una de las
mejores épocas posibles, la de la era digital, en que vivimos, algunos
malintencionados nos las quieren amargar. Pero para ello, para
contrarrestar están escritores como del que hablo autor de un cuento
para de Navidad que es Julio Calvet Botella, magistrado de oficio y de
las letras.
Autor del artículo
Ramón Fernández Palmeral