Contenido del poemario: "Lágrimas ebrias de melancolía" del famoso poeta Ramón Palmeral, Premio Pluma de Oro, 2022, en el portal de CALAMEO:
https://www.calameo.com/books/00498832868e053a44563
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Poemas íntimos y personales
Poemas últimos del libro:
41.-TÚ ERES MI GEOGRAFÍA
Amo el trozo de geografía que pisas, porque eres sustancia de mi sustancia,
la piel que palpita a mi lado, tus ojos la ardiente luz que el almíbar respira.
Bésame paloma mía, tus frutos adormecidos florecen en la Luna que colisiona
con planetas invisibles, a los reflejos una vez más formando abanicos de gritos
que se juntan magnéticos en un color infinito.
Tú sabes amor mío que mañana amanecerá dos veces, una serán tu ojos cuando me miran como plazas
florecidas y, el otro amanecer, será no del sol, sino de la alegría de que
estarás a mi lado, y respondes cuando mi voz te alcanza.
Siempre queremos estar juntos y no lejos, juntos como los límites invisibles
de tus labios, que se besan entre ellos al hablarme. Al pronunciar mi nombre en
voz llana y no agresiva.
Tú eres mi geografía y mi espacio, el aire de perlas que salen a socorrer
mi llama violeta que respira surcos en la alegría de la tierra, nuestra tierra que cultivamos juntos y amamos.
No quiero ni deseo nuestra casa dividida. Son tus pensamientos los que
crean vida en un hermoso campo de lirios cuyos pétalos protegen nuestro amor
siempre encendido, como una mariposa de luz, como una mirado ardiente y fría.
(A Julia
Hidalgo, mi amor siempre único)
42.-
A MI PADRE
Aquí
estoy goteando sudor animal. Aquí estoy lleno de recuerdos de ti: padre mío,
cuando escribías tus poemas a aquella vieja máquina Olivetti sin teclado
digital.
Tu
sangre era la misma que la mía. Te recuerdo gigante a mi lado. La mansión de tu
cabeza fue perdiendo la pinada y la nieve fue cubriendo tus cabellos.
Te
recuerdo siempre dispuesto al viaje, no te importa venir a Alicante, si te lo
pedía. Te recuerdo tranquilo sobre el lomo de Platero con ojos de azabache.
Un
rayo ha despertado tu recuerdo porque ya no existen padres como tú. Ya no
existen caricias y a la vez severidad en la rectitud de la educación basada en
el honor y el respeto.
A
veces, rebuscando en los viejos papeles aparecen tus libros, tus documentos, tu
DNI y me pongo a llorar. Pero el tiempo, como un yunque, lo endurece todo a
golpes de martillos furiosos, mis lágrimas se han endurecido como hojas de navajas.
Ya no lloro lágrimas sino recuerdos soñados.
Eras
amigos de juegos de cartas en el bar de
los jubilados y de crucigramas, tu mujer y tus cinco hijos eran lo primero.
Te
acostaste temprano aún con luz en la tarde crepuscular, cuando te llegó el ictus
estabas aún dormido, y seguiste con tu sueño eterno sin que se te callera de
las manos tu vieja y gastada Biblia. Tu manido rosario estaba en el suelo.
Espero tu palingenesia en el cazador del arco iris.
43.- A MI MADRE
Gélidos
cabellos pueblan el altivo
asentamiento
de coronas, tú me engendrase
por amor en tu
divino vientre,
tus carnes
pasaron a mis carnes,
tu sangre
joven llevo cantando.
La vida me fue
dada con dolor deseado
de trompa
abiertas, en tierra de La Mancha
cerca de
Extremadura, en Piedrabuena.
Luego me
mimaste con el celo de lo nuevo,
de la carne
propia, y en ese vivir,
no soñabas
porque no dormías en el desvelo.
De noches de
niño llorón y meón,
y de
“néctivea” leche materna por tres años colgado de la teta, y cagón de caprichos
escatológicos.
Una lágrima
interior “perogiró” de tus ojos, boca, brazos,
cuando partí a
los cerros de Úbeda
y en mi cuello
colgaste un escapulario con romero y otras yerbas
de buen agüero
con lágrimas de oración y mandas y rezos.
Tu cuerpo se
quedó ahí, en Málaga, pero
tu memoria se
vino conmigo muy dentro para siempre trabada con lazos de estrellas en la piel
de la memoria.
Y cuando el
incipiente manantial del alzhéimer asomó su coz de diablo
nos reíamos de
tus despistes y de tus demencias, hasta que,
el manantial
se hizo Amazona y comprendimos que una
maldición de desolación sin nombre cosido al corazón de hierros.
Me dijiste que
rezarías por mí,
yo te contesté
–incrédulo de campanas- que rezar no era suficiente
pero ahora, en
esta hora del bronce sugerentes y cercano,
de pide que
desde tu cielo reces por mí.
Fallecida en
Málaga en 2005
(Publicado en “Cantiga, poetas de Ciudad Real. Primer
cuarto siglo XXI”)
Epílogo
NO
TENEMOS TIEMPO
(Proyecto para un nuevo poemario, mayo 2017)
Soy consecuente
de que las
amistades epistolares no se pueden forzar, sino que han de surgir
espontáneamente por simpatía, como los cardos silvestres o borriqueros en los
márgenes de los caminos.
Lo
cierto es que alguien –acaso el viento- debió de llevar la ansiada semilla al
terreno contrario como una invitación o un requiebro.
Yo
he plantado varias semillas y he intentado plantar amistades epistolares y poéticas en un
camino. Salieron foscas o vanas pues no han respondido ni han puesto una miserable nota en sus blog´s
respectivos.
Pero
como a buen entendedor pocas palabras bastan, que os vaya bien en el camino de
la luz sobre la cumbre. Porque no tenemos tiempo, el tiempo se nos acabó, se
nos fue “tempus fugit”. Sin embargo, en esta vida social moderna y actual interesada,
todo depende de quien os escriba con la pluma de oro.
Uno
se decepciona al pensar que tienes a un amigo al otro lado de las cartas
manuscritas.