Nada hay verdad ni mentira. Siglo XXI | ||||
Las doloras de Campoamor están tan vigentes que nos siguen doliendo con la expresión de sus ideas | ||||
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Algunas princesas ya no parecen princesas, aunque cambien su reino y se
vayan a vivir a otros reinos extranjeros. Algunos deportistas de elite
ya no parecen deportistas, y se convierten en delincuentes. Algunos
jueces ya no parecen jueces y aplican la justicia a su manera. Algunos
gobernantes ya no parecen gobernantes y van soltando prendas de su
desgobierno a medida que actúan. Algunas tonadilleras ya no parecen
tonadilleras y las letras de sus canciones hablan más de su historia que
su propia voz. Algunos políticos ya no parecen políticos y en lugar de
gestionar proyectos se dedican a colocarse en el primer o segundo puesto
del ranking y pasan meses y meses, años y años sin preocuparse por el
pueblo, pero con un gran sueldo. Algunos impuestos ya no parecen
impuestos y se convierten en un gran castigo al uso, herencia o
compraventa. Algunas mujeres nunca se enteran de nada, sólo de que hay
que echarle de vez en cuando agua al jarrón de las flores, tan bellas y
delicadas como ellas, pero no saben quién ha puesto esas flores en el
florero, ni cuánto han costado, ni dónde se han comprado, ni para quién,
ni para cuándo, ni con qué dinero, no les consta nada, lástima que unas
florecillas no tienen que responder, pueden venir arrancadas de
cualquier jardín de barrio, como si un ladronzuelo de flores fuera el
culpable del delito de que alguien sea sólo un vulgar o precioso
florero. Estos son sus oficios, sus estados, sus nombres no es necesario relatarlos, ya los adivináis, incluso si decís unos u otros tampoco importa mucho, porque hay tantos… Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira, no nos engañemos, se hace necesario acabar estos versos de Ramón de Campoamor, el escritor que este año 2017 también celebra el bicentenario de su nacimiento, al igual que Zorrilla, pero ambos autores se contraponen, el de Valladolid, más romántico, el asturiano de Navia, más realista, y nos ofrece sus doloras, las que duelen, como si fueran humoradas convertidas en dramas, en pequeños poemas donde se unen la filosofía, el sentimiento, el escepticismo y el egoísmo, no muy diferentes a aquellos han sido estos doscientos años si Campoamor o Zorrilla aún vivieran. Todo es según el color / del cristal con que se mira. Las doloras de Campoamor fueron un gran éxito editorial, a mediados del siglo XIX. Y al igual que ahora circulan imágenes, mensajes, memes y chistes mediáticos en Internet, por donde el pueblo respira, patalea, grita, critica y soporta las injurias y abusos de los poderosos, antes existían las doloras al uso. Las doloras de Campoamor están tan vigentes que nos siguen doliendo con la expresión de sus ideas aunque se alejen de los buenos sentimientos de otros poemas clásicos. Porque algunos poemas al igual que algunas personas deberían parecer lo que son, porque para eso cumplen esa función en sus cargos y no deberían cambiar nunca las rimas de su vida. Las apariencias engañan, desde mucho antes del romanticismo. | ||||
POESIA PALMERIANA
Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
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La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.