POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

jueves, 16 de febrero de 2017

De la creación poética y otros conceptos teóricos



1.- Mi blog de Poesía Palmeriana

Ramón Fernández Palmeral
Libro "DE LA CREACIÓN POÉTICA" de venta en LULU, on-line


     Partes de la poesía

     La poesía se divide en dos grandes bloques: la poesía clásica y la poesía libre. La clásica, la que se estudia en clase, está sujeta a metros y cadencia de los versos (es la que se mide por en arte menor y arte mayor, por ejemplo en cuartetos, tercetos, alejandrinos, sonetos y otros, se apoyada en cuatro ritmos: intensidad, tono, timbre y cantidad). La poesía libre o contemporánea que es a la que voy a dedicar nuestro estudio.

      La poesía libre y versificada también tiene sus reglas. Las primeras manifestaciones nacen en la guerra civil como una poesía llamada "urgente o de guerra" donde el uso de la rima y métrica ocasionaba pérdidas de tiempo.


      El versículo también llamado poesía libre, es un poema perfectamente académico que prescinde del metro y de la rima, así como del ritmo propio de los versos. La idea surgió como una forma de dejar libre al caballo del verso, es decir, dejarle correr sin bridas ni estribos, nos someterlo a encajonamiento como es el caso del soneto, no es posible un soneto sin rima (en dos cuartetos y dos tercetos, 14 verso y opción a estrambote). Que una poesía tenga rima no quiere decir que sea mejor poema que otro sin rima, lo importante es el sentido interno, no la forma exterior del mismo.


     Si un poema cualquiera se compone 14 versos sin rima y sin metro sería un seudo-soneto. Para mí, la poesía libre es esencialmente expresión y sentimientos, queda un poco alejado de la Literatura y la Poética. Se busca el sentido profundo, el sentimiento superior, expresar entre línea, a veces sin poder completarlo, por su trascendencia del tema tratado. Por unos instantes la poesía libre nos concede una libertad interior por unos instantes. No quiere decir que esa liberta no tenga otras reglas, que explicará a continuación, pues de lo contrario se convertiría en una prosa en forma de columna.


     Características y cualidades:

     En el poema libre puede aparecer algunas rimas ocasionales, surgidas de la oportunidad no del oportunismo, no hay voluntad de construirlas no hay voluntad de construirlas con rimas o música. Para algunos jurados de premios, el exceso de rima chirría en los oídos y dejan perder la verdadera esencia del poema: la comunicación de un sentimiento. Algunos versos tienen las mismas sílabas, pero no se aprecia voluntad de perseguir un efecto rítmico constante con el ritmo de cantidad.

       La acumulación.-Por ello en algunas parte del verso se acumulan sinónimos, se amontonan para dar significado a lo que se percibe pero no se puede expresar son con una palabra. REPETICIÓN.- Admite repetición de palabras, para aumentar la fuerza expresiva de determinadas ideas.

       El automatismo.- Habrá estrofas del pensamiento automático, esa fuerza automáticas nacida del interior del volcán, que no son palabras sino magma que ponemos en el papel sin resistencia alguna. Es lo que se podría definir como escribir en un estado de catarsis, al modo de los poetas místicos. A veces uno mismo al releernos nos extrañamos que de que eso lo hayamos escrito nosotros.


      FIGURAS DEL LENGUAJE.- En estos poemas se construirán metáforas que son verdaderas obras de arte, y además se les aplica todo tipo de figuras del lenguaje.

       Trabajar el poema.-Es fundamental tanto en la escritura como en poesía encontrar estilo propio, lo cual se logra siendo lo más fiel posible a nuestras propias ideas, pensamientos, y sensaciones, sobre todo siendo SINCEROS con nosotros mismos. Se puede copiar a otros maestros, con la sola intención de hallar la fórmula en que está compuesto, como una forma de ejercicio.

     Antes de publicar.-  Antes de darlo a la publicación hay que corregirlo bien, y dejarlos reposar, no debemos confiarnos con la primera versión. En una segunda, tercera o cuarta lectura, seguro que encontramos nuevo hallazgos que lo mejorarán y además eliminaremos faltas de ortografía, esos gatos feos que se asoman a nuestra venta.


     Tanto la escritura como la poesía es un ejercicio para vanidosos y valientes, un retorcer de palabras que se reflejen en versos. Por ello nuestros poemas no deben parecer insípidos, huidizos de temas complejos, sino por el contrario cargados de emociones fuertes, tocando temas transcendentales.
    La práctica de la poesía clásica o poesía libre dependerá del gusto de poeta, pero las dos son fórmulas perfectamente académicas y admitidas.
   Además la práctica de la poesía (composición o lectura) como sistema memorístico es un ejercicio recomendado para tener a punto nuestras neuronas.
   Cuanto más poesía se leamos mejor poesía se escribiremos.




 2.- Los sistemas y los procesos

     En realidad todo poeta como creador o receptor de una revelación lo que desea es comunicar sus sentimientos, transmitir el mensaje de sus creaciones, compartir experiencia y buscar la aprobación de los demás, pero en un arte contemporáneo, del “desarraigo” del que hablara Dámaso Alonso, esta aprobación debe situarse en el plano de la distancia, porque el resultado de su creación es la técnica y no el mensaje del halo de la musas. Porque se sentirá en el plano del artista puro, no del “arte por el arte” sino del arte conseguido por el conocimiento o de haber aprendido (aprenderse) la técnica a través de su inteligencia en lo que llamaría “poesía inteligente”. Porque la poesía ha sido desposeída de sus secretos, de sus misterios, de su halo divinizado. Por esta razón, bordar la poesía con encajes de lucimientos ingeniosos, musicalidad mediante métrica y rimas y otros alardes, ya no tiene méritos, se descubrió el artificio, pero ello ahora impera la poesía de la inteligencia no de los oficios.
     Define la poesía como un ahondamiento en la realidad, "una aventura hacia lo absoluto. Se llega más o menos cerca, se recorre más o menos camino: eso es todo". Reduce a tres los elementos de su creación: "Estimo en la poesía, sobre todo, la autenticidad. Luego, la belleza. Después, el ingenio" Y en efecto, en Salinas el sentimiento y la inteligencia se hermanan de modo singular: cada uno permite ahondar en el otro. De ahí que, según Leo Spitzer, la principal característica de su arte consista en el "conceptismo interior", que se manifiesta en paradojas y condensación de conceptos. Prefiere los versos cortos y sobre todo la silva, y renuncia casi siempre a la rima. La aparente sencillez de sus versos hizo que Lorca les llamase “prosías”.


     ¿Cómo empezar a componer un poema? Primero hay que tener algo que decir, de lo contrario es mejor callar, pero si no aceptamos esta sabios consejos, máxima sobre el arte de las prudentes, hemos de seguir un plan, un método. Uno de los métodos que emplean algunos poetas es el plagio con variables, es decir, toman un poema de otro autor, se dejan llevar por sus propios instintos, garabatean nota marginales, abren el diccionario por donde el azar quiere y leen una palabra, toman un vocablo y lo escriben, a continuación lo asocian a una nueva idea, y ya tienen un poema, han llegado al surrealismo. También los hay que se inventan una greguería, que como aseguraba Ramón Gómez de la Serna «la greguería no debe parecerse a nada de lo ya dicho» o «son metáforas humorísticas, sin sentimentalismo», y de ahí parafrasean y lo estiran como el chicle: ha llegado a las vanguardias. La excesiva experimentación en las vanguardias, no les fue muy bien, por cierto cansancio e incomprensibles resultados, más que hermetismo poético, que es otro asunto. El lector al sentirse burlado y engañado, no recompensado por el esfuerzo invertido en leerlos, no les siguió el juego. Si hay algo que la poesía no pueden permitirse, es engañar al lector y considerarle como a un estúpido. Si escribes para ti no publiques.
     El lector te soporta durante cierto número de páginas, siempre y cuando le des un incentivo o caramelo extra, si lo dejas hambriento te abandonará. Hay poetas como Pere Gimferrer o María Sanz que hacen una poesía hermética para el gusto de unos pocos «A las minorías, siempre», es como poemar para las momias. O también llamada poesía íntima para ser consumida por mí y otro más. Abusan en cierta medida del profundo conocimiento de la literatura y de sus recursos expresivos, un alarde de su propio saber. También es aconsejable, ser hermético, ocultar ciertos sentidos, dejar cabos sueltos, para que el lector se forme sus propias ideas, pero sin abusar.
    Otro sistema arriesgado que emplean algunos poetas es el de tomar tres nombre escritos en una columna y numerarlos, al lado y paralelos tres adjetivos también numerados, se irán enlazando al azar mediante un sorteo, y luego mediante una asociación de ideas estrambóticas, dependiendo del carácter y temperamento del poeta (elementos que comportan al individuo), se componen un poema, y lo dejan que fructifique en la mente de algún lector, que sin comprenderlo, no se atreve a criticar al autor.

     La deshumanización del arte, de Ortega y Gasset, nos comenta en la filosofía de la cultura, la necesidad de un arte nuevo, y propuso una estética, un nuevo postulado o prontuario, recojo algunos:

   Afán de originalidad.
   Hermetismo.
   Sobrerrealismo.
   Predominio de la metáfora.
   Escritura onírica.


             

     Las metáforas y su concepto. Algunos poetas componer metáforas, como quien hace churros. Según George Lakoff y Mark Jonson. De hecho, muchas ideas y pensamientos, leves impresiones y sugerencias, no se pueden decir si no es forma de metafóricamente: la mayoría de las proposiciones son espaciales, la totalidad de las perífrasis verbales de aspecto, también (ir, andar, venir, estar, seguir, llegar, etc.). Las metáforas son realidades abstractas con aproximación o asociación hacia algo concreto. Nuestro pensamiento es de naturaleza metafórica, abstracta, asociativa y a través del conocimiento nuestra mente compone una imagen (sentido mental) o un concepto que lo podemos traslucir o trasladar a otra mente, pero el receptor, dependiendo del nivel de conocimientos, evoca en su mente “la cosa”, es decir, «el nombre evoca el sentido mental y el sentido evoca el nombre del objeto». Para componer metáforas es necesario el ejercicio constante, cuando más joven se empiece mejor, acostumbrarse a lo absurdo y a las greguería (metáforas humorísticas)


    Leer poesía para aprender.-     Uno de los fundamentos que hemos de seguir para avanzar en todos los campos del saber es la generalizada idea «antorcha olímpica», pero aún más en poesía ya que es tan efímera que todo infortunio le afecta. Esta antorcha del saber nos la entregan para dar pasos adelante hasta el pebetero, no para dar pasos atrás. Se puede intentar imitar o copiar a Vicente Aleixandre o a Miguel Hernández o a Lorca, pero jamás lograremos escribirlas mejor que ellos, por lo tanto, con la herencia y las múltiples posibilidades que nos dan la libertad de expresión, la ausencia de censura, los medios técnicos, Internet incluido, hemos de intentar componer poemas de nueva factura, de atrevernos a cambiar, a renovar, a investigar, sin preocuparnos en demasía que el jurado de un premio florar de un pueblos nos haga pleitesía, en definitiva, buscar nuestro propio estilo para que nuestros poemas no sean efímeros pabilos perdidos en el común de los anaqueles.

   Propuesta de nuevos fundamentos para una nueva poética:

     Verdad y sinceridad.
     Intimidad y sentimiento.
     Novedad sintáctica.
     Metáforas sorprendentes.
     Palabras nuevas o recuperar arcaísmos.
     Volver al uso de los adjetivos en yuxtaposición.

    Abandonar de una vez ciertas palabras manidas o baúl, palabras «perchas», palabras comodín, como por ejemplo: luna, ventana, amapola, noche, sueño, flores.... Las palabras comodín son: corazón, silencio, olas, estrellas y amor. Y las prohibidas son: dulce y sonoro.
    ¿Por qué no podemos incorporar al vocabulario poético palabras de origen administrativo, judicial, forense o económico, de nuestro día? Los puristas creen que no es de gusto escribir algo parecido a:


...no quiero tu consenso de contrabando
en decúbito supino, miserable, lejano,
aduanero malvado, arancel de besos,
almanaque con cefalopatía plana, tu culo,
amortizan (no) mi cariño de ciudad
a largo ni a corto aldabonazo-plazo.


   
Hemos de olvidarnos del gusto por la palabras rimadas, suaves, leves, de esas que no molestan ni a la vista ni al oído, de la poesía pura, ya pasadas, en favor de nuevas palabras que aporten más que originalidad, un sentimiento sugerente, que no nos dejen indiferentes ante la selva de poemas que andas por ahí amenazando con sus carnívoros versos. Las palabras no son la cosa, las palabras definen insuficientemente nuestro mundo. Tienen sombra. Esto fue, lo que hizo Miguel Hernández en su tiempo. Renovar las palabras, más que las imágenes, renunciar al preciosismo.


    Realidades tan vulgares como un sillón o tan humildes como un cubo de basura pueden convertirse en objetos poéticos cuando un escritor con talento proyecta sobre ellos sus sentimientos artísticos. Prueba de ello es, por ejemplo, la décima "Beato sillón", de Jorge Guillén; o el soneto "Cántico dolorosa al cubo de la basura", de Rafael Morales; textos que ofrecemos seguidamente, con su oportuno comentario.
   Cuanta más poesía leamos mejor poesía escribiremos.