EL
"DAMO" DE ELCHE.
Han leído bien, he escrito damo.
La
Dama de Elche es un hombre por eso le llamo el damo o guerrero. Lo mismo
sucede a la Dama de Guardamar, Ambas esfinges ibéricas del siglo IV a. Cristo,
la primera encontrada en La Alcudia y la otra en Cabezo Lucero, son dioses. Lo
correcto sería llamarles los efebos de Elche y Guardamar.
Las
razones son bien sencillas, los íberos jamás gubieran puesto a una mujer al
cuidado de nada, para ellos al igual que para lois griegos, las mujeres eran
simples amas de cría, objetos que se cambiaban como el ganado, sus obligaciones
era la agricultura, no lo divino o espiritual. El canon de la belleza era el
hombre, de ahí los Apolo, efebos y jóvenes. ¿Acaso eran homosexuales?, desde
nuestra moral cristiana y puritana desde luego que sí.
Los rasgos de estos damos o efectos
corresponden a los clásicos modelo helenísticos, de nariz recta y proporciones
geométricas de las facciones (nariz, mentón, labios, ojos), modelos los tenemos
en el Auriga de Delfos o Hermes. Estos efebos representaban guardianes de las
deidades y de los muertos. La rica ornamentación de la cabeza no eran más que
roetes donde guardaban sus largos cabellos que tenían prohibido cortarse desde
su nacimiento, como el Apolo de Veyes del arte Etrusco, actualmente a los niños
tibetanos no se les corta el pelo hasta los siete años, como protección a los
altos índices de mortalidad. Los ojos del Damo tienen ciertos rasgos asiáticos,
idealizando el rostro que no se parece al
de las mujeres ibéricas. El
mentón es fuerte, voluminoso y masculino. Las joyas de oro, propias de un rey
tartesio, como se puede ver en el tesoro de Villena o el Carambolo.
Si
observamos el arte asirio, también podemos comparar las formas, los vestidos de
los hombres, mujeres no aparecen, todos son guerreros, escenas de lucha, caza o
batallas.
Hay
que reclamar de una forma tajante la Dama de Elche para la ciudad de su
hallazgo. No valen copias, se puede copiar las Meninas para un museo, pero el
auténtico estará siempre estará en el Prado. El Museo Arqueológico Nacional,
argumenta que la compraron al Museo del Luvre, por eso la tienen en propiedad.
También un obelisco robado por Napoleón en Egipto fue devuelto por el presidente Miterrand a pueblo Egipto. Ejemplo que debe
tomar el Museo Británico con los frisos del Partenón en Atenas.
Era un artículo de mi futuro libro "Robinsón por Alicante" , que ha sido descartado, por salir fuera del entorno de Alicante ciudad.
Ramón Fernández Palmeral