Ramón Fernández
Desolación sin nombre
POESÍAS
Impreso en Gráficas Ortiz-
Almería
Depósito Legal: AL-513-1983
Ramón Fernández
Desolación sin nombre
POESIAS
ALMERIA
1983
Es
propiedad del autor.
Queda hecho el depósito
que marca
la ley.
Pórtico
“Infelices quienes callaron siempre
para que su palabra
no les comprometiera,
infelices.”
Pura
López Cortés.
Este cuaderno de versos fue
escrito por inspiración de la poetisa almeriense Pura López Cortés, en esta
estrofa nos acusa de infelices por no tener el valor de decir aquello que
nuestra razón nos pide, yo era uno de esos infelices que callaba siempre para
que su palabra no les comprometiera, y desde la lectura de estos versos cambié
mi condición de cordero conformista y me prometí tener el valor de hablar
cuando tuviera algo que decir, desde el interior, desde el impulso creativo a
golpe de intuición, desde el respeto a la imperfección.
Otra de las estrofas de este
sublime poema; “Infelices”, nos advierte: “Infelices quienes nunca
sufrieron/ porque por no sufrir/ no amaron nunca,/ infelices./ ...infelices
quienes por egoísmo no abrieron nunca; su corazón,/ de par en par, la frente,
el corazón y la palabra./”
Pura López, te agradezco
tus versos, los cuales me enseñaron que para ser poeta debemos tener el valor
de desnudarnos por dentro, por ello te espero desnudo en el camino, en una
nube, compañera, te espero.
También quiero pedir
perdón a los árboles por escribir sobre papel.
El autor.
PARA LA SEGUNDA EDICIÓN.
Cuando descubrí un brote poético en la
Costa Blanca, decidí fundar una revista PALMERAL (Poético-Artíistico), para
recoger y dar a la luz los poemas de los muchos poetas que en la aquí existen.
Y con motivo de la salida de la revista empecé una nueva andadura poética que
dio el furto de nuevos poemas, unos nuevos y otros continuando el estilo de
“Desolación sin nombre” autoeditado en 1983, de corta y desamparada tirada
Bajo el titulo de “Desolación sin nombre
II”, he recopilado lo poemas del primer libro y e unido otros nuevos, que he
indicado con el año de su creación.
DIETARIOS ÍNTIMOS
(1975-1977)
I
SOY LO QUE SOY
Me gusta sentir el peso de mis “huevos”
entre las ingles, que me molesten al caminar,
que se muevan al correr desnudo, que se vean
en el pantalón oprimido a punto de reventar,
me gusta mi culo
estrecho y andares deportistas,
mis tetillas pequeñas y
mis bellos en las piernas,
la barba,
lija de tres días, y
sobre todo,
preñar a las hembras y
nacer hijos,
soy lo que soy y,
no me da la gana
cambiar.
II
YO ME QUIERO
Me hundo en lagos calientes de mercurio, y
en la herida abierta me masturbo
porque me amo, yo me amo
en
en mi propia saliva
licuante elemento
ofrecida en el placer del conocimiento,
en el placer de la carne desollada
mientras espero el galope final
de palomas desplumadas.
Yo me fundo en mercurio caliente
y al salir de nuevo
me repongo
con esferas viejas
de relojes nuevos
excremento de horas
evaporaciones de
arsénico
horas vedadas
horas
incubadas en minutos
horas encarceladas
horas incurables.
Luego reservo el
mercurio de mis eyaculaciones
para engendrar
frágiles vanidades
o árboles que otean montes mordidos
(apóstol de la plaza verde)
( santas en
almíbar...)
de privilegiadas
escopetas, disparos íntimos.
Somos menos que
palabras, escombros de oraciones,
esperma accidentales,
cada universo
inventa una nueva realidad
la osadía de tu
enferma imaginación.
Masturbación o un
triunfo solitario
mezquino placer ,
egoísta, sin compartir.
A lo mejor, ya, no
me saco más sangre
el alba está
podrida, o, acaso,
todo son
imaginaciones mías.
III
SOPORTE DE DULZURA
Mi carne desnuda es mar, mundo, septiembre...
Soy león que se come
la corteza del aire
elefante sediento a
la orilla del ruido
orilla del aire, corazón
corteza del
cielo, trabajo
esquina del
monte, espera
caminos
acribillados, balazos
carne vestida de
ti, mundo
mujer vestida de
piel, tú
soporte de
dulzura, pasión
amarillo, ayer.
Mi carne desnuda eres
tú, yo soy tú.
IV
EL
OSARIO
Estuve genial en los bares y tabernas,
discutiendo y dando consejos y jugando
al dominó “organismo vivo” secuencial,
fui un orador tabernero, elocuente poeta,
amado y reconocido; sin embargo,
nadie, ningún amigo me saluda ahora
en este osario revuelto de huesos y
desintegrándome al ritmo lento
de la química evolutiva.
¿Acaso alguien me quiso cuando mi temperatura
era confortable y
podía engendrar?
¿Acaso este fémur de un viejo enano
no parece el húmero de un niño?
¿Acaso no se parecen todas las narices de los cráneos?
Todos los cerebros se llenaron con tierra.
Muy cerca de mí se
pudre una materialista
que tan sólo se conformaría con que le quitaran
de encima la pelvis de un poeta, la mía,
y yo me conformaría con que me quitaran la costilla de una
bailarina que a mi clavícula oprime.
Puede haber sido un conocido artista,
al quien la fama encarcela en afán y su ambición,
el disparo joven me alcanzó en una manifestación
de pacifistas.
Me gustaría contar los huesos,
todos, de este osario o fosa incomún,
si supiera el número de cadáveres,
si no fuera por que muchos huesos fueron
destrozados por los disparos, podridos por los perros,
destrozados por la vida misma.
V
ANTES DE
DESMAYARME
Me (1) a mí mismo
Cierro la (2) hasta encontrarme
Ante de desmayarme (3) tu perdón
Éxtasis de la luz y la (4) de estar vivo
Nada me compensa la sin razón
De los abismos abiertos y la tierra de cuchillos
El mar con su puñal de (5) de sueños
1)
espero
2)
boca
3)
espero
4)
locura
5) olas
y aire
VI
ARDER LLENO DE GOZO
Esta mañana he despertado a no sé qué mundo...
Esta mañana puedo sentir, grave,
la mordedura de tus versos
y el aroma que quedó en mí, retenido,
antes de aquel “hasta mañana”,
con tu manita llena de
un triste adiós.
Esta mañana vivo fuera de mí
sin voz, sin luz, sin ti, con mi aburrido yo
por dentro, solitario de nuevo.
¿Qué pretendida luz desea conocerme?
¿Qué luz ruge entre
mis metáforas?
Deseo un cuerpo donde arder lleno de gozo
ser candelabro en tu pensamiento,
una memoria acostumbrada
a tu recuerdo. Ahora lo entiendo, tú soy yo,
nadie me ama más que yo mismo.
VII
DESOLLANDO HORAS
Aquí, en ninguna parte, en la nada,
estoy aquí, ¿no me ves?
soy la ausencia, quebrado de pies, suelto de manos,
en el aire, en medio del aire, sobre el aire valiente,
bajo el cuchillo caliente de un metal rápido
y un olvido certero.
La música se desnuda de cuerdas
y las llorosas trompetas, nauseas de metal,
pusieron los corazones a secar, allí, junto al mío,
en la misma cuerda de un roto violín sin horas.
Aun recuerdo la humedad de tu herida
el eco de un sabor a
clavos,
el graznido del cisne tigre sin rayas de cebra
la caricia de tu lengua desollada de horas, olvidadas
horas,
de trapecios besos
en la fragua caliente de tu boca
y raíces de dientes derrotados en geografía...
...mi recuerdo se derrama hasta desaparecer
...mi recuerdo
despojo de deseos, moneda transeúnte.
VIII
AL GATO
MURIÓ EN COMBATE
Mis recuerdos como un todo consistente,
en el bodegón de los mercadillos, el trueque
el olor a pimienta, la pregunta de tus ojos,
el gato que flota como un globo,
una máquina antigua, ¿no recuerdas el vino fino extrafino?
no me llames que estoy corriendo,
prefiero el vino complaciente.
Y de golpe: nervios abiertos
universos con traumatismo de estrellas
la verdad del hueso visible.
Al gato muerto en combate
le decomisaron la piel de tigre, y sin rechistar,
le lavaron el cerebro con agua a presión
a dos mil revoluciones (rusas) por minuto.
El gato, de inválidos ojos a rayas de azafrán,
albahaca en lingotes y flauta dulces de la vida
era un lince en una cacería tras las espumas de jabón,
era una leona de ojo “buñuelino”, rajado
por la afilada pezuña de un búfalo...
Todo cambió cuando supieron que yo maté al gato
con un verso, un puntapiés de verso con cornada,
yo creo que soy el búfalo criminal de la pradera,
otro dicen que no, que yo soy el gato muerto en combate.
IX
ESPEJISMO
Soy el espíritu de la quintaesencia encontrada
la fantasía no es, siquiera, evasión
conmigo comparada
Soy la adulación incansable
y el círculo más perfecto
en alta estima me tengo
jardín de los espejos
donde mirarse está prohibido
el jardín es la imagen y el espejo no existe
Soy espejismo sin materia en la que arden
soy todo y no soy todo
Yo soy tú
X
CONOCEME POR EL ÁRBOL
Esos árboles sí que son hijos del sol
con rayos de ramas y frutos de luz,
con sabiduría de savia y memoria vegetal
¿pero qué soy yo?, nada de nada,
la metafísica de la nada
la negación torpe de todo lo negro.
Ellos saben para qué viven,
yo no sé por qué estoy aquí,
mudo y con un hacha en la mano y, sí,
enamorado de las llamas y del azul de las lágrimas
y el corazón en cárcel de latidos.
¿Tengo razones para pensar que no soy
un árbol
ni un fruto?
pero tampoco, razones tengo, para creer lo contrario,
¿a lo mejor soy un árbol retorcido en sí mismo?
Sabemos que el hombre existe porque ha sido
capaz de definirse a sí mismo ¿y los demás?
quién nos define, sino el mismo hombre,
por ello ¿no puedo ser un árbol sin saberlo?
pues tengo savia y
no me puedo definir.
La definición es el camino más corto hacia el error.
Yo soy la idea que tenga de mí mismo
y eso me destruye y me pudre
siento lo que pienso y sufro por pensar
me da miedo poner siempre en juego mi prestigio
de ser la encina más vieja de este valle
de ser la cuna de miles de estorninos
cada día es un desafío y una pelea a muerte
contra el viento leñador
o una pelea contra el incendio y las cenizas.
Lucho por sobrevivir sin miedo a comprometerme
miedo al ridículo, miedo al hacha, miedo a la risa
feliz quien no tenga miedo.
los hombres no tienen miedo, los árboles sí lo tenemos.
XI
SIN TITULO (2003)
...DE LA AUTODESTRUCCION
(1978)
I
ME COMERÉ A
MIS MISMO.
Comerme a mí mismo a bocados de odio comido
y cocinado paladeado en busca
de la sustancia o de la materia de los genes
ante la ausencia de toda esperanza
o porque nunca lloro
o
desconozco los motivos nobles para llorar.
Me comeré a mí mismo de un disparo
con tal velocidad de fuga
de quien atrás se deja la sombra y los huesos
grises y el traje de serpiente y los cascabeles venenosos
y la cáscara de cobarde
un día dije
que sí cuando debí decir no,
silencio por
un NOooo grande como un agujero negro
Me comeré a mí mismo de un hachazo
en la caja de los secreto del yo desconocido
y a la vez sucio por dentro qué estéril
el miedo me lleva a un tercer yo y
me sigo comiendo hasta quedar
hastiado de huesos y de dedos
no me produce el mínimo vómito y
sí mucha risa y odio
II
ARTROPLASTIA (2000)
Soy un muñeco defectuoso y desechado
para las revistas de moda,
para la hipocresía social, ¿por qué me robaste todo el
azul?
para el corazón de piedra, ¿por qué me robaste la juventud?
me regocijé en el dolor de poder ser y ella
solitaria en la espuma del mar indiferente, me
regaló una orilla acrobática, sin trapecios,
ni cóndrilos, para
caminar por el aire y huir de mi segundo yo.
Triste como el mar al que le han robado
la articulación de las flexibles olas
espumas sin recuerdos.
Me
gritas:
“Ahí tienes
la enfermedad que me pediste,
te quité la
movilidad y te di horas para escribir,
¿de qué te
quejas?”
Entiendo:
Secuestrado en
la silla y en la poesía
con el recuerdo
del mar caliente y triste sin azul,
quieres que
olvide la artroplastia y, distante,
la minusvalía de
muñeco defectuoso.
III
TENAZAS QUE APRIETAN
Arrojando el fondeo del olvido trozo de mi ser, voy,
solo y triste suspirando en la boca del luto
(túnel de
luz oblicua y opaca)
Clavado llevo palillos mondadientes en la niña triste
de mis nervios ópticos
(cuerdas
de venas trenzadas de dolor)
Corazón que se desgañita a grito pelado, sordo,
sangre cuajada en una tinaja de barro oxidado
(cuajada
de negro transparente)
Mi boca llena de peces muertos, dientes,
tenazas que aprietan la rabia de la impotencia
(mordisco de hiena en celo)
Quiero ser abatido por flechas que disparen
huracanes jóvenes y puntas de diamantes
(leche
de amapolas en polvo)
Alguien me levanta la tapa de los sesos y, me echa
plata robada y grillos con patas de saltamontes
(Jean
Cocteau antes de volver a salir del espejo)
IV
PIDO PERDÓN a los árboles por escribir sobre papel. Perdón pido al campo por este ramo de flores. Perdón pido al aire por este oxígeno que respiro. Perdón le pido al mundo por dejarme vivir en él. Perdón pido al sueño por alejarme del insomnio. Perdón pido a mi corazón por hacerle trabajar tanto. Perdón pido a los poetas por soportar mis cantos. Pido perdón a los pulpos a los que he molestado tanto.
DE LO SUBLIME
(1980-1982)
I
A JULIA
Cuando me miras se me asfixia el alma
Oh, mi Julia te llamaré arte de mirar
tus párpados son orillas de un mar de ojos pardos
un mar de mercurio persistente.
Deja que te mire en el hondo límite sin temor
a quedarme desnudo de defensas pues
quiero vivir y respirar a tu lado,
sin que te des cuenta
de que te quiero
de que existo, en la victoria,
de que existo solo por que tu lo deseas,
agradecido con que me mires, de vez en cuando,
existir sin darme cuenta de que soy tuyo,
y que tú eres yo,
ligera
imán
epicentro
imperceptible existencia.
II
VIVIR
CONTIGO Y SIN TI
Las yemas de tus dedos recorren suavemente
el final de mis pétalos, el final de las caricias sin dunas,
investigan tus manos mi espejo de carne,
besas cada terminal de mis iris de nervios, sabes,
siempre, hacer un descanso en la tormenta,
luego sigues uniéndote a mi césped sin cortar,
entro en ti y al mover tu perfume,
tu epicentro me impregna de lo espiritual, y,
en un disparo me sacas todo el conocimiento.
Oigo oleaje de la rompiente en la cueva submarina,
salgo del caparazón del galápago y grito...
Despierto: estoy vivo: sufro,
siguen llamando a la puerta, me levanto, me visto y
me voy por la niebla
hasta desaparecer.
VII
A PAUL VERLAINE
Cesar imperator del simbolismo
padre nuestro y maestro mágico:
de
versos libres como
violines
colgado de los árboles,
que hirió la
pierna de Rimbaud y los enigmas.
Precursor del modernismo
a quienes mis
padres poetas
te deben el
aliento al oído
y la inspiración
de...
Cojo la mano de tus poesías
y la siento viva (la
muerte es mentira)
y recuerdo ahora lo suave
que se extiende sobre mi piel.
Tengo la impresión de pagar
por todo lo que me has dado
o he perdido, porque todos los poetas me adelantan, y al
mirar atrás nadie me sigue.
Poesía perenne
a la que hay
que acudir a beber
ante la
inseguridad de seguir solo,
ante las
turbaciones,
ante toda
muralla que detiene y te arrodilla.
VIII
A ARTHUR RIMBAUD
Vivir a lomos del barco ebrio, y solos
los dioses inmaculados, con trompetas de gloria,
anuncian tu muerte,
joven,
velas de aliento,
resurrección de los poetas.
Y, esa, acelerada muerte envidia de héroe
símbolos de cruces en la camino de las nubes
macizas de plata,
letra de viento y olvidos: existencia de inmortales.
¡Llévame contigo! ¡No me dejes!
aquí con los podridos mortales
aquí con los del barro sin cocer.
Y ya sin ti nos queda el lirio marchito.
Y ya sin ti nos queda el aire podrido,
almizcle de
Abisinia,
oh, ríos
presentes...
Te fuiste y me dejaste:
Aquí en la
tormenta
de dudas, quedo,
con el dedo en
el ajo
esperando
tu inmaculados versos y un disparo y,
un sí, luego, siempre. la noche...
IX
A ANGEL VALENTE
Abriste la quinta ventana de la poesía
para que los poetas nos arrojáramos por ella,
a ese vacío de la palabra hermética,
y vivir ahí, en la sequedad de las piedras,
hasta encontrar una nueva salida.
Poesía para sentir y no compartir,
poesía para sentir el dolor de las balas
poesía para sentir el alma profunda
poeta de la tristeza y de la melancolía,
de la muerte y de la resurrección
Poeta con vidrios en los ojos
gallego como doña Emilia,
almeriense de adopción,
aprendí que la buena poesía no se puede entender,
si la poesía se comprende es un informe forense.
XI
A VICENTE ALEXANDRE
Dichoso cruel de palabras inimitables
intransferencia de pie de “labios como espadas”
nacido de concha de mar y
“noche cerrada”
pueril la idea surrealista en el verso
diálogos con el conocimiento que da la vida
y la destrucción, “poemas paradisíacos” y
siempre lujuria de “sarbalap” 1) escondidas en una idea
de suerte en el pensamiento andaluz como
sevillano de “setra”
sutiles en la (1) escogida
de luna sin esfuerzo
1) palabras
,al revés
2) arte, al
revés
XII
A JAVIER NUÑEZ
Los día de tu “Vendimia”,
son los día de mi vida viajeros en
aviones de pompas de jabón
que pasan la tarde al doméstico
calor de un sobaco.
Sún números babilónicos
que hago con la gimnasia del aire,
del almanaque muerto
que cuelgan de árboles de tierra
y el olvido.
Tú resucitas esos recuerdos petrificados,
salteadores de horas de camino,
cuchillos hambrientos de otros lejanos tiempos
en que yo era un niño, hallá en los altos del Mayarín.
XIII
A ROSARIO
SALINAS.
Como chispas que expulsa el pedernal,
fuerte y quebradizo sílex,
instrumentos del tiempo paleolítico, saltan
tus poemas que me alimentan y
surgen como llamas de una fuente inagotable
de sentimientos y suspiros.
Dolorosos días sin colores, así
palabras vivas y sin cáscaras,
poemas
sin envases, sin retótica,
metáforas del silencio, alma que como el retoño brota
imagen de la experiencia,
como una
extensión de tu piel:
“sonetos de amor
y muerte”
así, enérgica
y vital te quiero ver, Rosario,
insaciable
de saberes y culturas,
y
forjada en el olvido.
DE LA
SIERRA DE ALMIJARA
(1981)
I
LA
SIERRA
Las cuernas de las monteses se vuelven temblorosas
ante el cazador que las acosa, las persigue y las llena
de fuego, de trofeos y de plomos.
Las monteses lloran antes de morir.
Entre el romero ha pasado
un vuelo de plumas (aristas contra el cielo),
un ave mística de torcal figura que
se va marchando entre los tejos que tejen
altar de montes: Lucero, Maroma, Navachica.
Oh, luz, claridad del tiempo
yo solo me he rechazado,
emigré en el dolor de tu imagen y tu silueta de nieve,
entre asamblea de olivos, vides y almendros y
entre asamblea de olivos, vides y almendros y
una cabra husmeando en el aprisco.
Ahí quedaron los
moriscos montes,
la silueta del Darra y sus valientes hombres
que desde el Azeytuno vinieron a refugiarse
en tus cumbres, peñones y fuertes rocas,
en olímpica ansiedad de libertad.
Sorda agua con rumor de fuentes,
un caballito del diablo y una mosca verde,
juncos y adelfas jirafa, escriben poemas
sobre la corriente, husmean por mi,
por mis
venas enamoradas.
por los
pájaros e higueras silvestres,
por las
huellas de mis antepasados.
II
PEÑÓN
DE FRIGILIANA
Bajo un sol de jabalina
entre los pinares
un poniente que apesta a caballos muertos,
los cristianos graban con sangre sobre las piedras
la valentía de un pueblo de Bentomiz:
Oh, dios, ¿qué nos trajo a estos montes
escudos de resistencia valerosa e inútiles espadas?,
contra el moro hemos pisado yerba y azules playas,
cinco mil muertos y dos mil esclavos hemos ganado
para la gloria de nuestros Señor Felipe II.
Al fin cae la fortaleza
y el fuego se derrama,
llegan repobladores de Córdoba la Llana
y el Peñón, en lo alto, como una nariz peligrosa
a Frigiliana amenaza
hasta que un alcalde cristiano
un hornillo de pólvora en su vientre colocaron.
El peñón en mil pedazos
metal adormecido en el ruido del mundo
y el sol besándome las venas, la historia se ha acabado.
III
A
MI MADRE
Gélidos cabellos pueblan el altivo
asentamiento de coronas, tu me engendraste
por amor en tu divino vientre,
tus carnes pasaron a mis carnes,
la vida me fue dada con dolor deseado
de trompas abiertas.
Luego me mimaste con el celo de lo nuevo,
de la carne propia, y en ese sin vivir,
no soñabas porque no dormías en el desvelo
de noches de niño llorón y meón
Una lágrima interior peregrinó de tus ojos
cuando partí a los cerros de Úbeda
y en mi cuello colgaste un escapulario con romero.
Tu cuerpo se quedó ahí, en Málaga, pero
tu memoria se vino conmigo muy dentro del alma.
Me dijiste que rezarías por mí,
yo te contesté, que rezar no era suficiente,
ahora te ruego que reces por mí,
tus rezos y tu escapulario me siguen protegiendo.
Presiento que el día que cierres
los ojos, tus llamadas me llevarán contigo.
IV
A MI PADRE: UN
POETA DE LA ACEBUCHAL
¡Benditos poetas que me
hacéis llorar!
Benditos poetas de la Axarquía
que me hacéis sentir, recordar
y volver a vivir, corazón de tomillo,
alma en pena por los corrales y la loma
de la Acebuchal, entre romeros y chivos
ahí vives tu eternidad.
Te admiro padre mío como no puedes imaginar
mi memoria está contigo a cada paso que das.
Lo bien que me lo paso
con tu sabiduría de poeta,
armas letales, que pueden sacar:
una lágrima a Mari Carmen,
un recuerdo a
mamá,
un diálogo
con Vicky,
un lamento en
Emy
y una crítica
en Miguel.
V
AXARQUÍA
Cabalgando sobre blancas nubes
un pincel de luz abre tus ojos de mora
arroyos que bajan rondado
se quitan la vieja máscara
de miseria y de tristeza, ahora,
sultana rica con nieve en la Maroma
en cerro Lucero de los maquis.
La guerra llamó a la puerta,
bandoleros secuestradores y civiles buenos,
luna curandera y, por qué no decirlo,
cenizas de otros tiempos.
Axarquía eres divina con torito en Torre del Mar,
barcas en el Rincón a la siesta del varadero
Nerja con su verano azul se cree reina
sin olvidar que Vélez
es la capital.
Hace tiempo que el verde “reverdeció”,
la Viñuela se hizo pantano y, la gente espabiló.
Un tus pies un mar de olas apuñala las playas,
espumas al galope oculta los caballitos de mar
el boquerón se viste plata en precio y sabor.
El vino dulce me mata y me envicia
el choto en salsa de almendra me vuelve loco
las migas con sardinas me sacian,
el ajo blanco me refresca, pero lo que más me mata
en la miel de caña con tortitas de Semana Santa.
VI
PAN CON RíO CHILLAR
Corto de brazos y lastimado Chillar
inyectado por la aorta de la Almijara
bajas estrecho y chillando entre los “cahorros”
huyendo como glóbulos rojos
sin sacar el cuello periscópico
Eres un placer de vagina vegetal, un placer íntimo
de adelfas jirafa y olor montuno
¡Qué bueno está el pan con río Chillar, y un poco
de río de la Miel y algo de Higuerón dulce!
de río de la Miel y algo de Higuerón dulce!
VII
MAR- amar – aMar
Oí olas toda la noche fornicando contra el malecón,
con luto de estrellas vi la eyaculación de espumas
dejándose pisar por la arena de tu fugitiva dicha
oí, también, la luna fornicar contra el horizonte
a golpes de caderas de estrellas
y el mar, amor frío, el mar, como testigo
de un
placer infinito
lecho florido de mar ¿Adónde has ido?
como el pez huiste, dejándome compungido.
me dejaste en la primera suerte, herido.
Oí gritar las bandejas de plata con zafiros,
ojos profundos de mujeres,
monedas de oro unidos por un fulgor,
llegarán guerreros los cielos no esperados.
Oí toda la noche a los cormoranes
celebrando con las gaviotas el amor que se tienes
y me recordaron gritos y aullidos de parejas humanas
jóvenes bajo los eucaliptos.
Y tú, soledad de mar, me dejaste, aplastado por el aire,
por el malecón y sus resistente pene de rocas
olas que brotan de un sonido,
frutos de los mares, mujeres en soplo de vida,
agudas quillas de animales de madera, reflejo,
de un miedo que nadie asume
y que llano encuentra todos los mares.
Ahora floto a la deriva, desprendida del fondo submarino,
floto devorada por
los peces penes,
que primitivos no conocen el amor.
DEL TIEMPO Y DE LA NADA
(1982-83)
I
SERES
NAVEGANDO...
Cada ser crea un
mundo a su alrededor
al que es imposible
penetrar, entrar, huir,
pues cada ente
percibe el mundo, su mundo,
desde su enana
perspectiva, y nadie, nada,
puede cambiar de
observatorio
mientras no cambie
su conocimiento.
Hemos aprendido,
comparado, medido
que nuestra figura
es nuestro mundo y
nuestro lenguaje es
el límite
-de poseer otro
lenguaje percibiríamos otro mundo-
sin entender que el
silencio madura, que, sin duda
las imágenes siempre
nos engañan.
Si no nos
medimos, numeramos,
coloreamos o dos
damos forma
jamás nos
conoceremos.
La forma es uno de los límite, de no ser así,
seríamos seres navegando en la estructura de la nada.
II
EN CONSTANTE
BUSQUEDA
Cada día me asomo al abismo de mis penitencias
en constante búsqueda de preguntas, y, a veces,
tengo motivos bastantes para dar un paso al frente
Cada día me asomo al abismo de la nada
y me pregunto si “amén” sería la respuesta acertada.
Cada día me veo con el adorno al cuello
del hacha del verdugo arcángel heroico.
Soy testigo de todos los amaneceres,
de muchos amaneceres, y me pregunto si con la
próxima luz me levantaré, ella, hoy, ahora,
con una extraña sonrisa me recibe
entre blanca sedas y guirnaldas de bienvenida.
No sé, si busco
lo distinto sin disparate,
el sexto sentido de la mente,
la insatisfacción constante,
la experiencia que nunca es suficiente,
el maná de los deseos o
la perfección –a pesar de su imperfección-.
la respuesta a cada duda.
En esta búsqueda del conocimiento constante
me siento tan incómodo como si estuvieran
volviéndome al revés o me arrancaran
mi piel de lenguado.
Pero quien me dice si lo que busco
es lo buscado, y si no lo he encontrado ya,
y por eso, inconsciente, no doy ya el paso al abismo,
o he saltado sin saberlo..
III
UNA ESTANCIA
EN DUEIMA
(para R.M. Rilke, ese incomprendido)
¡Yo, he creado a Dueima en el umbral de un deseo,
que explora por abolir los instintos incontrolados
y las formas domadas de comportamientos sociales¡
¿Quién tiene la llave de Dueima, sino el que crea
un espacio de planicies sin horizonte en el éxtasis
más cómodo de su existencia?
¿Qué soy después de haber conocido “Elegías de Duino”
la estancia dada día inventada en la necesidad acuciante
del desahogo de mundo ilimitados?
¿Dónde se puede juzgar la cólera de los momentos que no
quisieron arrepentirse de su ira desatada por la injusticia?, sino en Dueima.
¿Dónde se puede gritar sin miedo a los ecos, por esta
manipulación constante a que son sometido los ideales y las balas, las
costumbres, el pensamiento libre y los deseos? Sino en Dueima
IV
QUIERO DEJAR DE SER figura
humana
y convertirme en papel inmortal, en un libro eterno, y
quiero cambiar lo definido y las leyes de la física,
quiero ser olor verde, color dulce,
manoseado por los lectores, y
que los volúmenes me aprieten
escrito en tinta con aire en las hojas.
Antes fui gota de agua
sobre un espejo que corre sobre él, sin verse,
y a cada inclinación del plano se asusta:
húmedas
palabras.
Pero mucho antes fui olivo de madera de pinos
y hojas de higuera que crecen en los mares
de mi pensamiento. Y cuando salga de nuevo
de la figura de este jarrón de porcelana china
me convertiré en inmortal llama olímpica.
V
PREOCUPACIONES
Tras una noche de insomnio me levanté, estaba tan
preocupado por unos asuntos de trabajo que no di sentido a la vida responsable,
y todo cuanto hacía me irritaba, me sentía acomplejando, ni un instante podía
olvidarme del problema, me estaba atormentando, consumiendo. Hasta que una
noche, unos de esos escasos amigos que en el mundo hay –los han puesto ahí para
que te salven la vida-, de esos que oyen más que hablan, me hizo ver que mi
problema no era tan grave como el de las estrellas: “Mira las estrellas, cada
una es un Sol, cada Sol tiene un montón de planetas, y nuestro planeta no es
más que uno de los nueve de nuestro pequeño Sol, a un extremo de una galaxia. Pues las galaxias se comen una a
otras y el Universo está peligroso equilibrio. Y tú en este Universo no eres
nada, ni un grano de arena, ¿tú te crees que tu problema es lo suficientemente
importante como preocuparle a las estrellas?
Ellas sí que tienen graves problemas con los agujeros negros y un
universo en movimiento. ¿Tú cree que merece la pena agobiarse por los problemas
humanos?”
Me convenció con sus argumentos, pues tienes razón,
le dije, ellas sí que tienen un problemón gordo, y me fui a dar un
largo paseo y luego dormí a la pata la
llana. Ahora cada vez que tengo un problema pienso en las estrellas.
VI
EL CLAVO
DEL ABANICO
Cada vez que te abanicas el pájaro pintado sale volando,
pero yo, que soy el anónimo clavo del abanico, y sin mí,
no podrías refrescarte rostro, amada mía,
soy quien menos privilegios tiene y
y quien más golpes recibe.
Sí, me quejo, porque no hay derecho, a que yo, que
tengo encomendado unir todas la varillas,
ser el gran unificador del pavo real,
trabajo gratis para que el pájaro se luzca
A pesar de que soy pequeño y fuerte
tengo mis debilidades y mi corazoncito,
y guardo un secreto, que cuando la sonaja de
tu manita de plata se pone a funcionar
consigo algunos goces solitarios que
con nadie puedo compartir.
Las rígidas varillas de marfil
vigilantes de mirada de piedra,
Me levantan infundios:
“No te da pena
tenerle celos al pobre
pajarillo
pintado en el abanico”.
18 KILATES DE FELICIDAD ARRANCADAS DE MI SER
I
INDALO
Atrapado por el arco
trazaste el sector de tu altura
caes desnudo de la losa cavernaria,
de Mojácar al Cabo de Gata cóccix sentado en la bahía
singular prisionero del
tiempo en Almería.
prehistórico símbolo de caza y de fornido
músculo, de aire libre, de sol y de esperanza
II
DESENGAÑOS
¡No me dejes amor!
Amor en hierbabuena.
No me dejes amor, hoy no,
que es mi tercer
cumpleaños de desengaños.
No, no me dejes, por
favor, amor mío, haré lo que me pidas, pero no me dejes aquí, solo bajo esta
acacia.
Déjame ser banderillero
de tu escolta, el último de tus pretendientes, pero no me dejes, por favor, no
me dejes amor en hierbabuena. No cariño, hoy no es domingo, ni un día feliz, ni
un momento de vino con rosas, ni un día con farolas encendidas, sigo cosido al
bajo de tu falda.
Hoy no me puedes dejar,
espera a mañana, hoy es día de peligrosas guadañas. Te los suplico de rodillas,
dame otra oportunidad, ya nunca más me iré con la tigresa, ni con la elefanta,
seré tu Trazan en esta selva africana.
III
RELOJES
Mi reloj se desespera por disparar
ambas flechas, no puede se lo impide la basura del tiempo
pasado, el reloj, los relojes no tienen marcha atrás,
Nos quiere en la espera, mi reloj huye hacia delante y
siempre se deprime a las doce del exacto intervalo (.....)
tranquilo y hormiguero de minutos,
esferas de hormillas y latidos de chinches,
En el corazón resortes de caballos y murallas de ruedas,
lanzas y herramientas circulares, borrachos de segundos. Pero los relojes
digitales no son humanos, no sé lo que son: suenan, se iluminan, se descargan,
se suicidan...
Relojes como cómplices del tiempo invisible,
ataque de horas, ofensiva de minutos, de los segundo
como despreciable arena, que se escapan, se van con risas.
IV
LENGUA
MOJADA EN VERSOS
“azul-cena” de mar y de viento
la ausencia de la herida
de notas que cantan llantos
de perdidos barcos de este río
en la narrativa de tu horizonte
Te busco y no estás
ya nada se vuelve real
entre las cuernas de cristal y espigas
de hierros que acarician el sudor
sin nombre de este yo asustado
Si tu cuerpo de fénix versos
corren cuesta abajo o a la deriva
de tu primavera de lengua caliente
y tú estarás..., ahí sin lágrimas,
yo con mi aceite de colores
pintando besos y mojando los pinceles en la herida
de ausencia y distancia: arte
Nacido de viajes sin retorno
la lengua mojada en versos tengo
atadas a las vías de los trenes de la noche y mil noches
memoria del agua y sin frenos
me la cortaran en
dos tus ruedas de cuchillos tiernos.
V
DOS
LECCIONES DE TINIEBLA
(Para Angel Valente)
I
Deseo, ausencia, inundación, angustia: así empiezan las
nuevas palabras que el tiempo todavía no trata de descifrar: rancio, hierro,
buril, lengua: palabras que me atrapan en el tiempo que no quieren sufrir:
mundo y terquedad de las olas en el Cabo de Gata, donde los colores (fecundos de inundaciones de luz) se levantan cubiertos de algas marinas
de la poseidonia: llanto en la espera, en los edictos de los dictadores, el oro
de Tartesssos: yo reconozco mis huellas en la arena.
II
Bronce de esperanza, agua a tu mar en La Peineta, lirios en
los infinitos desiertos: desolación, ruina, camellos, arena y tú nombre de luz
variable: esperanza, buscar, esperar, no desesperar, no hacer el menor ruido en
la existencia: en el universo ocupado en sus estudios, en su evolución
infinita: piedras vacías, horas sin tiempo, relojes sin marcha atrás: ocre,
pajizo, almagra, terraos de La Chanca herida de una luz en el costado,
desmedida pobreza: sin presente, sin posibilidades: desolación si nombre.