(Dibujo, retrato a lápiz de Manuel Parra Pozuelo, por Ramón Palmeral.
Video del poema recitado por Ramón Palmeal, poeta y rapsoda.
A MANUEL PARRA POZUELO
Te
conocí luna y cuarto de la tarde
en
la Universitas sala de Altamira
añorado,
tu
vulnerado silbo indestructible
en
mi “indiscutible silbo” equivocado,
y
en la memoria destrenzada
me
quedó la “tolvareda estólica…”,
del
sexto silbo hernandiano, convidado
libro
de poemas muy bien recitados.
Años
atrás, “si tanto te amé…”
y ahora
vulnerado silbo…,
de
cárcel torturado en dunas y sal,
cuerpo
indestructible y lapidado
de
añoradas conchas, que
el
tiempo en oro nácar sin ronzal
convierte
una piedra inculta
en
filosofal riqueza oculta.
Naciste
del Socuéllamo llano
que
como ave libre combate
la
injusticia y el entuerto quijotesco,
idolatría
de lo profano,
tú
Manuel, labrador de poesías,
que
como Miguel cabrero escapó
del
inculto catecismo y del incienso
para
huir hacia el huracán inmenso.
Parra
eres de la vinosa tierra
y del
manchego pozuelo madrugador
con
brocal de raíces negras y sierra;
y
diez cerezas manos, cuando 70 barcos
te
trajeron a la mar sin pudor,
al
anclado puerto de Alicante,
al
borde del palmeral y de las olas, encaje
de
espumas, y de vientos linaje.
Los
cinco silbos vulnerados,
se
han convertido ya en mariposas,
seis,
seis arados hernandianos que
en
su “aguijón de pan”
socavaron
el pensamiento futuro
en
la “tierra de mi huerto”, y la azada
masculina
en el rincón oscuro, cuyo
hoyo
la hiel entierra mundos.
Alforja
que sonetos guardas,
gloria
de tu sudor de versos,
rayos
azules en bolígrafos de aceros,
que
como bueyes al despuntar el alba
surcos
que el dolor profanan.
Serás
uno más de los amigos de Orihuela
que
como Fenoll, Sijé o Molina,
del
poeta cabrero los recuerda.
(En
agradecimiento por regalarme tu poemario:
“El vulnerado
silbo indestructible”
).
Ramón
Fernández Palmeral
Alicante,
mayo 2004