Latidos de un corazón viviente
Acurrucado sobre el latir de tu pecho percibo
suavidad, calor y aliento de un amor sincero
que me lleva a brindarte mi apasionamiento.
Gimes, remueves, das la espalda y me ignoras.
Mis manos, sentido y tacto emotiva e imaginan
conquista y examinan tras rechazo y desaliento.
El ímpetu del apetito persiste, no aplaca y busca
la reconquista de mesetas, vaguadas y montañas.
Tus rechazos aumentan con gemidos somnolientos
que peligran para el deseo y la batalla de mi hazaña.
Desciendo hacia el valle que todas pasiones aplaca,
mientras acaricio salientes, tersuras y suavidades.
Mis fueros atraen pasiones y amainan en conquista
que culmina cuando clavo la bandera por España.
Un abrazo: Agustín Conchilla