De mi diario.
Esta mañana fui por primera vez a la playa, para mi asombro
de este primer domingo de junio, había mucha gente, como si nada hubiera
cambiado desde el año pasado. Pero la gente no era la misma, eran otras, otros
figurantes. El mar estaba un como picado, las algas cubrían algunas zonas del
rebalaje, había pescadores con sus cañas, bañistas, chicas en top less y paseantes.
Yo metí los pies en el mar, en esa zona de olas magnéticas, repetitivas, que
ionizan la zona en que los pies toman contacto con una alfombra de diminutas
conchas rotas y lavadas, y me hacen sentir bien. Cuando yo me vine los
figurantes seguían allí ronda una escena sin cámaras ni focos.