Niña entre varones y aprendices.
Esbelta en prominencias deseadas.
Sabia en conducción e intenciones,
despierta en finalidades destacadas.
Directora de recursos y elegancias,
de admiraciones y respeto en jaula.
Disciplinada en avatar y enseñanzas.
Comprensiva y tolerante en aula.
Profesora que clarifica intenciones.
Exigente en cumplo y formularios.
Dueña de entorno y devastadores.
Revestida en clarividencias femeninas.
Apasionada en latitudes emocionales.
Dueña del medio, alumnos y facultades.
Agustín Conchilla