POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
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La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

sábado, 28 de marzo de 2020

"Mi patria querida". Carmen Fernández Fernández. Mi madre





                                                      (Cerro El Fuerte, desde Las Pitillas)



MI PATRIA QUERIDA 
      (Dedicado a mi esposo José Ramon)


Comendador y Mayarín,
eres el Rey de los campos;
para que no falte nada 
está El Fuerte que es muy alto,
que te sirve de corona.
Perfunas todo el espacio, 
tienes tomillo y romero, 
pinos, palmitos y esparto,
agulagas y más plantas, 
que cuando todas florecen
es cuando dan su encanto, 
mas lo completa los campos 
con su olor ya diferente,
el olivo con su trama,
la viña cuando cierne, 
la flor de los almendros 
es la primera que nace. 

Cuando la noche llega 
sí que es emocionante, 
este monte del que hablo 
es guía de personal; 
saben la hora que es
cuando va saliendo el sol, 
sa1en 1a Osa Mayor,
la luna y las estrellas, 
nombrándose por su nombre 
el Carro y las Cabrillas.

Ya muy de madrugada
 sale al lucero muy grande
 que  llaman "El miguero", 
los que madrugaban mucho 
las migas se las comían 
antes de salir al campo
porque mucho mantenían,
después comían cualquier cosa
hasta terminar el zurrón,
las lentejas por la noche
estaban mucho mejor
los que poco madrugaban 
el lucero no veían 
porque todo el recorrido
lo iba haciendo de día.

En el tiempo de la aceituna 
que en diciembre se cogí 
es cuando yo lo veía. 
Me levantaba temprano,
esa era nuestra guía.

Se me olvida una cosa 
por el otro lado de El Fuerte 
que se le llama la umbría
donde está E1 Acebuchal
 no da el sol hasta mediodía;
 muy bien que lo notaba,
 cuando aceitunas cogía
 las manos se me helaban
 de la escarcha que caía.

 Mucho me gustaba ir
 aunque el frío padecía,
 tenía muchas amigas
 y otros que me pretendían.
  Cuando voy por allí 
 no quedan más que recuerdos 
 de aquella vida tan grata,
 de aquellos amores nuevos.
      Málaga 19 de noviembre 1994
                                           Firmado.-Carmen Fernández