POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

lunes, 27 de febrero de 2023

Reflexiones sobre libros de poesías.

 La poesía es la hermana pobre de la Literatura, lo he oído de siempre, sin embargo, se escribe y se publica más poesia que nunca, pero no se vende, excepto los poetas famosos, para ver qué  hicieron y cuáles eran sus vidas.

 Los libros de poesía no se venden, salvo el días que los presentas, y te lo compran los amigos y los familiares que han ido por compromiso y es un día de fiesta y vanidad para el poeta, pero ya está, el libro no se venderá en librerias, ni estarán disponible en los estantes, porque la poesia no se vende, se regala, sí amigos míos los libros de poesia se regalan para que viajen y ocupen su lugar en la biblioteca de la terraza, y allí se quedan hasta que se descuadernan por el frío o el calor.

A quién  le intera la poesia, escrita a martillazos, sí, así es, a martillazos, porque no tienen lógica los versos, ni interés alguno.

La gente quiere espectáculo, que se les vea a ellos, no lo que tú dices con bellas metáforas.

A quién le interesan las metáforas de la luna se llevó al niño de la mano.

Siento desilusionar, porque la poesia es un ejercicio íntimo y ególatra.

Luego están los recitales, que es otra pérdida  de tiempo, cuando puedes dedicarlo a otra cosa.

Ramón Palmeral, poeta a martillazos.





domingo, 19 de febrero de 2023

¿Es el azar poesía? En el juego de cartas sí que lo es. Silvia Hopehayn sobre Leonar Mlodinow y "El andar borracho".

 

Cosas que se descubren por azar

Silvia Hopenhayn Para LA NACION

El azar parece ser uno de los condimentos más codiciados de la vida. Su imposible cálculo no invalida su existencia. Más bien todo lo contrario: es como una visita inesperada que puede caernos muy bien o amargarnos el día. Por azar nos encontramos con algún conocido en la calle, pero es probable que esa persona no sea la que más hubiéramos deseado cruzarnos.

El libro recién editado en español El andar del borracho (editorial Crítica) rastrea los vericuetos del azar a lo largo de la historia, y la probabilidad de cercenar su cuota de incertidumbre.

Su curioso título refiere a una disquisición de Einstein a propósito del caótico movimiento de las moléculas de agua. Einstein asociaba su desplazamiento impredecible con el bamboleo errático de los borrachos.

El autor tiene una biografía, más que azarosa, bastante simpática. Leonard Mlodinow no sólo es doctor en Física por la Universidad de California, en Berkeley, y autor de La ventana de Euclides, una historia de la geometría de gran repercusión, sino también uno de los primeros guionistas de la serie La guerra de las galaxias. Quizás al crear esos mundos inhóspitos de personajes entrañables lidiando en el cosmos contrajo una deuda con el azar que intenta saldar en este libro.

Pero aquí no se trata de inventar mundos posibles, sino de rescatar a los precursores de posibles teorías acerca del azar. Si bien no es un libro científico, y tampoco filosófico, se encuentra a mitad de camino entre la divulgación y la crónica. Soslaya –no sabemos si de manera voluntaria– a los grandes referentes de la teoría del azar y del caos del siglo XX, de René Thom a Ilya Prygogine, más afines a un libro estupendo, dentro de este rubro: Gödel, Escher, Bach, un eterno y grácil bucle.

Para Mlodinow, a veces más vale confiar en lo aleatorio que obstinarse en la predicción. La probabilidad no deja igualmente de ser un modo de adiestrar el azar. En este sentido, El andar del borracho va desde Cicerón, quien acuñó por primera vez el término probabilis, hasta el célebre matemático francés del siglo XVIII D’Alembert, autor de varios trabajos sobre la probabilidad.

El iluminado siglo XVII se despliega en varios capítulos a través de sus geniales protagonistas. Allí se cruzaron –¿azarosamente?– Galileo Galilei, Blas Pascal y Pierre Fermat. El autor alterna sus biografías con la explicación de sus descubrimientos. Y para darle una cuota de belleza al acto mismo del hallazgo rescata las situaciones externas que motivaron a los creadores a indagar en las leyes de la naturaleza. Así, Galileo "miraba fijamente el balanceo de una gran lámpara colgante, sentado en una catedral", cuando descubrió su famosa ley: "el tiempo requerido por un péndulo para realizar una oscilación es independiente de la amplitud de la oscilación". Un siglo más tarde, Isaac Newton se impactó "frente a un gran cometa que navegaba por nuestro vecindario del sistema solar". También sorprenden las condiciones históricas en las que surgieron algunos de estos científicos, o el modo de contarlas del autor. El propio Fermat, creador de uno de los teoremas más enigmáticos de la historia, tenía un cargo importante en el juzgado de lo penal en Toulouse y "se lo podía encontrar elegantemente vestido, condenando a funcionarios errantes a ser quemados en la hoguera, para luego aplicar sus habilidades analíticas al dulce ejercicio de las matemáticas". No siempre es bueno confiar en los que más saben… © La Nacion

miércoles, 15 de febrero de 2023

martes, 14 de febrero de 2023

Izara Batres, será presentada el 28 de febrero por Alfredo Gómez Gil , en el Real Casino de Madrid

 Presentada 28 de febrero, 20 horas Salón El Torito. Real Liceo Casino de Madrid

Izara Batres
/ Poemas


I.
 

Y cómo vivir...
si la daga nítida
hiere hasta el origen del grito,
cómo se sostiene esta muerte continua,
este fin del mar.
Dios, flor de calor, núcleo infinito de las esencias,
me abrazas en este túnel, me llevas,
y yo no veo, pero creo en ti.
 



IV.
 

Recordad los días de luz,
mientras el mar conserve su latido
y las aves vuelen contra la brisa,
hacia el origen de las mareas.
Cuando el cosmos deje de filtrarse por el agujero
del sueño,
el bramido de la nada
ensordecerá la tierra.
Pintad los nuevos alfabetos centenarios
en el rigor de la pausa de un zumbido
de abeja.
Escribid, en la fusión del cielo y el suelo,
la tempestad cristalizada,
donde una coma es mañana, el libro y la hoguera,
y las tres de la tarde, y un tacto de anís sin tregua,
y la caricia de la piel
escondida en la otra piel.
Recordad el relámpago que hizo temblar la teoría,
elevándose por encima de otro vendaval de arena.
Y cómo, desde el tiempo abierto,
se escribió poesía,
accediendo, entre sílabas,
al suceso esponja.
Regresad la belleza desnuda de aquellos días.
Dibujad la imagen que nadie verá,
la pasión, la región infinita
de donde brotan la verdad y el dolor
que buscamos sin tregua.
Ya no queda ese amor, al final
de las avenidas.
No olvidéis.
No dejéis a la polilla entrar.
Recordad los días de luz,
cuando el soñador inventaba el tejido,
porque la fibra seca del hormigón
no tiene porosidad.
 

V.


Juega con tu tristeza, chiquillo.
Ovíllate en un claroscuro, fuera del mundo.
Coge el calor y la rabia,
la furia de tus cenizas,
y abre la herida.


Pinta con sangre en las paredes de los que no te verán,
para quitarte del rostro esa luna ahogada y vieja.

Haz pedazos los relojes, los olores, los recuerdos.
No volverán para arreglar lo que hicieron.
Pero tú no te marcharás jamás.
 

VI.
 

Don Quijote


El mundo te hizo parecer un loco estupendo, Quijote.
Tú ya lo sabes.
En esa cabeza otoñal de molinos gastados,
y libros antiguos;
de sueños y ausencias,
tus ojos veían más allá del tiempo.

Allí donde los relojes se deshacen
hasta tocar el infinito del absurdo.
Allí donde mueren, entumecidas,
las raíces de una historia degenerada,
buscaste el sentido.
Buscaste un sentido.

Querías encontrar la belleza y plasmarla,
fijarla en un molde, y mantenerla.
Qué incorrección, pensabas,
creer que no era posible.

Y lo intuías,
el tiempo dibujaría al loco estupendo.
En tu mirada infinita creías saberlo,
como una voz mínima susurrando,
desde la verdad del ser:
“Es el mundo el que va al revés, Don Alonso Quijano.
No es usted”.

 

VII.


Hoy he creído en ti
Te he dado la mano
y, en silencio,
las almenas más altas de la cordura
han entonado sus mantras más tiernos.
Hoy hemos crecido
y algo ha cambiado
porque estamos desnudos.
Y no nos hallamos próximos
al espejismo.

 

VIII.
 

Crearé una fuente salvaje,
una fuente elástica y blanda,
y el agua saldrá a raudales,
despertando a los títeres que se mueven bajo las cuerdas.
Será una fuente oblicua que despedirá gaviotas
y dibujará un intersticio en el gris uniforme.
Recuperaré mis libros,
pintaré sobre ellos el amanecer de nuevas letras
para nuevos oídos,
romperé las páginas muertas,
la letra muerta, la sangre muerta,
mira cómo nace, eclosionando desde la azucena,
un prodigio de tinta, un latido esencial que nutrirá
nuestra transición de elementos.
Ya estoy escribiendo, sobre las hojas, sobre el aire,
en la cúpula invisible del cielo.
 

(Estos poemas pertenecen a los libros Avenidas del tiempo, El fuego hacia la luz, Tríptico, y Sin red).

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 Izara Batres es profesora de Literatura en la Universidad Camilo José Cela, y de Escritura Creativa en Fuentetaja Literaria, y también imparte sus propios talleres literarios. Colabora con diversas publicaciones y sus poemas se han incluido en antologías como Poesía Hispanoamericana actualLos poetas de la sendaPoetas siglo XXI, o Dios en la poesía actual, Rialp, colección Adonáis, 2018

martes, 7 de febrero de 2023

Dos libros fundamentales para el estudio de Jorge Juan y Saltacualia como matemático, por Diego García Castro

 

Jorge Juan y Santacilia, matemático, astrónomo Geógrafo, nacidoen Novelda en 1713, y bautizado Monforte del Cid.

 2023 en sumplen los 250 años de su muerte en Madrid 1773.








Diego García Castaño, es Licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Cálculo y Geométróa Analítica. Natural de Elche

























               Sello de Correos. Tu sello, solicitado por Ramón Palmeral para los 250 años de la muerte del ilustre matema´ático y marino alicantino.

lunes, 6 de febrero de 2023

NOVA YORK, NOVOS POEMAS, de Claudio Rodríguez Fer. Poeta gallego

 

            (Para el poeta Claudio Rodríguez Fer con todo mi afecto/ R. Palmeral, 2023)


Opinión en Galicia

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New York, New Poems: a poesía neoiorquina de Claudio Rodríguez Fer traducida ao inglés

martes, 06 de diciembre de 2022
O poeta galego Claudio Rodríguez Fer, nacido en Lugo, pero vinculado dende mozo a moi diversos lugares e linguas do mundo, comezou a exercer a docencia na Universidade da Cidade de Nova York en 1992 e, dende entón, volveu en numerosas ocasións á gran metrópole multicultural en condición de profesor ou de poeta, pronunciando conferencias sobre literatura ou ofrecendo recitais poéticos, moitos deles New York, New Poems: a poesía neoiorquina de Claudio Rodríguez Fer traducida ao ingléspolíglotas. Non é de estrañar, pois, que tras vivir e traballar reiteradamente ao longo da súa vida en Nova York, dita cidade apareza con frecuencia na súa obra, tanto poética (comezando pola serie "Mannahatta") como narrativa (como mostran os contos "A muller loba" e "A fera fráxil").

En consecuencia, a editorial Small Station Press, que tanta literatura galega leva xa traducida ao inglés, editou neste 2022 o libro "New York, New Poems / Nova York, Novos Poemas", que reúne en edición bilingüe galego-inglesa a maior parte da poesía que Claudio Rodríguez Fer viviu e escribiu en Nova York. Unha obra que o perspicaz crítico literario Armando Requeixo comezou saudando no seu artigo "A poética neoiorquina de Rodríguez Fer" o seu radical "cosmopolitismo poliédrico e calidoscópico": "A literatura galega ten en Claudio Rodríguez Fer non só unha das máis senlleiras voces das últimas décadas, senón tamén un dos seus principais embaixadores. A obra deste poeta vitalista está traducida a un grande número de idiomas dos cinco continentes e un dos seus textos, o poema "A cabeleira", ten versións en case unha setentena de linguas, o que o converte no texto de noso trasladado a máis linguas do planeta".

A tradución de "New York, New Poems" correu a cargo dos filólogos neoiorquinos Diana Conchado e Clifford Irizarry, a primeira dos cales xa realizara outras versións inglesas de poemas de Claudio Rodríguez Fer e fóra responsable da panorámica antoloxía bilingüe "Deathless Loves / Amores sen Morte" en 2015. Nesta escolma participara tamén a xa histórica galicianista Kathleen N. March, quen fóra a primeira tradutora ao inglés de Claudio Rodríguez Fer en verso e en prosa, e a quen se debe a versión inglesa dunha das principais poemarios de mocidade do autor na edición bilingüe "Tender Tigers / Tigres de ternura".

Así mesmo, Diana Conchado é autora do prólogo á edición, todo un ensaio sobre a poética de Claudio Rodríguez Fer en conexión co pensamento ecolóxico, titulado "A pacer nos signos: a ecoloxía urbana da Nova York de Claudio Rodríguez Fer", traducido ao galego pola políglota lingüista romanesa Adina Ioana Vladu. Aquí, Diana Conchado destaca a profunda harmonía presente na poética claudiana: "Dentro do pensamento ecolóxico, a existencia é sempre coexistencia. Ao ler Nova York a través dos textos de Rodríguez Fer, observo as numerosas maneiras en que se articula o pensamento ecolóxico. Suxiro que os poemas incluídos nesta colección desnaturalizan o concepto de separación á vez que destacan e celebran a nosa coexistencia compartida."

A poesía reunida neste libro abarca tres décadas, pois vai dende os dípticos eróticos "Na procura do tapiz vermello (Díptico de The Cloisters, New York, 1992)" e "O rapto de Europa", do poemario "Extrema Europa" (1996), ao comprometido canto tribal New York, New Poems: a poesía neoiorquina de Claudio Rodríguez Fer traducida ao inglés"Revolución rosaliana en Nova York", incluído en "A muller sinfonía (Cancioneiro vital)" (2018), pasando por "Mannahatta", pertencente a "A unha muller descoñecida" (1997), do que di a prologuista: "Aquí reina a exuberancia en forma de encarnacións zoomórficas de mulleres caracterizadas por unha paixón desenfreada. O uso por parte de Rodríguez Fer do nome que deran os indios lenape á illa que máis asociamos con Nova York é á vez unha indicación de como recrean imaxinariamente estes poemas as enerxías primarias da cidade, e unha alusión á composición homónima de Walt Whitman". Seguindo a Olga Novo e a Milagros Polo, estudosas da importancia do feminino na obra do poeta, Diana Conchado manifesta tamén a "presenza esencial da muller nos textos de Rodríguez Fer como representacións de heterodoxia e liberdade".

Ademais, o libro está enriquecido visualmente por un excelente retrato do autor na cuberta feito pola artista Sara Lamas e polo fascinante poema visual no interior, de carácter ludicamente surrealista, "A aventura dos rañaceos", debido ao propio Claudio Rodríguez Fer. Mais cada sección aparece tamén precedida por unha significativa foto arquitectónica, tomada polo mesmo poeta, dalgún dos máis emblemáticos edificios de Nova York construídos durante os séculos XX e XXI, dende o espiral do Guggenheim Museum, de Frank Lloyd Wright, ao cóncavo Grace Building, no que deu clase o autor, pasando por moi recoñecibles rañaceos da cidade (Equitable, Chrysler, Empire State, United Nations, Flatiron, MetLife, One World Trade Center e Lipstick, este captado cunha tan oportuna como simbólica pomba). Cómpre salientar tamén o acaído deseño do libro feito por Grigor Grigorov e Maria Stoeva, baseado en xogos de sombras que dialogan coas estruturas xeométricas dos rañaceos neoiorquinos, pois en efecto todos os detalles estiveron moi coidados nesta edición de Small Station Press.

O libro remata cun "Cuestionario Proust" realizado a Claudio Rodríguez Fer, ideal para coñecelo a fondo como persoa e como escritor, e traducido á lingua inglesa por Jonathan Dunne, un dos máis constantes tradutores da literatura galega ao inglés e ademais director da editorial Small Stations Press. Precisamente neste cuestionario encabeza Nova York a listaxe de lugares onde quixera vivir o poeta, aínda que remate preferindo a todos a súa terra nativa e a súa vocación esencial: "Ás veces, no multiculturalismo de Nova York, Londres, Berlín ou París; ás veces, na harmonía celta de Bretaña, Escocia, Irlanda, Gales, Cornualles ou a Illa de Man; ás veces, na beleza artística de Atenas ou Venecia... Pero sempre en Galicia e na poesía." A súa divisa final non deixa lugar a dúbidas sobre o humanismo deste escritor tan galego como universalista e tan vitalista como erótico, que só parece saber que existe cando ama: "Amo ergo sum, que xa aparecía no meu primeiro libro, 'Poemas de amor sen morte'."

Gonzalo Guerrero, padre del mestizaje mexicano, por Ramón Palmeral en Hoja del lunes

 Gonzalo Guerrero, padre del mestizaje mexicanp

Monumento en Chetumal, México, a Gonzalo Guerrero y la princesa maya Zazil Há junto a sus hijos (Fuente: Museo Nacional de Antropología, México).

Gonzalo Guerrero era un personaje desconocido para mí, hasta que me topé con él en el Atlas de los exploradores españoles (Sociedad Geográfica Española, Madrid, 2021). Me puse a investigar y lo cierto es que tiene abundante bibliografía como la de Cristina González Hernández (RAH) o Eslava Galán, y por ello me atrajo su valerosa figura de explorador español del siglo XVI, padre del mestizaje mexicano por haber tenido tres hijos con una princesa maya, oficialmente los primeros mestizos americanos...

 Leer completo den Hoja del lunes.com de Alicante. Periódico de APPA