POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Poemario "Jardín abierto", de Ramón Fernández Palmeral



Poemario Jardin abierto o 15 poemas desabrochados, por Ramón Fernández Palmeral

Ver la versión en pdf:
http://www.revistaperito.com/jardinabiertoPoemario.pdf

Alicante, noviembre 2014


                               
 
 
 
 
 
              JARDÍN ABIERTO
                                    15 poemas desabrochados
 
 
                          Poemario de Ramón Fernández Palmeral
 
                                                  2010-2014
 
                                                    Alicante
 




 



                      




                                         2.-     EL ARTE DE BESAR

      Como barcos, nuestros labios chocaban como barcos contra el muelle y el  rompeolas de  nuestros cuerpos húmedos. Nos miraban damas picassianas con sus ojos retorcidos y estrábicos; pero nosotros, como  los rocinantes embravecidos por el deseo de la procreación,  nos reíamos de los volcanes, porque nuestro fuego era superior. Y ahora aquí, solos, aguja sin acerico, al filo la tarde con minotauros y recuerdos del parque de Canalejas, nostalgias de un tiempo más viril, quizás,  en el que sembrábamos hijos, me queda tan sólo tu arte de besar. ¿Y qué me queda ahora  sin ti, si tú eras yo? Nada, nada más que estudiar y dibujar nuestros antiguos besos que se fueron entre sábanas volando  entre entradas y salidas  constantes por las curvas de nuestros cuerpos, sin conocer el pecado de la bula del matrimonio, un matrimonio no culpable de nuestro distanciamiento. Pero el arte de besar nunca se pierde porque el recuerdo es más fuerte que el amor. Y ahora como un loco pintor me dedico a pintar tus besos, los besos que me distes y ahora ya no me das.                             
     Inundado por la ausencia de la distancia, te busco y no estás en ninguna parte. ¿Dónde te hallas, adónde has podido ocultarte?  Te busco a grito pelado entre mis recuerdos despellejados. Estoy rancio de cartas, rancio de noticias, rancio de olvidos…  Hojas de árboles vacíos, llenos de cajas vacías y ausencias vacías, parques dominicales vacíos sin ti,  lejos de ti y de mi memoria, ríos sin caudal, caminos de sirga tocan la música sin cuerdas en mis dedos. Recuerdo tus cartas  inundadas de ilusiones, con olor a pétalos ardiendo de imposible perfume, con miedo a abrirlas por romperlas.  Abro tus cartas selladas con besos y ya no leo: «cómo estás, cómo te encuentras o te quiero», y  en la ventana de iluminada de noche siento los latidos apagados que pertenecen a un corazón de alquiler de estrellas.  Pero el arte de besar nunca se pierde porque el recuerdo es más fuerte que el amor. Y ahora solamente me dedico a pintar besos, los besos que me distes y ahora ya no me das.                             

           3.- ELEGIA A ENRIQUE MORENTE

                  A Enrique Morente, hecho cadáver en un hospital de Madrid.

Yo quiero ser llorando el dueño
del huerto eterno donde reposan
los duendes de tu cante.

Yo quiero ser la mano que siegue
los cardos y las amapolas de tu tumba
florecida por la luz del flamenco.

Qué temprano levantó su guadaña
la luna negra de los poemas lorquianos
Qué temprano te fuiste a arar los campos

con el "niño yuntero" y el poeta pastor.
Qué temprano un bisturí cual estoque
de luna menos cuarto atravesó tu esófago

hasta llegar al corazón de tu alma
tomada por las manos sin pericia
de un demonio vestido de blanco.

¡Ay Enrique! qué dolor tenemos los gitanos,
los de verde oliva de olivares viejos,
los dueños del Albaicín y del flamenco.

¡Ay Morente! Aquí nos dejas con el duelo
insoportable de tu ausencia y de tu cante,
forjador del "quejío" tremendo de una voz

nueva, garganta llena de poderes y de rayos
quebrados, arrastrando torrentes de ilusiones
y de esperanzas nuevas.

Te vas al cielo flamenco de Juan Breva,
de don Antonio Chacón, de Caracol.
del Lebrijano, de Camarón...

Qué envía me das Enrique Morente,
allí todos, mano a mano, con
guitarras tremendas y palmas sordas.

¡Compadre!, aquí me quedo afilándole
la navaja a la negra sombra...
bajo el olivo y perro hambriento.             (13 de diciembre de 2010)


              






8.- Al amanecer pájaros con sueño

Los árboles de nuestra alameda junto al río
caminan hacia la noche llenos de palabras,
palabras que son preguntas capciosas
como diamantes colgado de la hojas ricas.

Sus pies son como la de los pianos sin música
quietos y callados en una enramada virginal
de cuerdas y tripas de animales disecados.

Y tu rostro donde se reflejan estrellas,
son la muestra de lo deseos amorosos saciados
guardados en mí y cerrados por la cerradura de mi
compartido corazón.

Al amanecer los pájaros con sueño
picotean en las jaulas con recuerdos esclavos
donde antes vivieron otros pájaros,
-no ruiseñores indómitos  la prisión de alambre-
y mis pies obligados a caminar, toman la
vereda sagrada de la alameda hacia la noche.


                                         Mayo, 2014









10.- Las guitarras malheridas de Paco de Lucía


Las guitarras de Paco de Lucía  lloran  desconsoladas
con un llanto imposible de callarlas.
Lloran entre dos aguas por la ausencia de su dueño,
ausencia que no es muerte porque los genios no muren,
sino que perviven para siempre en los corazones
de aquellos que amamos su música.

De México volverán a las arenas calientes de Sur,
entre las lluvia de febrero y las espaldas mojadas
de los inmigrantes cantores entre los mástiles ya muertos
de angustia y de agonías por cinco puñales .

Las guitarras de Paco lloran porque no volverán a ser tocadas
por los ruiseñores  de sus dedos largos
vivos  de palo santo como ramas
 de sus manos que mas que toca

Las acariciaba con mimo, y los diez ruiseñores
no volverán al traste ni a las cuerdas.

Lorca, el genial García Lorca escribió una vez
“Óh guitarras! /Corazón malherido/ por cinco espadas”.
Y tenía razón, guitarras de paco y todas, se han quedado malheridas
para siempre en al mudez de un indudable genio.



26 de febrero 2014, a la muerte del universal guitarrista

















11.- La acuchillada tarde de otoño

                               (A mis padres naturales de la Acebuchal)

Cuando los gallos cantaban en alta voz
el Sol fue acorralado por los cerros de la Axarquía
daba pena de ver la carnicería de luces y nubes,
esas que tienen oscuras lagunas solitarias.

El mar en Nerja alarga la noche eléctrica
entre paseos, rocas y corazones jóvenes
mientras las olas, -esas trampas acuáticas-
extendían con música incansable sus brazos
en silencio tal vez sin libertad ni fuerza.

Pensé que seguía siendo joven en la vendimia
de los Mayarines -con el canasto de uvas en la cabeza-
 que esperan secar la dulce moscatel en los paseros de septiembre,
como si el tiempo cortejara el dolor de mi mente,
el recuerdo fondeando en el aire como gaviotas
desplazadas, emigrantes y capituladas.

Incluso hasta las fechas de mi memoria se dan la
vuelta a medio camino antes de llegar a la diana
y se vuelven agujas de recuerdos por el Acebuchal y la
corona de rocas rubias en el Fuerte.

Cuándo volveré a sembrar los gemidos ecos
que me llamen a estar bajo la parra del cortijo…
volverán las acuchilladas tardes sin piernas y
sin un soplo de viento frío.

Y las mujeres harán las migas en el “chupajumos”
que el tiempo de poda dejó lleno los campos
de mi tierras cubiertos de gavillas de sarmientos y espinos.


Alicante, 16 de mayo 2014





                      Copyright (derecho de copia reservados)

                      Propiedad de Ramón Fernández Palmeral

Todos los poemas de 170 página se encuentran puiblicados en ANTOLOGIA ABIERTA:Support independent publishing: Buy this book on Lulu.

"Entre pensamientos". Muy bueno. Palomín



entre pensamientos.

   Me escondí en mis pensamientos, y desde el fondo de ellos, comencé a observar... ¿Qué observaba? No lo sé, solo era un paisaje borroso, pero en realidad ¿Qué importaba? si en el fondo, nunca llegaré a descubrir el misterio de tan extraño paisaje.
     Seguía dentro de mi mente, la verdad no podía salir, porque me había perdido entre pasajes extraños de mi vida. De pronto, tropiezo con un recuerdos, de aquellas tardes de primavera junto a ti, de esas que me hacía creer en nunca jamás, y en mi rostro se dibuja una sonrisa, pero con un toque de melancolía. En eso estaba, hasta que me empuja una imagen, recordándome el porqué ya no estás a mi lado.
   Seguía ahí y me doy cuenta que estoy en una ciudad extraña, en plena avenida principal y los habitantes son pequeñas réplicas de mi, cada una en una etapa diferente. Todo tan estructurado, todo funcionaba como un reloj, pero fue cosa de que se notara mi presencia, para que se armara el caos.
    Analizaba la ciudad, quise nombrarla, pero en realidad nunca he sido buena en nombres. En fin, alcé la vista y vi partes de mi que ni yo recodaba y en eso y una pequeña me dice: - ¿Me recuerdas?.- Intenté hacer memoria pero no...-No, perdóname- le dije- Entonces hazlo, sin pasado, no tienes presente- Y se esfumó. No sé quien sería esa pequeña, pero claramente no era yo, nunca fui así...
   Fue lindo estar rodeada de mi vida, miles de momentos que me gustarían repetir... ¿Será que tiempo pasado es mejor?... 



Elogio a la lluvia en Alicante, por Ramón Palmeral

Elogio a la lluvia en Alicante

Nace un domingo de sol amargo
 las calles y mi plaza relucen con la lluvia
las palmeras como árboles ultrajados
mojados al llanto de un río de cabellos mojados,
el pájaro se ocultó tras la luz de un relámpago
los frutos enmudecidos esperan
en las ramas su invierno
para tomar luz y voz, luego...

la lluvia nos muestra sus hilos húmedos de
dama desatada y cálida,
he regresado del churro y del té
del bar de la esquina con Madroñal,
y he vuelto a la plaza de la Viña, se me abre
en el momento en que la tierra bebe agua, y escupe reflejos...

la carne se hace verbo, cuerpo líquido de carne
y en una ausencia eterna de lo divino
me oculto bajo el paraguas de oro y luto
a la sombra de cuarto, al silencio
lleno de fantasmas y heridas cicatrizadas...

elogio a la lluvia de un domingo sin fuego del cielo
de sol en cuclillas oculto pero presente
y las nubes tejidas entre grises y blancos
se han quedado ordeñando su graciosa fantasía
de agua destilada y pura como el corazón de un niño.

Ramón Palmeral
Alicante, domingo 30 de noviembre de 2014

sábado, 29 de noviembre de 2014

Comentario de texto: "Eternidades" de Juan Ramón Jiménez


Vino, primero, pura                                       7
Vestida de inocencia.                                    7
Y la amé como un niño.                                7
Luego se fue vistiendo                                  7
De no sé qué ropajes;                                   7
Y la fui odiando sin saberlo.                          9
Llegó a ser una reina                                     7
Fastuosa de tesoros…                                   7
¡Qué iracundia de hiel, y sin sentido!             10
… Mas se fue desnudando.                           7
 Y yo le sonreía.                                            7
Se quedó con la túnica                                  8-1=7
De su inocencia antigua.                                7
Creí de nuevo en ella.                                    7
Y se quitó la túnica,                                      8-1=7
Y apareció desnuda toda…                          9
¡Oh pasión de mi vida, poesía                       10
Desnuda, mía para siempre!                          9
1.     Localización.
Este poema fue escrito por Juan Ramón Jiménez. Nació en Huelva. En su infancia predominaba el miedo a la muerte, la depresión y una mala salud, por lo que estuvo en sanatorios. Se fue a Estados Unidos donde se casó con Zenobia. En España fue admirado y seguido por muchos jóvenes escritores. Se exilió durante la Guerra Civil a varios lugares y al final se instaló en Puerto Rico, donde fue profesor universitario y murió. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Juan Ramón Jiménez pertenece al Novecentismo, un movimiento estético, principalmente artístico y literario, que se asocia a las vanguardias artísticas y literarias de comienzos del siglo XX. Agrupa un conjunto de autores situados entre la Generación del 98 y la Generación del 27, por lo que también recibe el nombre de Generación del 14. Las vanguardias literarias fueron el futurismo, cubismo, dadaísmo, creacionismo y surrealismo. También pertenecen a este movimiento autores como Ortega y Gasset. En su obra se distinguen tres etapas:
-          Etapa sensitiva: En ella está influido por el Romanticismo, el Simbolismo y el Modernismo. Imita a Bécquer y a Rubén Darío y escribe versos con sentimentalismo, de paisajes, jardines… Escribió Almas de violeta, Ninfeas, Rimas, Arias Tristes, Jardines Lejanos, Elejías y La Soledad Sonora. Los temas principales son la nostalgia, tristeza, muerte…
-          Etapa intelectual: se inicia con su viaje a América donde se casó. Descubrió el mar como el símbolo de la vida, de la soledad o del tiempo. Su poesía busca la pureza, la esencia de las cosas, lo trascendente frente a lo anecdótico. Escribió Diario de un poeta recién casado, Primera antología poética, Eternidades, Piedra y cielo y Poesía y Belleza.
-          Etapa última o verdadera. Se corresponde con su exilio. Busca lo trascendente y llega a identificarse con Dios. Escribe Animal de fondo, Dios deseado y deseante y Espacio.
Este poema corresponde a la etapa intelectual y, concretamente, a la obra titulada “Eternidades”, lanzado en 1918 y dedicado a Zenobia Camprubí Aymar, una escritora española que se convirtió en su mujer. Pertenece a la lírica, pues se sirve del verso para expresar sentimientos.  La forma de expresión es la descripción pues nos explica cómo le gusta a él la poesía y, además, cómo fue evolucionando. Es subjetivo, pues lo expresado es lo que él piensa.
El principal rasgo que caracteriza a este autor es el empleo indiferente de los fonemas /g/ y /j/ en sus obras. Un ejemplo lo podemos ver en el título de una de sus obras: “Elejías.”
2.     Contenido.
La idea principal de este poema es la transformación de la poesía, representada en una mujer, y como van cambiando los gustos del autor conforme esta se va poniendo o quitando ropa (“adornos” de los poemas). Las ideas secundarias son:
-          Representación de cada una de las etapas en las que se divide su obra, en las distintas partes del poema.
-          Estructura externa: el poema ante el cual nos encontramos está formado por una serie de versos con medida libre, el número de sílabas de cada verso es a voluntad del poeta pues hay versos heptasílabos, decasílabos y eneasílabos sin seguir un esquema fijo. No hay rima, se podría considerar rima asonante entre los versos tercero y noveno, por ejemplo, mediante las palabras “niño” y “sentido”.
-          Estructura interna: según el tema que trata el poema, lo podríamos dividir en tres partes:
Ø  La primera parte abarca solamente los tres primeros versos. En ellos hace referencia a una mujer, que es la poesía, vacía pero expresiva, natural, comprensible, pura, inocente… Se refiere a sus primeros poemas realizados en los que aún no fue necesaria la expresión literaria. La poesía simple podía definir todas sus inquietudes, pensamientos, sentimientos, dolores…
Ø  La segunda parte va desde el verso cuarto hasta el noveno, donde la poesía que escribe es influenciada por el Modernismo, se corresponde con la etapa sensitiva. En ella, su poesía va adquiriendo todos esos ropajes mediante la influencia del Romanticismo, el Simbolismo y el Modernismo. Al propio autor no le gusta su obra con tantos adornos, por lo que la iba odiando poco a poco hasta no encontrarle ni sentido.
Ø  La tercera parte va desde el verso décimo hasta el final, donde la mujer se va despojando de todas esas ropas hasta quedarse completamente como a él le gusta: inocente, pura, sencilla, precisa, expresiva, natural… Cuando comienza la poesía a quitarse toda la ropa que se puso, Juan Ramón se va entusiasmando y recuperando su amor por la poesía a la que antes odiaba tan tapada. Este sentimiento queda reflejado en los dos últimos versos.
3.     Análisis de la función poética.
Para su análisis, lo realizaremos según las partes temáticas en las que hemos divido el texto:
-          En la primera parte nos habla y describe sus primeros poemas en los que la sencillez era visible, pero él los adoraba tal y como eran. En el primer verso aparece el primer rasgo que define estas primeras poesías pura. Como podemos ver, hace uso del adverbio de tiempo primero para indicarnos que fue de las primeras que él realizó. Nos dice que la inocencia era su único vestido, es decir, completamente desnuda, sin figuras, sin expresión literaria. En el último verso de los que forman parte de esta división, podemos ver una comparación o símil, pues compara el amor que él le tenía a su primera poesía con el amor que se le tiene a un niño. Y la amé como un niño.  
-          En la segunda parte ya nos describe el proceso por el cual la poesía se fue adornando y, a su vez, aumentando el odio en él. Comienza con el adverbio luego para indicarnos que ya se pasa a otra etapa, la etapa sensitiva cuando fue influenciado por varias tendencias. Este verso finaliza con un encabalgamiento suave: Luego se fue vistiendo / de no sé qué ropajes. El verso siguiente refleja el crecimiento del odio en su interior, pues menosprecia los ropajes de los que se fue vistiendo  ...de no sé qué ropajes…  Con forme se viste, él la va odiando cada vez más hasta que un día tenía ya tantos adornos que se convirtió en una reina. En el verso noveno, podemos ver una exclamación retórica, una frase cuyo fin es desahogarse de los sentimientos. ¡Qué iracundia de hiel y sin sentido!
-          En la tercera parte, hace referencia a su etapa intelectual y la poesía poco a poco vuelve a ser sencilla, expresiva, natural… como a él le gusta. Se quita los ropajes hasta que se queda con la túnica de inocencia con la que comenzó en sus primeros poemas. Podemos ver el uso de polisíndeton en el verso decimoquinto y decimosexto, usa dos veces la conjunción “y” que conlleva lentitud, insistencia, impaciencia… Lo usa para expresar la sorpresa que él sintió cuando la poesía volvió a ser lo que era, como a él le gustaba. Y se quitó la túnica / y apareció desnuda toda… También podemos observar en este último verso un hipérbaton, altera el orden de las palabras pues en vez de decir “apareció toda desnuda” dice apareció desnuda toda. Con ello nos anticipa la palabra desnuda que expresa una poesía fuera de cualquier elemento retórico, limpia. Esta parte finaliza de nuevo con una exclamación retórica en la que además hay un apóstrofe, una llamada de atención mediante un vocativo con el cual nos indica que lo expresado en esa oración se refiere a la mujer, en este caso, la poesía. También podemos ver en esos dos versos, un encabalgamiento abrupto, se continúa en el último pero es cortado a mitad. ¡Oh pasión de mi vida, poesía / desnuda, mía para siempre!
En general, este poema fue realizado Juan Ramón Jiménez pues tenía necesidad de explicar y expresar todos los cambios que sufrió en su obra: pasó de lo sencillo a lo complejo (influenciado por varias tendencias) y luego volvió a lo sencillo. El poema se puede considerar como una alegoría pues es una sucesión de metáforas que guardan relación entre sí. Comienza con una mujer la cual se va poniendo y quitando ropa a lo largo de todo el poema. La mujer se puede interpretar como una metáfora, pues se sustituye por la poesía con la que guarda una relación de semejanza, o un símbolo. Juan Ramón también fue influenciado por el simbolismo. A continuación, la ropa también es otra metáfora, pues son todas las figuras retóricas, métrica, rima… que se le añade a un poema. De hecho, este poema está realizado de esta forma: no hay rima, la métrica es libre a voluntad del poeta sin usar ningún tipo de estrofa y, además, el uso de figuras retóricas es muy restringido. Usa, además, frases muy breves y construcciones sintácticas sencillas, solamente aparecen dos oraciones compuestas en todo el poema que son: Y la fui odiando, sin saberlo. Y se quitó la túnica / y apareció toda desnuda.



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viernes, 28 de noviembre de 2014

"Signos del ser. Cita sin límites", de Emilio Prados. Edición de Patricio Hernández

 
 Publicado por Centro Cultural Generación del 27, Málaga 2014. Edición de Patricio Hernández.


    Esta edición crítica de los dos últimos poemariosde Emilio Prados (Málaga, 1899-México D.F., 1962) constituye un merecido homenaje a uno de los poetas más importantes de la Generación del 27. Tal como reconoció Jorge Guillén, nada se parece a esta poesía, la más singular de las escritas a lo largo del siglo xx.

   Aunque la crítica ha valorado estos dos libros como herméticos, lo cierto es que poseen una gran claridad y luminosidad. Transmiten la esencia de la Poesía. Hay que situarse en la órbita del poeta para comprender que la belleza no consiste en ver la Naturaleza, sino en ser la misma Naturaleza.

  El lenguaje de estos dos libros no siempre permite una lectura racional, instauran un nuevo lenguaje mucho más próximo a nuestra tradición mística. No de otro modo podemos interpretar afirmaciones del tipo «quieto, no inmóvil; sin soledad, solo», que nos hablan de la dialéctica que establece el poeta con su auténtico ser.

   Invitamos al lector a adentrarse en esta poesía que versa sobre una realidad que va más allá de nuestro cuerpo, ya que para Emilio Prados «dentro de cada ser humano, halla descanso el Universo». Tenemos ahora el privilegio de escuchar el lenguaje de un cuerpo que quiso y llegó a ser puente de unidad, que ofreció su palabra como legado para ensanchar los límites de nuestra Conciencia en constante evolución.


........................
Ha sido un acierto publciar es poemarío de 292 páginas. Ecelente poesía realista y social, de uno de los grandes poetas de la generacion del 27.

"Cruzando Kazmadán", de Juan Ceyle Dominguez

     Juan Ceyles Dominguez (Málaga 1949) autor de Cruzando Kazmadán. Summa incompleta, 1970-2010, un vistazo a cuatro décadas de creación literaria a través de textos en su mayoría inéditos. Publicado por Centro Cutural Generación del 27, Málaga, octubre 2013. Posee un magnífico prólogo de Francisco Chica, que además de hacer una semblanza del autor, nos hace un recorrido necesario por la historia de los grupos, tertulias y poetas de Málaga, y no de ólvida de la mítica tertulia en los bajos de Pimpi.
     Un poemario extenso de 400 páginas, donde hemos obsevado una lenta evolución favorable hacia la poesía de la experiencia, con la inclusión de algunos caligramas, y versos que son como charcos que transmiten el reflejo de los edificios y los sentimientos mañagueños.
     Un libro acertado, con abundantes metáforas novedosas e imágenes atrevidas como "Y morden su corazón", pero como estas se prodigan en originalidad como un encaje de bolillo de versos. La poesía va por el camino acerdado hacia la meta de Kazmadán.

Ramón Palmeral

"La gruta y la luz", de Francisco Ruiz Noguera

    Francisco Ruiz Noguera (Frigiliana 1951, Málaga),  es autor de "La gruta y la luz", que ha ganado el XVI Premios de Poesía Generación del 27, se ha publicado en la prestigiosa editorial Visor de Poesía, Madrid 2013. Me parece un poemario muy interesante con ciertos aires gongorinos poco hermético. Dividido en IV capítulos, el II titulado "La mirada del paseante", ha utilizado la prosa poética, o lo que llamo "propoesía", con referentes al tema urbano con algunos recuerdos a los pintores de expresionismo norteamerica como Rothko y Pollock. También nos habla del existencialismo y del vacoó interior.
    Como es de costumbre en la poesía conceptual abusa de los guiones, que detiene la lectura, no obstante, la poesía de Ruiz Noguerz es clara, de lenguaje cotidiano, con imágenes comprensibles. Se que ha sido un acierto la lección de este poemario para premiarlo. Han compuesto el jurado Antonio Garrido Moraga, Luis García Montero, Jesús García Sánchez, María José Nernet, presido por el prestigioso periodista y poeta Manuel Alcantara.

Ramón Palmeral

Gonzalo Salesky en primera persona. Poesía

Poesía

Gonzalo Salesky en primera persona

8-10-2014 / Cultura, Literatura
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Te presentamos a un matemático decidido a narrar historias y escribir poesía. Ganó su primer premio en el V Concurso Internacional de Poesía “Caños Dorados”, en España.


Gonzalo Salesky en primera persona


Por | dnicodemus@redaccion351.com


 
    El artista en cuestión tiene 35 años, nació y vive en Córdoba. Gonzalo Salesky estudió profesorado de matemática (aunque todavía no se recibió) y trabaja en dos colegios de la ciudad. Escribe poesía, narrativa corta y hace poco empezó con pequeñas obras de teatro.
    Tiene el hábito de la lectura que imitó de sus padres. “Aurelio, mi papá, también escribía. Publicó ocho libros, ganó concursos literarios y fue una gran influencia para mí. Y quien ahora me ayuda y motiva muchísimo es mi hijo Tomás, de 12 años. Es el único que lee mis borradores, me sugiere correcciones y es un crítico implacable”, comenta Gonzalo.
     ¿De qué se tratan sus cuentos? Son relatos pertenecen al género fantástico, a la ciencia ficción o al terror. ¿Cuándo los empezó a compartir? Recién en el año 2008 mostró lo que al principio escribía sólo para él. Recibió dieciséis premios, ocho de ellos en España. A través de los concursos, pudo publicar obras en más de cuarenta antologías de distintos países. Sus creaciones son tres libros, titulados “2011” (de poemas y cuentos), “Presagio de luz” (poemas) y “Ataraxia” (poemas y cuentos). Los tres tuvieron pequeñas tiradas, pero se los puede encontrar en Internet para su descarga gratuita.
   Aquí compartimos su poema “Calla”, ganador del V Concurso Internacional de Poesía Caños Dorados
Calla cuando llora,
cuando escribe,
cuando se derrama o se vende la poesía.
Calla porque el vértigo es inútil
y las palabras sobran.
Porque su vida, sin callar,
casi no es vida.
Porque el látigo del alba lo desvela.
Calla cuando otros cantan,
cuando gritan,
cuando dan rienda suelta a la pasión.
Porque el dolor aún no termina,
se mantiene delante de sus párpados.
Se calla aunque no sangre
porque las heridas más profundas
maduran en silencio.
Calla cuando escapa,
cuando pierde,
cuando quiere querer,
cuando enamora.
Cuando lo olvidan como a un ave de paso,
cuando imagina lo feliz que pudo ser.
Cuando la brisa amontona los recuerdos,
se encuentra con sus miedos
y el silencio lo envuelve cada noche.
Calla
porque el mundo ha sido así y lo será siempre,
porque las náuseas lo mantienen despierto,
porque es mejor callar que estar dormido.
Es mejor imaginar la primavera,
palpar las huellas que deja la nostalgia,
oír al cielo y sus plegarias por la lluvia.
Calla
porque es inútil vivir, seguir viviendo
o soñar que sirven de algo las palabras.
Calla porque el dolor es sabio,
el llanto y el sudor van de la mano,
la memoria ha sido buena compañía.
Calla cuando delira,
cuando implora,
cuando anhela dejar de ser silencio.
Porque el reloj y el almanaque son tiranos,
porque la luna también calla como él
y las estrellas son tantas y tan pocas…
porque el sol ya se ha olvidado del otoño.
Porque la verdad no es una sola,
porque en la tinta, tan llena de mentiras,
los profetas del odio se consumen.
Porque el amor es excusa
y el fuego y la pasión siempre se apagan.
Porque la pena es alimento del espíritu,
la sangre tira,
no olvida y se subleva,
el destino se hace cómplice del viento,
la soledad va estrechando los caminos.
Calla al recordar otras vidas,
al contemplar las huellas que se alejan
cuando galopa en su pecho
el arco iris blanco y negro del olvido.
Calla
cuando lo obligan a ser
y cuando todo lo que existe alrededor
se desvanece,
fugaz,
se hace invisible.
Porque la historia está llena de secretos,
de dioses y de hombres que han callado,
que han visto más allá de las tormentas.
Que han probado alguna vez la libertad,
que tienen poco y nada pero sueñan,
que arrojan piedras a un estanque vacío.
Que enfrentan al futuro
aunque jamás lo entiendan,
saben que el tiempo es mucho más que la nostalgia,
que el alma sólo existe si se entrega.
Calla por tantos que se han ido,
que ahora son polvo y huesos o agonía.
Porque el momento de esperar ya ha terminado,
porque comprende que pronto ha de partir
callado como el viento,
acariciando el mar,
cumpliendo las promesas del pasado.

El poemario "Ahora solo bebo té" de Andrés Catalán, es un bodrio.

   
   "Ahora solo bebo té" poemario de Andrés Catalán (Salamanca, 1983), que ha ganado el XIV Premio de Poesía Emilio Prados. Diputación Provincial de Málaga, Centro Cultural de la Generación del 27, es a mi entender es un bodrio infumable. A pesar de que es un Premio Internacional de Poesía Emilio Prados para menores de 35 años, no le encuentro nada de poesía conceptual, no de poesía pura, ni impura ni "última frontera" con lo que se llama hoy poesía total.
     No sé que han podido ver el jurado en este ladrillo color crema de imprenta. Y que conste que no  conozco a  Andrés Catalán, ni al jurado compuesto por Pablo García Baena, Carlos Navarro Marzal, José A. Mesa Toré, Álvaro García López y Manuel Borrás Arana.
     Suele pasar en esto de los concursos de poesía como en los de pintura, que el jurado para no pasar por "catetos del Almogía", seleccionan las obras más infumables posibles, para el que humo perfumado del papel enturbia la vista del lector.
     Me gustaría saber si este jurado a leído al abate Henri  Bremond que escribió en 1926: "Ante todo y sobre todo hay lo inefable, estrechamente unido por lo demás a esto y aquello. Todo poema debe su carácter propiamente poético a la presencia, a la irradiación, a la acción transformante y unificante de una realidad misteriosa que denominamos poesía pura". A lo que Gilber Azam de la Universidad de Toulouse en su comentario sobre poesía pura escribió "Ser y estar en la poesía pura", escribe:  "Claro está que estas frases parecen ser un escape, y que constituyen al menos una renuncia a la definición. Lo poético, según Brémond, se revelaría en este rarificado aire espiritual y en este vacío de la significación. La poesía en efecto puede ser inmediatamente captada y, para hablar con rigor, le es innecesario el sentido inteligible".

     Andrés Catalán con una simple omisión del acento en "solo" del título, pretende hacer una licencia o revolución estética de la poética, pues nos deja en dudas si ahora bebe solamente té o toma té solo, sin azúcar, hierbabuena o en compañía de otra persona. Lo que sí suele repetir con frecuencia en la palabra nominal "taza roja", al menos lo toma en taza y no directamente de la tetera.
     He apreciado con cruel asiduidad faltas ortográficas en los textos publicados en libros, y me refiero a la locución adverbial "tan sólo", que lo escriben si acento en la "ó", lo cual transforma su sentido, ya que si se escribe "tan solo", significa que está solo, sin compañía o  que tiene solo esas monedas". A mí sí me importa este acento, cuando no lo veo en su lugar me chirría a la vista como un fluido inaprehensible.
    Pero en fin, hablando de poesía que no es literatura sino sentimientos y conceptos expuestos para que la mente componga una conclusión y sus imagen. "Ahora solo bebo té, no es un libro afortunado, según mi parecer, puesto que ni entiendo ni percibo sensaciones tras la detenida lectura.

 Ramón Palmeral

"La poesía pura", libro de tería poética de Henri Bremond 1926

Poesía pura

   La poesía es un género literario que busca expresar las relaciones entre las emociones y el lenguaje por medio de textos que se conocen como poemas. La poesía pura es un término utilizado  en historia y crítica literaria para designar una estética literaria dentro de la poética que, desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, como reacción al romanticismo  decadente, convirtió en tópicos las esencias genuinas de aquel movimiento de comienzos del siglo XIX. Fue cultivada, entre otros autores, por Paul Valéry, Juan Ramón Jiménez y Jorge Guillén.
   El término empezó a usarse hacia 1880 en Francia y preconizaba, en su teoría, una preponderancia musical en el lenguaje poético; pero el origen del concepto de arte puro y su extensión a las letras es anterior, y se encuentra en Charles Baudelaire y en el inspirador de éste, Edgar Allan Poe ("The poetic principle", 1850).
   Las teorías sobre la poesía pura se desarrollaron, en Inglaterra, por Andrew Cecil Bradley ("Poetry for Poetry's Sake", 1901), para quien la poesía pura consiste en la perfecta fusión de fondo y forma; y, en Francia, por el abate Henri Bremond ("La Poésie pure", 1926), quien sigue a Bradley pero equipara la poesía a un estado místico. Para Bremond, el poema "concreto" se compone de elementos que pueden ser también expresados en prosa, y en consecuencia la poesía pura, en su abstracción, es inefable, como sucede en la lírica. [La poesía pura expresa conceptos que no se pueden explicar en prosa].
    Jorge Guillén señaló que la teoría de Bremond confunde el estado poético -místico- con el poema. Para Guillén "poesía pura es todo lo que permanece en un poema después de haber eliminado todo aquello que no es poesía".1 Otro poeta español del periodo de entreguerras, León Felipe, enunció un particular método de encontrar la poesía dentro de un poema, utilizando como recurso la paráfrasis de un famoso poema de Gustavo Adolfo Bécquer ("Poesía eres tú"):
Deshaced este verso,
quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma...
Aventad las palabras...
y si después queda algo todavía
eso
será la poesía.
("Prologuillos" a Versos y oraciones de caminante, 1920-1930):

Lo importante es el concepto resultante, más que el texto narrativo.

De esta técncia se deriva del prólogo (tres fases o lunas) que escribió Ramón Sijé, para el poemario Perito en lunas, 1933 de Miguel Hernández, que hasta ahora no parecía indescriptible.

 Otro artículo sobre la poesía pura de Gilbert Azam en Centro Virtual Cervantes.

martes, 25 de noviembre de 2014

"Poesía práctica", por María Ángeles Fernández Jordán


(Gallo 2011, pintado en la pantalla táctil del móvil, por María Ángeles Fernández Jordán)

 

 

POESÍA PRÁCTICA


Un poeta no es un muerto
Que carga con el pasado,
Es alma de enamorado
Y coraza de guerrero,
Que como gallo que canta,
Augura al sol que presagia
Que amanece nuevo día.
El poeta es la poesía.
El pensador que se abraza
A la bella fantasía,
El médico que en cordura
La locura limpia y cura,
El poeta es Don Quijote
Que por los campos guerrea,
La luz cuando se está a ciegas,
La Luna en a noche oscura,
El Sol en el de duda
Y el amor en la desgracia.
El poeta es el cantor
Al que los cantores cantan,
El amante de la vida,
El norte de toda causa,
Y el actor en esta obra
De vida que se desgaja,
¿Quién amará al vate muerto,
Y despreciará al nacido,
Que no tenga el seso tuerto,
Y hasta el sexo revenido?


Madrid, 22 de agosto de 2012

Autor: María Ángeles Fernández Jordán

Poma publicado en el Nº 10 NUEVA ÉPOCA (2013) de la Revista Literaria
del Grupo Encuentros (Tres Cantos, Madrid)