POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Lukács. Teoría de la novela. Podríamos definir “totalidad” como la unidad de lo múltiple

 


Lukács. Teoría de la novela

Categoría (El mundo del libro, El oficio de escribir, General) por Manu de Ordoñana el 26-11-2022

Tags : , , , , ,

Georg Lukács (1885-1971) escribió Teoría de la novela en el invierno de 1914-1915, cuando Europa estaba inmersa en una funesta guerra y su alma comenzaba a sentir el vértigo de la revolución. Es una obra ambigua, con fuerte olor a clasicismo esencial y nostalgia helénica, concebida bajo la influencia de sus recientes estudios en Berlín y Heidelberg y a la sombra de sus maestros Windelband, Rickert, Dilthey, Husserl y Simmel, que le inculcaron el concepto de “totalidad”, fundamento último de todo su pensamiento.

Podríamos definir “totalidad” como la unidad de lo múltiple o la multiplicidad de lo uno. Es decir, “totalidad» viene a expresar esa armonía de los opuestos de que habló por primera vez Heráclito. Los momentos particulares no pueden ser absorbidos por la totalidad; ésta, por el contrario, se afirma y se realiza justamente en todos y cada uno de los momentos particulares. Este equilibrio, armonía y relación de lo uno a lo múltiple y viceversa, es esencial para entender la categoría heraclitiana de totalidad.

Y esa totalidad la descubre Lukács en el mundo cerrado y perfecto, en “la polis” tal como la describe Homero. Allí el hombre se sentía cómodo porque era un mundo pequeño, hecho a su medida, sin grandes amenazas que turbaran su intimidad. En este mundo cerrado nace la epopeya: El mundo épico, dice Lukács, responde a la pregunta: ¿Cómo la vida puede volverse esencial? Y responde: mediante la adaptación del espíritu al mundo y viceversa, cuando existe una plena conformidad de los actos a las exigencias interiores del alma.

Los hombres no palpan todavía el desgarre interior, la soledad ante el mundo. Son hombres de una sola pieza sin dobleces o duplicidades subjetivas; sus acciones responden perfectamente a los imperativos del espíritu. Los héroes de la epopeya homérica son la hechura consumada de su propio destino, la perfecta actualización de su esencia. Nacen, aman, odian, matan y mueren sin remordimientos en los repliegues de su alma. No la angustia del no poder realizarse; ellos se realizan completamente y su vida es exactamente lo que debía ser...

SEGUIR LEYENDO en Ser escritor 

............................

 

Entre su abundante producción ensayística Lucáks sobre temas estéticos cabe citar Materiales sobre el realismo (1948), K. Marx y F. Engels como historiadores de la literatura (1948), Contribuciones a la historia de la estética (1954), Goethe y su época (1947), Thomas Mann (1949), Balzac y el realismo francés (1953) y sus grandes obras teóricas: la antología de ensayos Prolegómenos a una estética marxista (1957) y los dos volúmenes monográficos sobre estética: Estética I: Cuestiones preliminares y de principio; Estética II: Problemas de la mímesis (1964). En conjunto, el autor estableció las bases de una estética marxista basada en la teoría del realismo, entendiendo por realismo en el arte no el reflejo naturalista de la vida cotidiana (con lo cual se distancia del realismo socialista de Andrei Zhdanov), ni un planteamiento global encaminado a descubrir las leyes, como es el caso de la ciencia, sino que trataría de desarrollar una intuición sensible de lo "particular" que permitiera conocer el "elemento típico" y característico de su contexto histórico y social.

Este realismo, ejemplificado sobre todo en la novelística del siglo XIX, de Balzac, de Tolstoi y posteriormente de Thomas Mann, se diferencia del realismo corriente y recupera la categoría de totalidad mediante lo particular y lo típico. Por lo tanto, el artista es el que sabe restituir la totalidad significativa de un momento histórico a través de unas vicisitudes concretas, y la novela es la forma de arte que se adapta mejor a esta finalidad. Ello se da incluso a pesar de la postura política consciente del autor, como en el caso de Balzac y de Tolstoi. Este planteamiento, no exento de contradicciones internas, provocó una serie de críticas al autor, sobre todo por su incapacidad de valorar las grandes obras de arte "subjetivas" del siglo XX, como las de Kafka, Proust y Joyce, que se encuentran fuera del ámbito del realismo.