POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
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La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

sábado, 30 de agosto de 2014

Infancia y juventud del poeta Miguel Hernández. Nació en Orihuela en 1910



1.- Miguel Hernández (Infancia y Juventud)

Miguel Hernández Gilabert nació a las seis de la mañana del domingo 30 de octubre de 1910 en la calle San Juan, números 72, 80 u 82, de Orihuela, según varios biógrafos, frente al convento de San Juan de la Penitencia de las Clarisas y donde naciera también el poeta-panadero Carlos Fenoll Felices. En una fotografía de Manuel Muñoz Hidalgo aparece su casa con el número 80. María de Gracia Ifach dice que era el número 82 con los años los números de la casa natal han ido cambiando. En la partida de nacimiento no se nombra el número de la casa, conocemos la casa pero no el número que tenía en 1910, lo cual tampoco tiene gran importancia, pues la casa está localizado y rehabilitada.  Fue inscrito en el Registro Civil en la Sección 1ª, Tomo 60, folio 188.  Esta calle pasó a tomar el nombre del falangista Antonio Piniés (de segundo apellido Roca de Togores, barón de la Linde); actualmente, en 2012 y por decisión de la corporación municipal ha pasado a recuperar su antiguo nombre, el de San Juan de la Penitencia.
 El 3 de abril 2008, en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana se publicó la licitación de la rehabilitación de la casa natal, lo cual fue un gran logro de la Fundación Cultural Miguel Hernández. Actualmente la casa se encuentra rehabilitada, pero cerrada y sin ninguna función, pendiente de alguna partida presupuestaria que la convierta en museo. En la acera de enfrente hay otra casa natal abandonada que se debería recuperar para la cultura oriolana, se trata de la casa natal del poeta-panadero Carlos Fenoll Felices, nacido el 8 de agosto de 2012.

Era  Miguel hijo de Miguel Hernández Sánchez de apodo «Visenterre», guarda jurado y tratante de ganado, nacido en Redován el 24 de octubre de 1878 en la antigua Travesía Mayor (Actual Calle Colón), falleció 26 de diciembre de 1952 (según investigaciones de Julio Calvet), a quien los negocios no le iban del todo mal, casado en segundas nupcias con  Concepción Gilabert Giner (Concheta) nacida en Orihuela en 1879, que falleció el 16 de diciembre de 1942. Se ocupaba de las tareas de la casa y del cuidado de sus hijos. Tres días después de nacer fue bautizado en la Parroquia de El Salvador con los nombres de Miguel-Domingo, por haber nacido un domingo, aunque otros dicen que el coadjutor se llamaba don Domingo Aparicio, y les ponía su nombre como segundo nombre a todos los  niños que bautizaba. 
 Fueron siete hermanos: Vicente (1906-1979), Elvira (1908-1994), Miguel, Concha, Josefina, Monse y Encarnación (1917-1993). Concha, Josefina y Monse fallecieron en la infancia.
 El apodo de la familia, como es de costumbre nombrar a las familias en los pueblos era el de los Visenterre, (los abuelos paternos se llamaban Vicente y Vicenta, y un tío, hermano del padre también  Vicente). Una familia no pobre, sino humilde y trabajadora, propietario de un rebaño de cabras, leche y cabritos de carne, además era quien comerciaba casi todo el ganado caprino de la Vega Baja que enviaba a su hermano Francisco, el Corro, en tren a Barcelona, que era donde vivía éste.  Al fallecer el Corro cambió la vida de Miguel cambió, pues fue sacado del colegio de Santo Domingo el 25 de marzo  de 1925.
 El abuelo materno, Antonio Gilabert Berná era tratante de caballos, posiblemente surtía de caballos a las plazas de toros para la suerte de varas, esta actividad de tratante de caballerías era propia de gitanos, a esta familia la conocían por los Mansebos, de etnia gitana, es decir que nuestro poeta tenía más sangre gitana que el autor del Romancero gitano, que por el contrario, no tenía ninguna.
 El padre Miguel, según José Luis Ferris Miguel Hernández. Proceso y muerte de un poeta, (2008, p. 28), tenía cierto capital y  era un hombre «duro y autoritario, tozudo y conservador, intransigente y de carácter fuerte, marcó siempre las distancias entre él y sus vástagos sin que le temblara el pulso». Mi parecer es que era un padre propio de su época, a los que los hijos les llaman de usted, de origen labrador hecho así mismo por el trabajo, nacido en el último tercio del siglo XIX, tiempos confusos en la política y en la economía con mentalidad práctica de subsistencia.
                           
 Orihuela era una población de economía agrícola, industria del cáñamo y cría del gusano de seda, comercio local y sede de numerosas órdenes religiosas con 33 iglesias, bautizada literariamente como Oleza por Gabriel Miró. Pero antes se llamó Orcelis, Tudmir, Aurariola... Tierra de oro, que este es su verdadera etimología, aunque no consta que hubiera minas de oro, quizás más por el Pájaro Oriol (pájaro de oro con espada) que es símbolo de la ciudad. También es La Diablesa un paso de Semana Santa que no puede entrar en la catedral.  
 Ciudad protegida por los fríos del Norte por la Sierra de La Muela (464,1 m, de altitud),  donde se alza una gigantesca cruz de hierro que desapareció durante la guerra civil y vuelta en levantar en 1942. Sobre un cerro de menor cota, que es el cerro de San Miguel  los almorávides coronaron un castillo fortaleza, actualmente en ruinas, y en cuya falta se eleva el Seminario de San Miguel del siglo XVIII, por eso se dice popularmente que Orihuela es el demonio porque está a los pies de San Miguel. De la conquista de este castillo por los cristianos nació la leyenda, más que historia, de la heroína Hermenegilda-Eugenia, la Armengola, fiesta que se celebra cada 17 de julio.
La situación política en España de 1910, era la siguiente: Reinado de Alfonso XIII. Presidente del Gobierno don José Canalejas y Méndez desde el 9 de Febrero, hasta el gobierno provisional de don Manuel García Prieto el 12 de noviembre de 1912. El conflicto más importante era la guerra de Marruecos, en el verano de 1909, la movilización de reservistas provocó la Semana Trágica de Barcelona. En 1913 había sesenta y cinco mil soldados destinados en Marruecos, con considerables bajas del Ejército español. La política local hasta aproximadamente el año 1911  se dio una situación de dominio indiscutido de uno de los partidos turnantes: El Partido Liberal.

 Volviendo a la infancia de Miguel Hernández, a los cuatro años se trasladó la familia a la calle Arriba, 73 (hoy calle Miguel Hernández), en un altozano colindando con el monte y la parte de arriba de la ciudad, a espaldas de la capilla y colegio de Santo Domingo.  Hoy convertida en Casa-Museo  desde 1981, adquirida por el Ayuntamiento de Orihuela, podemos comprobar que tiene tres dormitorios, cocina, patio interior pozo de agua, corral y huerta con higuera y limoneros.    De párvulo estuvo en Nuestra Señora de Monserrate. A los ocho años empieza a asistir a la escuela del Ave María, como alumno pobre,  bajo la tutela del seglar granadino don Ignacio Gutiérrez Tienda, que dependía también de los jesuitas. Iba al colegio y también ayudaba en cuidar el ganado junto a su hermano mayor Vicente, aprende a ordeñar y las particularidades de este; hoy día, los cabreros se llaman: empresarios caprinos.
 El joven Miguel destacó en los estudios por su despierta inteligencia, llamó la atención de los jesuitas, y  como era  su costumbre seleccionar a los niños que creían idóneos para pertenecer  a la Compañía de Jesús por su inteligencia,  con trece años le admitieron en el Colegio de Santo Domingo junto a los hijos de las clases acomodadas con una beca para que siguiera la carrera eclesiástica, donde estudió: Gramática, Aritmética, Geografía y Religión, aunque destacó en Gramática y Religión. A los dos años de haber ingresado en el Colegio, y próximo a cumplir los quince años de edad,  su padre lo necesitaba como jornalero al cuidado del rebaño familiar, y se puso a trabajar como pastor y repartidor de  la leche de casa en casa.
 Otras versiones aseguran que los jesuitas propusieron al padre ingresar a Miguel en dicha Orden de Jesús, y éste no quiso desprenderse de un hijo/jornalero que necesitaba para seguir en sus negocios ganaderos, puesto que  solamente tenía dos varones para las cabras,  ya que este no era oficio para  las mujeres.
 Don Miguel saca a su hijo del Colegio de Santo Domingo en marzo de 1925, lo supuso para el joven una gran humillación, sobre todo cuando desde el monte veía a sus antiguos compañeros del Colegio de Santo Domingo. En esta época coincide con la muerte del tío Francisco, apodado Corro, en Barcelona con el que negociaba el envío de ganado por tren a Barcelona. Se ha desmentido por Ramón Pérez Álvarez que trabajara Miguel en la tienda de textiles El Globo, situado en los Hostales, hasta que un incendio destruyó el local, puesto que este incendio ocurrió el 9 de marzo de 1925, cuando asistía al colegio.

     Miguel persiste en su auto-educación, visita la biblioteca del Círculo de Bellas Artes y Círculo Radical, lee cuanto cae en sus manos y se deja asesorar por lecturas en la biblioteca privada del canónigo don Luis Almarcha, sobre todo clásicos, que vivía en la misma calle  de Arriba, así como lecturas bajo los auspicios de Ramón Sijé. Además jugaba de delantero centro en el equipo de futbol de la calle de Arriba «La Repartiora», cuyo himno  de acento jocoso y burlesco lo creo Miguel. El equipo rival era el C.D. Los Yankees creado en 1933, formado por: Esteban Sanmartín; Vicente Villagrasa, Chino; Verdú, Bigote, Cremades; Corro, Gramalier, Manuel Soler Muñoz «Lolo», Colomina (padre del escritor oriolano Antonio Colomina Riquelme) y Segura. Curiosamente, el guardameta era el famoso  «Lolo»  que fuera después portero del Orihuela C.F., a quien Miguel le dedicó una elegía sin hacer muerto, simplemente porque sufrió una brecha en la ceja y se los llevaron en camilla del campo de fútbol, éste hecho debió inspirar al poeta y por ello le dedicó  «Elegía al guardameta» de estilo encomiástico y dedicado A Lolo, sampedro joven en la/ portería del cielo de Orihuela. Lo compara con San Pedro que es el guardián de las Puertas del Cielo.

     Tu grillo, por tus labios promotores,
     de plata compostura,
     árbitro, domador de jugadores,
     director de bravura,
     ¿no silbará la muerte por ventura?

      Esta elegía ha sido ampliamente estudiada por José María Balcells en su ponencia «Variaciones  elegiacas hernandianas» publicada en las Actas del III Congreso Internacional Orihuela & Elche & Alicante, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert, Tomo II, 2012, pp, 253-262, donde comenta: «Miguel Hernández, buen conocedor de las exigencias del paradigma elegíaco, convierte, por arte de birlibirloque literario, al herido en un muerto. Y aun recalca en varias oportunidades que ese suceso tuvo consecuencias fatales irreversibles…». Advierte en la nota 7 de su ponencia que el poema hernandiano debió inspirar al escritor Salvador García Jiménez para su novela Coro de alucinados (1975), cuando da por muerto al portero Comba en lance de su torpeza con el larguero.

      También se le reconoce afición a las corridas de toros.

Miguel se rebela contra la humillante decisión de su padre por ex-colarizarlo, y con resuelta decisión, orgullo y tenacidad, y bajo una lluvia de tortazos y mal trato a los veintiún años deja el hogar paterno y se macha a Madrid; tras ser dado en el Servicio Militar como excedente de cupo, lo cual le desilusionó, puesto que él quería servir para salir del entorno paterno. De 2 de noviembre de 1932, es la data de la carta que escribió a Jesús Poveda, que hacía el Servicio Militar en submarinos de Cartagena, para que le informara de cómo redactar la instancia para ser marino.

......................NOTA para desocupado lector..............
Para leer la obra y vida de este univeral poeta, periodista y dramaturgo Ir al pdf "Miguel Hernández, poeta del pueblo en 40 artículos" de Ramón Fernández Palmeral.