POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

domingo, 29 de enero de 2012

Carta lírica al panadero-poeta (1912-2012)

En los trigos de hierro sueño cuando pienso resulto en penas, la vida del poeta que nace este años con 100 años a la espalda, resurgido de un vaporoso sueño, el sueño prestado de la historia de la literatura y del polvo del olvido, juntos para siempre con el amigo cabrero, el más íntimo del genio y perito en lunas y lunastes, que se fue con tu sonata pastoril.

Tu memoria, Carlos viene a mi memoria desdentada, a mis viejas de lecturas y el recuerdo encadenado de “Tu rosa fue abismo más fatal”.
Y es la tahona al refugio cálido de la leña menguando en el horno os reuníais, no en tertulia, sino en coro de lecturas, algunos amigos de la generación oriolana del 30 y del 36 con "Silbo".

Al ardiente calor del alcabor recitas con el cabrero, le trovas y cantas mientra con tu pala de marinero en tierra bogas por los mares de la fantasía y de los deseos de libertad y de salir volando por la ventana envuelto en hojas del ABC y montado en “Silbo”. Mientras el misterio de la levadura de los panes y los versos fermentan al son secreto más antiguo de mundo: le pan nuestro de cada día.

Y es en la ferocidad del león del 36 cuando decides, casado y ya con tu Antoñito de meses, marchar a la guerra de España de parte de la republica constitucional en Madrid y en Toledo, haciendo la guerra con fusiles y remos de pan.

Y es en el 47 cuando, cansado de tu Orihuela natal, cuando decides marchar a la Ciudad no Condal sino territorio de emigrantes, por los mares de Colón, que siempre tiene el mismo y embalsamando y broncíneo dedo apuntado a America.
Y es allí, Fenoll, sin quererlo vuelves al misterio de los trigo y las horas de vigilia nocturna, otra vez perseguido por el honro y el pan.
Tu “Canto encadenado” queda encerrado en la historia de las cadenas del papel imprenta, y eres hombre de nuevo en el recuerdo, que sin olvidar el pasado vienes a esta páginas de Internet.
Y ahora queda que tu centenario sea centelleante, explosivo y voluntarioso por los oriolanos, no tirado por un carrito de pan por un asno, sino por el león alado de san Marcos o mejor sería por el pájaro Oriol.

Ramón Fernández Palmeral, 29 de enero 2012. Año del centenario de su nacimiento.