POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Ha fallecido Manuel Parra Pozuelo, un amigo, paisano manchego de Socuéllamos, poeta y hernandiano

 El sábado 9 de septiembre de 2023, a los 81 años, falleció el sindicalista poeta y amigo manchego Manuel Parra Pozuelo. Recuerdo que cuando en el IV Centenario de Quijote le pedí un prólogo para mi libro "Encuentros en el IV Centenario de Quijote" y que le escribir casi a vuelta de correos, era el primero de mis libros, llevado por el entusiasmo de escribir sobre sobre el Quijote en un año afortunado de celebrar el IV Centenario y era una oportunidad que no pude dejar pasar. Primero hice una edición artesanal, que se agotó, y tuve que hace otra para Amazon, que es el libro que actualmente está disponible.

Era un hombre modesto a pesar de mus muchos méritos, de pocas palabras, su mundo era poético interior ganador de múltiples premios. Estuve con él en Orihuela en la presentación de uno de sus libros con Lucía Izquierdo. Hemos coincidido en casi todas la presentaciones de la revista AUCA desde su fundación. Coincidimos en 2010 en Elche, en el cierre del Congreso Internacional Miguel Hernández, la foto que adjunto es la que estamos con Gabriele Morelli:


                           (Gabrieli Morelli, Manuel Parra, Ramón Palmera, Elche 30-10-2010)


 Era licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Murcia, llegando a ser Catedrático de la Universidad de Alicante. Era un apasionado de la poesía y obtuvo numerosos galardones desde muy joven. La figura de Miguel Hernández despertó su interés, acercándose a la obra del poeta desde un enfoque diferente a los que ya existían.

 

...............................

Agradecimientos en la 1º Edición

 

   Quiero agradecer al profesor Manuel Parra Pozuelo su preciso y detallado prólogo.  A  la Comisión del IV Centenario de Aranjuez por publicarme algunos artículos en su página web, y muy especialmente a la revista Baquiana de Miami (E.E.UU) por seleccionar mi ensayo Cervantes y la filosofía española.  A todos los cervantistas que me precedieron y que se dejaron los ojos en los archivos, sin los cuales estos trabajos no hubieran sido posibles. A mi mujer y mis hijos que me ayudaron con sus críticas y opiniones.  A Orihuela Digital por creer en mis artículos.  A mis amigos del Grupo Poético-Literario del Instituto Miguel Hernández de San Blas en Alicante por su apoyo moral. A Sergio Illesca. A mi padre que fue quien me inculcó el amor por la obra cervantina.

   Con este breve trabajo/ensayo ilustrado he querido unirme, dentro de mis posibilidades al IV Centenario (2005), aportando mi granito de ilusiones y mi precario arte, participar en  esta efeméride literaria que como un cometa fugaz pasará por el firmamento de las letras y nos iluminará por un instante con su polvo de  estrellas. Pero el libro eterno: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, del inmortal Miguel Cervantes Saavedra, regresará en el V Centenario, con la esperanza de que alguien o algunos nos recuerden desde el futuro inmediato.

                              

                                                       Alicante 2005

 

PRÓLOGO (Manuel Parra Pozuelo)

 

 

 

         EN EL PÓRTICO DEL CUARTO CENTENARIO

 

  Dentro de unos meses, en los días finales de 2004  y los primeros de 2005, habrán transcurrido cuatrocientos años, cuatro siglos, desde que los lectores de Valladolid y Madrid tuvieron a su disposición los primeros ejemplares de la primera tirada de Don Quijote de la Mancha,  que acababa de salir de  las planchas de la imprenta de Juan de la Cuesta con  el texto de  la inmortal novela, el periodo de tiempo es muy largo  si lo comparamos con nuestra individual existencia y muy corto si el término de la comparación  fuese la historia de nuestra especie, en cualquier caso, millones de ediciones, infinitos artículos críticos e ilustraciones suficientes para llenar una gran cantidad de museos, todo un mundo de imágenes y palabras han surgido en esos cuatrocientos años alrededor de aquellas páginas excelsas.

 ¿Cuál es su secreto? ¿Por qué aquel privilegio para imprimir y vender El Quijote que Cervantes otorgó a Francisco de Robles ha tenido vida tan prolífica y proliferación tan exponencial? A resolver las anteriores incógnitas se han dedicado cascadas de palabras y elaboradísimos discursos, y, sin duda, todos ellos serán, en alguna medida, válidos y plausibles caminos que nos permitirán aproximarnos a la inmortal novela y hacer que su lectura sea más satisfactoria, pero quiero decir, porque hoy estoy seguro de la veracidad de mis palabras, que la única interpretación aceptable de esta maravillosa fábula es aquella que entendiéndola como resultado de la dolorosa experiencia del vivir la valore y juzgue desde el recuerdo de lo vivido, del propio transcurrir humano, siempre más lleno de dolor que de gozo.

  A mi entender, es la huella de lo verdaderamente vivido y sentido lo que hace verosímil   el relato que mágicamente llena de auténtica vida los arquetipos literarios, por eso en la mente de Cervantes los pícaros y los caballeros, las mozas del partido, las pastoras y las duquesas han dejado de ser arquetipos huecos y vacíos y son seres tan próximos y humanos que los lectores y lectoras se ven en ellos reflejados, y sus avatares son tan sencillos o sublimes como los suyos.

 Avispados y conspicuos escritores ya se están apresurando a presentar  sus  perspectivas como las únicas desde las que puede contemplarse o interpretarse el relato,  una lamentable constatación de la veracidad de nuestro aserto nos la ofrece un extenso artículo de un dilecto y afamado plumífero aparecido hace unos días en el que se señala a Don Quijote como prototipo de  liberales antiguos y modernos, y ciertamente en las páginas de El ingenioso hidalgo pueden leerse justas y merecidas alabanzas a la libertad humana, cuando Don Quijote libera a la cuerda de presos que se dirigían a las galeras, pero del mismo modo podemos encontrar ejemplos de exaltación de la mujer, en la bellísima figura de la pastora Marcela, cuyo desdén provoca la muerte de su enamorado Crisóstomo, o sinceros y apropiados discursos encaminados al restablecimiento de la justicia ante los humillantes  e injustificados castigos que Juan Haldudo, el rico de Quintanar, infligía al pastor Andrés, porque lo que es evidente es que el explícito objetivo del caballero andante no es otro que deshacer todo género de agravios y sinrazones, ofreciendo siempre su brazo a los flacos y menesterosos.

 No parece lícito, ni justo, ni aceptable considerar parcialmente el mensaje de El Quijote, por el contrario, debemos reconocer explicita y gozosamente que todo lo noble y lo humanamente  defendible lo ha sido y lo será siempre por el andante caballero y que es esa universal disposición la que lo hace asumible por todos los hombres y mujeres. Los intentos de capitalizar su mensaje, restringiéndolo a algunos valores que si son definitorios de la humanidad  nunca pueden ser esgrimidos frente a otros que también la caracterizan.

 Sólo una lectura integral, totalizadora y llena de emoción que conduzca a un contenido suspiro en el que se lamente la melancolía que se infiere de la realidad, cuando tan acertadamente se refleja en los libros puede ser el merecido homenaje a Don Quijote de la Mancha, tal como lo es la generosa y  docta publicación de Ramón Fernández Palmeral, ejemplo de devota y continuada dedicación al cervantino saber, para la que he escrito las líneas precedentes como prólogo o presentación de un texto que a sí mismo suficiente y explícitamente se valora.

 

 

                                        Alicante, Septiembre 2004

                                          Manuel Parra Pozuelo

                                      Profesor de literatura castellana

----------------------

Obituario de Juan Fernández en Opinion de Información:

Fallece el poeta Manuel Parra, experto en Miguel Hernández

El filósofo, catedrático de la UA y ex de CC OO publicó libros, críticas literarias y crónicas de contenido histórico

El filósofo Manuel Parra, experto en la obra de Miguel Hernández

El filósofo Manuel Parra, experto en la obra de Miguel Hernández Pilar Cortés

El poeta, filósofo y catedrático de la Universidad de Alicante, Manuel Parra Pozuelo, conocido por ser uno de los expertos en la vida y obra del oriolano Miguel Hernández, ha fallecido a la edad de 81 años. Nacido en el municipio de Socuéllamos, en Ciudad Real, Manuel Parra se formó en la Universidad de Murcia, cursando la licenciatura en Filosofía y Letras, un título que le llevó a ejercer la docencia en Alicante, en el centro I.E.S. Jorge Juan.

Más allá de su faceta docente, el filósofo será recordado por la gran aportación cultural que ha brindado al mundo de las letras y por los reconocimientos que ha ido consiguiendo a lo largo de su extensa trayectoria. Los galardones le llegaron de forma muy temprana cuando en 1963, con tan solo 21 años, obtuvo el premio más importante de los Juegos Florales de Ciudad Real. Fue el primer reconocimiento que consiguió su producción poética, que luego sería distinguida con otros galardones como el Premio Manuel Molina que concede el Ateneo Científico y Literario de Alicante.

También posee otros reconocimientos del mundo del verso como el Premio Amantes de Teruel, el Premio Vicente Mojica o el Premio Carmen Arias. Todos estos galardones, además, fueron conseguidos gracias a una gran retahíla de publicaciones que expandieron su nombre por el mundo de la literatura. Así, podemos destacar algunas obras de su autoría como “Suma y sigue”, “El vulnerado silbo indestructible”, “Socuéllamos de otro tiempo”, “Mi voz en otros cantos”, “Si tanto los amé, por qué no profanarlos” , “Corporales y sórdidos” o “Pentalogía del vino de Socuéllamos”.

Manuel Parra, recibiendo el I Premio en memoria de Ramiro Muñoz

Manuel Parra, recibiendo el I Premio en memoria de Ramiro Muñoz Pilar Cortés

Destacó, a su vez, una activa militancia sindical en CC OO en todo momento, alzando la voz en favor de los trabajadores y sumándose a otras causas como la reivindicación de los servicios públicos. Tanto fue así que en 2017 recibió, de manos de su sindicato y de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, el I Premio en memoria de Ramiro Muñoz, por su defensa de la enseñanza pública, en un acto en el que le acompañó el ex conseller de Educación con el PSOE, Joan Romero.

Así, su componente social y reivindicativo hizo acto de presencia en sus textos, con ensayos y crónicas de contenido histórico con gran componente social como fue el caso de “La resistencia antifranquista y las Comisiones Obreras del País Valenciano”, “Algunos de los nuestros” o “Historia de la Federación de Enseñanza de CC OO del País Valenciano”.

Más allá de Miguel

Es evidente que Manuel Parra Pozuelo tomó gran dimensión por mostrar un nuevo enfoque en la obra del poeta de Orihuela Miguel Hernández, abriendo una nueva dimensión en la historia conocida del autor y demostrando nuevos aspectos antes no vistos de sus poemas. Pese a que la vida y obra de Miguel Hernández ya había sido más que contada y analizada, en 2010 consiguió revelar la sátira que el poeta de la Vega Baja hizo sobre el dictador Francisco Franco en un poema que despedazaba su figura a través de 14 estrofas de 66 versos: "El General Pitiminí".

Pero no fue solo el aura de Miguel Hernández el que despertó el interés del filósofo. Manuel Parra también tuvo la oportunidad de acercarse a obras de otros poetas como Juan Alcaide Sánchez o Pedro Lezcano Montalvo. Con toda una vida dedicada a la cultura, fue una figura muy admirada en el mundo de las letras, siendo muy querido tanto en su Socuéllamos natal como en su Alicante adoptiva.

"En Manolo Parra se reunían tres virtudes de profundo calado: la pasión por la enseñanza, su gran conciencia social y el amor por la literatura. De todas ellas me quedo con el maestro al que he admirado por su honda llaneza y también con el activo militante de una poesía comprometida con la vida y con el hombre", comenta José Luis Ferris, escritor alicantino. "Teníamos un encuentro a final de este mes y sé que acudirá. Lo hará de la forma que su imaginación y su huella determinen, pero no faltará a la cita. Como decía Bertolt Brecht, es lo que ocurre con ciertos seres imprescindibles", finaliza Ferris demostrando su cariño y admiración a la figura de Manuel Parra.