POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Vendimia espiritual, poemario de Ramón Palmeral

                                                     Hombre en pantalón vaquero








Hoy he iniciado un poemario
que de momento llamaré: “Vendimia espiritual”
una impronta de poemas cortos,
sin metro, y tal vez sin saber
muy bien cuales son los caminos del revés
que hemos de andar bajo los mares.

Alicante, 8 de diciembre de 2017
Ramón Palmeral 

1.-Soñé contigo

Soñé contigo, o tal vez debería decir
que soñé con un sueño, con una mujer
cuyo rostro de nubes era risa,
era, no sé la voluntad despertada
en un amor sucio de tu cuerpo en un hotel
de esos de carreteras perdidas en un limbo,
en un bosque frío, sin hojas de otoño...
Y tus labios llegaron a mi tocón
de cuerpo desnudo, y me subió todo
como si de una ola vegetal se tratara.


2.-Tus labios

En la esencia de un beso como un pecado
tal vez de ángel erótico que pecó en el ayer,
un matrimonio no me excita,
un matrimonio no tiene erotismo,
un matrimonio no sirve para pecar
y yo, aquí, necesito divorciarme de ti,
para luego vernos a escondidas
como un perito en pecados.


3.-Mi líbido

Mi líbido solo se excita a escondidas,
en el lugar menos inadecaudo
en el ascensor, en un coche incómodo
en la posesión de tu yo, y yo poseído
por ti en la correa de recuerda del castigo,
no podemos amar en la paz de los sentidos
mi piel se eriza con el peso de tus labios
si estás casada o comprometida mejor,
yo no busco el matrimonio para fornicar.


4.- El placer

No existe el placer en lo convencional
sino en el querer y no poder,
en las esquinas de tu calle... a escondidas.
Casémonos para luego divorciarnos y hacer el amor
contra lo convencionalismos.
No existe el sexo limpio.

5.- Tristeza

Esta tarde estoy solo y triste
la nubes han acentuado la socuridad de la tarde
las calles están frías como mil cuarpos
el barrio agudiza la tristeza
el silencio pone pizca de sordera
el móvil sigue sin sonar: nadie se cuerda de mí.
salir o no salir a la calle esa es la cuestión.