POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
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La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

viernes, 7 de octubre de 2016

Poema dedicado al poeta Manuel Parra Pozuelo, por Ramón Palmeral




(Dibujo, retrato a lápiz de Manuel Parra Pozuelo, por Ramón Palmeral.


Video del poema recitado por Ramón Palmeal, poeta y rapsoda.




                       A MANUEL PARRA POZUELO

Te conocí luna y cuarto de la tarde
en la Universitas sala de Altamira añorado,
tu vulnerado silbo indestructible
en mi “indiscutible silbo” equivocado,
y en la memoria destrenzada
me quedó la “tolvareda estólica…”,
del sexto silbo hernandiano, convidado
libro de poemas muy bien recitados.

Años atrás, “si tanto te amé…
y ahora vulnerado silbo…,
de cárcel torturado en dunas y sal,
cuerpo indestructible y lapidado
de añoradas conchas, que
el tiempo en oro nácar sin ronzal
convierte una piedra inculta
en filosofal riqueza oculta.

Naciste del Socuéllamo llano
que como ave libre combate
la injusticia y el entuerto quijotesco,
idolatría de lo profano,
tú Manuel, labrador de poesías,
que como Miguel cabrero escapó
del inculto catecismo y del incienso
para huir hacia el huracán inmenso.

Parra eres de la vinosa tierra
y del manchego pozuelo madrugador
con brocal de raíces negras y sierra;
y diez cerezas manos, cuando 70 barcos
te trajeron a la mar sin pudor,
al anclado puerto de Alicante,
al borde del palmeral y de las olas, encaje
de espumas, y de vientos linaje.




Los cinco silbos vulnerados,
se han convertido ya en mariposas,
seis, seis arados hernandianos que
en su “aguijón de pan”
socavaron el pensamiento futuro
en la “tierra de mi huerto”, y la azada
masculina en el rincón oscuro, cuyo
hoyo la hiel entierra mundos.

Alforja que sonetos guardas,
gloria de tu sudor de versos,
rayos azules en bolígrafos de aceros,
que como bueyes al despuntar el alba
surcos que el dolor profanan.

Serás uno más de los amigos de Orihuela
que como Fenoll, Sijé o Molina,
del poeta cabrero los recuerda.




(En agradecimiento por regalarme tu poemario:
                                  “El vulnerado silbo indestructible” ).

Ramón Fernández Palmeral

Alicante, mayo 2004