Papa León XIV: Faro de Almas y pastor del rebaño. Pescador de hombres
En el umbral de un tiempo nuevo te alzas, León XIV, con la historia en tu voz, llamado a ser pastor de hombres y almas, consuelo del errante, y del caído, farol.
De tierras lejanas tu senda ha llegado, trayendo el eco de un mundo diverso, un corazón dispuesto y entregado, a guiar el rebaño por el recto universo.
Que tu cayado sea firme y sea amparo, para el alma que busca, la que duda o se extravía, que en tu palabra encuentre el descarriado, la luz de la esperanza, la senda y la vía.
Pastor de los hombres, con la mirada atenta, a las pruebas del mundo, al gozo y al lamento, que tu magisterio sea brújula que orienta, y tu ejemplo, el más puro y fiel sarmiento.
Guía de las almas hacia el puerto seguro, donde la fe florece y el amor no se agota, León XIV, heraldo de un futuro, donde la paz arraigue y la gracia brota.
Que tu pontificado sea un canto a la unidad, un puente entre naciones, un abrazo fraterno, y en cada corazón, con humildad y verdad, reine Cristo, Pastor manso y eterno.
Ramón Palmeral, católico creyente