La Poesía es Noticia: “Entre el asfalto” de Juan Antonio Urbano
Entre el asfalto de Juan Antonio Urbano es un poemario moderno, que ha superado a la tradicional poesía denuncia o poesía social para entrar en la llamada “poesía urbana”, de la ciudad, esta ciudad a veces tan solitaria como un desierto, otras veces sucia, desagradable, hostil… Porque como dijera José Ángel Cilleruelo “El hombre es la ciudad en la que vive”. Y se nota que Juan Antonio Urbano vive en una ciudad junto al Mediterráneo, el mar de Ulises, con reminiscencias clásicas y helenísticas que es un hedonismo, reflejo de su cultura, siempre de agradecer.
Entre el asfalto es un poemario de 50 poemas dividido en cuatro partes, pero que tiene unidad temática, es rico en hondas expresiones metapoética con referencias al mundo clásico griego, sinestesias, hipérbaton. Destaco la capacidad deductiva, variedad llena de mar y de vida. Una voz comprometida en nuestros días, modas, vida, relaciones, y rico en lenguaje, expresiones bellas y marinas. El autor enfoca el tema urbano con un nuevo lirismo e intensas vivencias con visiones complicadas y novedosas que resulta más sofisticado con la humanización de la cuidad.
El poema es lenguaje, decía Octavio Paz, pero también es espiritualidad como decía José Antonio Suárez, y filosofía como decía María Zambrano, que consideraba en el libro Filosofía y poesía, que la poesía es irracional, porque es arte. Y en este poemario veo las tres cualidades: lenguaje, espiritualidad y filosofía, que en definitiva es resumen y actitud de la experiencia que Juan Antonio, con los años ha ido adquiriendo y demuestra una gran madurez, mensaje, metáforas efectivas, positivas, no surrealistas absurdas, y belleza.
Sin duda alguna las ciudades están llenas de soledad y agresividad en el asfalto. Vivimos masificados, convivimos muchas personas (ciudadanos).
En sus poemas hace alusiones clásicas a Teseo, Platón, Ulises como uno de los héroes de La Ilíada “en la que atracar el barco de Ulises”, del poema 26 “o No ser”. Ulises es un personaje mítico muy recurrente, ya lo tocó Vicente Blasco Ibáñez en Mare Nostrum, o el Ulises de Joyce.
Todas las ciudades tienen algo de la antigua Troya, de asedios, de engaños, guerras. El hombre en su riesgo existencial frente a la urbe como necesidad de vida cómoda, como ser y valor. La ciudad como tema se imbrica en la poesía moderna, ya no es bucólica, ni la manida poesía social, es una poesía del lugar donde vivimos que tienen ayuntamientos, autobuses, mercados, plazas, bibliotecas, residencias, centros de salud, aeropuertos…“con las paredes toscas de hormigón”, del poema 2 “Mirando al mar”. En Alicante estamos cercados de playas, y siempre el mar (esta palabra se repite 51 veces), nuestro marenostrum, y lo dice muy bien en los versos: "La vida, un mar encerrado en tu jaula,/ camino entre las algas”, del poema 4 “Diosa de ciudad”.
La palabra ciudad se repite 55 veces como denominador común del poemario:
“Deambuló perdida en la gran ciudad/ protegiéndose en esquinas de barro,/ escribiendo en las paredes rasgadas”/, el poema 6 “Lo sabe el asfalto”. Uno de los poemas interesantes citando a los poetas simbolistas es el número 19 “Horizonte”, donde la visión plástica y enigmática de la palmera como –terciopelo impostado–; y cita “Las Flores del mal” de Baudelaire, “Las iluminaciones” y “Una temporada en el infierno” de Arthur Rimbaud. Y no le falta “La Metamorfosis” de Kafka. El poema 24 “Con tu nombre” es una clara referencia a Miguel Hernández por “Alimentas tus cabras/ de Garcilaso, Góngora y Quevedo/ en el Parnaso de Orihuela”. Poema hermético al estilo de los de Perito en lunas. Como decía Juan Cano Ballestas siempre hay que buscar la originalidad descriptiva, con la técnica de las greguerías y las sinestesias como “pájaros como violines”, latinismos como “urbi et orbi”.
El verso “pensamientos en la cuna del silencio” del poema 48, “Cristal”, es sublime y muy original, una metáfora no estridente, sino lógica, donde el silencio como un bebé se acuna y duerme silencioso, abstraído.
En Entre el asfalto se ve una poesía muy nerudiana, con influencia del surrealismo en sus descripciones, las vanguardias, ya que utiliza expresiones más raras y difíciles para describir cosas realmente sencillas, como podría ser la ciudad, el mar, los árboles. Urbano da vida al mundo. Esto es una cualidad muy personal en su poesía.
Podría citar muchos versos que son verdaderos hallazgos de una gran originalidad en imágenes que es esencial en poesía, y que Urbano domina muy bien. Como “La playa sedienta de sal”, “Sujetar con los ojos” “Desollar el olvido”, “Veo crecer la pared oblicua” o “Las hojas respiran la noche” etc. etc…
El poemario da gusto leerlo con lentitud, la poesía.
Publicado en OléLibros de Valencia
ISBN 987-84-18759-50-5
Comenario de Ramón Fernández Palmeral
La portada es del pintor Ramón Palmeral