POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
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La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

lunes, 13 de octubre de 2014

"PENAS Y ALEGRÍAS DE AMOR" de Rafael de León.



A José González Marín

Mira cómo se me pone
la piel cuando te recuerdo.

Por la garganta me sube
un río de sangre fresco
de la herida que atraviesa
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos
y cuchillos en los dedos
y en mi sien una corona
hecha de alfileres negros.

Mira cómo se me pone
la piel ca vez que me acuerdo
que soy un hombre casao
y sin embargo, te quiero.

Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio,
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arena, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
¡Y yo sé bien que me quieres!
¡Y tú sabes que te quiero!
Y lo sabemos los dos
y nadie puede saberlo.

¡Ay, pena, penita, pena
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría,
quererte como te quiero!

Cuando por la noche a solas
me quedo con tu recuerdo
derribaría la pared
que separa nuestro sueño,
rompería con mis manos
de tu cancela los hierros,
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego, qué se me daba
quedarme en tus brazos muerto.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo luego
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.

Salgo de mi casa al campo
sólo con tu pensamiento,
para acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo.
Y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo.

Ayer, en la Plaza Nueva,
—vida, no vuelvas a hacerlo—
te vi besar a mi niño,
a mi niño el más pequeño,
y cómo lo besarías
—¡ay, Virgen de los Remedios!—
que fue la primera vez
que a mí me distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa,
alcé mi niño del suelo
y sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Mira, pase lo que pase,
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra
y aun cuando lo sepa el pueblo
y ponga nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!






AUTOR:
Rafael de León y Arias de Saavedra nació el 6 de febrero de 1908 en el número 14 de la calle San Pedro Martir, en Sevilla, en el seno de una aristocrática familia de terratenientes andaluces. Fue el primogénito de José de León y Manjón, VII marqués del Valle de la Reina, y de María Justa Arias de Saavedra y Pérez de Vargas, VI marquesa del Moscoso y VII condesa de Gómara. Con ocho años es internado en el prestigioso colegio jesuíta del Puerto de Santa María, donde coincidirá con Rafael Alberti. Después pasará por el también colegio jesuita de El Palo, en Málaga, y por los salesianos de Utrera. En 1926 inicia la carrera de Derecho en la Universidad de Granada, donde conocerá a Federico García Lorca.
Tras finalizar sus estudios universitarios regresa a Sevilla y frecuenta cafés cantantes y teatros de variedades. En esos medios vive un ambiente liberal y permisivo que concedía el nuevo régimen republicano, allí fue donde conoció y colaboró con el letrista Antonio García Padilla, alias "Kola", padre de la actriz y cantante Carmen Sevilla, y de aquella relación surgieron ya algunas canciones conocidas. Como letrista, "Kola" no llegaba a la depurada calidad de Rafael de León, pero aceptó de buen grado ser colaborador en parte para facilitarle la entrada al mundo de la creación artística, reacio a los aristócratas. Parecida situación les ocurrió a Antonio Quintero, Xandro Valerio y José Antonio Ochaíta; todos co-autores de muchas letras de canciones y algunas poesías con Rafael de León. También firmó canciones con Salvador Valverde, poeta porteño de origen anda luz.
Durante su servicio militar en Sevilla conoció a Concha Piquer cuando actuaba en el Teatro Lope de Vega. Esta conocida intérprete de la canción española puso voz a muchas de sus mejores creaciones.
En 1932, Rafael de León se traslada a Madrid bajo la influencia del gran músico sevillano Manuel Quiroga, que junto con el autor teatral Antonio Quintero, llegaría a formar el prolífico trío Quintero, León y Quiroga con el que tienen registradas más de cinco mil canciones. Al producirse la guerra civil española Rafael de León se encontraba en Barcelona; allí es encarcelado por parte de las autoridades republicanas debido a su origen aristocrático.
En la cárcel declarará tener una buena amistad con destacados poetas republicanos como León Felipe, Federico García Lorca y Antonio Machado. Llegan luego los años de posguerra en los que Rafael de León continúa relacionándose con el universo de las varietés, que alimentado por el nuevo ambiente político-cultural instalado ahora, en un inicial entorno hostil de bloqueo internacional, favorece la creación de un género muy influido por el tipismo andaluz y que se ha dado en llamar "folklore español". El nuevo régimen acogió bien este género que ensalzaba con buen gusto y calidad artística todo lo español.
Es en dicho periodo cuando este poeta-letrista empieza a colaborar en los guiones de una cinematografía mediocre e impregnada de un realzamiento de lo español que tanto gustaba en la España oficial. En aquella época también, bajo la influencia del concepto 'hispanidad', se abrieron las fronteras españolas a las músicas que venían de los países hermanos de América. Y así llegaron los boleros y los tangos, muy bien acompañados de los valses peruanos, los sones cubanos y las rancheras y corridos mexicanos, que engancharon con facilidad en los gustos musicales españoles de entonces, por tratarse de una cultura común. Así se vivió durante dos décadas, pero, partir de los años sesenta, comienza en España cierto aperturismo cultural y muchos jóvenes empiezan a despreciar, con alguna injusticia, casi toda la música española e hispanoamericana y con ella el conocido estilo de la copla y de la canción andaluza que tan bien había representado el sello "Quintero, León y Quiroga".
Rafael de León pertenece por derecho propio a la denominada Generación del 27 de los poetas españoles, aunque un incomprensible olvido ha hecho que nunca figure en esa nómina.
De ningún poeta español del siglo XX han sido tan recitadas sus poesías y tan cantadas las letras de sus canciones, pero sigue siendo el gran ausente al hacer recuento del ámbito de la cultura popular española de la posguerra. La obra poética de Rafael de León, queda dividida en esos dos grandes apartados: poesía propiamente dicha y letras para canciones. En muchos casos unas y otras tienen un inconfundible parentesco por derivar, alimentarse o inspirarse las unas de las otras. En casi toda su obra, inspirada en ambientes muy típicos de Andalucía, queda reflejado el gracejo popular andaluz, indicado por las palabras en cursiva, para mejor entender que no pertenecen al correcto lenguaje español. Su primer libro de poesías Pena y alegría del amor aparece publicado en 1941. Un segundo libro titulado Jardín de papel aparece el año 1943. Del mismo año se relata que aparece editado en Chile un tercer libro titulado Amor de cuando en cuando, pero al no tener certeza en España de su autenticidad, hay quien sospecha que se trata de una de tantas ediciones piratas que ha sufrido la obra de Rafael de León.
Hacia el final de su dilatada carrera de letrista, escribió para los cantantes Nino Bravo, Raphael, Rocío Dúrcal, Rocío Jurado o Isabel Pantoja; canciones escritas por él fueron presentadas en el afamado Festival de la Canción de Benidorm, obteniendo el primer premio en la 3ª edición (año 1961) la canción titulada "Enamorada", con letra de Rafael de León y música de Augusto Algueró. Además, el premio a la mejor letra se lo llevó la canción "Quisiera" escrita también por él. En el año anterior, en el II Festival de la Canción de Benidorm, ya obtuvo el 4º premio la canción "Luna de Benidorm" con letra de Rafael de León y música de García Gasca. Y posteriormente, en el año 1971 (XIII edición del famoso festival), la cantante 'Gloria' interpretó la canción "Yo no sé por qué" con letra de Rafael de León y música de Jesús Gluck, aunque esta vez no obtuvo ningún premio.