POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Senda del poeta Miguel Hernández. 12 de noviembre



Salida de los senderistas hacia Orihuela. Homenaje en el cementerio.

Zeguramente (poema en andaluz)

Pué
muxaz graziaz,
po er l´enbio.

Yo boi a zeguí aziendo,
lo ke bea má konbeniente,
pa la yengua k´ablaba mí mare.

Zeguramente,
ar l´iguá,
ke e exo un kuaderniyo,
kon temaz míoz,
zobre Miguel Hernández Gilabert,
de loz kualez ya e diztribuio\bendio ma de teziento kuarenta;
boi a azé otro kon miz temaz,
en mí andalú;
l´unika koza
ke me lo pue inpedí,
zon la farta de talegoz;
po ke zerá muxo má gordo.

Zienpre bueztro
migé

jueves, 11 de noviembre de 2010

Presentación del poemario "Un pastor ante la muerte"


Hola Compañeros, quería anunciaros que el próximo día 16 de Noviembre presentaré mi nuevo libro de poesía "Un pastor ante la muerte" a las 20:00 H en el centro cultural Ibercaja de Portales 48 en Logroño, el acto será presentado por el Consejero de presidencia del Gobierno de La Rioja: Emilio Del Río y el doctor en Filología Hispánica: José Luis Pérez Pastor, espero contar con vuestra presencia, en este acto tan importante para mí.
Este nuevo poemario, editado por la editorial riojana del 4 de Agosto y con portada del pintor calagurritano Francisco Javier Garrido Romanos, trata sobre la desaparición del oficio pastoril, como comprobaréis en este extracto del prólogo realizado por el poeta de Alicante, Felipe Fuentes García.



Un pastor ante la muerte es una evocación de las tareas

pastoriles de otro tiempo, llamadas ahora a su extinción, un contenido

lamento por su trueque ante la modernidad, pero, en el

fondo, se yergue como un canto a la Naturaleza, que no se

detiene en una mera topografía de la flora y de la fauna, sino

que trasciende y eleva, comunicando al lector el sentimiento del

hombre que habita ese paisaje, construyendo con la palabra una

realidad que el propio autor transita e integra. En sus páginas

corre, a modo de manantial, la voz de un poeta en plenitud, de

palabra firme, que sabe transmitir al lector —a través del dolor

de la pérdida— el vibrato de los valores antropológicos del

amor, de la añoranza del tiempo consumido y de las estancias

clausuradas, del valor de la amistad, de la soledad del hombre y,

sobre todo, del anhelo de perdurabilidad, de trascendencia.



QUÉ SERÁ DE ESTOS CAMPOS

Qué será de estos campos cuando mueras,

pastor que te pronuncias en caminos,

en antiguas cañadas y destinos

con un rumor de sabias primaveras.



¿Recordarán tu paso las laderas

impregnadas de aquellos dulces trinos

de cencerros y amores peregrinos

que nacen cuando brotan las trigueras?



¿Verán los tambarices del sesteo

la penumbra en su vientre, con navajas

cuando reine el silencio del descanso?


Bebes la soledad en el careo

mientras surcas los montes que trabajas...

Y una pupila yace en el remanso.

---------------------------------------------

Adrián Pérez Castillo

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Poema de Esmeralda Busto

CUANDO PUEDO PENSAR

De noche cuando pongo
mis sienes en la almohada
y hacia otro mundo quiero,
mis pensamientos volver
callada y en silencio
enfadada en ti pienso
porque queiro estar contigo
y no te puedo ver
¡no ves que no!
que así no puedo ser
que poco a poco matas
el amor de una mujer
que siempre te ha querido
como se debe querer.

No vez que no
que así no puede ser,
que de tanto pensar no pienso
que de tanto esperar
ni siquiera esperar
que paso días enteros
callada y entristecida,
sin que tú te acuerdes
ni siquiera de llamar.

Reclinada en dos almohadones
espero y desespero,
al no poder descansar.

Qué fácil parece todo
y que difícil amor
cuando el amor de tu vida
sin duda no es igual
¡No ves que no!
que así no puede ser
porque pienso que mañana
me volverá a suceder
pobre corazón lastimado...



(leer el resto del poema en la foto que sigue...)

Poema de Sandra Figueroa

Te fuiste en silencio como un cobarde
que roba en la noche y emprende la huida.

Te fuiste como un cobarde llevando contigo
mi frágil corazón entre tus manos.

Te fuiste sin despedidas, sin palabras,
indiferente a mi amor y mis poemas.

Te fuiste como esta noche de oscuridad
que a la luz de una vela que se extingue
te escribo decepcionada y suspirando
tu ultimo poema. Te fuiste sin adiós.

Te fuiste y no supe el porque de la partida.
Imagino que te cansaste de fingir un amor
que no existió nunca y tan solo te divertía
ver mi cariño y dolor rimado en versos,
en letras que lloraban en cada punto.

Te fuiste como la luz de esta vela, y a oscuras,
temblando, pongo fin a este poema triste
que será mi adiós para el cobarde que fuiste.

Sandra Figueroa H.
Monterrey, N. México
Marzo 1 del 2004

Poema de César Sempere

Versos desangrados mi tierra nutre,
desmembrados en lianas despeinadas
queriendo emerger de la densa sombra
muriendo al saber que se desvanecen.

Gallardos, afluentes de mi camino
agotando la vida su destino.
Rotos, quebrados de razones secas
siendo jornaleros de mis arados.

Repican las cantinelas tostadas
de trigo, vides, óleos soleados,
con yerma siega labrada ya suda,
arreo de buey, empuje labrado.

Sazona pues mi siembra sin emboque,
dando respuesta a la amarga avidez
de un sentimiento jamás satisfecho
tras el jugoso aroma de tus lomas.

Poema de Elisa Lichazul

Arenas Rojas


Señálame el objetivo que buscas
lo imperativo de tu obsesión
lo urgente del camino
que ya no puedo más.

Estoy agotado
minado
sediento
y tú sólo quieres llegar
o quizá escapar como un necio
de lo que es imposible escapar.

Déjame morir acá
ya nada importa, todo se gastó
todo llegó a su fondo y desde la arena
que se me queda en las manos
he de cubrir mi rostro para no verte más.

Vete a remontar vientos rescatadores
ya no soy tu responsabilidad
y he de quedarme con mis raíces expuestas
quizá algún cielo se apiade
y deje caer su lluvia sobre esta hojarasca
que se reseca con el solo rumor de un fuego cruzado.

Las horas me vigilan impertérritas
ellas saben desde dónde me duele
ni la sombra hoy asoma para consolar
todo se ha muerto incluyendo a la ternura
nada se me permite , es una tortura
cada tictac punza en mi ojo
como si fuera un escorpión incansable.

Llorar es una burla
soy todo sal
mi boca se ha quedado en letanías inconclusas
las manos atrofiadas por la brusca monotonía
han dejado manar acciones
sus apéndices no se mueven, ya no ayudan.

No queda amanecer en este horizonte
ni un ingenuo pensamiento
todo quedó atado
todo sueño quedó mutilado
por eso solo he de quedar.


elisa©lichazul

Poema de Amalia Caetano

Las hechiceras se mueven
en los sauces gemidores.
Bellas hadas en arco iris
abundadas de ilusiones.
Esplendorosa luciérnaga
Estás en los atolones
Observando mi belleza
tan solitaria en la noche…

Las hechiceras se mueven
Abundadas de ilusiones.


Amalia Lateano

Poemas de Manuel Rubio

ENTRE QUEBRADAS

Entre quebradas que el cielo se esconde,
Entre ecos que ni la voz se repite,
Entre señores de ríos boca abajo,
Entre mantos que el cielo nos cubre,
Entre estrellas parpadeantes a oscuras,
Entre faldas de cerros echadas,
Entre gritos de grillos pedantes,
Entre puntas de cumbres gigantes,
Entre estrujos de rocas de montes,
Entre suspiros que acompaña la noche,
Entre tu amor y el mío;
Allí los ecos repiten “Te amo”
Manuel Rubio T.


ASI COMO

Así como la profundidad del mar
como la inmensidad del infinito,
como el sol que brilla en su día,
como la luna que brilla su noche,
como la tierra que gira en sus horas,
como la vida nos da la vida,
como la estrella querida en el cielo,
como Dios nos da la eternidad,
como misterio que guarda el universo;
así como el mar infinito
entre el día y la noche
a toda hora nuestras vidas
aquí y en el cielo
por la eternidad del universo
tú y yo nos amamos.
Manuel Rubio T.

ALLI ESTA EL AMOR

Allí está el amor; donde quieras que esté
cuando veas en mí una sonrisa, que lo olvida todo
Allí está el amor…
cuando quieras llenar el alma con una sola palabra de amor
Allí está el amor…
cuando veas en la mirada lo infinito, lo eterno y lo profundo de amar
Allí está el amor…
cuando quieras encontrarlo sin tener que buscarlo
Allí está el amor…
cuando quieras recibirlo; sin tener que pedirlo
Allí está el amor…
cuando cuentes conmigo sin distancia ni tiempo, pero en si tu mente
Allí está el amor…
cuando hagas algo de mí, con sosiego, ternura,
inteligencia y bondad
Allí está el amor…
cuando despiertes de tus sueños con alegría de vivir más a mi lado
Allí está el amor…
cuando veas en mí a nuestro hijo, que quieres darle todo
Allí está el amor…
cuando veas en mí que no te falta nada; porque soy tu todo
Allí está el amor…
cuando no sufras ni tengas pena de nada; y te sientas feliz
Allí está el amor…
cuando veas que brillo más que las estrellas, la luna y el sol juntos
Allí está el amor…
cuando arrancarme de tu vida no puedes, porque es destruirte tu misma
Allí está el amor…
entre todas tus cosas, tu trabajo, tu familia, entre toda la gente
Allí está el amor…
entre tu razón, tu vivir, tu amor, tu dicha y todo de todo
Allí está el amor…
allí estará para siempre, donde quieras que esté;
Allí está el amor…
allí estaré yo; por siempre tu gran amor.


Manuel Rubio T.

Recital de Numen en la Sede de la Universidad

Fotocomposiones para un Centenario


Fotos de Ramón Palmeral. Abayubá Caraballo canta "El niño yuntero".

jueves, 4 de noviembre de 2010

Ilusión

Ilusión

Príncipe de caballo blanco
una capa, un escudo
un trote audaz y seguro
con elegancia llevas.
Princesa que esperas
la huérfana promesa
enredada en sutil encanjes
y en sueños de seda.
Se divisa en el horizonte,
verde, silvestre pradera;
viste nacer una rosa, y otra,
y otra, en el jardín de tu mente.
Reloj de arena
que marca el paso
de cada tiempo de espera.
Bajó el sol a secarte las lágrimas,
tu mundo parece impiadoso
paciente princesa.
Se divisa en el horizonte,
seca, árida, ocre pradera;
el brinco del caballo blanco...
como verdad ambigua
como pasado que se estanca
como huella que se pierde
como latido que se frena...


Carla Erica Allione

Grupo poético Miguel Hernandez, recital del centenario

La manana del día 30 de octubre 2010 el Grupo Poético Miguel Hernández de Alicante celebró recital ante la tumba del poeta, para recordar el centenario, con la asistencia de numerosos poetas y público: Poetas por orden de recital: Ramón Palmeral, Rafaela Lax, Trinitario Rodríguez, Virginia Pina, José Antonio Charques, Pilar Casasola, Paco Martínez, Eumenia Rodríguez, Ana Martinlópez, Agustín Conchilla, Eduardo Romero, Francisca Cerdá, Pepa Zaragoza Paca Zaragoza.

Discurso de ANTONIO GRACIA

CA Calatayud - Solemne Acto de Apertura del Curso (en diferido) UNED
Discurso de ANTONIO GRACIA

A Núria Torres, in memoriam

A Núria Torres, in memoriam


por Alfonso Alegre Heitzmann



La historia de la poesía del siglo XX nos ha dado algunos grandes poetas que nunca persiguieron el reconocimiento y que incluso no llegaron a conocerlo. En ocasiones, la razón de ese anonimato no ha sido tanto la negligencia de una época o de una sociedad que no supieron ver la grandeza de un artista, como la relación especialmente secreta que esos escritores han querido mantener con la poesía, conscientes de que ésta no se deja engañar por objetivos espurios como la fama.
A fines de 1942 moría, a los treinta y dos años de edad, Màrius Torres, una de las voces más hondas de la poesía catalana contemporánea. Moría de una tuberculosis que se le había manifestado siete años antes, y moría sin ver publicado ninguno de sus poemas. Las circunstancias de su final fueron además especialmente trágicas. De familia de larga tradición liberal y republicana —su padre fue, durante los años de la República, vicepresidente del Parlamento de Cataluña—, Màrius Torres murió en el sanatorio de Puig d'Olena, alejado de la casa familiar de Lleida, que al término de la Guerra Civil Española fue saqueada y confiscada, y de su padre y hermanos que, exiliados en la Cataluña francesa, no muy lejos de Màrius, supieron de la agonía y muerte del poeta sin poder compartir con él sus últimos momentos, ni acudir siquiera a su entierro. Sólo Núria, su hermana pequeña, pudo cruzar clandestinamente la frontera en octubre de 1942 y convivir con él durante quince días, convirtiéndose más tarde, y a lo largo de toda su vida, en la mejor embajadora de la obra poética y de la memoria viva de su hermano.
Cinco años después de la muerte del poeta, en diciembre de 1947, se publicó en Coyoacán, en la ciudad de México, y en su lengua original, la lengua catalana, la obra poética de Màrius Torres. El volumen reunía noventa y seis poemas, en la selección que el propio autor consideró definitiva. Se tiraron 142 ejemplares y la edición estuvo al cuidado de Joan Sales, escritor y editor catalán, fiel amigo del poeta, exiliado en México tras la Guerra Civil. En una relación epistolar que duró los años de la guerra y los inmediatamente posteriores, Joan Sales, siguiendo paso a paso las indicaciones de su amigo, pudo editar su poesía según la voluntad de éste. La publicación de la obra de Màrius Torres fue el último proyecto del grupo de escritores catalanes exiliados en México que, entre 1943 y 1947, editaron con Joan Sales los Quaderns de l'Exili. La edición se demoró cinco años porque el padre del poeta quería que la obra de su hijo viera la luz en la tierra donde fue escrita, pues confiaba en una intervención aliada en España, cuando acabase la Segunda Guerra Mundial, que permitiese la instauración de un régimen democrático y el regreso de los exiliados.
En el mayor anonimato, y en unas circunstancias históricas y personales absolutamente dramáticas —la guerra, la enfermedad, la separación definitiva de los seres queridos—, Màrius Torres construyó una obra poética en la cual la vida expresa su más acendrada y honda belleza en la progresiva asunción de la muerte, a la que el autor llega a través de la contemplación de la naturaleza y del milagro cotidiano de la luz. Para el poeta, en su diálogo último con la poesía, "la eternidad es sólo un presente que se ensancha", y algunos de sus mejores poemas nos permiten penetrar en esa presencia efímera e insondable de la vida que se aboca, ya sin temor, a la muerte:

Hojas del álamo,
quién tuviese también
en la ribera
un vivir tan sensible,
una muerte secreta.

Con la levedad y la hondura de la hoja que cae, la vida y la obra de Màrius Torres fueron breves y secretas. La singular pureza de su poesía nace de la necesidad de expresar esa belleza efímera y eterna del mundo en toda su verdad. Como Carles Riba supo expresar con lucidez en una de sus cartas al poeta, no hay en su poesía magia de artista que pretenda llenarla ni organizarla, "un hombre se entiende con la Realidad Última —escribe Riba— gracias a una especie de pacto de confianza y aceptación [...] De ahí el tono, entre el de la oración y el de la maravilla, siempre tan ajeno a cualquier virtuosismo, tan a media voz. Los que repitan su voz, han de tomarla también en una intimidad purísima".
Tras aquella primera y heroica edición de Coyoacán, la poesía de Màrius Torres tuvo posteriormente, ya en Cataluña, sucesivas ediciones que añadieron nuevos poemas inéditos. Sin embargo, la edición mexicana sigue siendo todavía hoy la que se considera canónica por respetar la voluntad última del poeta. En la actualidad, la obra poética de Màrius Torres, pese a su brevedad, se revela como una de las más significativas de la literatura catalana de nuestro tiempo. Algunos de sus poemas están, sin lugar a dudas, entre lo mejor de la poesía en lengua catalana del siglo pasado. Sin embargo, lejos de Coyoacán, el lugar donde vieron la luz, los poemas de Màrius Torres, aunque gozan de una excelente edición en su lengua original, todavía no cuentan con una edición completa en castellano que los devuelva a la tierra que, con tanta hospitalidad, acogió a los exiliados catalanes que la publicaron en México.
He afirmado al principio de este artículo que en la historia de la poesía moderna ha habido grandes poetas que no consiguieron el reconocimiento, no tanto por culpa de la sociedad de su época como por su voluntad secreta de vida. Sin embargo, el hecho de que la obra de un poeta de la calidad de Màrius Torres no haya alcanzado, sesenta años después de su muerte, no sólo la gloria póstuma que merece, sino ni siquiera la difusión editorial necesaria en España, y a partir de ahí su natural proyección en México y en el resto de países de habla hispana, debería hacernos pensar en que verdaderamente algo grave sucede en nuestra poesía, en nuestra cultura y en nuestras instituciones.
Hace seis años una pequeña editorial de Barcelona —hoy en día casi en trance de desaparición— quiso traducir la obra poética completa de Màrius Torres al castellano y publicarla en edición bilingüe. Habida cuenta de que el poeta de Lleida era en esas fechas prácticamente inédito y desconocido fuera de su tierra natal y de su lengua, los editores creyeron justificado y necesario acudir a las instituciones catalanas pertinentes —ya con veinte años de vida desde la instauración de la democracia— para pedir una ayuda. No sin asombro, recibieron entonces la noticia de que entre las atribuciones de la Institució de les Lletres Catalanes cabían las ayudas a la traducción de un autor catalán a cualquier lengua, sí, excepto al castellano. ~