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Mi agradecimiento más destacados a Lucía Pastor y Luis Pascual Limiñana por el gran trabajo que han hecho para organizar el V Encuentro Internacional Valle dedicado a Manuel Molina. Poetas Vinalopó en la Algueña (Alicante) Y el libro de Antología poética.
Han hecho un trabajo excepcional con libro dedicado al gran poeta oriolano Manuel Molina, amigo y vecino de Miguel Hernández. El libro en encuentra disponible en Amazon y está muy bien compuesto editado y publicado.
¡Mi más sincera enhorabuena!
Ramón Fernández Palmeral
Alicante
...................Dice los agradecimiento en Amazon..................................
Agradecemos a todas las personas que han abierto su corazón a esta
antología con la lectura de algunos de sus poemas; poemas que gracias a
la aportación de los poetas que han participado, muchos de nuestro
entorno y algunos de fuera de él, han querido estar en su memoria
describiendo sus pensamientos, sus vivencias, su otra forma de ver la
vida en esta antología dedicada en la mayor parte a Manuel Molina
Rodríguez. Poetas que sin dudarlo han colaborado con sus poemas,
aportando sus letras a lo que más aprecian; a la palabra para el pueblo,
a sus costumbres y culturas; han querido compartir su esencia,
transmitiendo su elixir, su aroma; ese respirar por las mañanas cuando
amanece en el poeta, versando cada momento de sus vivencias. El poeta es profeta de tierra en cielo de amor,
como refiere en sus versos Lucía Pastor, y como reflejan en sus
vivencias los más de veinticinco poetas que han aportado su granito de
arena para recordar y homenajear al Poeta “Manuel Molina”, poeta
oriolano de Alicante amigo y compañero, para que esta obra poética este
ahora en tus manos; vivencias del poeta que le oprimen en el corazón y
quiere desahogar su carga en forma de verso, como dice uno de mis
versos. De dónde nace un verso; de dónde es el poeta; de la primavera del alma, de donde oprime el verano, el otoño y el invierno cual esencia fluye en palabras. El poeta cuando versa le canta a la tierra
despertando los mares y el canto de las aves, las plantas nacen, florecen esparciendo aromas al viento; corazones dormidos caminan despiertos, despojados de su aliento. El
poeta es así, refleja cada momento, cada instante pasa a su interior
haciendo de él intimo pensamiento, regalando lo más profundo de su ser;
ser del poeta que da descanso al alma y hace partícipe de sus palabras a
los demás, viéndose reflejadas en ellas quienes las leen, oyen o
sienten. Gracias a ellos por estar aquí con sus letras, para dar
constancia de la palabra; palabra del poeta que camina descalza dando
abrigo al alma. En recuerdo de aquellos poetas y escritores de nuestra
tierra que dejaron esencia de sus memorias plasmadas en poemas, narraron
de nuestro Valle del Vinalopó y su comarca alicantina, de nuestros
pueblos, haciendo suyas las memorias de su tierra; nos mostraron otra
forma de ver sus campos y cosechas, como los caldos de vino de nuestra
tierra, sus uvas de mesa, sus olivos y almendros, higueras y granados,
su río de antaño, cuando sus aguas regaban las huertas y daban su baño.
Cuántos poetas pasaron por nuestras tierras y cuántos se quedaron
dejando su esencia para recordarlos, y cuántos son de ellas como algunos
y algunas que recuerdo; Manuel Molina Rodríguez Orihuela-Alicante, a
quien hacemos homenaje en esta V Antología poética, Maxi Banegas Pinoso,
Trina Mercader Torrevieja-Alicante, Poeta Pastor (Juan Bautista Pastor
Aicart) Benejama, Fermín Limorte Albatera, Rafael Azuar Elche, Juan de
Mata (Juan Gil Albert Simón) Alcoy, Vicente Mújica y Francisca Aguirre
Alicante, José Martínez Ruiz (Azorín) Monóvar, Gaspar Archent Avellán
Villena, Miguel Hernández Orihuela, y cuántos más que quedaron en el
silencio o en un cajón de almario, en una maleta vieja perdidos de su
memoria por desconocimiento, por no tomar interés u olvido de aquellos
que decían en mi familia hubo un poeta; tal vez los problemas de la vida
nos alejara de su recuerdo, pero cuando fuimos a rescatar sus palabras
ya habían desaparecido quedando así en el olvido; no dejemos que
desaparezcan las palabras del poeta. (Texto de Luis Pascual Limiñana)
Índice de poetas participantes
Agradecimiento y dedicado 5
Lucía Pastor Amorós 9
Ramón Fernández "Palmeral" 15
Mila Pacheco Aracíl 21
José Haro Martínez 27
Joaquín Blanco Castillo (Ximo) 33
María de la Nube Fajardo Cajamarca 39
Gabriela Ruiz Gomiz 45
Josefina Campo Rodríguez 51
Ana Martínez Parra 57
Domingo Marco Marco 63
Antonio Navarro Rojas 69
Lola García Jaramillo 75
Jorge Eduardo Nazer 81
Caterina Diez Gandía 87
Alicia Victoria Merino de la Cruz 93
Miguel Juárez Quiles 99
María Dolores Fenoy Rubio 105
Carmen Santisteban Requena 111
Gloria Bruno Jover 117
Mercedes Sendra Fornés 123
María de Gádor Céspedes Cruz 129
José Gómez Verdú 135
Germana Fernández Pérez 141
Ismael Navarro Castillo 147
Ascensión Sánchez Honrubia 153
Bartolomé Sánchez Estrella 159
Luis Pascual Limiñana García 165
Manuel Molina Rodríguez 171
Vida del poeta Manuel Molina Rodríguez....... ........173
Momentos de Manuel Molina 181
Portadas de algunos de sus libros 184
Poesía de Manuel Molina 185
Agradecimiento de Lucía Pastor 193
Algueña 194
Ver videos:
Video 1.- Video recital dedicado a Manuel Molina:
(Dulcinea del Toboso con niño)
La Galatea de Miguel de Cervantes es una novela pastoril publicada en 1585, que combina elementos de romance, poesía y filosofía. Ambientada en un mundo idílico, la obra sigue las desventuras amorosas de varios pastores y pastoras en un marco rural idealizado. Aunque tiene aspectos característicos del género pastoril, Cervantes introduce reflexiones personales y sociales que enriquecen su propuesta narrativa.
La trama principal se centra en los amores de Elicio y Erastro, dos pastores que están profundamente enamorados de Galatea, una pastora de gran belleza e inteligencia. Sin embargo, Galatea no corresponde a ninguno de ellos, prefiriendo preservar su libertad y mantenerse independiente en cuestiones amorosas.
En paralelo, la novela entrelaza historias de otros personajes que enfrentan problemas amorosos similares, llenos de celos, desengaños y reflexiones filosóficas sobre el amor y la naturaleza humana. A lo largo de la obra, estos relatos se acompañan de poesía, debates sobre el amor ideal y digresiones sobre la literatura y el arte.
Estructura abierta: La obra no tiene un desenlace cerrado. Cervantes deja muchas historias inconclusas, lo que ha generado debates sobre si tenía planes para una continuación (que nunca se materializó).
Diálogos filosóficos: Los personajes expresan sus sentimientos y reflexionan sobre la condición humana, el amor y la naturaleza, a menudo a través de largos monólogos o debates.
Género pastoril: La idealización del campo, el lenguaje elevado y los personajes que representan arquetipos del amor y la virtud son característicos de este tipo de novela.
En resumen, La Galatea es una obra que combina elementos tradicionales del género pastoril con innovaciones cervantinas, mostrando su capacidad para reflexionar sobre el amor y la condición humana, mientras experimenta con nuevas formas narrativas. Aunque no es la obra más popular de Cervantes, es un ejemplo interesante de su versatilidad como escritor.
Ramón Palmeral
No se puede entender la historia de la literatura universal, especialmente en español, sin decir su nombre. Nos referimos a Félix Lope de Vega Carpio, más conocido sencillamente como Lope de Vega.
Reconocido como uno de los máximos exponentes del Siglo de Oro en España, con importantes coetáneos como Miguel de Cervantes, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo, Juan Ruiz de Alarcón o Luis de Góngora, fue uno de esos afortunados genios que son aplaudidos y alabados en vida. Aunque más allá de su talentosa pluma, al igual que hemos hecho con personajes ilustres como Alberto Closas o Conchita Montenegro, repasamos su lado más personal.
Una vida sobre la que podríamos decir aquello de 'la realidad supera la ficción', porque Lope de Vega fue un hombre único en su trabajo, pero también a nivel personal durante los 73 años que vivió (todo un récord para el siglo XVI y XVII).
Así, como también hicimos con otros talentosos literatos como Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán o Miguel Delibes, hoy nos queremos acercar a la figura del mítico escritor desde un punto de vista menos literario. Centrándonos en descubrir su faceta sentimental.
De hecho, no podemos entender su obra sin analizar sus numerosas parejas e hijos, ya que el amor y el desamor fueron constante fuente de inspiración para él, como analiza José María Marco en 'El verdadero amante: Lope de Vega y el amor'.
Así, a pesar de que sea difícil resumir su larga lista de conquistas (reconociendo que muchas aún se mantienen anónimas), vamos a recordar algunos de los grandes amores de Lope de Vega. Comenzando con su primer amor: María de Aragón.
La joven era hija del maestro panadero Jácome de Amberes (Flandes) pero estaban asentados en Madrid. A pesar de no estar casados, juntos tienen con 18 años y tras un año de relación a Manuela, su primera hija en 1581, que falleció con solo cuatro años.
Pese a mantener su relación solo unos dos años, la joven María aparece como Marfisa en su obra 'La Dorotea' (la mejor obra del Siglo de Oro para filólogos como Arsenio Escolar junto con el 'Quijote'). Una unión entre su vida personal y sus escritos que se mantendrá a lo largo del tiempo.
Tras este noviazgo de juventud, en 1582 se alista en la expedición de conquista del marqués de Santa Cruz, Álvaro de Bazán y Guzmán a las Azores. Una aventura (no será la única) tras la que conoció a Elena Osorio, la que para los expertos es el gran amor (pero también desamor) de su vida.
Ella estaba casada con un conocido actor de teatro, Cristóbal Calderón, y era hija de Jerónimo de Velázquez. Un empresario teatral que precisamente era el jefe de Lope de Vega, ya que le encargó varias obras en aquel entonces.
Una serie de obstáculos que no fueron ningún impedimento para su relación, aunque, cuando Elena Osorio enviudó, el desastre llegó para Lope. A pesar de sus intenciones matrimoniales con su novia, ella siguió el consejo de sus padres (o fue obligada, porque en el siglo XVI no había mucho espacio para el libre amor romántico) a casarse con un rico hombre de negocios.
Una decisión que el escritor no llevó nada bien, llegando a escribir varios poemas y sonetos sobre esta ruptura contra su expareja y su familia. Uno de los que se conserva dice así: "Una dama se vende a quien la quiera. En almoneda está. ¿Quieren comprarla? Su padre es quien la vende, que aunque calla, su madre la sirvió de pregonera...".
Unas palabras que le costaron muy caras, ya que meses después de su separación en 1587, fue apresado por estos escritos calumniosos contra Elena Osorio. Pero estar en la cárcel no fue suficiente para que parara, y en prisión siguió escribiendo sobre su desamor.
Unos hechos que, como nos recuerdan desde la Casa-Museo de Lope de Vega en Madrid, le costó el destierro. Concretamente durante dos años del reino de Castilla y durante cuatro años de la villa de Madrid.
Ya habíamos avisado de su fama de conquistador, y de hecho, antes de partir se volvió a enamorar. Lo hizo de Isabel de Urbina, a la que en sus obras menciona como Belisa, y con la que se casó por poderes en 1588 tras la fuga de ella de su casa.
A los 25 años, Lope de Vega ya había vivido y triunfado más que muchos, e iniciaba una nueva época con su primera mujer en Valencia. Allí nació la primera hija del matrimonio, Antonia, aunque su tranquilidad familiar duró poco.
La aventura llamó a su puerta de nuevo, embarcándose desde Lisboa como voluntario en la famosa Armada Invencible de Felipe II. A su regreso a Valencia, continuó esa etapa de relativa calma, con grandes éxitos literarios y su nuevo traslado a Toledo, donde se le otorgan varias relaciones extramatrimoniales más.
Precisamente en la ciudad del Tajo falleció su hija Antonia y, poco después, su esposa Isabel de Urbina, al dar a luz a su segunda hija Teodora. Así, viudo, con una hija y con la pena de destierro ya cumplida, regresó a Madrid. Porque la suerte en sus amoríos no le acompañaba en lo familiar, ya que un año después, en 1595, moriría también su tercera hija (la segunda junto a Isabel).
De nuevo solo, como recogen biografías como la de Antonio Sánchez, 'Lope: El verso y la vida', vuelve a tener varios romances, entre ellos uno con Antonia Trillo de Armenta. Una viuda que regentaba un casino o casa de juegos, junto a la que es acusado de amancebamiento por "vivir juntos y tener relaciones sexuales sin estar casados entre sí".
Un nuevo enfrentamiento con la justicia a causa del amor, que no le hace desistir. Tras romper esta relación, inicia un romance con la actriz Micaela de Luján, nombrada como Lucinda o Camila Lucinda en sus textos.
Fue en abril de 1598 cuando contrajo nupcias en la iglesia de Santa Cruz de Madrid con Juana de Guardo, hija de un rico abastecedor de carne y pescado de Madrid. Un segundo enlace para el literato que parece que tuvo más de conveniencia que de pasión. De hecho, Quevedo escribió sobre esta boda unos versos: "Casó con carne y pescado".
Dando fe de los rumores sobre cómo la dote de más de 22.000 reales de la novia (según los cálculos de la web Numeespaña, serían unas 5.500 pesetas o 30 euros), una inmensa fortuna en el siglo XVI. Claro que el pago nunca llegó a ser cobrado, ya que su suegro no aprobaba este enlace.
Juana y Lope tuvieron cuatro hijos en común: Jacinta, Juana (murió a las pocas horas de nacer), Carlos Félix y Feliciana, aunque durante este matrimonio el escritor de 'La viuda valenciana' tuvo cuatro retoños más con su mencionada amante, la actriz Micaela de Luján.
La prestigiosa comediante estaba a su vez casada con Diego Díaz, que moriría en Perú, donde había partido en busca de fortuna, y junto al escritor madrileño tuvo a Juan, Félix, Marcela (que después sería la conocida escritora sor Marcela de San Félix) y Lope Félix.
Una etapa increíblemente intensa en lo familiar y en lo literario que dio paso una época más asentada cuando entró con 45 años a trabajar al servicio de don Luis Fernández de Córdoba (al que mencionaría como Lucilo en sus letras). El sexto duque de Sessa le convirtió en su secretario. Además de ser un gran amigo suyo y su protegido.
Un trabajo que permitió a Lope de Vega alquilar una casa en el centro de Madrid donde viviría junto a Micaela de Luján y sus hijos, mientras su mujer Juana permanecía en Toledo con los suyos.
Unos años de curiosa estabilidad doble familiar en los que compró una casa con jardín en el barrio de los Austrias en Madrid. Concretamente, en la calle Francos (curiosamente ahora calle Cervantes, escritor coetáneo con el que no se llevaba muy bien y que a su vez vivía en la que actualmente es la calle Lope de Vega), que -ahora mismo es su casa/museo. Una de las paradas obligatorias de cualquiera que pasee o haga turismo por la capital.
Aunque todo este equilibrio se terminó cuando finalizó su relación con Micaela de Luján, falleció su hijo Carlos Félix en 1612 y la madre de este (su mujer Juana) falleció durante el parto de su hija Feliciana en 1613.
Una época muy difícil para el escritor, conservamos numerosos poemas a la muerte de su hijo, que le pudo inducir a ingresar en el sacerdocio. No se tiene constancia concreta, pero en torno a este tiempo ingresó en la Orden Tercera de San Francisco.
Lope de Vega con 50 años se iniciaba en el mundo eclesiástico aunque continuó ejerciendo su labor como escritor... y como mujeriego. De hecho, gracias a las cartas que mantuvo con su jefe, el duque de Sessa, durante estos años en sus viajes por toda España, sabemos que visitó a su hijo Fernando Pellicer, un fraile del que se desconoce su madre, y a algunas amantes como Lucía de Salcedo, como desvelan las antiguas misivas guardadas en el Instituto Cervantes.
Una unión, la del sacerdocio y sus aventuras, que no escandalizaba entonces a casi nadie, pero sí siglos después. Así lo explicaba el escritor Jose María Marco en una entrevista para 'El Mundo': "La vida amorosa de Lope fue considerada escandalosa. A finales del siglo XIX, la Real Academia Española impidió la publicación de una biografía en la que se empezaba a detallar, con pruebas documentales indiscutibles, la poco ortodoxa historia de los amores de Lope".
Añadiendo que "la extraordinaria libertad propia de la España de los siglos XVI y XVII, la misma que hizo posible una vida y obra como las suyas, se había apagado y ya no era comprensible".
Sin olvidar (no podemos evitar pensar en ciertos personajes de nuestra actualidad) que con su fama, todo se le perdonaba. "Lope era tan popular y tenía tanto prestigio que le perdonaban todo, y efectivamente, aquella era una sociedad alérgica al puritanismo", continúa Marco.
Así, una vez nos hemos colocado las gafas de la sociedad en el siglo XVI y XVII, podemos continuar para hablar del último gran amor de Lope de Vega. Nos situamos en 1616, un año en el que el dramaturgo declaró su amor públicamente por Marta Nevares. Ella estaba casada, pero la pareja vivió una feliz relación que les llevó a tener en común a su hija Antonia Clara (que aparecería en las obras de su padre como Clarilis).
Un nacimiento que propició que Nevares iniciará los trámites de anulación de su matrimonio, como recogen los documentos de la Casa-Museo de Lope de Vega. Aunque al quedarse viuda antes, definitivamente pudieron vivir su noviazgo en libertad.
Unos años felices para el escritor y sacerdote, que por entonces, según sus propias cuentas, ya había escrito "novecientas comedias, doce libros de diversos sujetos, prosa y verso, y tantos papeles sueltos de varios sujetos que no llegaría jamás lo impreso a lo que está por imprimir; y he adquirido enemigos, censores, asechanzas, envidias, notas, reprensiones y cuidados...", con títulos tan reconocidos como 'El caballero de Olmedo' o 'El mejor alcalde, el rey'.
Por desgracia, Marta Nevares comenzó a quedarse ciega y a tener problemas de salud mental, falleciendo tras años a su cuidado para tristeza del dramaturgo madrileño en 1632 en la casa familiar de Lope de Vega (su ya mencionado actual museo).
Precisamente, la misma vivienda donde tres años después, en 1635, él mismo fallecería. Por la mañana se levantó temprano para dar misa, escribir y cuidar su huerto. Más tarde, sufriría un desmayo que le hizo morir 3 días después, el 27 de agosto.
En ese tiempo aún pudo escribir un soneto y un poema de despedida y hacer testamento a favor de una de las pocas hijas que le había sobrevivido, Feliciana. Uno de ellos recogía: "La verdadera fama es ser bueno... Trocara, cuantos aplausos había tenido por haber hecho un acto de virtud más en esta vida".
De hecho, como curiosidad sobre su obra, incluso después de su muerte se siguieron publicando sus textos. Uno de los más famosos, 'La vega del Parnaso', recoge los últimos poemas que escribió el conocido como Fénix de los Ingenios.
Las honras fúnebres celebradas en su honor, que duraron nueve días, se convirtieron en una de las exequias más notables de la historia de Madrid. La crónica de su funeral fue escrita por Juan Pérez de Montalbán: "Las calles estaban tan pobladas de gente que casi se embarazaba el paso al entierro, sin haber balcón ocioso, ventana desocupada ni coche vacío".
Un adiós que tuvo como grandes protagonistas a las mujeres, como se analiza en 'El verdadero amante: Lope de Vega y el amor': "Las mujeres apreciaban mucho a Lope y por ello acudieron en masa a su entierro. Siempre estuvo rodeado de ellas y nunca las trató como un objeto".
Más allá de su increíble y extenso trabajo en la literatura, con textos religiosos, políticos, comedias y poemas, a los 73 años dejaba al menos cinco amores importantes conocidos, 15 hijos legítimos e ilegítimos reconocidos.
Aunque, como expresan los estudiosos sobre su trabajo en espacios como Arch-letras o Zenda, sobre todo la enseñanza de que para el madrileño el amor y las relaciones, por cortas que fueran, tienen una enorme trascendencia. Sin moralejas o juicios morales.
De hecho, uno de sus poemas más conocidos versa precisamente sobre los asuntos del corazón: "Creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe".
Si quieres descubrir más sobre el autor casi 400 años después de su fallecimiento, no dudes en sumergirte en su múltiples obras, como 'La dama boba' (lo puedes comprar aquí) o 'El villano en su rincón' (aquí). Busques el género que busques, las letras de Lope de Vega te esperan.
A Rubén Darío
Cuánta sapiencia existe, tus liras nos lo dicen.
¡Oh, príncipe de letras de mente prodigiosa!.
Tu palabra es el verso. Tu historia es fabulosa,
y haces que los dioses de tus odas se hechicen.
Que se ricen los mares, que los mares se ricen
cuando la bella Erato con su voz amorosa
declame tus poemas y tu profana prosa.
Éxtasis de ilustrados, los mares te bendicen.
¡Oh, colosal poeta de lengua castellana!,
que te arrullan los mares y te besa la espuma,
le canto al cisne blanco, también a la manzana
emulando tu copla que todo lo perfuma,
exquisito primor, adorno y filigrana,
maravilla es del cielo la gracia de tu pluma.
...................
Caupolicán, de Rubén Darío
Es algo formidable que vio la vieja raza:
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
«¡El Toqui, el Toqui!» clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: «Basta»,
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
(Isabel Núñez de Arenas y Deogracias González de la Aleja. Alicante)
"Desolación sin nombre" fue el primer poemario de Ramón Fernández, publicado en una imprenta en Almería en 1983, esta edición impresa se ha agotado. El título lo tomó el poeta de un versos de José Ángel Valente, poeta gallego que residió en Almería. Tanto Ramón como José Ángel coincidieron en 1982 en Almería, aunque no se llegaron a conocer.
Posteriormente, en Alicante en 2003, Ramón Fernández reeditó "Desolación sin nombre III" incorporando poemas a la edición de 1983.
ENLACE A LA EDICIÓN DIGITAL en CALAMÉO:
https://www.calameo.com/read/0049883286b1c77ee8197
......................
El profesor José María Balcells de la Universidad de León hizo un comentario en el último poemario "Sesenta y nueve poemas y un anexo" donde cita "Desolación sin nombre:
Leer el comentario:
https://revpubli.unileon.es/index.php/EEHHFilologia/article/view/7753/6218
PD
Mi último poemario "Sesenta y nuevo poemas y un anexo" fue elogiado por la critica, y escribieron comentarios: Pilar Galán (revista Meer), Julio Calvet (Hoja del lunes), y José María Balcells (Universidad de León).
González De La Aleja,Deogracias
Querido lector, he transcrito, al poemario que tienes en tus manos, las anotaciones del diario de a bordo que, una pareja, mi esposa y yo, en su otoño temprano, ha ido escribiendo a lo largo de un solo año de travesía poético-amorosa.
La poesía, aun habiendo zarpado desde el mismo puerto, nos reunió en medio del océano, nos alimentó, puso los vientos, nos dio las alas, la inspiración, el primer empujón para empezar andar. Un trecho, no demasiado largo, de singladura poética después, de manejar tormentas y borrascas, embarrancar en
bajíos, soportar tediosas calmas chichas, días de implacable sol, noches de angustiosa espera, finalmente dio paso al corazón, siendo él, únicamente él, quien desde ese instante tomó el mando de la nave. Ahora la poesía sirve de soporte, de telón de fondo para este amor que, en nuestro otoño,
convertido ahora en primavera, alimenta la pasión, el amor, las ganas de vivir, de ser y estar el uno con el otro. Que abras ahora el cuaderno de bitácora y despliegues
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En febrero de 2021 gañó el Primer premio de la Estrofa Julia con `Travesía del estrecho´, de Deogracias González de la Aleja, natural de Daimiel, Ciudad Real.
"El pasado jueves día 18 de febrero de 2021 se celebró en la Sala Polivalente de la Sede Universitaria de Alicante la entrega de premios del I Certamen Internacional con la estrofa Julia, una nueva propuesta de componer para los poetas.La convocatoria superó todas las expectativas de su creadora y promotora, Consuelo Giner, presidenta de la Asociación Espejo de Alicante.El jurado ha estado compuesto por José Antonio Asensio Florenciano, miembro de la junta directiva de la citada Asociación, Premio Internacional de poesía de la Orden Literaria Francisco de Quevedo y director del grupo Amarilis, Juan José Guardia Polaino, Presidente de la Orden Literaria Francisco de Quevedo, Presentación López González, secretaria de la misma y Consuelo Giner, como secretaria del jurado, con voz, pero sin voto.Se han presentado en total 63 poemas, siendo 41 de ellos válidos para optar a premio. Realizado el escrutinio, han resultado premiados los siguientes poetas:Primer Premio – Travesía del estrecho. Una vez abierta la plica, corresponde a Don Deogracias González de la Aleja, natural de Daimiel, Ciudad Real, siendo, además, socio de Espejo de Alicante".
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ENLACES AL POETA: Deogracia González de la Aleja. Jurado de los premios Estrofa Julia. Espejo de Alicante.
..........................Dirección del Grupo Amarilis de Poesía..................
En 2023, Deo González de la Aleja se hizo cargo de la dirección del Grupo Poético Amarilis, de Espejo de Alicante.
El Grupo Poético Amarilis, perteneciente a la Asociación Espejo de Alicante (EDA) inició su andadura en Alicante, en 2016, bajo la dirección de José Antonio Asensio Florenciano, su fundador, actualmente presidente de honor.
En 2023 se hace cargo de la dirección Deogracias González de la Aleja con la dirección técnica de Aurora Hernández, siendo sus componentes en la actualidad Pilar López Mompó, Paqui López, María Teresa Rodríguez Cabrera, Vicenta Pla, Aurora Hernández, Ana Saura Ayen, Joaquín Martín Quirosa, Javier Alonso, Deogracias González de la Aleja, Fernando Gessa, Francisco Burló, Valero Alías Tudurí, Américo Fojo y Manuel Mas.
Cuenta además con la colaboración a la guitarra de Marco Smaili, profesor del Conservatorio Profesional de Música José Tomás de Alicante, como miembro de honor.
Durante la pandemia del Covid-19 se decidió seguir con la actividad poética y realizar los recitales por vía telemática. Se publican a continuación todos los enlaces que se hicieron entonces y también los presenciales de antes y después, algo que seguiremos haciendo mientras contemos con los medios necesarios para ello.
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Notas pasadas por Ramón Palmeral
Homenaje a Consuelo Jiménez de Cisneros en la Sede de la Universidad de Alicante. Miércoles 4 de diciembre 2024 a las 19 horas:
INTERVIENEN:
Jorge Olcina, director de la Sede.
Rosalía Mayor, presidenta de la APPA
Elvira Rodríguez, periodista
Francisco Mas-Magro, medico y poeta
Juan Antonio Urbano, profesor y poeta
RECITAN:
María Teresa Rodríguez, Vicente Plá, Joaquín Martín Quirossa, Fernando Gessa, Eugenia Sánchez, Carmene Amérigo, Manuel "Condevolney", Mary Arellano, Isabel Núñez de Arenas, María Jes´sus Rodríguez, Manuel Mas Calabuig, Julio Calvet Botella, Juan Antonio Urbano y Francisco Mas-Magro.
INTERVIENE AL PIANO:
La pianista Carmen Amérigo
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(Dibujo a lápiz de Consuelo Jiménez de Cisneros, por Ramón Palmeral 2019)
Enlace a su poemario más alicantina Con la manos alzadas, de 1977, Caja de Ahorro Provincial
con prólogo de Vicente Ramos.
Se puede leer gratis en CALAMÉO:
https://www.calameo.com/read/004988328901300789c29
Comentario crítico de Pilar Galán, por Julio Calvet, y por José María Balcells
EXÉGESIS al prólogo de Vicente Ramos Pérez al poemario Con las manos alzadas de Consuelo Jiménez de Cisneros (Pp. 17-19) en la primera edición de 1977, Caja de Ahorros Provincial, Diputación de Alicante.
Por Ramón Fernández Palmeral (1)
“El principio rilkeano de que poesía es experiencia tanto en el hecho determinante del contenido como en la posibilidad liberadora de la forma en el tiempo concreto, a la vez que el verso se descarga de artificialidad. Vía de la naturaleza.”
En esta frase, que resulta algo críptica, Vicente parece querer mostrar a la joven poeta que él es el maestro, el guía. Y en cierto sentido lo era, además de ser un seguidor de Rilke, como demuestra en su propio poemario Las Elegías de Guadalest, inspirado en las Elegías de Duino. La sierra de Aitana fue, para Vicente, un retiro espiritual, pues tenía una casa de verano en Benimantell (Valle de Guadalest), un lugar que había inspirado a otros artistas como Óscar Esplá, Gabriel Miró, y Emilio Varela, aunque solo esporádicamente. Rilke, en cambio, escribió su obra maestra invitado por la princesa Marie von Thurn und Taxis entre octubre de 1911 y mayo de 1912, durante un periodo de profunda depresión.
Habiendo señalado esta afinidad entre Vicente y Rilke, el párrafo puede resumirse en que el poeta se nutre de su experiencia personal, ya que la poesía representa una verdad y un sentimiento vivido. En una ocasión, cuando su editor le comentó que no entendía las Elegías de Duino, Rilke respondió: “La poesía no se escribe para ser entendida, sino para ser sentida”. Creo que este consejo es similar al que Vicente, desde su posición de maestro, le dio a Consuelo, quien entonces tenía 21 años. Le sugirió que entendiera la poesía como un camino en el que, a veces, el verso celebraría la belleza y, en otras ocasiones, reflejaría los infiernos internos, como las propias depresiones de los poetas, y su consiguiente incomprensión del lenguaje.
Alicante, 9 de noviembre de 2024
Publicado en libros: CALAMÉO digital
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(1) Autor de Exégesis de la Elegías de Duino, Amazon
-Hermenéutica de la de Elegías de Guadalest de Vicente Ramos