Presentación del tema: "Segunda presentacion Juan Gelman Clarita –Efraim PPS."— Transcripción de la presentación:
                
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    El hombre que hizo hablar a las palabras más allá de la muerte
Ni el recuento de los merecidos premios literarios ni el repaso de su imponente obra, ni el recuerdo de sus luchas y sus pérdidas alcanzan para darle dimensión a lo ocurrido: con Gelman se van el poeta, el periodista y el militante que cruzó las imposibilidades del lenguaje para crear nueva vida
Ni el recuento de los merecidos premios literarios ni el repaso de su imponente obra, ni el recuerdo de sus luchas y sus pérdidas alcanzan para darle dimensión a lo ocurrido: con Gelman se van el poeta, el periodista y el militante que cruzó las imposibilidades del lenguaje para crear nueva vida
                
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    Definir su poesía como política –un malentendido generalizado–
 es reducir y etiquetar la obra de un poeta que ha demostrado, libro 
tras libro, la insensatez de enjaularlo cuando él se ha dedicado, con 
una obstinación pocas veces vista, a deshacer y rehacer los modos de 
poner en juego la lengua. “Cuando se habla de mi poesía como política 
pienso que el error está en pensar que vivo conectado a la realidad las 
24 horas del día. No todo lo que sucede en el mundo me despierta la 
necesidad de escribir un poema. Como ciudadano, tengo compromisos y 
responsabilidades que no tienen que estar necesariamente en la poesía. 
La ideología de alguien forma parte de su subjetividad, pero no es toda 
su subjetividad –decía el poeta en una entrevista de Página/12–. No me 
afecta ni en un sentido ni en otro que digan que mi poesía es política. 
Lo que me importa es mi trabajo como poeta, no me preocupa lo que digan 
los demás, tienen todo el derecho a opinar. Pero francamente lo único 
que influye es la lectura de la poesía, y el trabajo de escribirla.” 
Todo lo que se escribe, advertía Juan, es un largo fracaso en el intento
 de conseguir atrapar a la poesía. “Si uno insiste en este oficio 
ardiente que es la poesía es porque espera la aparición del milagro, 
pero como decía Dylan Thomas lo milagroso de los milagros es que a veces
 se producen.”
    
                
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    ANCLAO EN PARÍS  Al que extraño es al viejo león del zoo,  
siempre tomábamos café en el Bois de Boulogne,  me contaba sus aventuras
 en Rhodesia del Sur  pero mentía, era evidente que nunca se había 
movido del Sahara.  De todos modos me encantaba su elegancia,  su manera
 de encogerse de hombros ante las  pequeñeces de la vida, miraba a los 
franceses por la ventana del café  y decía "los idiotas hacen hijos".  
Los dos o tres cazadores ingleses que se había comido le provocaban 
malos recuerdos y aun melancolía,  "las cosas que uno hace para vivir" 
reflexionaba  mirándose la melena en el espejo del café.  Sí, lo extraño
 mucho, nunca pagaba la consumición, pero indicaba la propina a dejar y 
los mozos lo saludaban con especial deferencia. Nos
 despedíamos a la orilla del crepúsculo,  él regresaba a son bureau, 
como decía,  no sin antes advertirme con una pata en mi hombro  "ten 
cuidado, hijo mío, con el París nocturno".  Lo extraño mucho 
verdaderamente,  sus ojos se llenaban a veces de desierto  pero sabía 
callar como un hermano  cuando emocionado, emocionado,  yo le hablaba de
 Garlitos Gardel.
    
                
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    EL FACTO Y LOS POETAS Los poetas se 
mueren de vergüenza,  ningún decreto los prohibe,  ninguna radio los 
calumnia,  los poetas se mueren de vergüenza.  Alguna vez, de noche,  se
 ve pasar a un poeta con camello,  ubro de péstalos con crama 
espaminostas,  lástima, lástima, dicen las vecinas,  porque era un buen 
muchacho.  Muchos de ellos se encuentran sin cojones  en el momento 
culminante del cariño:  no es problema, se escriben un versito pa' la 
posteridá.
    
                
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    A LA PINTURA Dénise trabaja en el 
Musée du Louvre buffet del ler. piso,  entre mesas o ingleses ella 
conduce su cuerpo con toda decisión, su culo es más sonoro que los 
mundos de Rubens  y se parece a la esquina de las palomas de l'Avenue 
des Champs Elysées.  Todo el día todo el día moviéndose moviéndose  
suelta especie de pájaros que revolotean a su alrededor y la describen 
en el aire saludando al gran pueblo  antes de regresar dulcemente a su 
carne.  Dénise trabajaba y nunca había visto a la Gioconda pero su 
cuarto en Poissonniére era un país siempre dispuesto para el amor, cada 
noche su oleaje golpeaba las ventanas.  Cuando abrazaba al hombre miraba
 hacia la puerta como si la ternura fuese a entrar de repente,  a veces 
se le volaban pájaros oscuros  como una tristeza después de haber amado.
    
                
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    PEDRO EL ALBAÑIL  Aquí amarán, aquí odiarán, decía Pedro, 
albañil,  cantando, levantando las paredes,  se le habían endurecido las
 manos en el oficio  pero en las palmas todavía se le alzaban dulzuras y
 tristezas que iban a dar al muro, al techo  y después, con el tiempo, 
ardían sordamente  o entraban a los ojos de las mujeres dulces en las 
habitaciones  y ellas entristecían como quien se descubre una nueva 
soledad.  Pedro, desde el andamio, solía cantar el Quinto Regimiento, 
les hablaba a los compañeros sobre Guadalajara, Irún,  se callaba de 
pronto a solas con su España.  De noche ponía sus manos a dormir  y él 
se volvía al frente envuelto en sus balazos,  remataba a sus muertos 
para que no haya olvido,  la cuchara de nuevo se le llenaba de rabia.  Y
 la mañana que se fue del andamio parecía  que una pregunta aún le 
brillaba en el fondo, los compañeros lo rodeaban esperando en silencio  
hasta que uno vino y dijo; "Levanten al difunto".
    
                
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    CONDECORACIONES  Condecoraron al señor general,  condecoraron 
al señor almirante,  al brigadier, a mi vecino  el sargento de policía, 
 y alguna vez condecorarán al poeta por usar palabras como fuego, como 
sol, como esperanza, entre tanta miseria humana, tanto dolor sin ir más 
lejos.
    
                
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    EL ÁRBOL  De la violenta madrugada un hombre entra a su casa y
 el olor de sus hijos le golpea la cara, los olvidos, la furia, ahora 
cierra la puerta con doble llave y se saca la gente, la ropa con 
cuidado, apaga los gritos de la camisa o los ojos del camarada que 
brillan en la cárcel y oye cómo se mueve la ternura en la pieza, bajo 
sus ramas dormirá todavía una noche, bajo sus ramas yacerá cuando caiga.
    
                
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    OPINIONES  Un hombre deseaba violentamente a una mujer, a unas
 cuantas personas no les parecía bien, un hombre deseaba locamente 
volar, a unas cuantas personas les parecía mal, un hombre deseaba 
ardientemente la Revolución y contra la opinión de la gendarmería trepó 
sobre los muros secos de lo debido, abrió el pecho y sacándose los 
alrededores de su corazón, agitaba violentamente a una mujer, volaba 
locamente por el techo del mundo y los pueblos ardían, las banderas. 31
 DE MARZO  Ha terminado el mes y e! hijo sin venir y mi hermano sin 
volver.  Ha terminado el mes y no te amé las piernas y no escribí ese 
poema del otoño en Ontario y pienso pienso pienso se fue otro mes y no 
hicimos la revolución todavía.
    
                
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    LA VICTORIA  En un libro de versos salpicado por el amor, por 
la tristeza, por el mundo. mis hijos dibujaron señoras amarillas, 
elefantes que avanzan sobre paraguas rojos, pájaros detenidos al borde 
de una página, invadieron la muerte, el gran camello azul descansa sobre
 la palabra ceniza, una mejilla se desliza por la soledad de mis huesos,
 el candor vence al desorden de la noche. DIEZ  
Toda la bisutería poética subiendo la escalera, el do de pecho, el dol 
de pecho, el dolorazo patrón del pecho y sus adjuntos no alcanzan, nada 
sobran para el infeliz que regresa a su casa a medianoche y repite 
obsedido una palabra: revolución, revolución.
    
                
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    EL JUEGO EN QUE ANDAMOS SI ME DIERAN A
 ELEGIR, YO ELEGIRÍA ESTA SALUD DE SABER QUE ESTAMOS MUY ENFERMOS, ESTA 
DICHA DE ANDAR TAN INFELICES. SI ME DIERAN A ELEGIR, YO ELEGIRÍA ESTA 
INOCENCIA DE NO SER UN INOCENTE, ESTA PUREZA EN QUE ANDO POR IMPURO. SI ME DIERAN A ELEGIR, YO ELEGIRÍA ESTE AMOR CON QUE ODIO, ESTA ESPERANZA QUE COME PANES DESESPERADOS. AQUÍ PASA, SEÑORES, QUE ME JUEGO LA MUERTE. EL JUEGO EN QUE ANDAMOS (1959)
    
                
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    Monja en el ómnibus Entre hombres y 
paquetes, diarios envejecidos,  caras secas, sudores, mejillas con 
rencor,  envuelta en el silencio de su capucha pálida  la novia de dios 
viaja con Cristo  sobre los pechos que a nadie dieron de comer. Velorio del solo, 1961
    
                
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    Cómo no evocar las palabras que pronunció cuando recibió el 
Cervantes, frente a los Reyes de España. “Es algo verdaderamente 
admirable, en estos tiempos mezquinos, tiempos de penuria, como los 
calificaba Holderlin, preguntándose: ¿para qué poetas? ¿Qué hubiera 
dicho hoy, en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño 
menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre, de 
pobreza? Me pregunto cuántos habrán fallecido desde que comencé a decir 
estas palabras. Pero ahí está la poesía: de pie contra la muerte”. El 
poeta repasó el significado que tuvo leer a Santa Teresa y San Juan de 
la Cruz durante el exilio al que lo condenó la dictadura. “Su lectura 
desde otro lugar me reunió con lo que yo mismo sentía, es decir, la 
presencia ausente de lo amado, Dios para ellos, el país del que fui 
expulsado para mí. Y cuánta compañía de imposible me brindaron. Ese es 
un destino ‘que no es sino morir muchas veces’, comprobaba Teresa de 
Avila. Y yo moría muchas veces y más con cada noticia de un amigo o 
compañero asesinado o desaparecido que agrandaba la pérdida de lo 
amado”, confesó el autor de una obra descomunal compuesta por más de 
treinta títulos en la que cabe destacar Citas y comentarios (1982), 
Interrupciones II (1986), Carta a mi madre (1989), Salarios del impío 
(1993), Dibaxu (1994), Incompletamente (1997), Ni el flaco perdón de 
Dios/Hijos de desaparecidos, junto a su esposa Mara La Madrid (1997), 
Valer la pena (2001), País que fue será (2004) y Mundar (2007), entre 
otros.
    
                
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    de la otra vuelven al sur/vivos por la alegría que sube de 
vos/ la mañana que das como almitas volando/ almando el aire con vos/  
te amo porque sos mi casa y los compañeros pueden venir/ sostienen el 
cielo del sur/ abren los brazos para soltar el sur/ de un lado les caen 
furias/del otro/  trepan sus niños/abren la ventana/ para que entren los
 caballos del mundo/ el caballo encendido de sur/ el caballo del deleite
 de vos/  la tibieza de vos/mujer que existís/ para que exista el amor 
en algún lado/ los compañeros brillan en las ventanas del sur/ sur que 
brilla como tu corazón/  gira como astros/como compañeros/ no hacés más 
que subir/ cuando alzás las manos al cielo/ le das salud o luz como tu 
vientre/  tu vientre escribe cartas al sol/ en las paredes de la sombra 
escribe/ escribe para un hombre que se arranca los huesos/ escribe la 
palabra libertad/ Hacia el sur te
 amo señora/como el sur/ una mañana sube de tus pechos/ toco tus pechos y
 toco una mañana del sur/ una mañana como dos fragancias  de la 
fragancia de una nace la otra/ o sea tus pechos como dos alegrías/ de 
una alegría vuelven los compañeros muertos en el sur establecen su dura 
claridad/
    
                
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    Oracion Habítame, penétrame. 
Sea tu sangre una con mi sangre. Tu boca entre a mi boca. 
Tu corazón agrande el mío hasta estallar. Desgárrame. 
Caigas entera en mis entrañas. Anden tus manos en mis manos. 
Tus pies caminen en mis pies, tus pies. Árdeme, árdeme. 
Cólmeme tu dulzura. Báñeme tu saliva el paladar. 
Estés en mí como está la madera en el palito. 
Que ya no puedo así, con esta sed quemándome.  Con esta sed quemándome. 
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.
    
                
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    Todo el día viví con tu ausencia mejor dicho...
todo el día viví con tu ausencia mejor dicho todo el día viví de tu ausencia ya que los terremotos otros desastres internacionales no me distrajeron de ti yo soy un hombre mundial me interesa la revolución en Pakistán la falta de revolución en el Yorkshire donde una vez vi que lloraban de hambre o de rabia nomás ¿cómo es posible entonces que entre las tempestades o sus calmas que vienen a ser lo mismo desde cierto punto de vista yo no haya olvidado tu valor la suave apariencia que adquirís y todo sea como tu olor después de haber amado antes de haber amado sea como tu olor?
todo el día viví con tu ausencia mejor dicho todo el día viví de tu ausencia ya que los terremotos otros desastres internacionales no me distrajeron de ti yo soy un hombre mundial me interesa la revolución en Pakistán la falta de revolución en el Yorkshire donde una vez vi que lloraban de hambre o de rabia nomás ¿cómo es posible entonces que entre las tempestades o sus calmas que vienen a ser lo mismo desde cierto punto de vista yo no haya olvidado tu valor la suave apariencia que adquirís y todo sea como tu olor después de haber amado antes de haber amado sea como tu olor?
                
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    La más mujer del mundo sonríe como un cómplice
 bajo el calor suelta sus animales bellos desnudos indolentes 
y recorren la tierra llenándola de ansias de carne en libertad 
ella prepara sus abismos ninguno la conoce 
en la mitad de la noche me despierta la oigo como enciende su furor 
y las crepitaciones de rostros que ella quema lentamente 
contra su voluntad. "El amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa, y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran."
    
                
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    María la sirvienta Se llamaba María 
todo el tiempo de sus 17 años,  era capaz de tener alma y sonreír con 
pajaritos,  pero lo importante fue que en la valija le encontraron  un 
niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.   Qué manera 
era esa de pecar de pecar,  decían las señoras acostumbradas a la 
discreción  y en señal de horror levantaban las cejas  con un breve 
vuelo no desprovisto de encanto.   Los señores meditaron rápidamente 
sobre los peligros  de la prostitución o de la falta de prostitución, 
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas  y decían severos: desde 
luego querida. En la comisaría fueron decentes 
con ella,  sólo la manosearon de sargento para arriba,  pero María se 
ocupaba de soñar,  los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de 
lágrimas.   Había mucha gente desagradada con María  por su manera de 
empaquetar los resultados del amor  y opinaban que la cárcel le 
devolvería la decencia  o por lo menos francamente la haría menos bruta.
   Aquella noche las señoras y señores se perfumaban  con ardor  pero el
 niño que decía la verdad,  por el niño que era puro,  por el que era 
tierno,  por el bueno, en fin,  por todos los niños muertos que cargaban
 en las valijas  del alma  y empezaron a heder súbitamente  mientras la 
gran ciudad cerraba sus ventanas.
    
                
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    Ruiseñores de nuevo En el gran cielo 
de la poesía, mejor dicho en la tierra o mundo de la poesía que incluye 
cielos astros dioses mortales está cantando el ruiseñor de Keats siempre
 pasa Rimbaud empuñando sus 17 años como la llama de amor viva de San 
Juan a la Teresa se le dobla el dolor y su caballo triza el polvo 
enamorado Francisco de Quevedo y Villegas el dulce Garcilaso arde en los
 infiernos de John Donne de César Vallejo caen caminos para que los pies
 de la poesía caminen pies que pisan callados como un burrito andino 
Baudelaire baja un albatros de su reino celeste con el frac del albatros
 Mallarmé va a la fiesta de la nada posible suena el violín de Verlaine 
en la fiesta de la nada posible recuerda que la sangre es posible en 
medio de la nada que Girondo liublimará perrinunca lamora y girarán los 
barquitos de tuñón contra el metal de espanto que abusó a Apollinaire oh
 Lou que desamaste la eternidad de viaje el palacio del exceso donde 
entró la sabiduría de Blake el paco urondo que forraba en lamé la 
felicidad para evitarle fríos de la época mientras Roque Dalton trepaba 
por el palo mayor de su alma y gritaba.
    
                
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    “La pena”, dijo una vez con su enorme capacidad para la 
melancolía y el sarcasmo, “es un territorio muy amplio, probablemente 
argentino”. Lo llamaron, también, “el poeta de los ojos tristes”.
    
                
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    En un campo de concentración próximo a Varsovia es conservado 
un duro testimonio de la guerra pasada: una montaña de zapatitos de pibe
   Zapatitos blancos de pibe Zapatitos negros de pibe Zapatitos rojos de
 pibe Zapatitos sanos de pibe Zapatitos rotos de pibe Zapatitos de pibe 
Zapatitos Una montaña de zapatitos Negros, blancos, rojos, sanos, rotos 
Una montaña de sombra en la mañana Una cuña de luto clavada en la 
entraña de Polonia Oídme bien: El sol en todas partes, en cualquier 
parte Pero hay una montaña de sombra en la mañana. Una cuña de luto 
clavada en la entraña de Polonia Una montaña con sabor de camino hacia a
 escuela interrumpido con sabor de carrera hacia el refugio con sabor a 
calesita abandonada con sabor de pequeñas preguntas sin respuestas. 
Zapatitos de pibe no van a ningún lado Tus pasos en espera no van a 
ningún lado. El trompo, el barrilete, no van a ningún lado. Las veredas 
preguntan: ¿No van a ningún lado? Las escuelas preguntan: ¿No van a 
ningún lado? Mi corazón pregunta esperanzado: ¿No van a ningún lado? Se 
quedan simplemente. Ahora son una montaña de sombra en la mañana. Una 
cuña de luto clavada en la entraña de Polonia Ah!
 Montaña que pesas Ah! Que saberte quieta me hace daño Ah que me parte 
tu viudez de piernas De piernas que hace mucho no van a ningún lado Cómo
 quisiera despertarte ahora Cómo quisiera verte caminando Qué falta le 
hacen a mi amor los pibes Los pibes que hace mucho no van a ningún lado. Una
 mañana de estas Una mañana clara sin montañas de sombra Una mañana aquí
 en la ciudad en un colectivo La tarifa, letreros, el retrato de Carlos 
Gardel, Flores sobre una guitarra de vidrio, La fotografía dominguera de
 una pareja Y al lado, un zapatito Un zapatito de pibe. Blanco. No pude 
más, Mi grito abrió en un tajo la mañana. Los zapatitos de pibe en su 
lugar. Que lo vayan sabiendo El zapatito blanco en su lugar. Que lo 
vayan sabiendo los señores. El zapatito negro en su lugar. Que lo vaya 
sabiendo el mercader de vidas. El zapatito sano en su lugar. Que lo vaya
 sabiendo el mercader de muertes. El zapatito roto en su lugar. Que lo 
vaya sabiendo el mercader de guerras. Los zapatitos de pibe en todas 
partes En cualquier parte. Menos una cuña de luto Clavada en la entraña 
de mi tierra Los zapatos de pibe en su lugar Que lo vayan sabiendo. En 
su lugar de aurora y carne nueva En su lugar.
    
                
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    MEDIDAS El abuelo me mira desde  la 
foto de siempre, me mira desde el fondo de Rusia y otras desgracias. 
Desde el ghetto me mira. Dicen que escribió una carta a Dios para que 
inundara las casas de trigo, de vino y de pan ázimo en Pascua, y ató la 
carta a la pan de un pájaro que voló de país en país buscando el cielo. 
Me mira con las ojeras lentas de quien veló el espanto. Nunca me levantó
 en sus brazos. Nunca lo tuve, nunca me tuvo, nunca es
 la palabra entre los dos. Quiso que la verdad paseara por la calle y la
 cubrió con una máscara para que la quisieran. Esa máscara es su rostro 
en la foto. Le habrá pedido a Dios que no borre ni escriba nada porque 
todo podía ser peor. La foto está enferma, levanta una humareda de 
brazos que no se encontrarán. Empoza su linaje y me sigue como un perro
    
                
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    “Sueña, sueña, sueña, sin importar lo que perdió
“Sueña, sueña, sueña, sin importar lo que perdió... En un rincón el viento mueve la sombra de las hojas” (de “La manzana”).
“Sueña, sueña, sueña, sin importar lo que perdió... En un rincón el viento mueve la sombra de las hojas” (de “La manzana”).
                
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    Gelman y la poesía norteamericana: Los poemas de Sidney West
En la década del sesenta Juan Gelman decidió ensayar otras voces poéticas y ser "traductor" de poetas de otras culturas. Si Leónidas Lamborghini escoge el canto paralelo, la para-oda, la parodia, para distanciarse críticamente (y homenajear) a la poesía nacional, Juan Gelman intenta sumergirse en la subjetividad de poesía rebelde y contestataria norteamericana e imaginar un poeta posible, Sidney West. El género elegido es el lamento, la elegía. Sus personajes son seres rechazados por su cultura, poetas incomprendidos en una sociedad materialista y consumista, que ignora la sensibilidad del poeta y hace de él su víctima. La mirada de Gelman es doble: es una visión de la poesía rebelde norteamericana de los sesenta, y una crítica al capitalismo materialista y al imperialismo destructor. Valiéndose de la ficción de ser el poeta norteamericano Sidney West escapa de la autocensura para liberar su propia imaginación en una poesía elegíaca exaltada, que es a la vez trágica y cómica, lírica y crítica. Pérez, Alberto Julián Gelman y la poesia norteamericana Los poemas de Sidney West
En la década del sesenta Juan Gelman decidió ensayar otras voces poéticas y ser "traductor" de poetas de otras culturas. Si Leónidas Lamborghini escoge el canto paralelo, la para-oda, la parodia, para distanciarse críticamente (y homenajear) a la poesía nacional, Juan Gelman intenta sumergirse en la subjetividad de poesía rebelde y contestataria norteamericana e imaginar un poeta posible, Sidney West. El género elegido es el lamento, la elegía. Sus personajes son seres rechazados por su cultura, poetas incomprendidos en una sociedad materialista y consumista, que ignora la sensibilidad del poeta y hace de él su víctima. La mirada de Gelman es doble: es una visión de la poesía rebelde norteamericana de los sesenta, y una crítica al capitalismo materialista y al imperialismo destructor. Valiéndose de la ficción de ser el poeta norteamericano Sidney West escapa de la autocensura para liberar su propia imaginación en una poesía elegíaca exaltada, que es a la vez trágica y cómica, lírica y crítica. Pérez, Alberto Julián Gelman y la poesia norteamericana Los poemas de Sidney West
                
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    Lamento por la tórtola de Butch Butchanam
el pobre butch butchanam pasó sus años últimos cuidando a una tórtola ciega y sin querer ver a nadie en solidaridad con el pájaro al que amaba y cuidaba y a veces aleteaba en su hombro dejando caer un dulce sonido a naranjos azules girando por el cielo a demonios de pie sobre un ratón a monos de piedra sorprendidos en el acto de hacer "oh tórtola" decía butch butchanam. "amas la ceguera y yo convertí mi corazón en ceguera para que vueles alrededor de él y te quedes" pero lo que debe desaparecer todo lo que se masca come chupa bebe o saborea, venía con el crepúsculo y tristeza para butch tristeza para butch. el cual: soñaba con el desierto sembrado de calaveras de vaca los castillos de arena instantánea o polvo rápidamente quieto en tierra los oleajes (como de serpiente) del tiempo en Melody Spring y los antepasados que ya no conocían el dolor ni el dolor de la muerte y hablaban un idioma lento amarillo feliz como un lazo de oro en el cuello noches y noches soñó butch butchanam hasta que supo que iba a morir enfiló su cama hacia el sur y se acostó de espaldas al cielo y dejó escrito en la tórtola que lo enterraran de espaldas al cielo y aquí yace de espaldas al cielo mirando todo lo que baja y sube en Melody pueblo de miserables que: degollaron la tórtola la asaron la comieron y comprobaron con cristiano horror que los miraba desde el plato con el recuerdo de sus ojos
el pobre butch butchanam pasó sus años últimos cuidando a una tórtola ciega y sin querer ver a nadie en solidaridad con el pájaro al que amaba y cuidaba y a veces aleteaba en su hombro dejando caer un dulce sonido a naranjos azules girando por el cielo a demonios de pie sobre un ratón a monos de piedra sorprendidos en el acto de hacer "oh tórtola" decía butch butchanam. "amas la ceguera y yo convertí mi corazón en ceguera para que vueles alrededor de él y te quedes" pero lo que debe desaparecer todo lo que se masca come chupa bebe o saborea, venía con el crepúsculo y tristeza para butch tristeza para butch. el cual: soñaba con el desierto sembrado de calaveras de vaca los castillos de arena instantánea o polvo rápidamente quieto en tierra los oleajes (como de serpiente) del tiempo en Melody Spring y los antepasados que ya no conocían el dolor ni el dolor de la muerte y hablaban un idioma lento amarillo feliz como un lazo de oro en el cuello noches y noches soñó butch butchanam hasta que supo que iba a morir enfiló su cama hacia el sur y se acostó de espaldas al cielo y dejó escrito en la tórtola que lo enterraran de espaldas al cielo y aquí yace de espaldas al cielo mirando todo lo que baja y sube en Melody pueblo de miserables que: degollaron la tórtola la asaron la comieron y comprobaron con cristiano horror que los miraba desde el plato con el recuerdo de sus ojos
                
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    LAMENTO POR LA MANO DE ARTHUR DONOVAN   cando arthur donovan 
vino del sur  hizo una parva con sus maldades resentimientos tristezas 
les prendió fuego en el crepúsculo  para espantar a los mosquitos de 
paso   quedó solísimo apoyado en bellezas "y qué va a hacer" decía 
arthur donovan con luz o suavidad o dulzura pechonas contando su poquito
  "y qué va a hacer" decía pero una mirada que le dieron como amparo o 
amor le sostenía el esqueleto en esa mirada arthur donovan estaba parado
 y hacía señales contra el mundo  "ah mirada" decía arthur donovan el 
entendido en sombras "solos estamos por aquí" decía y ya la noche le 
rebajaba el sufrimiento a pájaros a tierra  mojada respirando  cuando 
arthur donovan murió sacó una mano afuera extendiéndola como quien pide 
lluvia o nido o no tanta soledá olvido si no hay caso  cómo llovió sobre
 esa mano  no hubo gente que no llorara por allí pero ni hojita le 
creció al puro hueso comido por el aire  "y qué va a hacer" decía arthur
 donovan mientras el viento lo limpiaba y él levantaba su mirada famosa 
como calor desobediente a la suerte fatal
    
                
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    Por abajo por arriba por la ventanita que nadie abre iba carmichael con el camino en la mano como paquete del dolor hasta que un día los pies se le pusieron verdes áhi carmichael paró ya rojo ya mitad ya parecido y dulce fue su desventaja toda
 la sombra que cae de carmichael o'shaughnessy pega en el suelo y se va 
al sol pero antes canta como dos pechos de mujer o sea canta canta Traducciones III. Los poemas de Sidney West (1969)
    
                
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    “Pareciera que se ha instalado todo un sistema para 
recortarnos el espíritu, para convertirnos en tierra fértil de 
autoritarismos. Y hay una especie de acostumbramiento, que es lo peor 
que le puede pasar al ser humano: al terrorismo, al genocidio por 
hambre, a la falta de educación para todo el mundo.”
    
                
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    "Dice el tango que 20 años no son nada, entonces 80 años son cuatro nadas"
LA MUERTE Si me dieran a elegir, yo elegiría esta salud de saber que estamos muy enfermos, esta dicha de andar tan infelices. Si me dieran a elegir, yo elegiría esta inocencia de no ser un inocente, esta pureza en que ando por impuro. Si me dieran a elegir, yo elegiría este amor con que odio, esta esperanza que come panes desesperados. Aquí pasa, señores, que me juego la muerte.
LA MUERTE Si me dieran a elegir, yo elegiría esta salud de saber que estamos muy enfermos, esta dicha de andar tan infelices. Si me dieran a elegir, yo elegiría esta inocencia de no ser un inocente, esta pureza en que ando por impuro. Si me dieran a elegir, yo elegiría este amor con que odio, esta esperanza que come panes desesperados. Aquí pasa, señores, que me juego la muerte.
                
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    “Te amé duplicadamente, te amé por vos y por mí.”
Presencia del Otoño Debí decir te amo. Pero estaba el otoño haciendo señas, clavándome sus puertas en el alma. Amada, tú, recíbelo. Vete por él, transporta tu dulzura por su dulzura madre. Vete por él, por él, otoño duro, otoño suave en quien reclino mi aire. Vete por él, amada. No soy yo él que te ama este minuto. Es él en mí, su invento. Un lento asesinato de ternura. “Te amé duplicadamente, te amé por vos y por mí.”
Presencia del Otoño Debí decir te amo. Pero estaba el otoño haciendo señas, clavándome sus puertas en el alma. Amada, tú, recíbelo. Vete por él, transporta tu dulzura por su dulzura madre. Vete por él, por él, otoño duro, otoño suave en quien reclino mi aire. Vete por él, amada. No soy yo él que te ama este minuto. Es él en mí, su invento. Un lento asesinato de ternura. “Te amé duplicadamente, te amé por vos y por mí.”
                
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    Límites ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua? ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire, hasta aquí el fuego? ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor, hasta aquí el odio? ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre, hasta aquí no? Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas. Sangran Sefiní basta
 por esta noche cierro la puerta me pongo el saco guardo los papelitos 
donde no hago sino hablar de ti mentir sobre tu paradero cuerpo que me 
has de temblar
    
                
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    “Leer poesía de Gelman es cada vez más, a medida que avanza su
 obra, como asistir al momento en que surgen las palabras y se van 
formando las frases, todavía no del todo acabadas, todavía cargadas de 
algo de la fuerza del territorio confuso del que vienen, temblorosas e 
inexpertas en su trato con el mundo. Cada vez más, leer un poema de 
Gelman es percibir su intento de hacerse, lanzar algunas señas 
misteriosas y perderse después. Pero además leer su producción poética 
de punta a punta implica internarse en un proceso en el que, cuanto más a
 fondo el lenguaje se hace cargo de sí mismo, más enfrenta la 
complejidad y la mezcla de horror, desconcierto y maravilla que es para 
esa poesía el mundo.” (Daniel Freidemberg - El País Cultural Nº 415 - 17
 de octubre de 1997) Los tres periodos principales de la obra de Juan Gelman: 1. Utopía y Revolución: el exordio y los primeros libros, de 1956 a 1973. 2. Interrupciones y memoria: el exilio y la busqueda, de 1980 a 1994. 3. El oficio ardiente: la madurez del poeta, de 1997 a 2011
    
                
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    Utopía y Revolución: el exordio y los primeros libros, de 1956 a 1973.
1956 Violín y otras cuestiones, Gleizer, Buenos Aires 1959 El juego en que andamos, Nueva expresión, Buenos Aires1961 Velorio del solo, Nueva expresión, Buenos Aires 1962 Gotán, La rosa blindada, Buenos Aires1965 Cólera Buey, La Tertulia, La Habana 1969 Los poemas de Sidney West (Traducciones III), Galerna, Buenos Aires 1971 Fábulas, La rosa blindada, Buenos Aires 1973 Relaciones, La rosa blindada, Buenos Aires.Ya en el período del exordio de Juan Gelman encontramos a obras maéstras, empezando por Violín y otras cuestiones, seguido tres años después por El juego en que andamos, por Velorio del solo en 1961 y Gotán el año siguiente. Todos estos libros han sido apreciados de inmediato por crítica y lectores y en el tiempo se han vuelto en esenciales para la literatura poética en lengua castellana. Acá damos con una breve presentación y una pequeña selección de los cuatro libros, que fueron más tarde reunidos en un volumen único editado por Caldén en 1970 y en la Colección de poesía Todos bailan -Ediciones Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1989. VIOLÍN Y OTRAS CUESTIONES (1956) En 1956 el grupo El pan duro decidió publicar el primer libro de Gelman, Violín y otras cuestiones, con prólogo de Raúl González Tuñón, bajo el sello editorial de Manuel Gleizer. El libro recibe de inmediato el elogio de la crítica. EL JUEGO EN QUE ANDAMOS (1958) El libro salido en 1959 reúne poemas en los cuales, con fineza y ternura, Gelman descubre y hace descubrir a los lectores algunos de sus temas fundamentales, como la vida cotidiana en sus detalles de ternura e ingenuidad, el amor, la justicia social. VELORIO DEL SOLO (1961) Compuesto por tres secciones -Velorio del solo, Tiempo y Casos- el libro sigue sobre el camino del poeta de la gente, ese que quiere hablar en sus versos de la soledad de quien no alcanze a si mismo. GOTÁN (1962) Uno de los libros de Gelman más famosos y amados en el tiempo. Su país, su identidad, la voz de sus sueños, de su gente se afirman y radican en el imaginario colectivo.
1956 Violín y otras cuestiones, Gleizer, Buenos Aires 1959 El juego en que andamos, Nueva expresión, Buenos Aires1961 Velorio del solo, Nueva expresión, Buenos Aires 1962 Gotán, La rosa blindada, Buenos Aires1965 Cólera Buey, La Tertulia, La Habana 1969 Los poemas de Sidney West (Traducciones III), Galerna, Buenos Aires 1971 Fábulas, La rosa blindada, Buenos Aires 1973 Relaciones, La rosa blindada, Buenos Aires.Ya en el período del exordio de Juan Gelman encontramos a obras maéstras, empezando por Violín y otras cuestiones, seguido tres años después por El juego en que andamos, por Velorio del solo en 1961 y Gotán el año siguiente. Todos estos libros han sido apreciados de inmediato por crítica y lectores y en el tiempo se han vuelto en esenciales para la literatura poética en lengua castellana. Acá damos con una breve presentación y una pequeña selección de los cuatro libros, que fueron más tarde reunidos en un volumen único editado por Caldén en 1970 y en la Colección de poesía Todos bailan -Ediciones Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1989. VIOLÍN Y OTRAS CUESTIONES (1956) En 1956 el grupo El pan duro decidió publicar el primer libro de Gelman, Violín y otras cuestiones, con prólogo de Raúl González Tuñón, bajo el sello editorial de Manuel Gleizer. El libro recibe de inmediato el elogio de la crítica. EL JUEGO EN QUE ANDAMOS (1958) El libro salido en 1959 reúne poemas en los cuales, con fineza y ternura, Gelman descubre y hace descubrir a los lectores algunos de sus temas fundamentales, como la vida cotidiana en sus detalles de ternura e ingenuidad, el amor, la justicia social. VELORIO DEL SOLO (1961) Compuesto por tres secciones -Velorio del solo, Tiempo y Casos- el libro sigue sobre el camino del poeta de la gente, ese que quiere hablar en sus versos de la soledad de quien no alcanze a si mismo. GOTÁN (1962) Uno de los libros de Gelman más famosos y amados en el tiempo. Su país, su identidad, la voz de sus sueños, de su gente se afirman y radican en el imaginario colectivo.
                
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    Exilio: interrupciones y memoria (1980-1994)
1980 Hechos y relaciones, Visor, Madrid 1980 Si dulcemente (contiene: Notas, Carta abierta y Si dulcemente), Lumen, Barcelona 1982 Hacia el Sur, Marcha, México D.F.1982 Citas y comentarios, Visor, Madrid 1984 Exilio (Bajo la lluvia ajena/Notas al pie de una derrota), con Osvaldo Bayer, Legasa, Buenos Aires 1985 La junta luz, Libros de Tierra firme, Buenos Aires1985 Hacia el sur (y otros poemas), Espasa Calpe, Buenos Aires 1986 Com/posiciones, Ediciones del Mall, Barcelona 1988 Anunciaciones, Visor, Madrid, 1988 Interrupciones I (contiene: Relaciones, Hechos, Notas, Carta abierta, Si dulcemente, Comentarios, Citas), Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1988 Interrupciones II (contiene: Bajo la lluvia ajena, Hacia el sur, Com/posiciones, Eso), Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1989 Carta a mi madre, Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1993 Salarios del impío, Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1994 Dibaxu, Seix Barral, Buenos Aires INTERRUPCIONES I reúne los siguientes libros de poesía: Relaciones, Hechos, Notas, Carta abierta, Si dulcemente, Comentarios y Citas (con introducción de Julio Cortázar escrita en 1981). INTERRUPCIONES II reúne los siguientes libros de poesía: Bajo la lluvia ajena, Hacia el sur, com/posiciones, Eso). Ambos los libros salieron por las ediciones Libros de Tierra Firme (Colección Todos Bailan, dirigida por José Luis Mangieri) en Buenos Aires, en el 1988.
1980 Hechos y relaciones, Visor, Madrid 1980 Si dulcemente (contiene: Notas, Carta abierta y Si dulcemente), Lumen, Barcelona 1982 Hacia el Sur, Marcha, México D.F.1982 Citas y comentarios, Visor, Madrid 1984 Exilio (Bajo la lluvia ajena/Notas al pie de una derrota), con Osvaldo Bayer, Legasa, Buenos Aires 1985 La junta luz, Libros de Tierra firme, Buenos Aires1985 Hacia el sur (y otros poemas), Espasa Calpe, Buenos Aires 1986 Com/posiciones, Ediciones del Mall, Barcelona 1988 Anunciaciones, Visor, Madrid, 1988 Interrupciones I (contiene: Relaciones, Hechos, Notas, Carta abierta, Si dulcemente, Comentarios, Citas), Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1988 Interrupciones II (contiene: Bajo la lluvia ajena, Hacia el sur, Com/posiciones, Eso), Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1989 Carta a mi madre, Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1993 Salarios del impío, Libros de Tierra firme, Buenos Aires 1994 Dibaxu, Seix Barral, Buenos Aires INTERRUPCIONES I reúne los siguientes libros de poesía: Relaciones, Hechos, Notas, Carta abierta, Si dulcemente, Comentarios y Citas (con introducción de Julio Cortázar escrita en 1981). INTERRUPCIONES II reúne los siguientes libros de poesía: Bajo la lluvia ajena, Hacia el sur, com/posiciones, Eso). Ambos los libros salieron por las ediciones Libros de Tierra Firme (Colección Todos Bailan, dirigida por José Luis Mangieri) en Buenos Aires, en el 1988.
                
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    El oficio ardiente ( )  1997 Incompletamente, Seix Barral, Buenos Aires 2001 Valer la pena, Seix Barral, Buenos Aires 2004 País que fue será, Visor, Madrid 2007 Mundar, Seix Barral, Buenos Aires (re-editado en 2008 por Visor, Madrid) 2009 De atrásalante en su porfía, Visor, Madrid y Seix Barral, Buenos Aires 2011  El emperrado corazón amora, Tusquets, Barcelona y Seix Barral, Buenos Aires   Sobre De atrásalante en su porfía.
    
                
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    NOMBRES Mi padre se llamaba José. ¿Por
 qué José? ¿Por qué se llamaba José? Tengo que detenerlo en esta 
pregunta: ¿por qué te llamabas José? Ahí va mi verte como si no quisiera
 tener alma conmigo. La palabra es una falta de palabra en el rostro de 
tu mujer. La he visto en los desfiles del error. Y ahora me siento a 
veces a esperar tu pérdida. Cuando el día no es más que ese enfermedad, 
 el sol no sola. El anuncio incompleto de algo desconocido baja con la 
tarde y veo la cama donde muriste y tu silencio que no se mueve. ¿Por 
qué José? ¿Por qué te llamabas José
    
                
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    LA YAPA: Consejos para ser escritor
Lo primero es conoser vien la hortografia. Cuide la concordancia, el cual son necesaria para que Ud. no caigan en aquellos errores. Y nunca empiece por una conjunción. Evite las repeticiones, evitando así repetir y repetir lo que ya ha repetido repetidamente. Use; correctamente. Los signos: de, puntuación. Trate de ser claro; no use hieráticos, herméticos o errabundos gongorismos que puedan jibarizar las mejores ideas. Imaginando, creando, planificando, un escritor no debe aparecer equivocándose, abusando de los gerundios. Correcto para ser en la construcción, caer evite en trasposiciones. Tome el toro por las astas y no caiga en lugares comunes. Si Ud. parla y escribe en castellano, O.K. ¡Voto al chápiro!... creo a pies juntillas que deben evitarse las antiguallas. Si algún lugar es inadecuado en la frase para poner colgado un verbo, el final de un párrafo lo es. ¡Por amor del cielo!, no abuse de las exclamaciones. Poné cuidado en las conjugaciones cuando escribáis. No utilice nunca doble negación. Es importante usar los apóstrofo's correctamente. Procurar nunca los infinitivos separar demasiado. Relea siempre lo escrito, y vea si palabras. Con respecto a frases fragmentadas
Lo primero es conoser vien la hortografia. Cuide la concordancia, el cual son necesaria para que Ud. no caigan en aquellos errores. Y nunca empiece por una conjunción. Evite las repeticiones, evitando así repetir y repetir lo que ya ha repetido repetidamente. Use; correctamente. Los signos: de, puntuación. Trate de ser claro; no use hieráticos, herméticos o errabundos gongorismos que puedan jibarizar las mejores ideas. Imaginando, creando, planificando, un escritor no debe aparecer equivocándose, abusando de los gerundios. Correcto para ser en la construcción, caer evite en trasposiciones. Tome el toro por las astas y no caiga en lugares comunes. Si Ud. parla y escribe en castellano, O.K. ¡Voto al chápiro!... creo a pies juntillas que deben evitarse las antiguallas. Si algún lugar es inadecuado en la frase para poner colgado un verbo, el final de un párrafo lo es. ¡Por amor del cielo!, no abuse de las exclamaciones. Poné cuidado en las conjugaciones cuando escribáis. No utilice nunca doble negación. Es importante usar los apóstrofo's correctamente. Procurar nunca los infinitivos separar demasiado. Relea siempre lo escrito, y vea si palabras. Con respecto a frases fragmentadas
                
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    Palabras de despedida
    
                
                    44                
        
    Palabras de despedida
    
                
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    Jose Emilio Pacheco, el gran poeta mexicano, escribio estas 
palabras el 19 de Enero, Pacheco fallecio una semana despues, el 26 de 
Enero…
    
                
                    47                
        
    Clarita -Efraim www.clarita-efraim.com chefetze@netvision/net.ilFuentes: Clarita -Efraim
https://youtu.be/uj6VJqsXOnw

 
