POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

jueves, 6 de septiembre de 2012

TALLER de creación poética (III)

POESÍA EN LIBERTAD


Libertad es un concepto muy amplio, desde las libertades constitucionales o políticas, sin embargo, aquí lo que nos interesa es centrarnos en la libertad de creación poética. La libertad no sólo se reduce las leyes donde se le reconocen al individuo derechos para actuar libremente, Porque esta libertad acaba colisionamos con la libertad de los demás.
Pero la libertad que a nosotros nos interesa es la libertad interior del individuo sin límites para poder crear, pensar y comunicarnos. La libertad creativa es la ausencia de todas restricciones, críticas o miedos, con el objeto de poder comunicar nuestros sentimientos o nuestras pasiones, sin el impedimento o traba u los obstáculos que no paralizan o nos inmovilizan para no hacer. Puesto que en realidad ésta es la educación que recibidos, mensajes como: tú no sabes, tú no vales para nada, desengáñate, nunca ¡legarás a nada, tú no tienes madera... Siempre en negativo, siempre con la moral por los suelos. En definitiva es la actitud que, por lo general, salvo excepciones, recibimos constantemente de nuestro entorno como un bombardeo mental.
La razón de este acoso a la libertad creativa del individuo, se reduce a no molestes, no pintes porque vas a mancharme ¡a mesa, no escribas poesía que eso no lleva a ninguna parte, los poetas son unos muertos de hambre. Tú a estudiar matemáticas, ciencias y un idioma que eso es lo útil y provechoso.
¿Y dónde queda la libertad interior, un rato con uno mismo? No interesa que tengamos libertad íntima porque piensas y exiges, y eres molesto, te revelas contra el orden establecido y por lo general no obedeces, aquí recibe uno de los ingredientes del pensamiento único: todo iguales. Siempre impedimentos hacia la libertad creativa: obedece y sé como todo el mundo, del montón, ser siempre un anónimo que consume televisión, que no lee porque es perder el tiempo, no mola, no se lleva, en cambio sí debes ir con los amigo/as y diviértete y el uniforme vaquero. Mientras te diviertes no creas, mejor para todos (familia, escuela, políticos), que tú seas un NIF y nada más.
Todas personas llevamos a un poeta dentro, lo que sucede es que no le damos oportunidades de expresión, no le damos cancha, libertad creativa y por lo general si lees poesía dirán que eres raro, esta chica/o es rarita, y evidentemente uno sé coarta y le da vergüenza decir lo que piensa, o qué concepto propio tiene del mundo que te rodea.
Por ello el poeta novel, el que empieza tiene un muro delante, y que esta que no lo supera, hasta que no lo salta, no puede expresarse, porque teme no agradar a los demás. Aquí reside uno de los escalones, yo no hago poesía para agradar a nadie, sino para agradarme a mí mismo, a quien le guste bien y a quien no le guste pues que se fastidie, yo he llegado incluso a recibir anónimos. Y esta es la señal de que lo estás haciendo bien, porque nadie da patadas sobre un perro muerto, si no eres nadie, no molestas y no hace nada, nadie te mandará un bendito anónimo.
A veces la poesía se convierte en el naufragio del alma.
Ya he comentado varias veces que la poesía no es literatura sino sentimientos, verdad, pasión y sinceridad. De lo contrario se vuelve diverticular o vacía, ya lo decía Miguel Hernández hay que escribir con el corazón. Yo diría más hay que escribir con el alma en un puño.

Por Ramón Fernández Palmeral
De mi blog POESÍA PALMERIANA


PASAR A LA LECCIÓN IV