POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

miércoles, 4 de agosto de 2010

DADORA DE PRODIGIOS EN EL ÁRBOL CELESTE

DADORA DE PRODIGIOS EN EL ÁRBOL CELESTE


Melódico compás de arpas,
tambores de voces nacidas en declinación,
huellas de mis camellos en el desierto
denuncian que han sido profanadas sus raíces,
escarbados sus huesos de cenizas,
catapultadas sus huellas al delirio;
negando haber visto al hacedor,
hoy señalan que mientras el sol durmiendo estaba
el arco iris elevó sus últimos gritos,
y señalan también que por vez nona la tuna llora,
llora su muerte ineluctable,
cubierta de acero y madero, sucumbiendo en delirios flojos.

Mientras navíos escarchados y gélidos son comparsa,
Agamenón grita: “¡Son sirenas encantadas!;
y ellos retiran el oír aguzado;
para no ser esclavosen eco responden trémulos:

“¡Sois espanto!…”
Sois la suma elemental de mis días en pie
y encandilando el silencio de la negra noche,
más negra que la noche misma,
le devuelven al vacío sus pasos en palpitar silencioso,
encrespado de azarosos festines de mieles-doncellas
que en coro fueron nidal de blancos elefantes fantasmales
que mastican prisas, y por vez última dice:

“Ya no quiero tus dudas,
porque mi liviano cuerpo al infinito
es pequeño tamboril de takinas”.
Soy entonces entre cóncavas risas envueltas en mi selva
el ayer del paujil, extracto de piñón, desierto de lupunas,
pitonisa vestida en tules y asbestos portando al cinto
cenizos y pedruscos truenos en búsqueda
de mudas pieles en ishpingos.

Dices ser: roble, cobre, fuego, piel, escamas, agua y la nada misma;
porque eres dadora de prodigios
te busco incansable, porque sé que tú serás
la inmaterial fábula desde siempre.


(c) Gloria Dávila Espinoza
Del Libro "Kantos de Ishpingo", Manoalzada Editores, 2007