Echar sal en los ojos y en la polla
Qué quieren que le diga amigos de oído tiesos
como la de los linces disecados.
Qué podemos pensar después de ver tanto hijo de su madre
por ahí.
Mejor sería olvidarse de todo y echarse pomada blanca en la nariz.
Nos pueden quitar los dineros, pero no los sueños ni la litrona
Nos despedirán del trabajo, pero no las
ganas de salir a tomar unas copas,
Las pocas cosas que compramos en el
bazar de los chinos,
Nos quitarán el piso, las pagas,
pero nunca las ilusiones de coger una
tarro de sal y echársela a los tomates
y si queda algo frotarla en la polla
Pero esto políticos se van a ir a tomar por…
Porque sí, la vida no acaba aquí.
Y esos privilegiados de la casa real nos mentirán
pero no nos engararán.
Y los domingos al sol en un banco del parque.
Y es que estos banqueros me van a chupar la polla
me meteran una querella pero una hostia no se las quita nadie.
Al menos gané 2 euros de aparcacoches.
(Poema anónimo en busca de un autor)