PESÍA ONÍRICA (I)
Arrancaré de la tierra un terremoto
de amor y de imposible olvido
de gloria y de recuerdos que los tiempos
venideros y de la razón no tengan rencores.
Te miraré de igual a igual
desearé que seas feliz (mi meta)
sin mentiras ni engaños.
Que tú vivas a gusto es el fin.
Dejaré el amor retozar sin aliento
en el centro del universo surcado
por cometas y meteoritos.
Sí te quiero y que lo sepa el mundo entero
Julia de mi vida madre de mis hijos,
consuelo de mis penas,
acicate de mis debilidades.
Revolotearemos de nuevo por los campos de sirenas
en aquel paisaje de montañas áridas
coronadas de torres vigías,
y la marina inquieta
con su torpes olas tamborileando en las rocas.
Arrancaré a la tierra un terremoto de verdad
de ciego egoísmo que nos puedan separar
que nos puedan arrancar el amor de los dos.
Todo será igual que antes cuando tu y yo
sras uno y el cielo nuestro manto de amor.
Ramón Palmeral, 3 -04-2013
