Para ser escritor
Categoría (El mundo del libro, El oficio de escribir, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 26-04-2021
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Heredé este libro junto con otros que dormían en un viejo baúl. Viva feliz, Simpatía y personalidad, La anfitriona perfecta, Cómo vencer la timidez… eran algunos de los títulos. Pero fue Para ser escritor (E.D. Prunera, editorial Bruguera, 1955) el que ganó mi atención porque, entre sus guardas, apareció una carta manuscrita dirigida a mi abuelo fechada en 1963, en la que alguien le recomendaba leerlo, ya que contenía una serie de consejos que le podían servir para concluir la novela que tenía a medio escribir. ¡Qué agradable sorpresa! Nunca supe que mi abuelo hubiera tenido esas aficiones. Volví a releer la carta y, a continuación, me enfrasqué en la lectura del libro que, desde la primera página, me arrebató. Primero porque, con un estilo sobrio y sin pelos en la lengua, este librito de escasas 119 páginas trata uno de los temas más de moda en estos momentos: la escritura, y segundo porque esta joya de 1955 es quizá una de las pioneras en el tratamiento de esta materia.
Comienza el libro con un prólogo directo y clarificador, que sienta las bases de su contenido a partir de unas palabras de Juan Valera: Como escribir una novela que guste es difícil de veras, resulta que de los novelistas puede decirse mejor que de nadie: muchos son los llamados y pocos los elegidos. Este ensayo va dirigido al escritor de novela para el que no debe ser suficiente con saber leer y escribir. La novela, desde sus inicios, ha intentado explicar el mundo y, en consecuencia, al hombre. Por eso nos aconseja empezar por ahí, por conocer al hombre, lo que implica el Conócete a ti mismo, que decía Sócrates; si profundizamos en nuestra esencia humana, seremos capaces de explicar la de los demás y de analizar lo que de particular tenemos cada uno. Esa mirada atenta, de la que hablaba Hebe Uhart, es el secreto del novelista; la que nos ayudará a descubrir lo novelable: esos detalles insignificantes que llevan a alguien a actuar de distintas maneras ante situaciones diferentes...
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Principios del naturalismo
En suma, los rasgos definitorios del Naturalismo se reducen a los siguientes:
- La existencia del ser humano está determinada por fuerzas naturales que la humanidad no puede controlar.
- Se funda en la filosofía del Determinismo, para la cual el hombre está controlado por sus instintos, sus pasiones y su entorno social y económico.
- El objetivo del Naturalismo es reproducir la realidad con total imparcialidad y verdad de una forma rigurosa, documentada y científica. Se considera a la literatura un documento social.
- La ética del Naturalismo, a diferencia de la del Realismo, incorpora una actitud amoral en la representación objetiva de la vida: prescinde de los valores morales burgueses para ser más objetivo y describe por igual lo considerado de mal gusto que lo que no, sin omitirlo [[como hacía la novela realista burguesa.
- Los escritores naturalistas consideran que el instinto, la emoción o las condiciones sociales o económicas rigen la conducta humana.
- En el Naturalismo se destaca la dependencia del ser humano a las condiciones ambientales.
- La estética del naturalismo es contraria a la tradicional y propone una revolucionaria indiferencia entre lo “bello” y lo “feo” que no juzga a lo uno por encima de lo otro si realmente es verdadero.
- Sus novelas buscan representar capas sociales que había dejado de lado la novela del realismo burgués, también porque existía un cierto agotamiento de los temas de la clase media: aparecen las clases bajas y aun marginales como tema nuevo, la pequeña burguesía y el proletariado.
- El lenguaje utilizado se inclina especialmente hacia las jergas y el habla regional o popular, que aparecen reflejados sin academicismo y con rigor.