POESIA PALMERIANA

Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.

sábado, 20 de julio de 2019

"Desolación sin nombre" poemas de Ramón Fernández (Palmeral), Almería 1982









          Ramón Fernández




                    








          Desolación sin nombre

                              POESÍAS






























Impreso en Gráficas Ortiz-  Almería
Depósito Legal: AL-513-1983



















                 Ramón Fernández






      Desolación sin nombre


                       POESIAS


    
                       ALMERIA
                        1983
















                                    Es propiedad del autor.
                                   Queda hecho el depósito
                                    que marca la ley.






















                                     Pórtico
                  “Infelices quienes callaron siempre
                    para que su palabra
                   no les comprometiera,
                   infelices.”
                                   Pura López Cortés.                                                                    
       
                    Este cuaderno de versos fue escrito por inspiración de la poetisa almeriense Pura López Cortés, en esta estrofa nos acusa de infelices por no tener el valor de decir aquello que nuestra razón nos pide, yo era uno de esos infelices que callaba siempre para que su palabra no les comprometiera, y desde la lectura de estos versos cambié mi condición de cordero conformista y me prometí tener el valor de hablar cuando tuviera algo que decir, desde el interior, desde el impulso creativo a golpe de intuición, desde el respeto a la imperfección.
                     Otra de las estrofas de este sublime poema; “Infelices”, nos advierte: “Infelices quienes nunca sufrieron/ porque por no sufrir/ no amaron nunca,/ infelices./ ...infelices quienes por egoísmo no abrieron nunca; su corazón,/ de par en par, la frente, el corazón y la palabra./”
                      Pura López, te agradezco tus versos, los cuales me enseñaron que para ser poeta debemos tener el valor de desnudarnos por dentro, por ello te espero desnudo en el camino, en una nube, compañera, te espero.
                       También quiero pedir perdón a los árboles por escribir sobre papel.
                                                 
        El autor.





                    PARA LA SEGUNDA EDICIÓN.
      Cuando descubrí un brote poético en la Costa Blanca, decidí fundar una revista PALMERAL (Poético-Artíistico), para recoger y dar a la luz los poemas de los muchos poetas que en la aquí existen. Y con motivo de la salida de la revista empecé una nueva andadura poética que dio el furto de nuevos poemas, unos nuevos y otros continuando el estilo de “Desolación sin nombre” autoeditado en 1983, de corta y desamparada tirada 
      Bajo el titulo de “Desolación sin nombre II”, he recopilado lo poemas del primer libro y e unido otros nuevos, que he indicado con el año de su creación.





















 
       DIETARIOS ÍNTIMOS
                  (1975-1977)         
                         I
                 SOY LO QUE SOY    
Me gusta sentir el peso de mis “huevos”
entre las ingles, que me molesten al caminar,
que se muevan al correr desnudo, que se vean
en el pantalón oprimido a punto de reventar,
                            me gusta  mi culo estrecho y andares deportistas,

                            mis tetillas pequeñas y mis bellos en las piernas,                                    
                            la barba,
                            lija de tres días, y sobre todo,
                            preñar a las hembras y nacer hijos,
                            soy lo que soy y,
                                   no me da la gana cambiar.

                               

                  II

             YO ME QUIERO   

Me hundo en lagos calientes de mercurio, y

en la herida abierta me masturbo
                       porque me amo, yo me amo en
                       en mi propia saliva licuante elemento
ofrecida en el placer del conocimiento,
en el placer de la carne desollada
mientras espero el galope final
de palomas desplumadas.
                 
Yo me fundo en mercurio caliente
 y al salir de nuevo me repongo
 con esferas viejas de relojes nuevos
                  excremento de horas
                  evaporaciones de arsénico                                                 
                  horas vedadas
                  horas incubadas en minutos
                  horas encarceladas
                  horas incurables.

 Luego reservo el mercurio de mis eyaculaciones
 para engendrar frágiles vanidades
         o         árboles que otean montes mordidos
                                 (apóstol de la plaza verde)
                                 ( santas en almíbar...)                        
                         de privilegiadas escopetas, disparos íntimos.

                         Somos menos que palabras, escombros de oraciones,
                         esperma accidentales,
  cada universo inventa una nueva realidad
  la osadía de tu enferma imaginación.                    
 
  Masturbación o un triunfo solitario
  mezquino placer , egoísta, sin compartir.
  A lo mejor, ya, no me saco más sangre
  el alba está podrida, o, acaso,
  todo son imaginaciones mías.        

 
                               

                      III

       SOPORTE DE DULZURA

Mi carne desnuda es mar, mundo, septiembre...

       
Soy león que se come la corteza del aire
elefante sediento a la orilla del ruido
orilla del aire,                     corazón
corteza del cielo,                 trabajo
esquina del monte,              espera
caminos acribillados,           balazos
carne vestida de ti,               mundo
mujer vestida de piel,         
soporte de dulzura,              pasión
amarillo,                              ayer.

Mi carne desnuda eres tú, yo soy tú.
 



                  IV
                   EL OSARIO
Estuve genial en los bares y tabernas,
discutiendo y dando consejos y jugando
al dominó “organismo vivo” secuencial,
fui un orador tabernero, elocuente poeta,
amado y reconocido; sin embargo,
nadie, ningún amigo me saluda ahora
en este osario revuelto de huesos y
desintegrándome al ritmo lento
de la química evolutiva.
¿Acaso alguien me quiso cuando mi temperatura
 era confortable y podía engendrar?
¿Acaso este fémur de un viejo enano
no parece el húmero de un niño?
¿Acaso no se parecen todas las narices de los cráneos?
Todos los cerebros se llenaron con tierra.
 Muy cerca de mí se pudre una materialista
que tan sólo se conformaría con que le quitaran
de encima la pelvis de un poeta, la mía,
y yo me conformaría con que me quitaran la costilla de una bailarina  que a mi clavícula oprime.

Puede haber sido un conocido artista,
al quien la fama encarcela en afán y su ambición,
el disparo joven me alcanzó en una manifestación
de pacifistas.
Me gustaría contar los huesos,
todos, de este osario o fosa incomún,
si supiera el número de cadáveres,
si no fuera por que muchos huesos fueron
destrozados por los disparos, podridos por los perros,
destrozados por la vida misma.


               





            
                    V
            ANTES DE DESMAYARME
Me (1) a mí mismo
Cierro la (2) hasta encontrarme
Ante de desmayarme (3) tu perdón
Éxtasis de la luz y la (4) de estar vivo
Nada me compensa la sin razón
De los abismos abiertos y la tierra de cuchillos
El mar con su puñal de (5) de sueños
1)     espero                 
2)     boca
3)     espero
4)     locura
5)      olas y aire

        

      




                        VI

        ARDER LLENO DE GOZO

Esta mañana he despertado a no sé qué mundo...

Esta mañana puedo sentir, grave,

la mordedura de tus versos

y el aroma que quedó en mí, retenido,

antes de aquel  “hasta mañana”,

                       con tu manita llena de un triste  adiós.

Esta mañana vivo fuera de mí

sin voz, sin luz, sin ti, con mi aburrido yo

por dentro, solitario de nuevo.


¿Qué pretendida luz desea conocerme?

                       ¿Qué luz ruge entre mis metáforas?

Deseo un cuerpo donde arder lleno de gozo

ser candelabro en tu pensamiento,

una memoria acostumbrada

a tu recuerdo. Ahora lo entiendo, tú soy yo,

nadie me ama más que yo mismo.  

  




                    VII
                 DESOLLANDO HORAS
Aquí, en ninguna parte, en la nada,
estoy aquí, ¿no me ves?
soy la ausencia, quebrado de pies, suelto de manos,
en el aire, en medio del aire, sobre el aire valiente,
bajo el cuchillo caliente de un metal rápido
y un olvido certero.

La música se desnuda de cuerdas
y las llorosas trompetas, nauseas de metal,
pusieron los corazones a secar, allí, junto al mío,
en la misma cuerda de un roto violín sin horas.

Aun recuerdo la humedad de tu herida
el eco de un sabor  a clavos,
el graznido del cisne tigre sin rayas de cebra
la caricia de tu lengua desollada de horas, olvidadas horas,
de  trapecios besos en la fragua caliente de tu boca
y raíces de dientes derrotados en geografía...
    ...mi  recuerdo se derrama hasta desaparecer
    ...mi recuerdo despojo de deseos, moneda transeúnte.



                              VIII        
           AL GATO MURIÓ EN COMBATE
Mis recuerdos como un todo consistente,
en el bodegón de los mercadillos, el trueque
el olor a pimienta, la pregunta de tus ojos,
el gato que flota como un globo,
una máquina antigua, ¿no recuerdas el vino fino extrafino?
no me llames que estoy corriendo,
prefiero el vino complaciente.

Y de golpe: nervios abiertos
                    universos con traumatismo de estrellas
                    la verdad del hueso visible.
Al gato muerto en combate
le decomisaron la piel de tigre, y sin rechistar,
le lavaron el cerebro con agua a presión
a dos mil revoluciones (rusas) por minuto.

El gato, de inválidos ojos a rayas de azafrán,
albahaca en lingotes y flauta dulces de la vida
era un lince en una cacería tras las espumas de jabón,
era una leona de ojo “buñuelino”, rajado
por la afilada pezuña de un búfalo...

Todo cambió cuando supieron que yo maté al gato
con un verso, un puntapiés de verso con cornada,
yo creo que soy el búfalo criminal de la pradera,
otro dicen que no, que yo soy el gato muerto en combate.


                      IX
                       ESPEJISMO
Soy el espíritu de la quintaesencia encontrada
la fantasía no es, siquiera, evasión
conmigo comparada

Soy la adulación incansable
y el círculo más perfecto
en alta estima me tengo
jardín de los espejos
donde mirarse está prohibido
el jardín es la imagen y el espejo no existe

Soy espejismo sin materia en la que arden
soy todo y no soy todo
Yo soy tú
 
            
                          X
      CONOCEME POR EL ÁRBOL
Esos árboles sí que son hijos del sol
con rayos de ramas y frutos de luz,
con sabiduría de savia y memoria vegetal
¿pero qué soy yo?, nada de nada,
la metafísica de la nada
la negación torpe de todo lo negro.
Ellos saben para qué viven,
yo no sé por qué estoy aquí,
mudo y con un hacha en la mano y, sí,
enamorado de las llamas y del azul de las lágrimas
y el corazón en cárcel de latidos.
¿Tengo razones para pensar que no soy
           un árbol ni un fruto?
pero tampoco, razones tengo, para creer lo contrario,
¿a lo mejor soy un árbol retorcido en sí mismo?

Sabemos que el hombre existe porque ha sido
capaz de definirse a sí mismo ¿y los demás?
quién nos define, sino el mismo hombre,
por ello ¿no puedo ser un árbol sin saberlo?
pues tengo savia  y no me puedo definir.

La definición es el camino más corto hacia el error.
Yo soy la idea que tenga de mí mismo
y eso me destruye y me pudre
siento lo que pienso y sufro por pensar
me da miedo poner siempre en juego mi prestigio
de ser la encina más vieja de este valle
de ser la cuna de miles de estorninos
cada día es un desafío y una pelea a muerte
contra el viento leñador
o una pelea contra el incendio y las cenizas.

Lucho por sobrevivir sin miedo a comprometerme
miedo al ridículo, miedo al hacha, miedo a la risa
feliz quien no tenga miedo.
los hombres no tienen miedo, los árboles sí lo tenemos.
                           

                              XI
                     SIN TITULO  (2003)

 ...te acercas hacia mí, y con el látigo de tu boca,
arrancas las últimas prendas de mi coraza
sin luz ni lágrimas,  sin fuego,
a mordiscos de Licuantes deseos y
gélido queda al descubierto
                 [la Soledad del Sol hambriento.
La Imaginación se sumerge en lascivos recuerdos:   
flechas de Eros y burlas dalinianas, y, asombrado
veo cómo “El gran masturbador” me persigue
con su langosta y su anzuelo.
Cierro los ojos y no puedo..., órganos húmedos
que soplan metálicos instrumentos, boquillas
de flautas dulces en sinfonías de silencios,
caricias entre sábanas de cuero, y,
siempre, siempre, desnudo en Licuante deseo,
la memoria de mujeres desnudas en mi cerebro.

¿Acaso vemos el lirismo del amor como parte de la vida,
como algo natural del contacto humano,
contacto, siempre contacto, roces, caricias, juegos?
Oh, dioses del Olimpo, qué fulgor esconden los poemas homéridas,
por qué nos has castigado con el mercantilismo,
con la base imponible, con las tarifas del 906...,
con las Disposiciones Transitorias, las deducciones adicionales...)   











...DE LA AUTODESTRUCCION
                        (1978)
                    I            
          ME COMERÉ A MIS MISMO.
Comerme a mí mismo a bocados de odio comido
y cocinado paladeado en busca
de la sustancia o de la materia de los genes
ante la ausencia de toda esperanza
o porque nunca lloro
             o desconozco los motivos nobles para llorar.

Me comeré a mí mismo de un disparo
con tal velocidad de fuga
de quien atrás se deja la sombra y los huesos
grises y el traje de serpiente y los cascabeles venenosos
y la cáscara de cobarde
        un día dije que sí cuando debí decir no,
        silencio por un NOooo grande como un agujero negro

Me comeré a mí mismo de un hachazo
en la caja de los secreto del yo desconocido
y a la vez sucio por dentro qué estéril
el miedo me lleva a un tercer yo y
me sigo comiendo hasta quedar
hastiado de huesos y de dedos
no me produce el mínimo vómito y
sí mucha risa y odio






                           II
              ARTROPLASTIA  (2000)
Soy un muñeco defectuoso y desechado
para las revistas de moda,
para la hipocresía social, ¿por qué me robaste todo el azul?
para el corazón de piedra, ¿por qué me robaste la juventud?
me regocijé en el dolor de poder ser y ella
solitaria en la espuma del mar indiferente, me
regaló una orilla acrobática, sin trapecios,
ni cóndrilos,  para caminar por el aire y huir de mi segundo yo.

Triste como el mar al que le han robado
la articulación de las flexibles olas
espumas sin recuerdos.
               Me gritas:
        “Ahí tienes la enfermedad que me pediste,
      te quité la movilidad y te di horas para escribir,
       ¿de qué te quejas?”
              Entiendo:
     Secuestrado en la silla y en la poesía
     con el recuerdo del mar caliente y triste sin azul,
     quieres que olvide la artroplastia y, distante,
     la minusvalía de muñeco defectuoso.






                         III
          TENAZAS QUE APRIETAN
Arrojando el fondeo del olvido trozo de mi ser, voy,
solo y triste suspirando en la boca del luto
          (túnel de luz oblicua y opaca)
Clavado llevo palillos mondadientes en la niña triste
de mis nervios ópticos
           (cuerdas de venas trenzadas de dolor)
Corazón que se desgañita a grito pelado, sordo,
sangre cuajada en una tinaja de barro oxidado
            (cuajada de negro transparente)
Mi boca llena de peces muertos, dientes,
tenazas que aprietan la rabia de la impotencia
             (mordisco de hiena en celo)
Quiero ser abatido por flechas que disparen
huracanes jóvenes y puntas de diamantes
              (leche de amapolas en polvo)
Alguien me levanta la tapa de los sesos y, me echa
plata robada y grillos con patas de saltamontes
              (Jean Cocteau antes de volver a salir del espejo) 









                             
                        IV
       PIDO PERDÓN a los árboles por escribir sobre papel. Perdón pido al campo por este ramo de flores. Perdón pido al aire por este oxígeno que respiro. Perdón le pido al mundo por dejarme vivir en él. Perdón pido al sueño por alejarme del insomnio. Perdón pido a mi corazón por hacerle trabajar tanto. Perdón pido a los poetas por soportar mis cantos. Pido perdón a los pulpos a los que he molestado tanto.
                    

                                    
















              
                                                                               DE LO SUBLIME
                                                    (1980-1982)

                          I
                   A  JULIA
Cuando me miras se me asfixia el alma
Oh, mi Julia te llamaré arte de mirar
tus párpados son orillas de un mar de ojos pardos
un mar de mercurio persistente.
Deja que te mire en el hondo límite sin temor
a quedarme desnudo de defensas pues 
quiero vivir y respirar a tu lado,
sin que te des cuenta
de que te quiero
de que existo, en la victoria,
de que existo solo por que tu lo deseas,
agradecido con que me mires, de vez en cuando,
existir sin darme cuenta de que soy tuyo,
y que tú eres yo,
ligera
imán
epicentro
imperceptible existencia.





                            II
     VIVIR CONTIGO Y SIN TI 
Las yemas de tus dedos recorren suavemente
el final de mis pétalos, el final de las caricias sin dunas, investigan tus manos mi espejo de carne,
besas cada terminal de mis iris de nervios, sabes,
siempre, hacer un descanso en la tormenta,
luego sigues uniéndote a mi césped sin cortar,
entro en ti y al mover tu perfume,
tu epicentro me impregna de lo espiritual, y,
en un disparo me sacas todo el conocimiento.

Oigo oleaje de la rompiente en la cueva submarina, 
salgo del caparazón del galápago y grito...

                    Despierto: estoy vivo: sufro,
siguen llamando a la puerta, me levanto, me visto y
me voy  por la niebla hasta desaparecer.









                           VII
           A PAUL VERLAINE
Cesar imperator del simbolismo
padre nuestro y maestro mágico:
                 de versos libres como
       violines colgado de los árboles,
      que hirió la pierna de Rimbaud y los enigmas.

Precursor del modernismo
    a quienes mis padres poetas
    te deben el aliento al oído
     y la inspiración de...

Cojo la mano de tus poesías
y la siento viva  (la muerte es mentira)
y recuerdo ahora lo suave
                    que se extiende sobre mi piel.

Tengo la impresión de pagar
por todo lo que me has dado
o he perdido, porque todos los poetas me adelantan, y al mirar atrás nadie me sigue.

Poesía perenne
      a la que hay que acudir a beber
      ante la inseguridad de seguir solo,
      ante las turbaciones,
      ante toda muralla que detiene y te arrodilla.



                       VIII
               A ARTHUR RIMBAUD
Vivir a lomos del barco ebrio, y solos
los dioses inmaculados, con trompetas de gloria,
anuncian tu muerte,
joven,
velas de aliento,
resurrección de los poetas.

Y, esa, acelerada muerte envidia de héroe
símbolos de cruces en la camino de las nubes
macizas de plata,
letra de viento y olvidos: existencia de inmortales.
¡Llévame contigo! ¡No me dejes!
aquí con los podridos mortales
aquí con los del barro sin cocer.
Y ya sin ti nos queda el lirio marchito.
Y ya sin ti nos queda el aire podrido,
      almizcle de Abisinia,
      oh, ríos presentes...
Te fuiste y me dejaste:
      Aquí en la tormenta
     de dudas,  quedo,
     con el dedo en el ajo
     esperando tu  inmaculados versos y un disparo y,
un sí, luego, siempre. la noche...



                   IX
             A ANGEL VALENTE
Abriste la quinta ventana de la poesía
para que los poetas nos arrojáramos por ella,
a ese vacío de la palabra hermética,
y vivir ahí, en la sequedad de las piedras,
hasta encontrar una nueva salida.

Poesía para sentir y no compartir,
poesía para sentir el dolor de las balas
poesía para sentir el alma profunda
poeta de la tristeza y de la melancolía,
de la muerte y de la resurrección 

Poeta con vidrios en los ojos
gallego como doña Emilia,
almeriense de adopción,
aprendí que la buena poesía no se puede entender,
si la poesía se comprende es un informe forense.


                      


                             XI
             A VICENTE ALEXANDRE
Dichoso cruel de palabras inimitables
intransferencia de pie de “labios como espadas”
nacido de concha de mar y  “noche cerrada”
pueril la idea surrealista en el verso
diálogos con el conocimiento que da la vida
y la destrucción, “poemas paradisíacos” y
siempre lujuria de “sarbalap” 1) escondidas en una idea
de suerte en el pensamiento andaluz como
sevillano de “setra”  sutiles en la (1) escogida
de luna sin esfuerzo
         1) palabras ,al revés
         2) arte, al revés



                        XII
                                          A JAVIER NUÑEZ
Los día de tu “Vendimia”,
son los día de mi vida viajeros en
aviones de pompas de jabón
que pasan la tarde al doméstico
calor de un sobaco.
Sún números babilónicos
que hago con la gimnasia del aire,
del almanaque muerto
que cuelgan de árboles de tierra
y el olvido.
Tú resucitas esos recuerdos petrificados,
salteadores de horas de camino,
cuchillos hambrientos de otros lejanos tiempos
en que yo era un niño, hallá en los altos del Mayarín.






                       XIII
     A ROSARIO SALINAS.
Como chispas que expulsa el pedernal,
fuerte y quebradizo sílex,
instrumentos del tiempo paleolítico, saltan
tus poemas que me alimentan y
surgen como llamas de una fuente inagotable
de sentimientos y suspiros.
                Dolorosos días sin colores, así
                     palabras vivas y sin cáscaras,
             poemas sin envases, sin retótica,
metáforas del silencio, alma que como el retoño brota
imagen de la experiencia,
     como una extensión de tu piel:
     “sonetos de amor y muerte”
        así, enérgica y vital te quiero ver, Rosario,
           insaciable de saberes y culturas,
                y forjada en el olvido.  


          

   DE LA SIERRA DE ALMIJARA
                  (1981)
                        I
                         LA  SIERRA
Las cuernas de las monteses se vuelven temblorosas
ante el cazador que las acosa, las persigue y las llena
de fuego, de trofeos y de plomos.
Las monteses lloran antes de morir.

Entre el romero ha pasado
un vuelo de plumas (aristas contra el cielo),
un ave mística de torcal figura que
se va marchando entre los tejos que tejen
altar de montes: Lucero, Maroma, Navachica.

Oh, luz, claridad del tiempo
yo solo me he rechazado,
emigré en el dolor de tu imagen y tu silueta de nieve, 
entre asamblea de olivos, vides y almendros y
una cabra husmeando en el aprisco.

Ahí quedaron  los moriscos montes,
la silueta del Darra y sus valientes hombres
que desde el Azeytuno vinieron a refugiarse
en tus cumbres, peñones y fuertes rocas,
en olímpica ansiedad de libertad.

Sorda agua con rumor de fuentes,
un caballito del diablo y una mosca verde,
juncos y adelfas jirafa, escriben poemas
sobre la corriente, husmean por mi,  
             por mis venas enamoradas.
                                     por los pájaros e higueras silvestres,
              por las huellas de mis antepasados.



                                                                                     II
            PEÑÓN DE FRIGILIANA
Bajo un sol de jabalina  entre los pinares
un poniente que apesta a caballos muertos,
los cristianos graban con sangre sobre las  piedras
la valentía de un pueblo de Bentomiz:
Oh, dios, ¿qué nos trajo a estos montes
escudos de resistencia valerosa e inútiles espadas?,
contra el moro hemos pisado yerba y azules playas,
cinco mil muertos y dos mil esclavos hemos ganado
para la gloria de nuestros Señor Felipe II.
Al fin cae la fortaleza
y el fuego se derrama,
llegan repobladores de Córdoba la Llana
y el Peñón, en lo alto, como una nariz peligrosa
a Frigiliana amenaza
hasta que un alcalde cristiano
un hornillo de pólvora en su vientre colocaron.
El peñón en mil pedazos
metal adormecido en el ruido del mundo
y el sol besándome las venas, la historia se ha acabado.
       


                                                                 III
                   A MI MADRE
Gélidos cabellos pueblan el altivo
asentamiento de coronas, tu me engendraste
por amor en tu divino vientre,
tus carnes pasaron a mis carnes,
la vida me fue dada con dolor deseado
de trompas abiertas.
Luego me mimaste con el celo de lo nuevo,
de la carne propia, y en ese sin vivir,
no soñabas porque no dormías en el desvelo
de noches de niño llorón y meón
Una lágrima interior peregrinó de tus ojos
cuando partí a los cerros de Úbeda
y en mi cuello colgaste un escapulario con romero.
Tu cuerpo se quedó ahí, en Málaga, pero
tu memoria se vino conmigo muy dentro del alma.
Me dijiste que rezarías por mí,
yo te contesté, que rezar no era suficiente,
ahora te ruego que reces por mí,
tus rezos y tu escapulario me siguen protegiendo.
Presiento que el día que cierres
los ojos, tus llamadas me llevarán contigo.


                       IV
 A MI PADRE: UN POETA DE LA ACEBUCHAL
                        ¡Benditos poetas que me hacéis llorar!
Benditos poetas de la Axarquía
que me hacéis sentir, recordar
y volver a vivir, corazón de tomillo,
alma en pena por los corrales y la loma
de la Acebuchal, entre romeros y chivos
ahí vives tu eternidad.

Te admiro padre mío como no puedes imaginar
mi memoria está contigo a cada paso que das.
Lo bien que me lo paso
con tu sabiduría de poeta,
armas letales, que pueden sacar:
        una lágrima a Mari Carmen,
        un recuerdo a mamá,
         un diálogo con Vicky,
        un lamento en Emy
        y una crítica en Miguel.





                                                         V
                       AXARQUÍA                  

Cabalgando sobre blancas nubes
un pincel de luz abre tus ojos de mora
arroyos que bajan rondado
se quitan la vieja máscara
de miseria y de tristeza, ahora,
sultana rica con nieve en la Maroma
en cerro Lucero de los maquis.

La guerra llamó a la puerta,
bandoleros secuestradores y civiles buenos,
luna curandera y, por qué no decirlo,
cenizas de otros tiempos.

Axarquía eres divina con torito en Torre del Mar,
barcas en el Rincón a la siesta del varadero
Nerja con su verano azul se cree reina
sin olvidar que Vélez  es la capital.

Hace tiempo que el verde “reverdeció”,
la Viñuela se hizo pantano y, la gente espabiló.
Un tus pies un mar de olas apuñala las playas,
espumas al galope oculta los caballitos de mar
el boquerón se viste plata en precio y sabor.

El vino dulce me mata y me envicia
el choto en salsa de almendra me vuelve loco
las migas con sardinas me sacian,
el ajo blanco me refresca, pero lo que más me mata
en la miel de caña con tortitas de Semana Santa.


                          

                       VI
     PAN CON RíO CHILLAR
Corto de brazos y lastimado Chillar
inyectado por la aorta de la Almijara
bajas estrecho y chillando entre los “cahorros”
huyendo como glóbulos rojos
sin sacar el cuello periscópico
Eres un placer de vagina vegetal, un placer íntimo
de adelfas jirafa y olor montuno
¡Qué bueno está el pan con río Chillar, y un poco
 de río de la Miel y algo de Higuerón dulce!



                               VII
                       MAR- amar – aMar
Oí olas toda la noche fornicando contra el malecón,
con luto de estrellas vi la eyaculación de espumas
dejándose pisar por la arena de tu fugitiva dicha
oí, también, la luna fornicar contra el horizonte
a golpes de caderas de estrellas
y el mar, amor frío, el mar,  como testigo
               de un placer infinito
lecho florido de mar ¿Adónde has ido?
como el pez huiste, dejándome compungido.
me dejaste en la primera suerte, herido.
Oí gritar las bandejas de plata con zafiros,
ojos profundos de mujeres,
monedas de oro unidos por un fulgor,
llegarán guerreros los cielos no esperados.
Oí toda la noche a los cormoranes
celebrando con las gaviotas el amor que se tienes
y me recordaron gritos y aullidos de parejas humanas
jóvenes bajo los eucaliptos.

Y tú, soledad de mar, me dejaste, aplastado por el aire,
por el malecón y sus resistente pene de rocas
olas que brotan de un sonido,
frutos de los mares, mujeres en soplo de vida,
agudas quillas de animales de madera, reflejo,
de un miedo que nadie asume
y que llano encuentra todos los mares.

Ahora floto a la deriva, desprendida del fondo submarino,
floto devorada por  los peces penes,
que primitivos no conocen el amor.







    DEL TIEMPO Y DE LA NADA
                     (1982-83)

                   I      
           SERES NAVEGANDO...
 Cada ser crea un mundo a su alrededor
 al que es imposible penetrar, entrar, huir,
 pues cada ente percibe el mundo, su mundo,
 desde su enana perspectiva, y nadie, nada,
 puede cambiar de observatorio
 mientras no cambie su conocimiento.

 Hemos aprendido, comparado, medido
 que nuestra figura es nuestro mundo y
 nuestro lenguaje es el límite
 -de poseer otro lenguaje percibiríamos otro mundo-
 sin entender que el silencio madura, que, sin duda
 las imágenes siempre nos engañan.
 
 Si no nos medimos,  numeramos,
   coloreamos o dos damos forma
                              jamás nos conoceremos.

La forma es uno de los límite, de no ser así,
seríamos seres navegando en la estructura de la nada.
                            

                         II
        EN CONSTANTE BUSQUEDA
Cada día me asomo al abismo de mis penitencias
en constante búsqueda de preguntas, y, a veces,
tengo motivos bastantes para dar un paso al frente
Cada día me asomo al abismo de la nada
y me pregunto si “amén” sería la respuesta acertada.
Cada día me veo con el adorno al cuello
del hacha del verdugo arcángel heroico.

Soy testigo de todos los amaneceres,
de muchos amaneceres, y me pregunto si con la
próxima luz me levantaré, ella, hoy, ahora,
con una extraña sonrisa me recibe
entre blanca sedas y guirnaldas de bienvenida.

No sé, si busco
lo distinto sin disparate,
el sexto sentido de la mente,
la insatisfacción constante,
la experiencia que nunca es suficiente,
el maná de los deseos o
la perfección –a pesar de su imperfección-.
la respuesta a cada duda.

En esta búsqueda del conocimiento constante
me siento tan incómodo como si estuvieran
volviéndome al revés o me arrancaran
mi piel de lenguado.
Pero quien me dice si lo que busco
es lo buscado, y si no lo he encontrado ya,
y por eso, inconsciente, no doy ya el paso al abismo,
o he saltado sin saberlo..



                    III
      UNA ESTANCIA EN DUEIMA
                         (para R.M. Rilke, ese incomprendido)

¡Yo, he creado a Dueima en el umbral de un deseo,
que explora por abolir los instintos incontrolados
y las formas domadas de comportamientos sociales¡

¿Quién tiene la llave de Dueima, sino el que crea
un espacio de planicies sin horizonte en el éxtasis
más cómodo de su existencia?

¿Qué soy después de haber conocido “Elegías de Duino”
la estancia dada día inventada en la necesidad acuciante del desahogo de mundo ilimitados?

¿Dónde se puede juzgar la cólera de los momentos que no quisieron arrepentirse de su ira desatada por la injusticia?, sino en Dueima.

¿Dónde se puede gritar sin miedo a los ecos, por esta manipulación constante a que son sometido los ideales y las balas, las costumbres, el pensamiento libre y los deseos? Sino en Dueima



                       IV
QUIERO DEJAR DE SER figura humana
y convertirme en papel inmortal, en un libro eterno, y
quiero cambiar lo definido y las leyes de la física,
quiero ser olor verde, color dulce,
manoseado por los lectores, y
que los volúmenes me aprieten
escrito en tinta con aire en las hojas.

Antes fui gota de agua
sobre un espejo que corre sobre él, sin verse,
y a cada inclinación del plano se asusta:
           húmedas palabras.              
     
Pero mucho antes fui olivo de madera de pinos
y hojas de higuera que crecen en los mares
de mi pensamiento. Y cuando salga de nuevo
de la figura de este jarrón de porcelana china
me convertiré en inmortal llama olímpica.






                                V
                   PREOCUPACIONES
Tras una noche de insomnio me levanté, estaba tan preocupado por unos asuntos de trabajo que no di sentido a la vida responsable, y todo cuanto hacía me irritaba, me sentía acomplejando, ni un instante podía olvidarme del problema, me estaba atormentando, consumiendo. Hasta que una noche, unos de esos escasos amigos que en el mundo hay –los han puesto ahí para que te salven la vida-, de esos que oyen más que hablan, me hizo ver que mi problema no era tan grave como el de las estrellas: “Mira las estrellas, cada una es un Sol, cada Sol tiene un montón de planetas, y nuestro planeta no es más que uno de los nueve de nuestro pequeño Sol, a un extremo de una  galaxia. Pues las galaxias se comen una a otras y el Universo está peligroso equilibrio. Y tú en este Universo no eres nada, ni un grano de arena, ¿tú te crees que tu problema es lo suficientemente importante como preocuparle a las estrellas?  Ellas sí que tienen graves problemas con los agujeros negros y un universo en movimiento. ¿Tú cree que merece la pena agobiarse por los problemas humanos?”
Me convenció con sus argumentos, pues tienes razón, le dije, ellas sí que tienen un problemón gordo, y me fui a dar un largo  paseo y luego dormí a la pata la llana. Ahora cada vez que tengo un problema pienso en las estrellas.




                                VI
          EL CLAVO DEL ABANICO
Cada vez que te abanicas el pájaro pintado sale volando, pero yo, que soy el anónimo clavo del abanico, y sin mí,
no podrías refrescarte rostro, amada mía,
soy quien menos privilegios tiene y
y quien más golpes recibe.

Sí, me quejo, porque no hay derecho, a que yo, que
tengo encomendado unir todas la varillas,
ser el gran unificador del pavo real,
trabajo gratis para que el pájaro se luzca

A pesar de que soy pequeño y fuerte
tengo mis debilidades y mi corazoncito,  
y guardo un secreto, que cuando la sonaja de
tu manita de plata se pone a funcionar
consigo algunos goces solitarios que
con nadie puedo compartir.

Las rígidas varillas de marfil
vigilantes de mirada de piedra,
Me levantan infundios:
       “No te da pena tenerle celos al pobre
          pajarillo pintado en el abanico”.



                            18 KILATES DE FELICIDAD ARRANCADAS DE MI SER
         
                              I
                      INDALO
Atrapado por el arco
trazaste el sector de tu altura
caes desnudo de la losa cavernaria,
de Mojácar al Cabo de Gata cóccix sentado en la bahía
                       singular prisionero del tiempo en Almería.
prehistórico símbolo de caza y de fornido
músculo, de aire libre, de sol y de esperanza

                             II
                   DESENGAÑOS
¡No me dejes amor!
 Amor en hierbabuena.
No me dejes amor, hoy no, que es mi tercer
cumpleaños de desengaños.
No, no me dejes, por favor, amor mío, haré lo que me pidas, pero no me dejes aquí, solo bajo esta acacia.
Déjame ser banderillero de tu escolta, el último de tus pretendientes, pero no me dejes, por favor, no me dejes amor en hierbabuena. No cariño, hoy no es domingo, ni un día feliz, ni un momento de vino con rosas, ni un día con farolas encendidas, sigo cosido al bajo de tu falda.
Hoy no me puedes dejar, espera a mañana, hoy es día de peligrosas guadañas. Te los suplico de rodillas, dame otra oportunidad, ya nunca más me iré con la tigresa, ni con la elefanta, seré tu Trazan en esta selva africana. 




                 III
                  RELOJES
Mi reloj se desespera por disparar
ambas flechas, no puede se lo impide la basura del tiempo pasado, el reloj, los relojes no tienen marcha atrás,
Nos quiere en la espera, mi reloj huye hacia delante y siempre se deprime a las doce del exacto intervalo (.....)
tranquilo y hormiguero de minutos,
esferas de hormillas y latidos de chinches,
En el corazón resortes de caballos y murallas de ruedas, lanzas y herramientas circulares, borrachos de segundos. Pero los relojes digitales no son humanos, no sé lo que son: suenan, se iluminan, se descargan, se suicidan...

Relojes como cómplices del tiempo invisible,
ataque de horas, ofensiva de minutos, de los segundo
como despreciable arena, que se escapan, se van con risas.



                 IV
            LENGUA MOJADA EN VERSOS
“azul-cena” de mar y de viento
la ausencia de la herida
de notas que cantan llantos
de perdidos barcos de este río
en la narrativa de tu horizonte

Te busco y no estás
ya nada se vuelve real
entre las cuernas de cristal y espigas
de hierros que acarician el sudor
sin nombre de este yo asustado

Si tu cuerpo de fénix versos
corren cuesta abajo o a la deriva
de tu primavera de lengua caliente
y tú estarás..., ahí sin lágrimas,
yo con mi aceite de colores
pintando besos y mojando los pinceles en la herida
de ausencia y distancia: arte

Nacido de viajes sin retorno
la lengua mojada en versos tengo
atadas a las vías de los trenes de la noche y mil noches
memoria del agua y sin frenos
me la cortaran  en dos tus ruedas de cuchillos tiernos.







                       V
          DOS LECCIONES DE TINIEBLA
                             (Para Angel Valente)
                                 I
Deseo, ausencia, inundación, angustia: así empiezan las nuevas palabras que el tiempo todavía no trata de descifrar: rancio, hierro, buril, lengua: palabras que me atrapan en el tiempo que no quieren sufrir: mundo y terquedad de las olas en el Cabo de Gata, donde los colores  (fecundos de inundaciones de  luz) se levantan cubiertos de algas marinas de la poseidonia: llanto en la espera, en los edictos de los dictadores, el oro de Tartesssos: yo reconozco mis huellas en la arena.

                                       II
Bronce de esperanza, agua a tu mar en La Peineta, lirios en los infinitos desiertos: desolación, ruina, camellos, arena y tú nombre de luz variable: esperanza, buscar, esperar, no desesperar, no hacer el menor ruido en la existencia: en el universo ocupado en sus estudios, en su evolución infinita: piedras vacías, horas sin tiempo, relojes sin marcha atrás: ocre, pajizo, almagra, terraos de La Chanca herida de una luz en el costado, desmedida pobreza: sin presente, sin posibilidades: desolación si nombre.