Antonio Carvajal, un poeta vital y conviviente
El autor granadino recibe con el Premio Nacional de Poesía por Un girasol flotante el justo y merecido reconocimiento a su obra lírica
Antonio Carvajal ha destacado siempre por su dominio de las formas métricas clásicas, que le valió pronto el calificativo de poeta neobarroco y de il miglior fabbro de la poesía española, elogio muchas veces envenenado que dejaba entrever que su poesía no era moderna o no reflejaba "la experiencia" de la realidad presente.
Un girasol flotante (2011) es una acabada muestra de ello. La amistad es el hilo conductor de la primera parte del libro, Cartas a los amigos, y encuentra su cauce adecuado en la epístola, género de larga tradición que dota de nueva savia. En ellas reflexiona sobre los temas más diversos sin que resulte pedante o falso, pues es la confidencia a media voz y los sentimientos compartidos los que nos transmiten la verdad del poema, que es inseparable de su maestría para lograr el ideal clásico de dar a cada idea su forma adecuada. Así ocurre en uno de los poemas más emotivos del libro, la epístola al que fuera Vicerrector de la Universidad de Alicante y creador de su desaparecida Aula de Poesía, Antonio Ramos, al que escribe desde Rouen el 11 de Marzo de 2004 al tener noticia de los terribles atentados en Madrid.