CAMINAR PARA SENTIRME VIVO
Caminar para sentirme vivo
no andar por andar
sin más sentido que moverme por estar
como objeto inanimado.
Dar luz y lugar a mis inquietudes
llenándolas de ético sentido
y desarrollo de amor a mis sentimientos
para que se gratifiquen y perduren.
Que el foso de mi intimidad
vea crecer la satisfacción
forjada de valores imperecederos
sustancia de futuras vidas.
NACE NOVIEMBRE
Nace Noviembre en un otoño
preñado de primavera
donde sólo los ocres matices
de los otrora verdes revelan
la estación verdadera de nuestras esencias,
todavía insufladas por enormes deseos
de fortalecer y gozar
de nuestras presencias enraizadas a la tierra,
en este Noviembre que nace apacible
las señales repentinas del viento
que aligeran las copas de los árboles
nos recuerda la brevedad del gozo
y nuestras razones primeras,
las que han ido trazando el sentido
y la dirección de la búsqueda
de esa felicidad singular
que va gratificando nuestras raíces
y a la vez fecundando nuestros vástagos,
y las frescas madrugadas
que nos obligan a arropar
nuestras intimidades
con sentimientos y hechos
para cuando Noviembre se encamine
en el tiempo y las plateadas nevadas
cubran las exiguas ramas
que nos adornan y conforman
tengamos ese punto de satisfacción
que confiere un buen sustento
sin sentirnos colmados
pero con el paladar
y todos los sentidos plenos,
en buena compañía irnos
entregándonos en libertad
en vencida vigilia.
A VECES CUANDO VOLVEMOS
A veces cuando volvemos
de tu terapia vespertina
por la larga y desnuda avenida
tengo el cariñoso impulso
de dejar que te adelantes
y tomar unos pasos de perspectiva,
para mirarte detenidamente
sentir pausadamente como creces
ver como vas ganando autonomía
y se acrecienta tu natural hermosura.
Al hijo más bueno del mundo.