Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz /Murcia/
Edición año. 2008
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JIMÉNEZ DE CISNEROS Y HERVÁS, Daniel (Caravaca de la Cruz, 1863 - Alicante, 1941). Geólogo y escritor.
Hijo del médico forense Miguel Jiménez de Cisneros, destinado en
Huércal Overa, allí residiría hasta 1872 cursando sus primeros estudios
y, los de bachillerato, en Lorca, nuevo destino de su padre. Precoz en
su vocación geológica, inició su colección de fósiles a los 14 años. Por
sus brillantes notas consigue matrícula gratuita en la Universidad
Central de Madrid, estudiando Ciencias Naturales y simultaneando trabajo
con estudios (1881-1887). Permaneció cinco años en el Instituto
Politécnico de Cartagena. Su doctorado no fue calificado con la
puntuación que se merecía por el conservadurismo del tribunal. En 1892
obtuvo el nº 1 en las oposiciones a cátedras de Instituto, siendo
destinado al Real Instituto de Jovellanos, de Gijón; siendo director del
Jardín Botánico de dicho centro y vicedirector del mismo en 1898.
Casado con la asturiana Avelina Goicoechea Solís, tuvo cinco hijos, el
menor, Miguel, sería su colaborador y el heredero de su obra científica y
sus colecciones.
En Alicante trabajó en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza, siendo vicedirector y director del mismo en distintos periodos. Su especial sensibilidad científica lo hizo popular, organizando excursiones científicas con los alumnos. En estas tierras fue capaz de definir el Trías fosilífero, el piso Maestrichtiense y el Lías alpino, alcanzando renombre internacional. Sus descubrimientos quedaron plasmados en el mapa geológico y en su colaboración en Geografía General del Reyno de Valencia, de Carreras y Candi. Fue nombrado corresponsal de la Academia Pontificia de Ciencias (1923); presidente de la Sociedad Ibérica de Ciencias Naturales (1924) y corresponsal nacional de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (1925).
Durante la Guerra Civil hubo de refugiarse en Caravaca, periodo en el que no pudo continuar su actividad científica. Sus relaciones académicas le hicieron viajar por Europa, becado por la Junta de Ampliación de Estudios. Aparte de sus artículos científicos, son de especial importancia las dos colecciones de fósiles que consiguió reunir, una para el instituto alicantino y, la particular, donada recientemente por sus herederos a la misma institución. Una dolencia coronaria le hizo abandonar sus excursiones geológicas a los 70 años, lo que le llevaría a un declive que terminaría con su vida el 17-I-1941.
De entre su producción literaria, hay que resaltar el drama La cueva de la Barquilla, ambientado en Caravaca de la Cruz y los libros de memorias: Huércal Overa hace 70 años. Memorias de un niño y comentarios de un viejo, y Por tierras de Murcia (1872-1892). Su producción científica abarca más de 170 artículos, comunicaciones, ponencias, centrados sobre temas geológicos, paleontológicos y arqueológicos, de los que destacamos: Geología y Paleontología de Alicante y La fauna de los estratos de “Pygope Aspasia” Menegh. Del Liásico Medio del Rincón de Egea en el W. de la provincia de Murcia, editados por el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Hasta el final de sus días mantuvo el contacto con Huércal Overa, constatándose correspondencia con García Asensio y Jiménez Navarro, interesándose en las iniciativas locales, especialmente los proyectos hidrográficos.
En Alicante trabajó en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza, siendo vicedirector y director del mismo en distintos periodos. Su especial sensibilidad científica lo hizo popular, organizando excursiones científicas con los alumnos. En estas tierras fue capaz de definir el Trías fosilífero, el piso Maestrichtiense y el Lías alpino, alcanzando renombre internacional. Sus descubrimientos quedaron plasmados en el mapa geológico y en su colaboración en Geografía General del Reyno de Valencia, de Carreras y Candi. Fue nombrado corresponsal de la Academia Pontificia de Ciencias (1923); presidente de la Sociedad Ibérica de Ciencias Naturales (1924) y corresponsal nacional de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (1925).
Durante la Guerra Civil hubo de refugiarse en Caravaca, periodo en el que no pudo continuar su actividad científica. Sus relaciones académicas le hicieron viajar por Europa, becado por la Junta de Ampliación de Estudios. Aparte de sus artículos científicos, son de especial importancia las dos colecciones de fósiles que consiguió reunir, una para el instituto alicantino y, la particular, donada recientemente por sus herederos a la misma institución. Una dolencia coronaria le hizo abandonar sus excursiones geológicas a los 70 años, lo que le llevaría a un declive que terminaría con su vida el 17-I-1941.
De entre su producción literaria, hay que resaltar el drama La cueva de la Barquilla, ambientado en Caravaca de la Cruz y los libros de memorias: Huércal Overa hace 70 años. Memorias de un niño y comentarios de un viejo, y Por tierras de Murcia (1872-1892). Su producción científica abarca más de 170 artículos, comunicaciones, ponencias, centrados sobre temas geológicos, paleontológicos y arqueológicos, de los que destacamos: Geología y Paleontología de Alicante y La fauna de los estratos de “Pygope Aspasia” Menegh. Del Liásico Medio del Rincón de Egea en el W. de la provincia de Murcia, editados por el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Hasta el final de sus días mantuvo el contacto con Huércal Overa, constatándose correspondencia con García Asensio y Jiménez Navarro, interesándose en las iniciativas locales, especialmente los proyectos hidrográficos.
Rubio Simón, Antonio J.
RUBIO SIMÓN, Antonio José, CUADRADO BELTRÁN, José Luis y CASQUET FERNÁNDEZ, Guillermo (2006).
JIMÉNEZ DE CISNEROS Y HERVÁS, Daniel (1930).
JIMÉNEZ DE CISNEROS Y HERVÁS, Daniel (2004).