Por Ramón Fernández Palmeral
Nos hallamos con un prólogo original que es como un relato, pero complejo de entender
hoy en día, por ello, he creído conveniente
hacer un análisis de texto fácil de comprender por los alumnos de literatura sobre el Siglo
de Oro, que quieran hacer una cata de lectura en el Quijote de Miguel de
Cervantes Saavedra (1547-1616). El prólogo es una verdadera clase de escritura
creativa actual.
Por lo
general, los prólogos de los libros se escriben una vez se ha terminado
de escribir el libro y se va a dar la imprenta, por ello, el prólogo para la
Primera parte del Quijote se debió escribir en el otoño de 1604 en Valladolid,
puesto que la primera edición es de enero de 1605.
Para un estudio global del prólogo lo hemos de
dividir en tres grandes bloques. A,B y C
El bloque
A, comprende desde las palabras "Desocupado" hasta "caballero", última palabra del
segundo párrafo.
En este primer bloque encontramos:
1.-Cervantes se dirige al lector y se disculpa al decir que si
no gusta el libro es por culpa de su mal ingenio.
2.-Se excusa advirtiendo que si el libro es malo, no
puede ser de otra manera aporque se «engendro en una cárcel» (Sevilla 1597), pero sin embargo, a pesar de
la incomodidad de la cárcel hasta la «musas mas estériles», pueden ser
fecundas.
3.-Se disculpa comparando a su libro con «un hijo
feo y sin gracia alguna», pero a pesar de estas faltas un padre quiere a su
hijo, y Cervantes que es padre de una hija, en lugar de decir soy padre nos
dice «padezco padre», y que es padrastro de Don Quijote, y le suplica al lector
«con lágrimas en los ojos» que le perdone y le disimule las faltas del libro su
hijo feo. Y como el lector en su casa ejercer el libre albedrío, pude criticar
al libro libremente en sin esperar que lo calumnien o premien por su opinión.
4.-Opina Cervantes que le hubiera gustado dar a
publicar el libro sin un prólogo, por eso dice quisiera darla «mondada y
desnuda», sin el catálogo de los sonetos, epigramas y elogios, que era costumbre
pedir a autores famosos para encabezar los libro de forma laudatoria. Cervantes
que llevaba veinte años fuera de los círculos literarios no disponía o no
quería buscar a esos amigos, para los sonetos laudatorios. A pesar de ello
dudaba si pedias los favores o no. A esto que llega a deshoras (tarde) un amigo
posiblemente el edito Robles o alguien entendido en libros, que viéndole
atribulado le da unos consejos.
5). Se inicia con un guión de diálogo y empiezan hablar
Cervantes con amigo que ha llegado a deshoras a su casa de Valladolid. Le dice cómo quieres que no esté confuso con
lo que pueda pensar «algún antiguo legislador» cundo vea mi libro y se dé
cuenta que estoy:
en el olvido de los demás autores,
que estoy seco como un esparto,
sin
invención,
menguado de
estilo,
pobre de
conceptos,
falto de erudición y doctrina.
Cuando vea que no he puesto sin acotaciones ni
anotaciones en los márgenes del libro, como «veo que están en otros libros»,
que están llenos de sentencias de Aristóteles, de Platón, y de otros muchos
filósofos clásicos, que son admirados
por los lectores. O citas de la Santas Escrituras «Divina escritura» (sic por Santas
Escrituras), que tanto contento y regado dan a los oídos de los lectores.
En
párrafos siguiente se queja Cervantes de todo esto (de las anotaciones y
acotaciones) va a carecer Don Quijote, porque no tengo nada que anotar, salvo
que ponga un abecedarios de autores de la A a la Z, empezando por Aristóteles y
acabado por Zoílo (famoso filósofo por
tener una diatriba con Homero) o Zeuxis (pintor).
Se queja
Cervantes de que también carecerá su libro de los sonetos laudatorios de gente
principal, pues adelanta que no quiere pedirnos, porque se considera «poltró y
perezoso», o sea, cómodo.
B). Este segundo bloque recoge los consejos del
amigo con el que está hablando y con el que se queja de no poner acotaciones ni
sonetos laudatorios, como era costumbre.
El amigo debe ser persona de confianza pues llama a
Cervantes: «hermano». Donde le dice que
tal postura pesimista no es discreta ni prudente y le dice: ¿cómo es posibles
asunto tan baladí y «fácil de remediar» puede preocupar a un ingenio tan maduro como
el vuestro, y no es habilidad lo que os falta sino que os sobra pereza.
1) El
amigo le pide atención que le va a dar unos consejos, para ponee remedio a las
dificultadas creativas a «la pájara» por la que está pasando Cervantes.
2) Si
no encuentras personas «graves» o principales para que te escriban los sonetos, lo escribes
vos y le ponéis nombres rimbombantes con Preste Juan de las Indias o Emperador
de Trapisonda, que fueron famosos poetas. No va a pasar nada si os descubren la
mentira.
3) En
lo de citar acotaciones o márgenes de sentencias, es bien fácil escribes las
sentencias latinas que sepas de memoria como sobre la libertad y el cautiverio,
como por ejemplo: Non bene pro toto
libertas venditur auro (1) y luego al margen citas a Horacio. Y si por ejemplo
es sobre la muerte escribes: Pallida mors
aequo pulsat pede pauperum tabernas. Tegumque Turres(2).
4) Si
quieres hacer alguna sentencia de amistad y amor, te remites a las Escritura
Divinas (sic por Santas Escrituras), y podéis escribir: Ego autem dico vobis: diligite inimicos vestros.
5) Si
se trata de malos pensamientos, acudís al Evangelio, y escribes: De corde exent cogitationes malae.
6) Sobre
la inestabilidad de los amigos, ahí está Caton con: Donce eris feliz,multos numerabis amicos, Tempora si fuerint nubilia,
solus eris. (3) [Los versos no son de Catón sino de Ovidio (Tristia, I,IX,5-6]
7) Y
con estos latinismo os tendrán por hombre rudito y gramático. Si hablas de un
gigante escribes a Goliat y su historia que te la sabes, y su es un río pones
el Tajo, que también te los sabes.
8) Si
quieres tratas de ladrones, tienes la historia del Caco.
9) De
rameras, ahí tiene al obispo de Mondoñedo que te prestará a Lamia, Laika y
Flora.
10) Si
es un tema de crueles tienes a Ovidio y te entregará a Medea [La metamorfosis. Eurípides
tiene otra Medea.El mito de la madre que mata a sus propios hijos para vengarse
del adulterio de su marido Jasón].
11) Si
quieres hablar de encantadores y hechiceras. Homero tiene a Calipso, y Virgilio
a Cirse.
12) Su
el tema son capitanes valerosos tiene a Julio Cesar y Plutarcos os darás mil
historias de Alejandro [Magno].
13) Si
se trata de amores con dos onzas y sabiendo toscano [italiano] toparás con León
Hebrero [escritor y filósofo sefardí (1460.1521)]. Y si queréis, lo tienes más
cerca tiene a Fonseca, Del amor de Dios [Cristóbal Fonseca, escritor, místico
(1550-1621) .
14) No os preocupéis de nombrar esto nombres, y
dejadme a mi cargo que yo ponga las anotaciones y acotaciones al final de
libro, aunque gaste cuatro pliego más. [por esta frase debemos sobreentender
que los consejos de tal amigo son los de su editor Francisco de Robles].
15) Vuestros libros no tienen necesidad de acotaciones
ni sonetos, ni cosas de aquellas, porque todos son inventivas sobre libros de
caballerías, cuyos caballeros nunca se acordaron de Aristóteles, San Basilio o
Cicerón, ni observaciones de Astrología, ni son importantes las medidas
geométricas, porque los libros de caballería son para el vulgo, para qué
mendigar sentencias filosóficas, consejos de las Santas Escrituras, sonetos de
otros poetas. Lo importante es el estilo, las palabras honestas y bien
colocadas, pintando y describiendo todo lo que fuera posible, dando a entender
vuestros conceptos sin oscurecerlos.
16) Procura
también que el humor mueva a la risa al lector, el risueño lo acrecentará, el
simple n o se enfadará, el descrito se admirará de la invención y de la
fantasía, el grave o serio no lo despreciará y el prudente lo alabará. Tiene
vos que derribar la máquina de los aborrecidos libros de caballería.
C) El tercer bloque vuelve Cervantes a tomar
vos propia parta dirigirse al «lector suave», pues te divertirás pues hay opinión
en los habitantes del Campo de Montiel, que don Quijote fue casto y valiente
caballero, y también tendrás cumplido conocimiento de Sancho Panza, su escudero
que tiene todas las gracias de los escuderos.
Y se despide Cervantes de con «Vale» que equivale a un Adiós.
1). La libdertad no se vende ni por todo el oro del mundo.
2). La pálida muerte visita por igual las chozas de los pobres y las torres de los reyes.
3). Mientras seais dichosos, contarás con muchos amigos, pero si los tiempos se nublan, estarás solo.
Ramón Fernández Palmeral,
Publicado en su libro IV Centenario de la I y II Parte del Quijote,
abril 2016. en editorial Lulu.
Textos siglo XVI, tema complejo, dificultad 10.
Textos siglo XVI, tema complejo, dificultad 10.