Esta fuerza oscura
que me retiene
y cuando se le ocurre
me expande,
cuando quiere me atomiza.
No lo sé,
mi galaxia quiere escapar
del Cúmulo de Coma,
energía oculta
billones de agujeros.
Pero no,
estoy atado al Otro,
esa atracción que me ata
me desrevela.
Girando alocadamente
mi identificación
viene desde antes del amanecer
y quiere estallar
(frente al peso gravitatorio del espejo)
emitiendo luz,
anhelos.
Pero el Otro no me refleja,
no me absorve
y aunque sí, me atraviesa,
es invisible sin consecuencias encarnadas.
Esas minúsculas cositas subatómicas
curvan mi viaje
en el único lenguaje que no entiendo...
pero intuyo.