Fotode grupo en Granada: Lorca. Manuel de Falla, Giner de los Ríos...
Quién fue quién
Una primera edición de Bodas de Sangre, en la revista Cruz y Raya de José Bergamín de 1936, Madrid
Por ello, hemos de tomar el "Romancero gitano" es como una anticipación a los romanceros publicados durante de la guerra civil, por ambos bandos, que toma un estilo más libre y donde pierde la rima de los pares, esta urgencia de publicar, quedaron en llamar poesía urgente o de guerra. Y nacen múltiples revistas entre ellas la de la sección de publicaciones como "El Mono Azul", un nombre que nos recuerdo a otro muy similar "El Caballo Verde", la revista de Pablo Neruda y del malagueño Manuel Altolaguirre como editor. El "Romancero de la guerra civil española" se publicó en 1936, por la Sección de publicaciones de le Ministerio de Instrucción Pública de la República. Autores colaboradores: Altolaguirre, Varela, Aleixandre, Beltrán Logroño, Herrera Petere, Pérez Infante, Mariano G. Fernández, Pedro Garfias, José Bergamín, Rafael Alberti, Dieste, García Luque, Plá y Beltrán, Pardos, Miguel Hernández, Bodas, Antonio Aparicio, Serrano Plaja, Ramón Gaya, Felipe Ruanova, Quiroga Plá.
También se editará por Ediciones Españolas (Madrid-valencia 1937) "Poetas de la España Leal", por los autores que se habían trasladado de Madrid a Valencia: Antonio Machado, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Juan Gil-Albert, Miguel Hernández, León-Felipe, José Moreno Villa, Emilio Prados, Arturo Serrano Playa y Lorenzo Varela. Otro libro con menos entidad Versos en la Guerra con prólogo de Carlos Scheneider en Alicante, con los autores: Miguel Hernández, Gabriel Baldrich, Leopoldo Urritia con ilustraciones de dibujantes alicantinos.
Otras importantes publicaciones fueron "Hora de España", "Romances de Guerra" (Santander), "Cantos de amor en la guerra" (Valladolid), "Poesía Española", "El miliciano gallego", "El Altavoz de Frente", "Acero" (Nonóvar)..., y varios cancioneros.
Para recopilar toda la poesía de la guerra civil podemos consultar el libro de César de Vicente Hernando, en Akal Nuestros Clásicos, Poesía de la guerra civil española (1936-1939). También "El hombre acecha como eje de la poesía de guerra" del que soy autor, Editorial Palmeral(Alciante).
Ya en tiempos previos a la II República española se abrió un periodo de un teatro social que García Lorca llevó con "La Barraca", por toda Eapaña, retomando obras cervantinas que recordarán la identidad y del perdido imperio español como una nueva forma de romanticismo o de la llorada Generación del 98, en nuestro Axorín,principalmente. Un teatro social como "Bodas de Sangre" (1932). Margarita Xirgú era la actriz de teatro favorita de Lorca. Es también Rafael Alberti y Mª Teresa León con "El cerco Numancia" quienes entraron en la dinámica de la perdida identidad española, en la figura de Cervantes. Nuestro Miguel Hernández escribe pero no estrena su obra como "Los hijos de la piedra" (1935) y "El labrador de más aire" (1936.
Durante la guerra civil, la mayoría de los intelectuales agrupados en la Alianza de Intelectuales Antifascistas se unieron al lado de la República. García Lorca fue uno de los primeras víctimas o sacrificios costosos a la política fascista de la guerra y posguerra, que fue fusilado 19 de agosto de 1936, en Víznar Granada, acusado de espía soviético según Ian Ginson. Y que al asesinato del de Fuente Vaqueros, casi todos los poetas de la época le dedicaron poemas y romances.
El romancero en la guerra civil, se toma como una forma de propaganda para levantar la moral del pueblo y de los soldados en el frente se editaron romanceros con la colaboración de diferentes autores. "El romancero de la guerra civil..."
Como escribe Concepción Galindo en su articulo «El Romanero del 36» (Revista Xaloc nº 39, 2005, El Campello): «Dentro de este abudantísimo acervo poético destaca la aparición del nuevo Romance. Con un lenguaje directo, poco elaborado, en mucho casos, nos expresan sus temas: Los objetivos del Frente Popular, los males que obstaculizan el camino de la nueva España, los movimientos de masas, las resistencias desesperadas en los frentes, la defensa de Madrid...».
El arte experimenta un cambio hacia una realidad social como medio de comunicación, educación y participación de un pueblo español, que venía dormido en los brazos de la religión cristiana, domadora de cualquier innovación, y sí mucha resignación imbuida en el atraso de quedarse quietos y dejarlo todo en la fe y en manos de la voluntad Dios en la manida frase: “que sea lo que Dios quiera”. Por ello el realismo socialista entra con tantas ganas de cambiarlo todo, y despertar mentes cerradas.
En el "Romancero gitano", García Lorca, quiere culminar el
antagonismo existente entre los gitanos y la Guardia Civil(tema poco
litearior y tabú). Entre leyenda y realidad de un pasado, en el que se
persiguen a los gitanos, que históricamente tenían fama de rufianes,
ladrones y nómadas..., perseguidos desde la pragmática de los Reyes
Católicos.
Lorca adjudica a los llamados popularmente «civiles» rango épico
en sentido antagonista, minotauro, caballo de Troya, pintado con
fusiles y sables, cabalgando de noche, con caballos negros y charoles
negros en la cabeza, con almas negras. Alude a ellos desde el plano
mítico de una realidad costumbrista andaluza.
Lorca huye de las imágenes poéticas conocidas, manidas, de la fácil, de lo común, y desde un mundo surrealista, onírico y vanguardista arriesga mucho, y el resultado está a la vista, un choque de imágenes. En definitiva las imágenes residen en la mente, Que te busquen en mi frente, (verso 123 del Romance de la Guardia Civil española), donde Lorca resume su obra, lo que quiere decirnos es que busquemos en su frente/mente/cabeza el concepto de sus palabras, poemas, intenciones, porque Lorca se nos materializa a través de sus sueños puestos en símbolos más que en palabras que evocan recuerdos, miedos, situaciones.
Ramón Fernández Palmeral publicado en Mundo Cultural Hispano