Los poetas somos como los leones, después de que nos disparen podemos lanzar nuestras garras. Página administrada por el poeta Ramón Palmeral, Alicante (España). Publicamos gratis portadas de los libros que nos envían. El mejor portal de poetas hispanoamericanos seleccionados. Ramón Palmeral poeta de Ciudad Real, nacido en Piedrabuena.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com.
La mayor satifacción que tengo al escribir es saber que alguien me lea cuando yo esté muerto.
miércoles, 12 de agosto de 2020
Cuando Chile quiso vender la Isla de Pascua a los nazis. El País
Cuando Chile quiso vender la Isla de Pascua a los nazis
El
país sudamericano necesitaba dinero en 1937 para comprar dos cruceros.
La revelación está incluida en el libro ‘Rapa Nui. Una herida en el
océano’, de Mario Amorós
Moáis en el este de la Isla de Pascua.ExpressGetty Images
Chile buscó vender a la Isla de Pascua a la Alemania nazi.
Reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, a unos a
3.500 kilómetros de distancia de América en medio del Pacífico, fue
ofrecida por el país sudamericano al régimen de Adolf Hitler para
conseguir el dinero y poder comprar dos cruceros para la Armada, que en
esa época tenía el control de la isla. Sucedió en 1937, pero la
operación fue tratada como un secreto de Estado por el Gobierno
conservador chileno, liderado por Arturo Alessandri. Ochenta y un año
después de la asombrosa oferta, sin embargo, la historia se desvela en
el libro Rapa Nui. Una herida en el océano (Ediciones B), del
escritor español Mario Amorós, que se presentará en Santiago de Chile el
9 de agosto y en la isla, el día 14. Rapa Nui o Isla de Pascua,
como se le llama indistintamente a uno de los pedazos de tierra
habitados más aislados del planeta, había pasado a ser parte del
territorio chileno en 1888, pero recién en 1966 el Estado le reconoció
los derechos civiles y políticos. En la década del treinta, cuando
sucedieron las negociaciones con la Alemania nazi, “para el Chile
continental la isla era sobre todo un lugar marcado por el estigma de la
lepra y para el poder político, un lugar lejano, cedido a la Armada y
arrendado a una compañía privada, con muy escaso valor”, señala Amorós.
Esta percepción explica en parte la decisión del Gobierno de Alessandri
que todavía azotado por la crisis económica de 1929, necesitaba el
dinero para reforzar la defensa marítima del país: las Fuerzas Armadas
temían una alianza militar en su contra que uniera a Perú, Bolivia y
Argentina. La reciente contratación de la construcción por parte de
Argentina de ocho barcos de guerra en el Reino Unido había despertado
“la envidia” de la Armada chilena y de la Administración de Alessandri,
según detalla el libro, por lo que estaban decididos a reforzarse
militarmente.
Moáis en las faldas del volcán Rano Raraku, en la isla de Pascua (Chile)MICHAEL DUNNINGGetty
Fue el contexto en que a lo largo de 1937 el Gobierno de Alessandri
ofreció la venta de Isla de Pascua, al mejor postor, a Estados Unidos,
Japón, Reino Unido y la Alemania nazi. Hasta ahora eran conocidas solo
las dos primeras negociaciones, pero no las conversaciones con el
régimen de Hitler, al que Chile le había comprado recientemente 36
aviones para la Fuerza Aérea “de manera arbitraria e incurriendo en
prácticas corruptas”, según se detalla en Rapa Nui. Una herida en el océano.
Amorós cuenta que fue en el marco del XVI Congreso de la Asociación de
Historiadores Latinoamericanistas Europeos de 2011, en San Fernando
(Cádiz), cuando el profesor húngaro Ferenc Fischer, especialista en la
historia de las Fuerzas Armadas chilenas, presentó una ponencia referida
a las negociaciones secretas mantenidas por ambos países entre 1935 y
1939 que abordaron la oferta de venta de la isla.
Fischer encontró un documento en el archivo del Ministerio de Asuntos
Exteriores en Bonn que resumía una entrevista entre el embajador de
Hitler en Chile y el entonces ministro chileno de Relaciones Exteriores,
José Ramón Gutiérrez Alliende, que se celebró el 14 de agosto de 1937.
En ese encuentro, explica Amorós, la Alemania nazi buscaba confirmar las
intenciones del Gobierno chileno de venderles la isla. Aunque de esta
conversación no quedó ningún registro en el archivo histórico de la
cancillería chilena, según pudo constatar el autor del libro, existen
otros documentos que entregan mayores detalles de la operación que
buscaba concretar el país sudamericano.
El historiador Mario Amorós.Florencia Doray
El 17 de noviembre de 1930, el agregado naval estadounidense en
Chile, I.H. Mayfield, informó a su país de la oferta de Chile y que el
precio solicitado por la isla era de un millón de dólares. En un nuevo
informe estadounidense fechado el 8 de junio de 1937, el nuevo agregado
naval de Estados Unidos en el país sudamericano, A.S. Merrill, envió a
sus autoridades un escrito de carácter confidencial de dos páginas en
que señala que el presidente Alessandri había decidido ofrecer la venta o
el arriendo de Rapa Nui para “financiar la construcción de dos cruceros
en el extranjero”. En el escrito se indica que Chile había ofrecido la
isla a otros tres países –Reino Unido, Alemania y Japón– y que la
operación había sido propuesta a Alessandri por el entonces comandante
en jefe de la Armada, Olegario Reyes del Río.
Ninguna de las negociaciones secretas llegó a prosperar, aunque solo
se conocen las razones del lado británico, explica el autor de Rapa Nui. Una herida en el océano.
“Descartaron la compra de la isla porque consideraron que su valor,
desde el punto de vista naval, era escaso. No obstante, tanto Londres
como Washington estimaron que era conveniente que ni Japón, ni Alemania,
ni tampoco Italia (las futuras potencias del Eje), se hicieran con la
isla”, explica Amorós, que en su libro recorre la historia de Rapa Nui,
con su patrimonio cultural y arqueológico invaluable, desde el origen de
su poblamiento humano hasta la actualidad, “cuando el pueblo rapanui
busca redefinir su relación con el Estado de Chile”. El autor se refiere
a la querella que el Consejo de Ancianos del Pueblo Rapa Nui y el
Consejo de Jefes de Clanes de la Isla presentó en 2015 ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para conseguir la devolución
de tierras ancestrales y el control de los recursos naturales.