Páginas

viernes, 10 de abril de 2020

"Mascarilla del alma" poema de Agustín Conchilla


Autorretrato de Jordi Jordá



MASCARILLA DEL ALMA

Olvidada y ausente dormitas en soledad de lecho y oscuridad,
sobre penumbras de cartón, prisionera del alma, prisionera.
Ignorante de virus que acechan como luceros sobre tinieblas,
plegada, sobrante de todos, y necesitada de pocos,
mascarilla de filtro, mascarilla de olvido.

De sueño y embalaje despiertas y te enfrentas al COVID-19,
bicho pequeño, invisible, de expansión grande, más que la mar.
Traspasa fronteras, y tú, mascarilla, tan pequeña, tan delgada,
tan frágil, escuchas briznas de viento y abandonas tu encierro,
mascarilla de protección, mascarilla de vida y esperanza.

Gratos despertares trae tu bravura, tan pequeña, tan divina,
tan preventiva que sujeta partículas sobre perlas de plata,
en mordaza de coladero y esperanza que antepone tejidos
de caricia y suavidad en boca humana, de piel templada,
mascarilla de presa, mascarilla del alma.

Prenda suave y barata abandona las sombras de los mercados
en abrir de párpados y pasa de céntimos a despotismo de euros.
Avaricia de comerciantes en manos de especuladores y piratas
que aumentan tu coste al setecientos por cien, y te distancian
de vida que evapora y extermina a infectados y sanitarios,
mascarilla del alma, mascarilla de piratas y alimañas.

¡Ay, mascarilla del alma!, mascarilla de auxilio y protección,
tan callada, ignorada, y ahora, mascarilla, tan necesitada,
y tan servil, alabada como artista en algarabía de fama.
Ganas puestos y alcanzas rankings de niveles y precios,
mascarilla de distancia, mascarilla de bolsillos que dañan.

Generosidad y protesta florece de manos inquietas, solidarias,
entre lienzos y brazos elásticos, costurera del ama, costurera.
Aguja, hilo, tijera y máquina de coser entrelazas en amores,
 tan delgados, y tan fuertes que protegen a indefensos,
costurera de mascarilla, generosa y entregada,
costurera divina, costurera del alma.



Agustín Conchilla