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jueves, 9 de abril de 2020

"Elegía a mi padre", Por Ramón Palmeral.



             ELEGÍA A MI PADRE

«Nuestras vidas son los ríos
que van a para la mar que el morir»,
así cantó Jorge Manrique
a la muerte de su padre.

No me he curado de esta gélida aflicción,
persistente, entre las yerbas secretas del alba,
ni he olvidado aún tus olores corporales
ni tus palabras ni tus risas
ni tu cuerpo noble de cabrero
en la Almijara sierras de peligrosas cornisas.

Ni tu alto plante de guardia civil activo y jubilado
de bigote en las procesiones de Semana Santa
de Málaga dando escolta como gastador
en la procesión del Cristo de la Expiración.

 Cómo se pasa la vida,
 cómo se pasan los recuerdos,
 cómo nos llega la congoja,
 cómo nos llega el dolor intenso,
 de los martillazos en el yunque de
 un corazón  mordido y secreto.

¡Despierta y empínate, háblame!
recuperemos aquel tiempos perdido,
     tiempo no suficiente,
     tiempo ausente,
y la aciaga sensación de no haber vivido
    suficiente tiempo juntos, en pueblos y reuniones,
    en charla y vinos...
Hoy me niego a dar ese tiempo
perdido como pasado.

Cómo se pasa la vida, cómo llega la vejez, qué soledad más bronca, qué duro es el perderte.

«No temas, olvídalo, -me dijo la vil Parca-
 ya es mío, cuidaré de él en la otra vida,
 como si fueras parte la mi propia vida».

     ¡Qué jeta más gran tiene la muerte!
     No tiene sentimientos
     Como en estos tiempos del virus coronado
     Que se lleva las más viejas flores

 Pero no caeré en su trampa: la estafa del olvido.
 en sueños te veo haciendo crucigramas,
 dialogamos y jugamos al ajedrez.

Mientras yo respire, jamás te olvidaré.


       Ramón Fernández “Palmeral”, 5 de abril 2020

Falleció mi padre el 9 de agosto de 2004, y el 30 de abril de este años cumple el I centenario de su nacimiento José Ramón Fernandez.