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sábado, 10 de agosto de 2013

El puente de Triana en Sevilla



"¡Qué bonita está Triana
cuando le ponen al puente
banderitas gitanas!"

Tiene Triana un puente
que se agranda solemnemente
cuando pasa el Cachorro
en su cruz imponente.

Detrás va La Esperanza
con su rosario de lágrimas
y un puñal en el alma
tan grande como una lanza.

No verte gitana es un sin vivir
si tú ya no me quieres
me tiro al Guadalquivivir

Ramón Palmeral
Sevilla, 1970
Pasando Chapina, se llega a la capilla del Patrocinio, donde recibe culto el Cachorro, impresionante escultura de Ruiz Gijón, que cuenta la leyenda retrata la agonía de un gitano de Triana llamado como el apodo que la devoción popular da al Cristo de la Expiración. Del Cachorro era hermano Juan Belmonte, y la tarde que se pegó un tiro en Gómez Cerdeña tenía ya sacada la papeleta de sitio para salir de nazareno el Viernes Santo acompañando a su Cristo agonizante, por cuya boca afirma también el saber popular que de madrugada entran y salen los ratones. "¡Qués es lo mejor de Nueva York, venirse pa Sevilla!", dijo el castizo. ...........
Y ahora llega a la capilla del Arco de la muralla una Virgen bajo un palio que es bergantín o fragata, bamboleo marinero en los escudos del ancla. El cristal de la cancela es espejo que proclama ese dogma de Sevilla que hizo arrodillarse a un Papa: aquí está la Pura y Limpia, del Postigo la Esperanza, que Inmaculada en Sevilla y Pureza es en Triana. Y se repite en las flores, y se repite en la gracia, se repite en la belleza tan morena de su cara. Puso Fernando Morillo encajes en oleada, tal como canta su Salve, una brisa de bonanza, con el fajín de almirante de un Rey marino de España, que en Triana a la Purísima como Esperanza proclaman, por eso en calle Pureza tiene su cuna y su casa. Antonio Burgos, en el Pregón de Semama Santa de Sevilla 2008

Sevilla tiene una torre
que no la tiene Madrid
mora, sutana y alzada
como es la Giralda
cerca del Guadalquivir.