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sábado, 13 de abril de 2019

¿Quién fue Matsuo Bashō?

¿Quién fue Matsuo Bashō?

Matsuo Bashō vivió en el siglo XVII y es, probablemente, el poeta japonés mejor conocido en occidente.
Hijo de un samurái de bajo rango, nació cerca de Ueno y algunos biógrafos cuentan que fue cocinero de profesión. Ya desde joven cultivó la poesía y a lo largo de su vida adquirió una fama notable.
Su obra incluye diversos géneros poéticos pero sus haikus son las composiciones más conocidas.
Bashō fue uno de los primeros en dignificar el haiku como forma poética ya que en su época escribirlos se consideraba más bien una actividad social. Lo cual, dicho de paso, da que pensar sobre la “progresión” de las actividades sociales a lo largo de los siglos…

Cómo leer haikus

Como cualquier composición poética, pero tal vez aún más debido a su extrema brevedad, los haikus necesitan ser leídos con detenimiento, degustando las palabras, casi cerrando los ojos para captar mejor su sabor.
Los haikus suelen ser composiciones muy visuales y los apreciarás mucho mejor si dedicas algo de tiempo a imaginar las escenas que sugieren.

Por qué debería importarte la poesía aunque sólo escribas prosa

Si escribir prosa es pintar a brochazos, escribir poesía es pintar con pincel.
La poesía, esa criatura a medio camino entre la literatura y la música, requiere un control preciso y sutil del lenguaje. En ella, debido a los requerimientos de métrica y rima, encontrarás, condensados, los recursos de estilo que permiten utilizar toda la capacidad expresiva del lenguaje.
Aunque tu intención sea escribir prosa, comprender los recursos de la poesía te permitirá controlar mejor tu escritura y hacerla más bella y eficaz.

Los mejores haikus de Matsuo Bashō

En la siguiente selección (totalmente personal) encontrarás mis haikus preferidos junto con un breve comentario.
El objetivo del comentario es destacar una (y solo una) de las virtudes de cada haiku para que, al tiempo que pasas un rato agradable, (re)descubras recursos estilísticos que te ayudarán a enriquecer tu prosa.

1

Al sentirme enfermo durante el viaje
mis sueños vagaron
sobre un campo de yerba seca
¿Cuál es el sujeto de esta frase?
Exacto. “Mis sueños”.
Mis sueños vagaron… Mis sueños volaron… sobre un campo de hierba seca.
Casi podemos revivir ese vuelo onírico en el que, desde la perspectiva de una golondrina, Bashō vagó sobre un campo de hierba seca.
¿Pero qué hubiera ocurrido si el poeta hubiese utilizado una construcción más natural y se hubiera colocado a sí mismo como sujeto?
Al sentirme enfermo durante el viaje
soñé que vagaba
sobre un campo de hierba seca.
¿No es lo mismo, verdad?
En ocasiones, reorganizar una frase y colocar en el sujeto un elemento inesperado puede dar una fuerza nueva lo que estábamos diciendo. Merecerá la pena probarlo cuando alguna de tus frases no funcione.