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jueves, 10 de noviembre de 2022

"Derrota", famoso poema del recién galardonado poeta venezolano Rafael Cadenas con el Premio Cervantes de las Letras.

 


Rafael Cadenas, Premio Cervantes 2022, nació en Barquisimeto (Venezuela), 1930), tiene 92 años y vive en Caracas,  ha acumulado a través de seis décadas una obra poética y ensayística que, en la actualidad es considerada un legado fundamental dentro de las letras hispanoamericanas, mucho más allá de las fronteras de su Venezuela natal.

Entre sus libros de poesía destacan Una isla (1958), Los cuadernos del destierro (1960), Derrota (1963), Falsas maniobras (1966), Intemperie (1977), Memorial (1977), Amante (1983), Gestiones (1992). Durante los últimos años su obra ha adquirido especial atención en España, con la publicación de sus últimos libros escritos hasta la fecha: Sobre abierto (2012) y En torno a Basho y otros asuntos (2016), ambos en Pre-textos y Contestaciones (2018) en Visor.

Cadenas, además es un destacado ensayista, género en el que ha abordado tanto sus intereses literarios como las problemáticas que han afectado desde hace décadas al sistema educativo venezolano respecto al uso de la lengua y en especial a la enseñanza de la literatura y la filosofía, entre otros temas. Entre sus ensayos constan Literatura y vida (1972), Realidad y literatura (1979), Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (1977), La barbarie civilizada (1981), Anotaciones (1983), Reflexiones sobre la ciudad moderna (1983), En torno al lenguaje (1984), Sobre la enseñanza de la literatura en la Educación media (1998).

Adicionalmente, cuenta con la recopilación de traducciones El taller de al lado (2005) y con el volumen de aforismos Dichos (1992). No obstante, el recurso del aforismo está presente transversalmente en toda su obra, tanto en sus versos como también recogidos en medio de sus libros de poesía, ejemplo de esto es el volumen Memorial (1977). Al respecto, Darío Jaramillo Agudelo explica el carácter vertebral que adquiere dentro de la obra de Cadenas: «El aforismo, con toda su concisión, con el filo que tiene que poseer para cortar una capa ignorada de la realidad o del lenguaje, es también un medio limítrofe entre la poesía y la prosa. Y están, además, los poemas en prosa, prosas que son poemas y que enfrentan, como en toda su Obra entera, la luz quemante y enceguecedora de las revelaciones, la tiniebla estremecedora de quien mira hacia su adentro».

El conjunto de su obra ha sido objeto de distintas recopilaciones, tales como Antología (1996), a cargo de Monte Ávila Editores; Antología (1991) de Visor; Obra entera (2000 y 2009), editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE); Poemas selectos (2004) en Bid & co. editor; Obra entera. Poesía y prosa (2007) en Pre-textos y Antología Poética (2016) realizada por Valparaíso Ediciones. Cabe destacar que su poesía ha sido traducida al francés, italiano e inglés.

Además, dentro de su ámbito laboral, se dedicó a la docencia por varias décadas en cursos de poesía española y norteamericana, al interior de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela.

Su poema «Derrota» (1963) es con el que más se ha identificado erróneamente su obra, compuesta por más de seis décadas de intensa creación literaria, desde la que muchos años después, incluso se engendró una respuesta a ese primer texto, en esta ocasión llamado «Fracaso» (1996).

Una de las preocupaciones del poeta venezolano a lo largo de su trayectoria ha sido el valor que tiene la palabra poética con respecto a la representación y registro de la realidad, lo que quedó recogido en su «Ars poetica» del libro Intemperie (1977): «No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir brillos a lo que es/ Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad./ Seamos reales/ Quiero exactitudes aterradoras./ Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas».

El conjunto de su obra ha sido reconocido con el Premio Nacional de Ensayo (1984), Premio Nacional de literatura de Venezuela (1985), Premio San Juan de la Cruz (1992), Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2009), Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2015), Premio Andrés Bello de la Academia Venezolana de la Lengua (2015) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2018), entre otros.

En reconocimiento a su legado literario, desde hace cinco años se organiza en su país el Concurso Nacional de poesía joven Rafael Cadenas, para autores venezolanos entre 18 y 30 años, a cargo de la Agrupación Autores venezolanos y la empresa privada.

Los poemas que ponemos a vuestra disposición forman parte del libro Obra entera (2009), editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), con prólogo de Darío Jaramillo Agudelo.

 DERROTA:

 

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi
……………………………………………………………………………………….[ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo («Ud. es muy
……………………………………………………………………….[quedado, avíspese, despierte»)
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas esas cosas y por otras cuya
……………………………………………………….[enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico
aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada
……he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y
………………………………………………………………[crear de mi indolencia, mi flotación,
…..mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo, más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros, y de mí
………………………………………………………………………………[hasta el día del juicio final.

De Derrota (1963