(Tajo del Almendrón desde El Helechal)
BELLA NATURALEZA
Poeta quiero ser
para poder expresar
un paseo de mi hijo
por la sierra de Limán.
para poder expresar
un paseo de mi hijo
por la sierra de Limán.
Muy de temprano salí
del pueblo de Frigiliana,
en el camino encontré:
cerras, fuentes y cañadas.
del pueblo de Frigiliana,
en el camino encontré:
cerras, fuentes y cañadas.
Con mi primo [Manolo] y mi tío Antonio
caminamos de porfía,
que se pusieron de acuerdo
para probar mis energías.
caminamos de porfía,
que se pusieron de acuerdo
para probar mis energías.
Hasta el cerrillo "La Yerba"
llegamos sin descansar,
nos comieron la merienda
y pudimos respirar.
llegamos sin descansar,
nos comieron la merienda
y pudimos respirar.
De allí se veía Granada
y el pico de Mulhacén,
Comares, la sierra Lujar
y cielo de todo placer.
y el pico de Mulhacén,
Comares, la sierra Lujar
y cielo de todo placer.
Aquel ambiente reinante
es cosa de maravilla,
sólo el cante de algún ave
el silencio entorpecía.
es cosa de maravilla,
sólo el cante de algún ave
el silencio entorpecía.
En el punto culminante
llamado el Helechal,
establecimos la meta
volviéndonos hacia atrás.
llamado el Helechal,
establecimos la meta
volviéndonos hacia atrás.
De allí me decía mi tío
lo que fue de su niñez,
esperando a mi abuelito
viendo la noche caer.
lo que fue de su niñez,
esperando a mi abuelito
viendo la noche caer.
Verdad que le entristecía
las lágrimas que derramó.
¡Qué pena llegar a viejo!
qué triste lo recordó.
las lágrimas que derramó.
¡Qué pena llegar a viejo!
qué triste lo recordó.
Saltando las abulagas,
arañando por los riscos,
emprendimos el regreso
por vericuetos escondidos.
arañando por los riscos,
emprendimos el regreso
por vericuetos escondidos.
Qué profundo se respiraba,
el olor tan perfumada,
a tomillos y romeros,
a helechos y retamas.
el olor tan perfumada,
a tomillos y romeros,
a helechos y retamas.
Con los bolsillos repletos
de sabia y mejorana
y algunos cacharros viejos
quise atestiguar esta hazaña.
de sabia y mejorana
y algunos cacharros viejos
quise atestiguar esta hazaña.
A mi padre le mostré,
cuando regresé a mi casa,
aquellas antiguas reliquias
que para él fueron esmeraldas.
Aprisionándole tanto
aquellos colores finas,
que su corazón latía
de pena y de regocijo.
La infancia jamás se olvida
por triste que haya surgido,
siendo de color de rosas
cuando ya ha transcurrido.
José Ramón Fernández (1965)
Nota.-
Excursión de 20 horas por la sierra de Almijara desee Frigiliana hasta el Helechal (frente al Tajo del Almendrón en Limán) de Ramón Fernández (hijo de José Ramón) su primo hermano Manolo, panadero de Frigiliana, y su tío Antonio Fernández el de la Fuente Vieja de Frigiliana) sobre 1965