Los días de mi vida/ son las
hoja de la agenda/ que paso cada tarde/ de una forma
mecánica.
Javier Núñez Yáñez (poeta de
Torrox, autor de Vendimia)
Mis recuerdos
son paseros en la Axarquía,
tierra
de mis antepasados cubiertas de olivos
y
vides moscateles encaramadas en la pizarra
suplicantes
al cielo y clamando lluvias.
La
moscatel son gusanos de seda que tras
la
vendimia y soleada en los paseros se convierten
en
dulces pasas de exportación. Si se las pisas
en el
lagar se convierten en Quitapenas.
Los
días de mi vida
son
como aviones de pompas de jabón
que
pasan la agujereada tarde
al
calor de un hogar cálido, oloroso y conocido.
Son
números babilónicos
-qué
hago en la gimnasia del aire-
-qué
hago aquí escribiendo olvidos-
almanaques
muertos en la basura
hojas
rotas de árboles en otoño
se
hacen costras, escarias del tiempo.
Los
años se hacen carne dura
parecen
cecina, carne seca en la serranía
curada
en cerro Lucero –vértigo rojo arriba-
al
descubierto de los terremotos y los olvidos.
En el
brazo desnudo de una higuera de secano
tatué
tu nombre y el mío –sabia blanca venenosa-
con
una flecha de Eros y orlado por un corazón
que
se reía. Ahora el tiempo –carica de ayer-
lo ha
convertido en un lápida de fortaleza de granito.
En el
faro de Torrox, sus rocas me anunciaban
siglos
romanos y saladeros de fenicios, mientras
la
sal con sodio iba de tu casa a la mía,
con
puertas estrechas y paredes finas cual pámpanos de vid.
Y por
Torre del Mar se fue el Sol acobardado,
caído
a pedazos, herido de granadas abiertas
collares
de dátiles adueñados de la cuerda de mi alma.
Qué
duro es caminar sobre la arena en los Peñoncillos
-carnaval
dorado de gaviotas en la tarde-
Arena
oscura de paz y de guerra, qué dura la vida,
Qué
duro es caminar sobre la arena sin tu amor
y sin
corazón, desnudo y lleno de tristeza.
Al
final de septiembre llegó la tormenta
y
amenazó los paseros y sus racimos de perlas negras
en la
metamorfosis de las cepas a la mariposa.
Hubo
que poner las tablas y los lienzos.
Parece
imposible el olvido en tu caja de los hilos.
Ramón Fernández Palmeral
Torrox,
2007