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viernes, 23 de agosto de 2013

Antonio Burgos en el ABC de Sevilla. Calentitos son churros

Calentitos junto a la Capillita (fragmento)


La Casa de Soria es de los pocos sitios de Sevilla que dan calentitos mañana y tarde. Donde se puede merendar un chocolate con calentitos, como en un anticipo de las claras del día de la Madrugada de Dios. Hay más sitios. Sitio con cola para coger mesa hay en la calle Oriente, en la cafetería del hotel Virgen del Reyes, que es como un anticipo de las claras del día de la Feria, con el chocolate con el nombre de la Patrona. Y en una esquina de la calle Virgen de Luján, la chocolatería de igual nombre también da calentitos por la tarde. Hablo de calentitos propiamente dichos: ruedas con sus dos palos y su perol de reglamento, no esos redondelitos de papa congelados, como de plástico, que fríen en algunos bares. Igual que en los calentitos mañaneros hay escuelas, de Arco a Arco, y hay quien defiende la supremacía del Postigo y quién la Macarena con el puesto de la calle Andueza, en materia calentera vespertina no hay color. Los mejores los fríen en Jovellanos, junto a la Capillita, donde Iñaki Gabilondo se trae a todo el polanquerío de Madrid para que los prueben y convertidos queden a la fe del caliente sevillano.

Y allí, en la Casa de Soria, está el mayor defensor del habla sevillana que he visto. Estaba la otra tarde, con mi bandeja de calentitos por delante, en la barra, cuando llegó una señora de las que allí paran a merendar con las amigas y dijo la palabra maldita, la voz invasora: churro. La señora pidió:

-Media de churros.

Pero el meritísimo defensor del habla andaluza, de la propiedad de sus voces y de los calientes sevillanos, al ordenar la comanda a la cocina a través del torno, hizo la perfecta traducción simultánea:

-Que sea media más de calentitos.

Ole. No sin complacencia, felicité al glorioso traductor:

-Es usted de los pocos que en Sevilla sigue llamando calentitos a los calientes.

Y me dio toda una lección de geografía calentera:

-A la masa frita se le da el nombre según el sitio, como le explico a Gabilondo cada vez que viene por aquí. En Madrid están los churros y las porras, que no tienen nada que ver con lo nuestro. Y en Cádiz están los churros, los churros de La Guapa que usted conoce. Como en Córdoba y en Granada están los tejeringos, y en otros sitios, tallos, jeringos, cogombros, frutajeringa o mamandungo. [En Málaga en el café Madrid de calle Granada] La gente, ya sabe usted, que le ha dado por decir churros... Pero aquí seguimos friendo calentitos, ¡qué churros ni churros!

Gloria, pues, en la excelsa tarde de merienda junto a la Capillita, a un esforzado defensor de sevillanías que no comete el churro imperdonable de llamar churros a los calentitos.


 Antonio Burgos.



.............................Notas de un malagueño..............
Los calentitos de Sevilla también le llaman de aire, porque están casihuevos y son muy ligeros. Los hacen tambien en Málaga y los de máquina que llamana de patata, pero que llaman churros.  Las porras es esa masa de harina con sal y levadura para desayunos fuerte scon un mitá (mita de café y mitá de leche). Aunque últimamente el desayuno ha variado más hacia la media tostada de pan aceite o con manteca colorá o virtuas lomo de los Montes con manteca blanca que te sirven un vasito de cristal. En Málaga es contumbre desayunar en los bares de Puerta Nueva, y Mercado Central, sabe más barato en en casa.