RIQUEZAS Y DESVENTURAS EN EL RECITAR DE POEMAS (IV)
Por Ramón Fernández Palmeral
Creo que como todo artista que se
precie ha de investigar y conocer las teorías de su arte. Un pintor no puede
progresar si no conoce la teoría de los colores, la técnica del dibujo, el
visitar exposiciones y consultar libros. La clase de canto es las practica que
ha de hace un tenor o un barítono. De igual modo quien pretenda ser rapsoda ha
de practicar y ensayar mucho, y con ellos entrenar a la memoria.
Si queremos darle categoría de arte
a recitar poemas y elevarlo al lugar que se merece hay que trabajar en el
empeño. Practicar a solas y luego en grupos reducidos de compañeros, hasta
alcanzar seguridad y técnica para recitales de mayor calado.
Entre RECITAR Y DECLAMAR, existen diferencias. Recitar es decir en alta
voz y de memoria versos. Declamar es recitar con la entonación adecuada, ritmos
e interpretación adecuada los versos. Un poema no existe mientras no se recita
o declama. Antes lo poemas eran para ser cantados. Hoy día los poemas se pueden
escribir para ser leído o no leídos.
Para aprender no basta con oír a
los grandes maestros como el caso de Nuria Espert o Valladares, oír sus discos,
asistir a sus recitales e imitarla, ella, además de ser una gran actriz, tiene
detrás años de estudios sobre arte dramático. Hay que practicar.
Y es que el poeta que recita, a
diferencia otros que sólo escriben, no puede o no se atreve a recitar en
público, ha de practicar en los grupos o tertulias, y esta es la palabra clave:
practicar, y oírnos. Los grupos son el foro ideal para ensayar, y donde los
errores no importan. Porque el rapsoda también es un actor.
El público, por lo general es
respetuoso, no es un tribunal, y no se come a nadie. Por ello hay que armarse
de valor y recitar sin tenerles miedo.
Trabajos previos, la casas en casa.
Previamente, a solas debemos
ensayar y leer en alta voz los poemas de otros poetas importantes. Luego
empezar con los poemas propios. Sabiendo muy bien distinguir cuales son los
poemas recitables y cuales no, puesto que entiendo, que no todos los poemas
pueden o deben ser recitados. Da buenos resultados componer versos e ir
recitándolos, buscándoles la musicalidad, los ritmos, (cesuras, cadencias...)
Los silencios también cuentan.
Una vez que hemos ensayado
deberíamos grabar nuestra voz y darlo a
amigos poetas o familiares para que nos den sus sincera opinión. Teniendo en cuanta
que nuestras familiares más allegados son nuestros peores críticos. No
desmoralizarse si la crítica es mala. Entiendo que las claves del éxito radican
en dos claves muy simples:
A) No abandonar nunca. Resintir.
B) Si se fracasa en una cosa volver a intentarlo, si se vuelve a fracasar
probar otra cosa nueva, y así sucesivamente, sin darle tregua al fracaso.
Teorías y prácticas:
Hay que empezar desde el principio
a recordar:
Vocalización de los fonemas
vocálicos (/a/,/e/./i/./o/./u/.
Vocalización de los fonemas
consonánticos. Con objeto de sacarle el mayor partido posible a una consonante,
como a una labiodelta o interdental
Algunos rasgos de las consonantes
españolas son: Bilabiales: b,p,m, /Labiodentales: f, v. /Interdentales:
d,t,n,z,/ Dentales: d,t,n,z,c, s, / Alveolares: n,l,r, / Prepaletales: y,j /
Postpaletales: g,k,n,x. / Velares: g,k,x,w. / Uvulares: h,g,x / Laríngeas: h.
Hoy día hay que evitar las rimas y buscar los
ritmos interiores de los versos, si al escribir seroso los vamos recitando en
alto voz, los ritmos vienen solos. No importa la rima sino el sentido emotivo
del poema que llegue a la gente.
La entonación:
La entonación, la pausa, el ritmo,
la emoción que se pone en él son las claves del éxito en el retira de poemas.
No hay mejor forma de aprender a recitar que oírse la propia voz, para
corregir, nunca para abandonar. Nadie nace sabiendo.
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